Documento
del MES (Movimento Esquerda Socialista)
Un nuevo partido es una necesidad
social
1)
En el día 14 de diciembre la dirección Nacional del PT confirmó la
expulsión de los parlamentarios Heloísa Helena (AL), Luciana Genro (RS),
Babá (PA) e João Fontes (SE). El clima en la reunión no reflejaba en
nada los innumerables pedidos contrarios a las expulsiones provenientes de
todo el país. Las denuncias no partían apenas de militantes organizados
o activistas sociales. Conceptuados escritores como Luis Fernando Veríssimo
denunciaban la persecución cómo una marca imborrable en la historia del
PT.
También
del exterior llegaban clamores de activistas e intelectuales cómo el lingüista
norteamericano Noam Chomsky. Los
ecos de estos clamores parecían trancarse en la puerta de entrada de la
ante sala de reunión del lujoso hotel de Brasília, el Blue Tree Park.
El
sábado los integrantes del DN del PT escucharon al ministro Celso Amorim defender el supuesto triunfo para el
Brasil representado por el curso actual de las negociaciones de la ALCA, y
enseguida la exposición del ministro Antonio Palloci bancando una vez más
la política del gobierno de ajuste y de acuerdo con el FMI. Cómo si
fueran medidas necesarias para
el bienestar del pueblo, “cantinela
cansadora y mentirosa”, para usar una expresión de la senadora
recién expulsada.
Al
día siguiente, el veredicto decidido antes de la reunión por la cúpula
dirigente del campo mayoritario de acuerdo con la determinación dada por
el presidente Lula, fue confirmado en la votación. Por 56 votos a favor y
27 contrarios los parlamentarios fueron desligados del partido.
2)
Desde el inicio del año, siguiendo los dictados del Fondo Monetario
Internacional, las cúpulas del partido y del gobierno trabajaron para
excluir de las filas partidarias cualquier cuestionamiento intransigente a
las líneas políticas adoptadas por el gobierno. Las expulsiones de los
que no capitulasen por lo menos parcialmente estaban anunciada cuando el
gobierno garantizó a los llamados mercados los blindajes económico y político.
El acuerdo con el FMI y la disciplina de la bancada parlamentaria.
La
decisión del DN representó no solo el acto de restricción cualitativa
de los espacios democráticos en el interior del PT, sino también la
confirmación pública de la transformación del PT en un partido ya
totalmente contrario a los intereses de los trabajadores, agente de la
aplicación de los planos de ajuste capitalistas. La medida disciplinaria
fue el coronamiento, el acto simbólico junto con el nuevo acuerdo con el
FMI, de la afirmación del New PT.
3)
En el mismo día en que los parlamentarios estaban siendo expulsados,
intelectuales históricos de la izquierdo brasilera y del PT anunciaban su
desvinculación del partido. De Sao Paulo, rompió Chico Oliveira, sociólogo
que está entre los más importantes intelectuales brasileros. En artículo
publicado por la Folha de SP, “Todo lo que es sólido se deshace....en
cargos”, expuso sus razones: "Me alejo del PT por qué no vote en
las últimas elecciones presidenciales y proporcionales en el Partido de
los Trabajadores para verlo gobernando con un programa que no fue
presentado a los electores. Ni el presidente ni muchos de los que
están ministerios ni otros que se eligieron para la cámara de los
Diputados y para el senado de la República pedieron mi voto para conducir
una política económica desastrosa, una reforma de la previsión contra
los trabajadores y favorable al sistema financiero, una reforma tributaria
oligárquica, una campaña de descrédito y desmoralización del
funcionalismo público" (...) " para no extenderme, un gobierno
que es el tercer mandato de FHC.".
Del
Río de Janeiro rompieron con el PT el profesor Carlos Nelson Coutinho,
Leandro Konder y el periodista Milton Temer, ex diputado federal y por dos
veces candidato de la izquierda partidaria a la presidencia del PT. Chico
Oliveira y el trío del Río de Janeiro serán acompañados por muchos
otros, cómo Paulo Arantes, Ricardo Antunes, así cómo las corrientes
organizadas (MES, CST, el Socialismo Revolucionario, el MTP), que acompañaron
a los parlamentarios expulsados y se definieron en ruptura con el PT y en
defensa de la construcción de una nueva alternativa partidaria.
