En
la lucha contra el TLC
¿Hacia
dónde debe apuntar el movimiento estudiantil?
El Trabajador Nº 67, agosto de 2007
Desde
aceptado el referéndum, los Comités Patrióticos, ubicados en cada
localidad, han aglutinado el grueso del movimiento social contra el
TLC. Los que anteriormente atiborraron las calles de la capital con
marchas y mitines, ahora dedican sus ratos libres a repartir
propaganda contra el Tratado. La consigna de movilizarse contra la
Agenda de Implementación, si bien no es desconocida, es ignorada; los
dirigentes se complacen en afirmar que es urgente derrotarla, porque
es del TLC, la imagen que proyecta la sombra que será votada; sin
embargo no parecen ser consecuentes con sus opiniones, tal vez porque
las cabecillas de los comités (léase PAC y Frente Amplio) no desean
desatar el nudo que retiene el grito, o tal vez porque hacen falta
quienes lo griten. Y entre todo este embrollo de fuerzas segregadas
¿a dónde debe apuntar el movimiento estudiantil?
El
movimiento estudiantil, durante los años de lucha contra el TLC, ha
tenido un papel importantísimo. La marcha del 8 de febrero del año
pasado, en que tomó el poder nuestro enemigo Óscar Arias, es un
bello ejemplo de ello; éramos casi que sólo estudiantes de
Universidad y alcanzábamos los quince mil; si lo comparamos con los más
de 120 000 del 26 de febrero de este año, hay que reconocer que no éramos
muchos, pero hay que sumar que para entonces la efervescencia social
no estaba en su mayor apogeo, y que la participación de estudiantes
de colegio fue mínima. Como vemos, el sector estudiantil es diversísimo,
y si consideramos, que en la lucha contra el Combo, el apoyo de los
colegiales fue determinante, y que con sólo la presencia de los
colegios capitalinos, ya tendríamos más que con la de la UCR misma,
es más que evidente que el movimiento estudiantil podría introducir
en el país una dinámica nacional de lucha, donde seamos la punta de
lanza del movimiento de masas, para eso nos sobran las fuerzas, sólo hay que actuar conforme a una
política certera, así que pese a que dar con ella fue para nosotros
un proceso lento, debido a que el repentino cambio de ambiente político
nos sumió en un aletargamiento, del que sólo a costa de mucha
discusión supimos despertarnos y delinear una solución a la fractura
del movimiento con el frauderéndum, al fin hemos concluido la táctica
que calza, con cuya política hemos de acercarnos a los Comités Patrióticos
a armar polémica, y a las comunidades a encender la tan
despiadadamente apagada fogata social.
Nuestra
labor ya está arrancada. En vacaciones, en vista de que los
estudiantes universitarios se alejaron del campus y es imposible
contactarlos, esperamos a la entrada de clases de los colegios, para
con el Comité de Generales Contra el TLC, conformado en la Asamblea
de Generales realizada hacia el término del I semestre, visitar
colegios e invitarlos con propaganda y afiches a una reunión donde
articulamos logísticamente el trabajo por comunidades. Con una política
para que los estudiantes de secundaria, en su calidad de no votantes,
hicieran campañas de oposición al tratado, a la vez
promovieran foros y debates en sus respectivas instituciones.
En
virtud de esto, y en el momento justo en que entren a clases los de la
UCR, queda sólo dos caminos por recorrer: abocarnos a involucrar a
los estudiantes de generales en el Comité de Generales contra el TLC,
y con el Comité mismo darle continuidad al trabajo en secundaria; el
objetivo será, como anteriormente dijimos, empapar a las masas de la
necesidad de movilización.
Para
lo anterior, durante las primeras semanas del semestre, con un boletín
acerca de la Agenda de Implementación,
pasaremos por clases para empezar a crear conciencia en los
universitarios sobre la importancia de sumarse a la lucha, y
contribuir a crear un ambiente de movilización contra el mencionado
paquete de corrupción; lo mismo haremos con los estudiantes de
colegio, pero asistiendo a sus instituciones con nuestros expositores
y propaganda, llevando a
cabo allí los debates y los foros sobre el TLC y especialmente sobre
la Agenda de Implementación.
