El
Banco Asiático de Desarrollo predice una tempestad monetaria
Petrodólares
e inseguridad del dólar
Red Voltaire, 19 de abril de 2006
Los
agentes financieros están inquietos ante la imposibilidad de
reinvertir los petrodólares que están acumulando mientras que los
banqueros se interrogan sobre el verdadero valor del dólar. Una
tendencia al descenso de dicha moneda se ha iniciado en las bolsas de
valores de los países del Golfo en momentos en que el Banco Asiático
de Desarrollo advierte a sus miembros sobre un posible colapso del dólar.
¿Y si resultara, a fin de cuentas, que el billete verde no es más
que un papel sin valor?
Un
intenso debate se desarrolla desde hace meses en los medios
financieros internacionales. ¿Está el dólar tan sobrevaluado que
puede encontrarse al borde de una caída brutal, la cual –según los
comentaristas– podría ser del 15 al 40%? Según el rumor que
alimenta la polémica, ciertos contratos petroleros podrían pasar del
dólar al euro engendrando así una depreciación de la moneda
estadounidense.
Hasta
ahora, las declaraciones oficiales sobre el tema parecían un asunto
de guerra psicológica entre potencias rivales y podían ser puestas
en duda. De pronto, el 28 de marzo de 2006, el Banco Asiático de
Desarrollo puso su credibilidad en la balanza al dirigir a sus
miembros una nota en la que les aconseja prepararse para un posible
colapso del dólar. El Banco precisa que se trata de una posibilidad
incierta pero que, de darse, tendría graves consecuencias inmediatas
[1]. El Banco trabaja desde ya en la creación de una alternativa
regional al dólar. Se trata del ACU, un conjunto de divisas basado en
el principio que dio lugar al surgimiento del ECU europeo.
El
Banco Asiático de Desarrollo (Asian Development Bank – ADB) fue
creado gracias a la concertación de 64 Estados. A pesar de su
denominación, entre sus miembros no hay sólo Estados de Asia y del
Pacífico sino también de Oceanía, América del Norte y Europa (como
Francia, Bélgica y Suiza). Japón y Estados Unidos, con un 15% cada
uno, controlan este banco, lo cual hace aún más significativo el
aviso de tormenta monetaria del ADB.
Aunque
son asiáticos, los países del Golfo no son miembros del ADB. Seis de
ellos prefirieron constituir su propio banco regional, el Consejo de
Cooperación del Golfo (Gulf Cooperation Council – GCC). Estos países
trabajan con tesón para acercar sus economías entre sí con vistas a
la creación de una moneda única, siguiendo el modelo del euro. No se
trata de una tendencia de moda sino de la respuesta a una exigencia
particular. Sus reservas petrolíferas comienzan a menguar [2] y ya no
se trata para ellos de reinvertir sus petrodólares en el desarrollo y
la modernización de sus infraestructuras petroleras, a las que
solamente tienen que garantizar el manteniendo técnico. Lo que
quieren ahora es reinvertir en otros países pero, en ese caso, la
conversión de tan grandes masas monetarias tendría consecuencias
dramáticas para el dólar y la economía estadounidense.
Cada
cual está buscando, por consiguiente, resolver el problema de forma
agradable para todos. Estados Unidos, que produce cada vez menos
bienes de consumo, necesita inversiones considerables y muy lucrativas
para desarrollar sus importaciones de productos de fabricación china.
Así que los Estados del Golfo decidieron, por un lado, dotarse de la
flota de aviones de carga más imponente del mundo y, por otra parte,
comprar y desarrollar los seis mayores puertos de Estados Unidos. Esa
solución parecía conveniente a la administración Bush, que ya
trabaja con el consorcio Dubai Ports World (de los Emiratos Árabes
Unidos), cuya terminal de Jebel Ali sirve de escala al flujo de
transportes militares hacia Afganistán e Irak.
Sin
embargo, los congresistas estadounidenses, que se creen los cuentos de
la administración Bush de que los musulmanes son terroristas, se
asustaron ante la cesión de sus puertos a Dubai Ports World.
Invocando el trauma de la seguridad nacional, exigieron que los
activos del consorcio sean transferidos a un grupo estadounidense que
los administraría según los intereses de los Emiratos. Por supuesto,
estos últimos rechazaron la propuesta ya que perderían la mayor
parte de la plusvalía y hasta correrían el riesgo de perderlo todo
algún día.