Más
de 6 mil militantes firmaron la declaración con este contenido impulsada
pelos mandatos de Luciana Genro y Babá, por los agrupamientos políticos
citados y los compañeros de Socialismo e Liberdade y del Movimento
Trabalho e Liberdade. Trabajaron la declaración incontables dirigentes
sindicales, especialmente de los funcionarios públicos, trabajadores de
la educación y de la salud, entre muchos otros. También se subscribió
un importante intelectual paulista, Roberto Romano, profesor de Ética y
Filosofía de la Unicamp.
Al
día siguiente de las expulsiones, militantes de la tendencia interna
Democracia Socialista del Río de Janeiro y del Paraná anunciaron su
desvinculamiento del PT. Espontáneamente,
sin organización, un número incierto, pero que llega a algunos miles
comenzaron a desafiliarse. Un proceso que ya había comenzado durante la
reforma de la previdencia.
4)
La ruptura actual tiene una importancia significativa, histórica. Es
lógico que el proceso de ruptura no terminó. Es cierto que nuevas
camadas de simpatizantes, amigos y militantes dejarán el PT. La crisis de
la izquierdo partidaria, por ejemplo, es evidente. La ausencia de discurso
es total, porqué ya nadie puede realmente creer en la posibilidad de
rescatar el PT.
Al
mismo tiempo, el discurso en defensa del socialismo en el interior del
partido se muestra cada día más vacío, ya que no tiene nada que ver con
el que hace todos los días el gobierno petista.
El
entusiasmo con el cual Lula y el gobierno brasilero fueron recibidos por
la Internacional Socialista, dirigida por la vieja socialdemocracia
europea, hoy convertida en agente del capital imperialista europeo,
durante su congreso realizado en octubre en SP, fue más que demostrativo
del real significado del PT. Por eso es posible que otros sectores
organizados vayan a salir. Lo incompatible, lo inviable, es mantener una
política socialista coherente, sin una denuncia publica y abierta de que
el PT está del lado de la burguesía y de su dominación de clase. Sin
esto solo queda el acomodamiento. Por eso, miles de simpatizantes del
partido tomaron conciencia de este hecho y decidieron alejarse.
El
desafío de aglutinarlos comienza ya. Una razón mas para que la expulsión
de los parlamentarios se haya transformado en el momento decisivo de la
ruptura del PT, el punto de calidad capaz de marcar un antes y un después
de la expulsión en la historia de este partido que fue el mayor partido
de izquierdo de la América Latina y que se convirtió en su contrario.
5)
La amplia cobertura de la prensa nacional acerca de la reunión del
Directorio Nacional con repercusión en órganos de la prensa de América
Latina y de Europa no fue por un motivo cualquiera. El interés despertado
por el fenómeno de los radicales fue resultado del interés en acompañar
las profundas transformaciones del PT en su pasaje de oposición al
gobierno nacional. Prácticamente toda la población que acompaña la política
nacional reconoció que el PT cambió. Es unánime la opinión de que los
radicales defienden las banderas históricas del partido.
Es
claro que parcelas importantes de la población están de acuerdo con los
cambios o no tienen opinión formada. En eso la prensa juega su papel,
elogiando invariablemente la supuesta madurez
del PT, su reconocimiento de que la responsabilidad de gobierno
debe ser asumida, una responsabilidad que los " radicales" se
recusan a asumir. Este enfoque de la prensa, expresión de la ideología
de la burguesía, tiene enorme influencia y reproduce los intereses de la
propia cúpula partidaria.