El
comité, además de insistir con lo anterior, se hará presente en los
diversos Comités Patrióticos, postulando cada vez más
vehementemente la consigna de movilizarse contra la Agenda, como única
vía para derrotarla a ella, y al TLC; concretamente el 15 de
setiembre, así como tipos de manifestación para que sean votados en
los Comités, y exista el compromiso de hacerlo vinculante para todos.
Llamaremos
la atención acerca de las múltiples posibilidades que existen de que
se cometa el fraude en el
referéndum, y del fraude que ya de por sí es el que no se contemple
dentro de la votación la Agenda de Implementación.
Si la cabecillas deciden evadirlo y aún cuando no, pues
hablaremos persona por persona con la base, haciendo el llamado de que
hagan la agitación extensiva a cuantos conozcan, y que en el momento
en que sea necesario se imponga la base sobre la dirección y tome el
mando de las movilizaciones, y pase por comunidades a convocar con
nosotros, denunciando a sus dirigentes que nos se interesan por acabar
el problema verdaderamente, sino sólo por aparentar hacerlo.
Al
mismo tiempo extendemos el llamado a otras escuelas hasta sumergir en
ímpetu de lucha a la Universidad, tal vez no escuela por escuela,
pero sí por lo menos a las suficientes como para que las direcciones
estudiantiles se vean forzadas a establecer unidad y hagan ellas –de
verdad- lo mismo que nosotros: rebalsar la atención de las urnas
y hacerla abarrotar las calles.
Le
hacemos un llamado a todos los compañeros estudiantes decididos a
derrotar el TLC a incorporarse al Comité de Generales e impulsar la
campaña para derrotar el TLC y Agenda de Implementación.
¡En
las urnas y en las calles No al TLC!
¿Qué deben hacer los estudiantes de psicología para el
referéndum?
El Trabajador Nº 67, agosto de 2007
El país está atravesando un momento crucial que definirá
la realidad nacional y las relaciones de poder durante las próximas décadas.
No es secreto que la alta burguesía se encuentra al mando en cuanto a
direccionar al país y que la clase obrera esta subordinada a sus
decisiones elitistas; la clase política tiene sus propios intereses
de clase, buscan beneficiarse con sus negocios millonarios sacando el
mayor provecho de las políticas nacionales en detrimento de los
bolsillos de las trabajadoras y los trabajadores.
Hemos
atravesado ya veinticinco años de políticas neoliberales y no han
dejado más que una mayor acumulación del capital en pocas manos y
una creciente clase baja (y a su vez cada vez menos clase media), en
estos veinticinco años la brecha social se acrecienta cada vez más.
Sabemos que el TLC es parte de estas políticas iniciadas hace
veinticinco años con la aplicación de los PAEs, o sea, que si se
aprueba el TLC viviremos una profundización de la problemática
social que vivimos actualmente.
Dentro de este contexto, y como estudiantes de psicología
es necesario plantear lo que haremos para evitar la profundización de
las relaciones de poder que enajenan cada vez más a las clases
sociales oprimidas. Sabemos que el TLC es apenas parte de toda una
serie de políticas que trascienden la realidad actual, pero enfocándonos
en el referéndum como una parte de toda una lucha que debemos dar,
que debemos hacer frente a las políticas neoliberales y a las
relaciones de poder que atentan contra la autodeterminación, libertad
y dignidad humana de las clases oprimida, las y los estudiantes de
psicología tenemos una gran responsabilidad. No podemos ser agentes
del poder; no podemos, como cientístas sociales, ser parte de esas
políticas que denigran a una gran parte de la población en su
condición humana; no podemos quedarnos con nuestros libros y antologías,
corriendo por sacar un buen promedio cuando miles de personas corren
el peligro de perder la poca dignidad,
los elementos identitarios y autodeterminación que les queda.
