Economía
mundial

 

La Bolsa petrolera iraní constituye una amenaza directa para el dólar

Por Mike Whitney (*)
InfoMORENO Nº 143, 08/03/06

Resumen: el autor presenta un panorama apocalíptico de lo que podría suceder con la economía de EEUU, si Irán fundara una nueva bolsa petrolera en el área del euro. Más allá de lo acertado del pronóstico, el artículo expone crudamente el trasfondo de la política norteamericana de agresión en Oriente Medio.

La administración Bush no permitirá que el gobierno iraní cree una bolsa petrolera basada en el euro. Si sucediera, miles de millones de dólares fluirían hacia los EEUU aplastando al billete verde y desfondando la economía. Es por eso que Bush y Compañía quieren declararle la guerra a Irán. Lo que simplemente tratan es defender el sistema mundial y su moneda de reserva: el dólar. La acusación de que Irán está preparándose para desarrollar armas atómicas es solo un pretexto. Según la NIE (National Intelligence Estimate) Irán necesitaría todavía una década para poder desarrollar cualquier tipo de arma atómica.

El Director de la IAEA, Mohammed ElBaradei, ha dicho repetidamente que la propia agencia de control no ha encontrado nada que haga pensar en la existencia de un programa nuclear militar.

No existe en efecto ningún plan para la fabricación de armas nucleares, ni ningún arma nuclear, en realidad son los proyectos económicos iraníes los que constituyen una amenaza mortal para la economía estadounidense y esta amenaza no puede ser ignorada dejando que sea el inexorable funcionamiento de las leyes de libre mercado el que regule las cosas.

Debido a que EEUU tiene el monopolio del mercado petrolero, el petróleo se vende exclusivamente en dólares en la bolsa de Nueva York (NYMEX) o en la de Londres (IPE) ambas en poder de los estadounidenses. Esto implica que los bancos centrales mundiales están obligados a mantener grandes reservas en dólares aun con un billete verde sobre el que pesa una deuda de 8 mil millones de dólares y una administración como la de Bush que ha declarado que continuará con su política de endeudamiento manteniendo la reducción de las tasas.

El monopolio estadounidense, como valor mundial de reserva, sigue perfectamente el esquema piramidal de la cadena de San Antonio. Desde el momento en que las demás naciones están obligadas a comprar dólares para poder comprar petróleo, los EEUU pueden continuar con su desenfrenada política de endeudamiento sin pagar prenda (actualmente el dólar representa el 68% del conjunto de las reservas mundiales contra el 51% de hace apenas una década) La única amenaza a esta estrategia es la perspectiva de una competencia mediante la creación de una tercera bolsa mundial independiente, que obligaría al ya amenazado dólar a enfrentarse cara a cara con un valor de reserva más estable (y sin grandes deudas) como el euro. Esta situación permitiría a los bancos centrales diversificar las reservas reexpidiendo a los EEUU miles de millones de dólares que les provocarían un devastador ciclo de hiperinflación.

Los esfuerzos por mantener lejos de los títulos de primera página la apertura de la bolsa petrolera iraní han sido exitosos. Una búsqueda a través de Google pone de relieve que NINGUNO de los mayores periódicos ni de las redes de TV ha hablado de la inminente apertura de la bolsa iraní. La aversión de los principales medios informativos a referirse a controvertidos temas de interés público se manifiesta evidentemente en muchos otros casos como por ejemplo en las elecciones fraudulentas de 2004, en las rendiciones de cuentas estenografiadas de Downing Street y en la destrucción de Falluja. Los grandes medios de comunicación en lugar de informar al público le han hecho el juego a los planes del gobierno, manipulando a la opinión pública y repitiendo los demagógicos discursos de Bush. El resultado es que pocos conocen la gravedad de la situación que amenaza a la economía estadounidense.

La disputa no se plantea entre "liberales y conservadores". Todos los que analizaron el problema llegaron a la misma conclusión, si la bolsa iraní es exitosa el dólar se derrumbará con graves consecuencias para la economía estadounidense.

Krassimir Petrov, graduado en economía expresa en su reciente artículo: "La propuesta bolsa petrolífera iraní"; "Desde un punto de vista puramente económico si la Bolsa iraní tiene éxito se convertirá rápidamente en la preferida de las mayores fuerzas económicas mundiales acelerando el abandono del dólar. El derrumbe del dólar incrementará dramáticamente la inflación estadounidense y el aumento de los intereses de largo plazo".

A este punto el Departamento del Tesoro se encontrará con una difícil elección... deflación o hiperinflación o recurrirá talvez a la "clásica medicina" del esquema deflacionario con aumento de las tasas de interés que, a su vez, provocarán una grave depresión económica, con caída del mercado inmobiliario, implosión de las acciones, de los bonos y de los mercados de derivados, en suma un colapso financiero total o sino la alternativa de escoger la ruta de la inflación de Weimar.