Pero
por otro lado, el reconocimiento de que los parlamentarios expulsados
mantienen la coherencia de las ideas del PT cuando estaba en la oposición,
nos abre un puente con el movimiento de masas impresionante. Un patrimonio
que nadie tiene, en la defensa de las banderas históricas del PT. Son
banderas de referencia para centenas de miles, talvez algunos millones de
trabajadores, jóvenes y sectores del pueblo que no abrieron mano de las
mismas. Podemos dilapidar este patrimonio o podemos aprovecharlo para
construir una alternativa a la izquierda, anticapitalista y
antiimperialista.
6)
Resumiendo, tres cuestiones relacionadas se destacan, no
necesariamente en esta orden, para marcar la importancia de la ruptura en
curso: a) El peso propio de los parlamentarios. Luciana Genro, Babá y João
Fontes, son expresiones de masas en sus estados y conocidos y respetados
en todo el país, mientras la senadora Heloísa, de peso de masas
cualitativo en su estado que le coloca cómo favorita en la disputa por la
intendencia de Maceió, tiene una representatividad que le permite
dialogar con franjas de masas en todo el país; b) Fueron acompañados por
representativos intelectuales de tradición de izquierda que anticipan,
tal cómo las hojas de los árboles, la dirección del viento de las
luchas sociales y de la organización de la izquierda socialista; c) El año
que termina dió un peso social fundamental a los llamados radicales no
apenas por qué ocurrió un descontento general con el gobierno por parte
de los servidores públicos, sino porqué los servidores realizaron una
poderosa huelga nacional. Por eso, esta ruptura tiene un peso social
organizado en la base del funcionalismo público. Innumerables
sindicalistas, dirigentes de la huelga nacional de la previdencia,
asumieron la ruptura con el PT y articulan una alternativo política. Así
se abre una nueva situación en el país, o por el menos en la izquierda
brasilera.
7)
Para enfrentar este momento y discutir los próximos desafíos, vale
comenzar por definiciones generales. La más importante es que el gobierno
del PT no es una representación de los trabajadores y del pueblo pobre.
Es un gobierno de alianza con partidos burgueses tradicionales cómo el PL,
PTB, PMDB, incluyendo en su base de sustentación el PP y las oligarquías
regionales de varios estados del nordeste.
El
sociólogo Chico de Oliveira ya hizo una definición social nueva del
propio PT bastante ilustrativa. En sus propias palabras, “hay
transformaciones estructurales en la posición de clase de un vasto sector
que domina el PT, que indican un real cambio del carácter del
partido".
Siguiendo
en su línea, la cúpula petista se transformó en una casta privilegiada
con intereses comunes con la burguesía, una hermana del PSDB, interesada
en mantener la dominación capitalista, con su dominio privilegiado de los
fondos públicos y de la máquina estatal.
Este
significado del gobierno fue anunciado antes de las elecciones en la
“Carta al pueblo brasilero” en el acuerdo con el PL y en la aceptación
del acuerdo del FMI, hecho por FHC, en septiembre de 2002. Después fue
confirmado cabalmente en la definición de los ministros. Por eso mismo
nuestra corriente, el MES, había decidido no hacer parte
del gobierno y se preparó para un enfrentamiento estratégico,
cuyos desdoblamientos resultarían en una ruptura con el partido, cuya
dirección mayoritaria había decidido atacar los intereses de los
trabajadores. La reforma de la previdencia fue el símbolo mayor de este
ataque. Las expulsiones lo confirman una vez más.
8)
Tal definición de la naturaleza reaccionaria del gobierno petista, de
sus reformas constitucionales y de su política económica es fundamental
para orientar los desafíos del próximo período. El PT cambió
completamente desde el momento en que dejó de ser obstáculo más o menos
coherente para la aplicación del ajuste capitalista para ser, en el
gobierno nacional, su fiel impulsor, el administrador principal del estado
burgués al servicio de la burguesía. Ahí hizo la travesía del rubicón,
dejando definitivamente para atrás al viejo PT.