Las y los estudiante de psicología han pasado de ser una
parte importante del movimiento estudiantil, de agentes que hacen
frente por un cambio social a convertirse en unos y unas estudiantes
que solo se preocupan por sacar un buen promedio; es triste ver cómo
de una carrera de más de ochocientos estudiantes apenas se ven veinte
en una movilización contra el TLC. Pero debemos tener esperanza en
que las cosas puedan cambiar.
Es hora que seamos concientes que la psicología no debe
ser un medio de beneficio propio, y lo más importante, no debe ser
una forma de control social y de poder, sino que la psicología
debe convertirse en un agente de concientización social, de servicio
para la clase oprimida para que ésta luche por un medio de existencia
digna ya no como clase oprimida, sino con un lugar decente de
existencia en el entramado social.
Ya han pasado un par de meses en los que muchas
organizaciones y agrupaciones sociales han estado haciendo campaña
para el Referéndum, y las y los los estudiantes de psicología hemos
estado casi ausentes, solamente unos cuantos han estado trabajando
pero por cuenta propia.
Es
necesario plantear, desde la Asociación de Estudiantes una Asamblea
estudiantil invitando a todas y todos los estudiantes de la carrera,
pasando por clases, pegando afiches, yendo a todos los años y
plantear las actividades a llevar a cabo por los siguientes dos meses
que nos quedan para el día de las votaciones. No podemos quedarnos
dormidos, tenemos una gran responsabilidad, la neutralidad es estar de
parte de los que ganan.
Tener un pin que diga “No TLC” no es hacer campaña, no
sirve de nada más que para dar a conocer mi posición personal, pero
eso no convence a nadie; hacer campaña es hablar con la gente que no
esta decidida y convencerla, incluso hasta discutir con los que están
a favor pero que lo están por una manipulación de los patrones y de
los políticos. Realmente no sirve de nada estar en contra del TLC y
quedarme en la casa para sacar un buen promedio, como psicólogos y
psicólogas: ¡Tenemos que pensar en los demás!.
¡Defendamos la Autonomía Universitaria!
Por
Mariana López
El Trabajador Nº 67, agosto de 2007
En las pasadas semanas ha ocurrido un grave atentado contra
la Educación Superior Pública en Costa Rica.
En una acción que confirma claramente la configuración de
los poderes de la república, el Tribunal Supremo de Elecciones se ha
pronunciado atacando a las Universidades públicas, cuestionando
incluso una de las principales razones de ser de ser de las
Universidades públicas: el ejercicio de promover y reproducir el
pensamiento crítico.
Con esta acción, esta institución ha hecho alarde de
encontrarse al servicio casi inmediato del gobierno de Oscar Arias, al
declararse por lado y lado, en contra de la autonomía de las acciones
de las y los funcionarios, estudiantes y demás miembros de la
comunidad universitaria, y de las instituciones de educación superior
en sí.
Hace unas semanas, ya la Sala IV iniciaba la ofensiva, sin
más desestimando el estudio de inconstitucionalidad del TLC realizado
por la Oficina Jurídica de la Universidad de Costa Rica -presentado a
revisión por algunos diputados-; e inclusive antes de esto, el pasado
año se intentaba posponer -hasta la eternidad- la declaración del
Consejo Universitario de la UCR en la Asamblea Legislativa, en la que
este órgano se pronunció recomendando a las y los diputados el
rechazo rotundo del tratado.
En esta ocasión la embestida viene desde el Tribunal
Supremo de Elecciones, respondiendo a una «consulta» hecha por parte
de dos estudiantes de la Universidad de Costa Rica, que se hacen
llamar “representantes estudiantiles” y alegan estar ejerciendo
esta representación por medio de la Asociación de Estudiantes de
Derecho (dicho sea de paso, que la elección de esta Asociación deja
entrever varios vicios de funcionamiento, y ya toda la Asociación
huele a ilegitimidad).
