El
sistema financiero arruinará las pensiones
Por
Michel Husson (Fundación Copérnico)
Politis
no. 829, 09/12/04
Traducción
de Haydeé García Bravo
"El
diferencial de rendimiento entre sistemas actúa como un
extraordinario efecto de palanca sobre el ahorro necesario para
retirarse (jubilarse): un franco inmovilizado durante treinta años se
vuelve 1.8 francos o 4.3 francos según sea ubicado a 2% (rendimiento
del régimen por retribución) o 5% (orden de crecimiento razonable
para el rendimiento por un largo periodo en un portafolio
diversificado)". Así razonaba en 1998 un promotor de la
capitalización. ()
Algunos
años más tarde, estamos lejos de este optimismo. En los Estados
Unidos, la Pension Benefit Guaranty Corporation -encargada de
garantizar las jubilaciones privadas- anuncia un déficit récord, que
se ha duplicado en un año hasta llegar a los 23 mil millones de dólares.
Su director exhortó al Congreso a realizar reformas asegurando un
mejor financiamiento de las jubilaciones, antes que el déficit
"escape a todo control". La agencia dispone de 39 mil
millones de dólares en reservas, pero evalúa en 96 mil millones el
riesgo de falta de pago en el futuro.
Este
déficit proviene de los trastornos de la bolsa en el 2000 y de la caída
en las tasas de interés que han agotado los recursos de los fondos de
pensión. Es necesario añadir la quiebra de las grandes empresas
siderúrgicas y textiles, y sobre todo de las compañías aéreas US
Airways y United Airlines. En 2004, 192 fondos de pensión cesaron sus
pagos.
En
el Reino Unido las cosas no están mejor. La Comisión de Retiros,
creada en 2002, acaba de presentar un primer reporte, alarmante. El
repliegue bursátil ha, ahí también, puesto fin al periodo de
euforia durante el cual ciertas empresas podían pagar sus
cotizaciones sobre sus beneficios bursátiles. "Es necesario
ahora volver a la realidad" concluye el presidente de la Comisión.
Si no se quiere que las jubilaciones se empobrezcan aún más (una de
cada diez está ya por debajo del umbral de pobreza) es necesario que
se ahorre más, que trabajen más tiempo, o que las contribuciones públicas
aumenten. Para el 75% de los futuros jubilados las contribuciones
pagadas no serán suficientes para procurarse pensiones decentes.
A
la pregunta de saber si "un mercado voluntario de pensiones"
puede funcionar para los trabajadores de bajos ingresos, la respuesta
es negativa, no sólo sería porque las aseguradoras privadas sangran
hasta 20 o 30% de los ahorros individuales. Mientras que la pensión pública
es muy débil (184 euros por semana para una pareja), las soluciones
previstas pasan por un aumento de la intervención pública. Este
diagnóstico es más impresionante puesto que está firmado por el
antiguo director de la Confederación de la Industria.
El
balance de las reformas hechas en América Latina conduce al Banco
Mundial a lanzar, también, la señal de alarma. Desde luego se
felicita de los efectos positivos de esas reformas sobre los mercados
financieros y sobre la gestión de la deuda pública. Pero su reporte
subraya su gran punto negro, que es una muy débil tasa de cobertura
("entre una quinta parte y la mitad" de la población económicamente
activa). Los rendimientos son muy fluctuantes, las cotizaciones
demasiado elevadas con relación a los salarios y los gastos
prohibitivos. Representan en promedio la mitad del pago de los
asalariados chilenos que se jubilaron en 2000, mientras que la reforma
data de 1981. Uno de los autores del reporte insiste sobre el
"rol crucial" que deben jugar los gobiernos para compensar
las deficiencias de los sistemas privados.
Estas
dificultades se incrementan por una subestimación sistemática de la
ampliación de la esperanza de vida en los cálculos actuariales de
los fondos de pensión. Esto no tiene mas que una vía de salida, que
consiste en trasladar los riesgos financieros sobre los futuros
jubilados, pasando a sistemas llamados de "cotización
definida" (se sabe cuánto se paga, pero no cuánto se recibirá).
Decididamente, los fondos de pensión no son una respuesta adecuada al
envejecimiento, y su viabilidad no ha resistido las fluctuaciones bursátiles.
Todo
eso era previsible, y la experiencia confirma, punto por punto, los
argumentos anti-privatización. Esta crisis constituye una enorme
bomba de efectos retardados que conducirá a replantear, en nuevos términos,
la necesidad de consolidar y desarrollar los sistemas de jubilación
por retribución, únicos garantes de la solidaridad y la igualdad.
Nota:
.- Olivier
Davanne, en su reporte Retraites et Epargne (Retiros y Ahorro)
para el Consejo de Análisis Económico. Las referencias citadas
están disponibles en el sitio "Viva la répart!"
("Viva la distribución") http://reparti.free.fr/
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