Por
eso mismo, las expulsiones efectuadas un año después de asumir el
gobierno representa la muerte del PT desde el punto de vista de la defensa
de los intereses de los trabajadores e inaugura la apertura de un nuevo
ciclo en la vida política de la izquierda brasilera. Un ciclo largo, de
reagrupamiento y reorganización de la izquierdo socialista y del
movimiento de los trabajadores, cuyo desafío estratégico es la
construcción de un bloque social y político anticapitalista y
antiimperialista y de un nuevo partido capaz de traducir la experiencia de
las clases trabajadoras en sus luchas, incentivarlas, tratando de elaborar
un programa de emergencia capaz de enfrentar la terrible crisis social, la
terrible situación del pueblo pobre.
9)
La construcción de una nueva alternativo partidaria es un proceso. Un
nuevo partido no se decreta ni se construye de un día para la noche. Sería
un error determinar de ante mano fechas y plazos de su fundación. Al
mismo tiempo, es preciso evitar un error tan o más grave: diluir la
necesidad de la construcción de una alternativa política, un nuevo
partido de los trabajadores que sea una superación del PT.
Es
preciso, por lo tanto, una amplia discusión entre los que rompieron con
el PT ahora y los que ya lo habían hecho antes, para por de pie una nueva
herramienta. Una discusión paciente, que respete las diversidades de
conciencias y experiencias y que busque los puntos comunes para solventar
un movimiento por una nueva alternativa. En nuestra opinión, ésta nueva
alternativa debe ser un partido. Porqué este es el instrumento de
aquellos que luchan por el poder político. Y una nueva alternativa tiene
que tener cómo horizonte a la lucha por el poder de los de bajo, contra
la dominación de los capitalistas.
10)
Somos conscientes de que no es un desafío fácil. Más adelante
abordamos algunas de nuestras mayores dificultades. El apoyo dado a Lula y
al gobierno por amplios sectores del pueblo en un cierto sentido no es lo
más complicado. El gobierno sigue apoyado, cómo muchos gobiernos
burgueses lo fueron en sus comienzos. Pero sus discursos populistas y el
carisma personal de Lula no consiguen detener la erosión de una parte de
la histórica base social del PT. Los funcionarios públicos fueron los más
significativos, pero el distanciamiento alcanza más sectores. Cómo
reflejan los ecologistas descontentos con la liberación de los transgénicos
(el alejamiento de Fernando Gabeira fue parte de eso) o los familiares de
los desaparecidos políticos cuando ven la capitulación del gobierno
delante de los delitos de los gobiernos del régimen militar. O cómo
expresa la reciente crisis con Luis Eduardo Soares, ex secretario de
seguridad, cuya dimisión, motivada por las
presiones en el ministerio de la justicia por la continuidad de la
política de seguridad del gobierno anterior, llevó su desvinculación
del partido.
Más
importante aún es el descontento general que la continuidad del
congelamiento salarial, del desempleo, de la vida cada vez difícil va
provocando en millones de trabajadores. En este año de gobierno petista más
de 500 mil trabajadores perdieron el empleo y la participación de los
salarios en el PIB nacional cayó 16%. Por eso, la experiencia con el
gobierno es un proceso ya en curso. El apoyo dado al gobierno por la mayoría
del pueblo, por lo tanto, no impide la existencia de un espacio social a
izquierda.
Este
espacio ya existe hoy y se puede ampliar. El PT es un partido de espaldas
para el futuro. Porque las banderas históricas del PT, patrimonio de la
izquierda en general, cómo la lucha contra el FMI, contra a ALCA, por
mejores salarios y condiciones de trabajo, contra los bancos, en defensa
de la reforma agraria, entre tantas otras, fueron abandonadas por el PT.
Los trabajadores más conscientes de la necesidad de defender estas
banderas para garantizar una mejora en sus vidas son la base social de
este nuevo proyecto. Y ellos son muchos. En el momento que el PT asumió
el social liberalismo, la construcción de una izquierdo socialista ganó
peso. Las necesidades concretas empujan en este sentido, así cómo las
fuerzas sociales que de una forma u otra tratan de encontrar su
representación política propia. Un nuevo partido, por lo tanto, responde
la una necesidad social, no a las elaboraciones de este o de aquel
intelectual, grupo político o reformador social.