En el nombre de todos y todas las y los estudiantes de
derecho -y sin ningún tipo de consulta hecha hacia esta
comunidad estudiantil- estos dos estudiantes redactaron un documento
en el que pedían al Tribunal Supremo de Elecciones una aclaración
de cómo debía ser la aplicación de las disposiciones del TSE,
acerca del referendo, en el ámbito universitario; a lo que el Tribunal
respondió hace unos días, con un virulento ataque a las facultades
de las Universidades, pretendiendo dar directrices en cuanto a el
manejo de recursos de las universidades, las publicaciones, los medios
de información (periódicos, emisoras radiales, etc.).
Esto representa una agresión severa a la autonomía de las
casas de enseñanza superior, un ataque violento, llenando de
cuestionamientos la labor de años realizada por las universidades públicas.
Es interesante que se reproche el activismo de las
autoridades universitarias, pretendiendo regular cada paso de
investigación y sobretodo de divulgación de los estudios realizados
referentes al nefasto tratado, mientras por otro lado nadie se
cuestiona el activismo feroz que están desarrollando algunas figuras
gubernamentales (por nombrar una: ¡el Presidente de la república¡)
en pro de aprobar el TLC; ¿Por qué el TSE no lo sanciona a él? ¿Por
qué no hacen una auditoria al COMEX, a ver ellos en qué actividades
utilizan los fondos públicos que pagamos usted y yo -y todo el
país- con nuestros impuestos?
Entonces, ¿será que nos va a decir también el TSE quiénes
sí pueden hacer campaña por sus intereses y quiénes nos tenemos que
quedar calladitos y sólo ir a votar? En todo caso, parece que a la
rectora de la UCR -Yamileth González- no le indigna del todo que el
Tribunal se venga a meter en asuntos universitarios. De hecho, sus
declaraciones se limitan a reclamar al TSE la poca especificidad de
las resoluciones (a las que se refiere como intromisiones
innecesarias e irrespetuosas; nada más) y a señalar que se
utilizan términos equivocados;
De esto se concluye que -ahora sí- es el momento
preciso para que exijamos a los rectores que contestemos desde de las
universidades estas arremetidas, con posiciones fuertes en defensa de
nuestras instituciones, con movilizaciones que muestren el descontento
con este accionar; no callando el conocimiento y la producción académica,
sino más bien, más que nunca promover la extensión de este caudal
de información, demostrando en qué se utilizan aquí esos
insuficientes fondos públicos que se destinan a la educación.
Desde la UCR, la UNA, el Tecnológico, y la UNED, así como
el Consejo Nacional de Rectores, debemos reclamar a las autoridades
universitarias que salgan marchando con las y los estudiantes,
profesores y profesoras, y funcionarias y funcionarios
administrativos, este martes 21 de agosto, en defensa de la autonomía
universitaria, en donde, junto con las otras universidades, nos
movilizaremos demostrando que Oscar Arias no puede -simplemente-
pretender pasarle por encima al sector universitario, unido en pie de
lucha.
[1]
Tomado del periódico La Nación 8/07/07, declaraciones de
Fernando Orozco (Supuesto presidente de la Junta Directiva de la
Asociación de Estudiantes de Derecho)
[2]
Tomado del Semanario Universidad (26/07/07)
Lamento
del estudiante trabajador
El Trabajador Nº 67, agosto de 2007
Como parte de una línea editorial del ET para reflejar más
los problemas que enfrentan los estudiantes trabajadores, presentamos
la siguiente publicación, que está a la mitad entre el cuento y el
artículo. Creemos que frente al hecho de que cada vez más
estudiantes deben retardar sus estudios o frenarlos del todo, por la
presión social que existe por buscar un trabajo para mantenerse o
ayudar económicamente a su familia, es necesario una política
combinada para exigirle a la Universidad condiciones que permitan el
estudio continuo y exigir, a través de la unidad de los trabajadores,
a los Patrones condiciones propias para cualquier trabajo, como
jornadas equilibradas de trabajo, salarios estables, y llegando
incluso a la sindicalización.