Sin duda alguna el comandante en jefe Ben Bernanke, un reconocido estudioso de la Gran Depresión, "... elegirá la inflación... el Maestro que ha enseñado que la panacea de cualquier problema financiero es la inflación, suceda lo que suceda, se recurrirá, para evitar la deflación a las rotativas tipográficas del Tesoro... y si fuere necesario se monetarizará todo lo que se pueda monetizar. El resultado será la destrucción de la divisa estadounidense por medio de la hiperinflación. De tal modo que o se aumentan las tasas de interés y se provoca una 'caída financiera total' o se escoge la 'ruta de Weimar' y se logra la destrucción de la economía estadounidense a través de la hiperinflación"

Las perspectivas no son buenas. Los analistas de la derecha llegan a la misma conclusión. El artículo de Alan Peter, " La amenaza del Mullah no es infundada", publicado en Front Page Magazine.com, traduce las mismas preocupantes conclusiones sobre los peligros de la creación de una bolsa petrolera iraní.

"Los Bancos Centrales y los líderes asiáticos poseen una montaña de dólares que sumada a las reducidas tasas de interés que ofrecen a los inversores los EEUU ha colocado al dólar en una peligrosa situación... un dedo nervioso sobre la grilla del mercado de cambios puede golpear y derrumbar el dólar sin ninguna mala intención. Las estimaciones menos precisas estiman que el dólar puede descender a niveles tierra-tierra con una rápida depreciación de al menos un 50% teniendo en cuenta su actual sobrevaluación del 40%.

La erosión del valor del billete verde fue ya prevista por el ex director del Tesoro John Wolker quién anticipara que existía un 75 % de probabilidades de que el dólar se desplomase en los próximos cinco años"

Este derrumbe implicaría la suba de las tasas de interés, una hiperinflación, un ascenso estratosférico de los costos energéticos, un masivo incremento de la desocupación y talvez una depresión. Tal es el preocupante escenario que se abre frente a la perspectiva de una bolsa iraní que puede hacer caer al dólar de su tambaleante pértiga. He aquí porqué es muy probable la guerra, hasta nuclear, contra Irán.

El artículo continúa como sigue. "Con una economía mundial estrechamente interconectada e interdependiente, una depresión mundial, no solo estadounidense, produciría un efecto dominó que desencadenaría la pobreza en todo el mundo. Los mercados que necesitan las mercaderías estadounidenses, a precios muy bajos actualmente disponibles, desaparecerían. El resultado, según estimaciones del SME, sería la desocupación de 200 millones de estadounidenses, con gente en las calles muriendo de hambre, sin que nada ni nadie pueda ayudarla, a diferencia de lo sucedido durante la Gran Depresión de 1920/30, cuando se distribuía comida caliente y ayuda a los pobres"

Los análisis de los liberales y de los conservadores son coincidentes. Si los EEUU no logran enfrentar la potencialmente catastrófica bolsa iraní sus habitantes pueden esperar las peores consecuencias.

Es por lo tanto comprensible que los medios estadounidenses se hayan preocupado por no aludir a la bolsa petrolera iraní. Se trata de un secreto que los patrones del barco quieren mantener solo para sí. Es mucho más fácil convencer al público de que es necesario emprender una nueva guerra contra los fanáticos islámicos o a causa del temor nuclear y no a partir de la verdadera razón como lo es la defensa de un dólar más bien anémico. Es más o menos lo mismo que estamos haciendo en Irak y que presumiblemente haremos en el futuro próximo en Irán, que no es otra cosa que defender el dólar (Sadam se pasó al euro en 2000, en 2001 comenzaron los bombardeos preparativos de la invasión de 2003.)

Este dilema podría ser resuelto pacíficamente, pero es imposible si Bush insiste en continuar escondiéndose detrás del estúpido engaño del terrorismo y de las imaginarias armas nucleares.

Bush debería explicar claramente a sus electores la verdadera naturaleza de la crisis energética global y dejar de invocar a Bin Laden y a las armas de destrucción masiva para justificar las agresiones estadounidense. Se necesita una estrategia energética omnicomprensiva que incluya el financiamiento gubernamental de proyectos de conservación, de búsqueda de fuentes alternativas y de desarrollo de vehículos híbridos "made in América", negociados de buena fe con Irán, que reglamente la cantidad de petróleo que podrán introducir al mercado a precio euro (permitiendo al dólar de este modo encontrar una plácida vía de salida) y un entendimiento colectivo "internacional" referido al consumo y a la distribución de energía (bajo los auspicios de la Asamblea General de las Naciones Unidas)

Habría que alentar una mayor paridad entre las divisas con el objeto de fortalecer la democracia y revigorizar los mercados. Si se admiten nuevos modelos de desarrollo político se puede infundir nueva vitalidad a los mercados sin temor a ser aplastado por el prototipo capitalista. El actual predominio del billete verde ha creado un imperio mundial que para mantener su supremacía debe recurrir en gran medida al endeudamiento, a la tortura y a la guerra.

La bolsa petrolera iraní constituye hoy en día uno de los grandes desafíos que enfrentan el dólar y sus defensores de la Reserva Federal. Si Bush sigue por este camino y responde con ataques "nucleares" preventivos contra presuntos sitios nucleares, sus aliados irán alejándose cada vez más mientras otros países se verán obligados a reaccionar. Como dice el doctor Petroy: " Los países con las mayores reservas en dólares pueden decidir reaccionar tranquilamente inundando el mercado con montañas de dólares, impidiendo así que los EEUU financien sus propias ambiciones militares".

Resulta cada vez más probable que el mayor campeón del actual sistema sea el mismo que produzca su caída.

(*) Publicado en www.dissidentvoice.org - 23-01-2006

Recomendado por Revista Realidad Económica- http://www.iade.org.ar .