11)
Para visualizar las perspectivas de un nuevo partido con mayor
amplitud no podemos dejar de mirar el país cómo parte del continente
latino americano. De modo esquemático podemos decir que el Brasil está
insertado en un continente marcado por importantes luchas sociales. La
crisis económica y social se ha sido generalizando en la América Latina.
Los planos de ajuste de los capitalistas han provocado innumerables
movilizaciones de masas, derrotas de golpes reaccionarios, levantamientos
populares, huelgas generales, caídas de gobiernos y hasta insurrecciones.
Venezuela, Colombia, Argentina, Perú, Ecuador. En todo el continente las
movilizaciones se extienden. La más reciente fue la insurrección de a
Bolivia, con la caída revolucionaria del gobierno. Tuvimos aún en las últimas
semanas las huelgas del Panamá y de la República Dominicana, la victoria
del Referendum contra las privatizaciones en el Uruguay y la manifestación
en la ciudad del México de más de 150 mil personas contra el gobierno.
Es visible, por lo tanto, que la ofensiva del neoliberalismo en el
continente de los años 90 no logró estabilizar políticamente la región.
Al contrario, la actual crisis del neoliberalismo y de los planes de
ajuste capitalistas están desencadenando, con sus lógicos altos y bajos,
un ascenso de masas cada vez más fuerte y generalizado.
12)
El gobierno del presidente Lula trata de actuar cómo el bombero
regional. En la reciente crisis boliviana fue articulador para la subida
de Carlos Meza, no sin antes estudiar las posibilidades de la continuidad
del asesino Sanchéz de Losada en la presidencia. Es que el gobierno
brasilero es consciente de que ésta cercado por situaciones
convulsionadas. Este no es el escenario político brasilero, porque el
descontento contra el neoliberalismo fue canalizado de modo considerable
para la disputa electoral y el apoyo a la candidatura de Lula. De esa
manera, hubo una válvula de escape de las tensiones sociales. Su
eficacia, mientras tanto, es relativa. Las contradicciones objetivas, la
situación social, las condiciones de vida del pueblo, se mantienen
inalteradas y hasta empeoradas. Son las objetivas bases comunes con la
situación latinoamericana: desempleo, ajuste
salarial, vida cara, falta de servicios básicos que agrava todo
para el pueblo.
Así,
aunque en un ritmo más rezagado del que en algunos de sus vecinos, la
lucha de clases en el Brasil está muy distante de la quietud. Vimos este
año, a pesar del neo-esquirolismo de la dirección mayoritaria de la CUT,
la valiente huelga nacional de los servidores públicos, la huelga de los
correos, de los bancarios, las luchas y movilizaciones de diversos
sindicatos, cómo los metalúrgicos de la GM, de la Volkwagen, de la Ford,
los metroviários de Porto Alegre, los docentes estaduales
de varios estados del país, las ocupaciones de sin techo y las
explosiones populares localizadas cómo los vendedores ambulantes de Río
de Janeiro, los transportes alternativos de Recife y Goiânia. Tuvimos la
rebelión estudiantil de agosto en Salvador, estado de Bahia. En fin,
fueron innumerables movilizaciones urbanas. En el campo, aunque la dirección
del MST, por lo menos su sector mayoritario, haya apoyado abiertamente al
gobierno, las ocupaciones no cesaron. En síntesis, estamos viendo y
veremos aún más importantes luchas sociales, en un caso clásico de
desenvolvimiento desigual y combinado con la situación latinoamericana.
La
prisión de los dirigentes paulistas del MST, José Rainha, Mineirinho y
Diolinda también motivaron políticamente el país. En este caso, la
campaña por la libertad de los presos encabezada por los parlamentarios
radicales contribuyó para pautar este debate, más allá
de haber proporcionado un lazo más estrechos con estos lideres de
los pobres del campo, razón de orgullo para todos los militantes por un
nuevo partido.