¡Qué madre, ya llegué tarde también hoy! Nadie me tenía
quedándome tanto tiempo en la clase. Y no hay forma de burlar la
tarjeta, ya pasaron diez minutos, me van a rebajar media hora de paga
del salario por eso. Y encima esa maldita gerente siempre me pasa regañando
por lo mismo. Bueno, nada más ponerme el uniforme horrible éste, que
me cercena toda mi individualidad y que es objeto de burlas de mis
compañeros de la U. Listo, a trabajar para ver si mañana puedo
comprarme el libro de bioquímica que está carísimo. A ver si me
alcanza he pasado ahorrando todo el mes. Es que con lo poquitillo que
pagan aquí, en este puto restaurante, no me alcanza para nada. Tras
de eso en vez de pagarme más, me pagan con comida, dizque le regalan
el almuerzo a uno. ¡Mentira! Eso lo hacen para no pagarme más y que
así pueda escoger qué comer, y no solo lo que ellos me dicen, que es
siempre lo mismo, ya estoy harto. La verdad a penas es el salario mínimo
lo que estoy ganando. Y claro está que el salario mínimo no va
acorde con la inflación y el costo de la vida en estos días. Menos
para mantenerme yo solito, pagarme los estudios, y ayudar en la casa.
Porque mi mamá nunca terminó la secundaria y somos muchos y hace
falta la plata.
¡Qué pereza! Y para peores hoy entro de doce a diez y
treinta y lo único que me dan es media hora para que almuerce y ya.
Mañana me toca abrir el local a las ocho de la mañana, por si fuera
poco tengo que terminar el trabajo final de aquel curso mañana también,
no sé de dónde voy a sacar el tiempo. Lo que más rabia me da es que
tuve que renunciar al curso de los lunes, porque a la gente de
recursos humanos se le ocurrió cambiarme el horario sin preguntar
nada. Y no puedo renunciar, necesito la plata. El miércoles que era
mi día libre, lo tuve que renunciar para trabajar esas horas más.
Ocupo comprarme unas tennis las que tengo están llenas de huecos.
¡Ay no! Esta desgraciada gerente me acaba de decir que
tengo que quedarme hoy una hora más, por que están vendiendo mucho y
ocupan que me vaya a volantear promociones de combos. ¡Desgraciada
como la odio!, siempre está encima de uno vigilándolo, viendo a ver
que esté limpiando, y atendiendo a la gente, como un militar. No se
fija las veces que me quemo en la cocina, o cuando me van a caer
encima los platos. Ya estoy muy cansado, llevo siete horas de pié y
no me puedo sentar ni un momento está prohibido. Lástima, ahora que
no hay gente, ni siquiera puedo sacar un libro de los que me tengo que
leer este semestre para adelantar algo. Es capaz que si me ven
haciendo eso me echan. Al final de cuentas no puedo darle más
prioridad a la Universidad, por que si matriculo más cursos me choca
con el horario de trabajo, voy atrasadísimo. A pesar de todo la beca
no me ayuda tanto, no tengo que pagar casi nada, y me dan algunos
beneficios, pero todos los materiales y demás cosas que ocupo para la
Universidad van por cuenta mía. Y cállate, no se pueden dar cuenta
que estoy trabajando o me quitan la beca, esa es otra preocupación,
tengo que estar mintiéndole a la U por eso.
Como si fuera poco me están mandando tres o cuatro días a
diferentes locales a trabajar, por supuesto no me pagan los pases o me
dan viáticos, eso es un sueño. Es feísimo tener que tragarme el
desprecio de los clientes pequeño burgueses que llegan a comer y
estar siempre con la careta de amabilidad y ofrecimientos vanos que
nos son para mí.
En síntesis este trabajo me quita más de lo que me da. A
parte de que estoy extenuado el salario no es un salario digno, no me
alcanza para cubrir todas mis necesidades. La jornada de trabajo no se
respeta, no son ocho horas durante el día, ni seis nocturnas, ni
siete mixtas, se trabaja por horas, unos días hago cuatro otros
nueve, y así. El descanso semanal lo tuve que renunciar aun cuando no
se puede. Hablar de sindicatos aquí es cosa de burla, no hay nada, ni
la más mínima intención de nadie por hacer algo. Pero igual tengo
que seguir por lo menos hasta que termine la Universidad, para ver si
consigo algo mejor.
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