13)
Este contexto y esta perspectiva general para la construcción del
nuevo partido no pueden diluir las importantes dificultades que tenemos
por delante. Ellas son muchas y de varios tipos. En estos momentos, básicamente
dos nos parecen las mayores. En primer lugar, el escepticismo general de
sectores del pueblo que al perder la confianza en el PT, pierden la
confianza en la política y en la izquierda en general. Sin embargo, en el
pueblo en general, no nos parece ser lo más importante. Aunque somos
también alcanzados por el descrédito de sectores del pueblo, hay en el
Brasil una razonable fuerza de la conciencia asociativa y un importante
movimiento de las clases sojuzgadas por el capitalismo para que podamos
forjar en el interior de este proceso nuestra construcción.
Está
también el escepticismo de aquellos sectores de la superestructura política
de izquierda que ayudaron a construir el PT o acompañaron su experiencia.
El reflejo de la experiencia con el PT deslegitimando las ideas
socialistas en la conciencia de un sector del pueblo alcanzan también a
la superestructura. Un fenómeno que, guardadas las debidas proporciones y
diferencias, recuerda el desánimo representado en sectores de la
izquierda cuando cayó el muro de Berlín, cuando se desmoronó el llamado
socialismo real. Los sucesos o fracasos de partidos y agrupamientos que
actuaron por fuera del PT a lo largo de estos años también trabajan en
el mismo sentido.
Para
todos acaba pesando el desánimo con el PT sumado a los diez años de
ofensiva del neoliberalismo.
14)
El segundo problema es nuestra capacidad de organización, la
debilidad de las corrientes envueltas en la ruptura y en la reorganización.
Ninguna de las corrientes organizadas que decidieron romper o que están
trabajando por un nuevo proyecto tiene una sólida estructura nacional de
cuadros. La ausencia de estas estructuras no pueden ser suplantadas por
los parlamentarios por más populares, talentosos y esforzados que sean,
ni por intelectuales, por más importantes que sean sus contribuciones.
Así,
a debilidad de las fuerzas en cuestión impide la ocupación
plena del considerable espacio existente, lo que a
veces induce a conclusiones equivocadas de que el espacio es pequeño.
Completando de esa manera el ciclo vicioso que realimenta el escepticismo,
la sensación de que no se puede hacer nada o de que tenemos que partir de
cero. De que prácticamente no hay acumulación teórica, política o
organizativa que se pueda aprovechar.
El
crecimiento de cada una de las corrientes consideradas aisladamente es un
hecho evidente. Pero ningún crecimiento de este tipo es capaz de resolver
este vacío. Es necesario construir una fuerza organizada nacional con el
trabajo unificado, en un espíritu de partido, donde las tendencias, sub-tendencias,
grupos, etc, etc, encuentren un marco común de actuación.
Donde
los militantes sin tendencia tengan espacio y capacidad real de intervención.
Este es el desafío. Única forma de ir resolviendo la contradicción
entre el espacio existente y nuestras fuerzas para organizar la influencia
del movimiento por una alternativa. Único camino para evitar la dispersión.
15)
Tal desafío de trabajo unificado no solo es una necesidad para ocupar
los espacios que se abren para un proyecto a la izquierda del PT. Es también
la respuesta correcta al proceso de reagrupamiento en curso en la
izquierda brasilera. Un proceso que tiene dos carriles, dos puntos en los
cuales se estructura la posibilidad de convergencia. El primero, el
rechazo al social liberalismo del gobierno petista. El segundo, la
comprensión de la naturaleza democrática, abierta, amplia, del
movimiento por un nuevo partido, lo que se materializa, entre otras
medidas, en el derecho a la existencia de tendencias. El PSTU, por
ejemplo, hace parte del acuerdo con relación al primer punto y no del
segundo ya que se recusa a aceptar el derecho de tendencias, optando por
seguir su camino centrado en la autoconstrucción. Por lo menos por ahora.
De
nuestra parte estamos convencidos de la necesidad de la confluencia de
fuerzas. El esfuerzo actual debe reunir los parlamentarios radicales, sus
corrientes por entero o sectores de sus corrientes, los dirigentes de los
servidores públicos, los militantes y dirigentes socialistas
independientes, los intelectuales socialistas, las corrientes que se
construyeron hasta ahora en forma independiente cómo el movimiento Tierra
y Libertad (MTL) y los sectores que rompieron con PSTU recientemente y
hicieron la opción por el reagrupamiento, cómo Socialismo y Libertad y
el Polo de Resistencia Socialista (PRS) de Pernambuco. Hay que trabajar
desde ahora en la perspectiva de incorporar los sectores que con certeza
van a adherir en el futuro a una nueva alternativa. Manteniendo también
la invitación para el PSTU como un todo.
16)
Así, sin desconocer las dificultades, reafirmamos la existencia de un
importante espacio a la izquierda. Basta ver a popularidad de Luciana
Genro, Babá, João Fontes y con más destaque de Heloísa Helena. La
senadora de Alagoas es hoy posiblemente la política más popular en el país
después de Lula. Al menos en sectores de la clase trabajadora más
identificados históricamente con el PT.
Juega
a favor de la construcción de una alternativa, las perspectivas de
movilización social, aunque esto no sea necesariamente sinónimo de
ofensiva de los trabajadores. No tenemos hoy una ofensiva de luchas
sociales y es probable que en el próximo año tampoco tengamos, aún más
con el mecanismo electoral tratando de desviar las atenciones del país.
Pero
la ausencia de ofensiva no quiere decir pasividad. Tendremos diversos
conflictos sociales, luchas, huelgas, marchas, ocupaciones urbanas y de
tierras que son el campo privilegiado para la construcción de una
alternativa de izquierda.
Las
primeras movilizaciones del próximo año pueden ser nuevamente de los
servidores públicos federales en lucha por mejorar sus salarios. La
moral elevada con que salieron
de la huelga a pesar del revés sufrido del punto de vista de las
reivindicaciones, alimenta nuevas luchas de este sector.
Podemos
también ver a los estudiantes en escena en oposición a la reforma
universitaria promovida por el gobierno y formulada por el Banco Mundial.
Este
será el primero y mayor esfuerzo que debemos garantizar: la presencia
constante en cada lucha, incentivándolas y tratando de apoyarlas para que
triunfen. Es con ésta orientación que podremos ir armando campañas políticas
que estructuren el perfil nacional del movimiento por un nuevo partido.
Campaña
contra a ALCA, por aumento de salarios, contra el desempleo, etc.
17)
Para la construcción de un movimiento por un nuevo partido es preciso
ir definiendo cuales son las tareas concretas inmediatas colocadas por el
momento político. Lo primero es reunir a todos los que quieren construir
una nueva alternativa. Hacer una reunión nacional en la que ciertamente
surgirán muchas propuestas para ponernos en condiciones para responder a
nuestros nuevos desafíos. El ex diputado Milton Temer ha animado
propuestas fundamentales para ir vertebrando este movimiento nacional. Ya
apuntó con claridad la necesidad de dialogar con sectores petistas al
mismo tiempo en que se afirma la necesidad de avanzar en la construcción
de una alternativa partidaria. Sugirió la realización de un foro
nacional y nosotros somos a favor de esta propuesta.
Las
articulaciones unificadas ganan sustancia para el inicio de la discusión
programática, para los debates sobre concepción de partido y
funcionamiento, para las definiciones de políticas de intervención
unitarias, etc. Así cómo también en las medidas prácticas necesarias
para la legalización de este proyecto. Entre todos tendremos que discutir
cada un de estos pasos.
18)
Es necesario poner en funcionamiento una coordinación nacional
unificada y coordinaciones nos estados, con plenarios, reuniones de
ciudades y categorías. Concretizar sedes en varias capitales, elaborar
documentos de acuerdo, manifiestos y un periódico nacional unificado son
pasos concretos que necesitamos y que están siendo apuntados por
distintos agrupamientos y militantes involucrados en esta construcción.
Así cómo una pagina común en la Internet.
En
la sistematización y en la jerarquía de estas tareas el tema de la
legalidad tendrá su importancia. Inclusive los tiempos políticos no son
los mismos que los tiempos legales. Eso si queremos constituir un partido
que pueda participar de las elecciones del 2006 (en la de 2004 ya es
imposible).
De
nuestra parte, estamos totalmente en contra de construir un movimiento
electoralista, estructurado solo alrededor de los parlamentarios con una
estrategia basada en la disputa electoral, sea para diputados como para
presidente de la República. Queremos organismos colectivos de decisión,
un nuevo partido cuya prioridad sea la movilización. Estamos en contra
del cretinismo parlamentario que marcó el PT y que resultó en el mito de
Lula, un mito opuesto a su realidad cómo político. Sin embargo, el desvío
opuesto es también muy grave, por lo menos tan grave cuánto el anterior:
el cretinismo antiparlamentario.
Para
construir una referencia, un polo con influencia en sectores de masas, es
muy importante tener figuras públicas, particularmente parlamentarios y
lideres de luchas. Es decisivo encontrar las condiciones para disputar
procesos electorales con nombres capaces de entusiasmar a sectores de
masas.
Tenemos
nombres con peso de masas en algunos estados y, más allá de eso,
un nombre con importante peso nacional. Es indispensable anunciarlo
y todos saben cual es. Pero la mejor forma de construirlo con fuerza, una
fuerza que nuevamente viene del nordeste, no es centrar la agitación del
movimiento alrededor de este tema. Lo fundamental es estructurar un
movimiento democrático y socialista por un nuevo partido que se construya
teniendo cómo estrategia a la movilización directa de la clase
trabajadora. Como esa estrategia no anula la hábil utilización de las
elecciones, es preciso garantizar las condiciones legales que se
necesitan. Medio millón de firmas de apoyo hasta mediados del 2005 lo que
presupone que nos primeros meses de 2004 comencemos a sumar los esfuerzos
para garantizarlas.
Es
indudable que los tiempos de la discusión política y de la construcción
colectiva son más largos que los tiempos necesarios para la legalidad. La
forma de resolver esta contradicción no es tan compleja. Será necesario
tomar el tema de la concreción de la legalidad como una tarea más formal
que si bien no esté en contradicción con el contenido del movimiento
real, se base en un acuerdo que posibilite la presentación de una
propuesta formal de programa a la ley. De las exigencias legales talvez el
mayor inconveniente sea que se necesitará la definición de un nombre del
partido y sus 101 fundadores.
Entre
todos tendremos que debatir el mecanismo más democrático, como una
consulta amplia en forma de plebiscito, cómo sugirieron compañeros de SP
de una corriente aliada, o sea, un mecanismo que pudiese envolver algunas
decenas de miles de personas.
19)
Para concluir estas notas no podemos dejar que apelar para el
internacionalismo militante. Es dispensable decir que la construcción de
una alternativo anticapitalista y antiimperialista en el Brasil no será
tarea fácil. Sabemos también que nuestros esfuerzos serán acompañados
por miles de militantes de otros países, por luchadores sociales, por los
marxistas revolucionarios, por los activistas de la alter globalización.
Queremos
que nos acompañen y que nos apoyen. Nuestra vinculación con la
vanguardia latino-americana y el movimiento revolucionario de nuestro
continente, es fundamental en este sentido, bien cómo con los partidos
anticapitalistas de la Europa. Experiencias cómo la construcción de un
nuevo partido anticapitalista en la Francia, tal cómo propuesto por la
LCR (Liga Comunista Revolucionaria) ciertamente nos alientan.. De la misma
forma la experiencia del SWP (Socialist Workers Party) de Inglaterra, como
de la coalición de movimientos y partidos anticapitalistas europeos y del
movimiento anti guerra, parte indisociable del movimiento anti-globalización
capitalista.
Relaciones
con estos procesos nos permitirá extraer lecciones, adquirir una visión
global, evitar errores, visualizar los progresos, apuntar caminos.
Así
también enseñaremos mientras aprendemos. Nuestra experiencia nacional de
fracaso del PT y de construcción de nueva alternativa, también será útil
para que los socialistas de otros países desarrollen sus acciones con
fundamentos cada vez más sólidos.
Coordinación
del MES Porto Alegre, diciembre 2003
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