Los
agentes de las finanzas petroleras son cada vez más reacios a confiar
su dinero a fondos de inversiones. Saben bien que las normas
internacionales de contabilidad han sido modificadas de modo que
actualmente Estados y multinacionales inscriben en sus balances
riquezas que en realidad no tienen. Las acciones que poseen no se
reflejan en la contabilidad al precio de compra sino con el precio del
momento en la bolsa de valores. Este factor, sin consecuencia alguna
en período de alza, sería sin embargo fatal en caso de crisis bursátil.
Bancos centrales y grandes empresas podrían entonces hundirse en la
ruina de la noche a la mañana.
A
falta de otra salida, los países del Golfo tratan por tanto de
invertir su dinero en Europa, lo cual los llevaría a convertir sus dólares
en euros, perjudicando así grandemente a Estados Unidos. El
gobernador del banco central de los Emiratos Árabes Unidos, Sultán
Al Suweidi, anunció el 22 de marzo de 2006 que proyecta convertir en
euros el 10% de sus reservas en dólares mientras que su homólogo de
Arabia Saudita, Saud Al Sayvari, condenaba la decisión del Congreso
estadounidense sobre la cuestión de Dubai Ports World [3].
Tales
decisiones se producen en momentos en que los Estados petroleros, con
los cuales Washington tiene importantes diferencias, están tratando
de reorientar sus flujos de capitales para invertirlos fuera de la
zona del dólar. En ese caso se encuentra Siria, que ha ido cambiando
poco a poco sus reservas por euros durante los dos últimos años [4].
Ese es también el caso de Venezuela que acaba de ponerse en contacto
con el banco central del Vaticano para cambiar sus dólares
principalmente por euros y por yuanes chinos.
Lo
más importante es que Irán también podría hacerlo. En efecto, va
en aumento el rumor de que la República Islámica podría abrir próximamente
una bolsa petrolera en euros [5]. Anunciado para marzo, el proyecto no
se realizó y numerosos comentaristas lo calificaron de desinformación.
Nosotros tratamos entonces de verificar la existencia del mismo
recurriendo a las autoridades de Teherán. Al principio, estas se
negaron a confirmar o desmentir la información. Más tarde Mohammad
Asemipur, consejero especial del ministro iraní de Petróleo, declaró
que el proyecto se llevará a cabo a pesar de un clásico retraso en
su aplicación [6]. La bolsa petrolera en euros tendrá su sede en la
isla de Kish, un islote iraní en el Golfo Pérsico ya transformado en
zona franca. TotalFinaElf (de Francia) y Agip (Italia) ya tienen allí
sus oficinas regionales.
En
todo caso, esa bolsa tramitaría solamente una pequeña parte de los
contratos energéticos iraníes. Contratos de envergadura excepcional
ya han sido firmados de Estado a Estado: con China para la venta de
crudo [7], y con Indonesia para refinar petróleo [8].
Esta
bolsa tampoco tramitará inmediatamente el mercado del gas, fuente de
energía llamada sin embargo a revestir importancia mundial para
aliviar parcialmente la escasez de petróleo «L’avenir du gaz
naturel», por Arthur Lepic, 18 de marzo de 2005.]]. TotalFinaElf y
Gaz de France (GDF) están negociando la explotación de la parte iraní
del mayor yacimiento de producción de gas natural del mundo, el de
South Pars [9].
Como
respuesta, Washington apuesta por el gas natural cuyo papel, como ya
se sabe, cobrará más importancia en la medida en que comience a
escasear el petróleo. La administración Bush estimuló a Qatar –en
cuyo territorio se encuentra el cuartel general del Central Command
(CentCom) y que posee la 3ra reserva mundial de gas– para que
concibiera un megaproyecto de «ciudad energética». Se trata de una
inversión de 2 600 millones de dólares tendiente a atraer a los
protagonistas a nivel mundial del mercado de la energía hacia una
bolsa del gas en dólares [10]. Microsoft ya presentó su candidatura
para encargarse de la instalación de toda la infraestructura
destinada a garantizar el trabajo de los corredores o intermediarios
en las operaciones de compraventa electrónica.
Por
su parte, el jefe de la bolsa noruega, Sven Arild Andersen, está
estudiando la posibilidad de crear en su propio país una bolsa
petrolera en euros que podría competir ventajosamente con la City de
Londres [11]. El peso de esta última parece cada vez más
desproporcionado a medida que se desmorona la producción británica
de petróleo (– 8% en 2005).
El
aviso de tempestad monetaria que lanzó el Banco Asiático de
Desarrollo (ADB) no dejará de acelerar todos estos grandes proyectos.
Independientemente del razonamiento de los agentes financieros en
cuanto a las posibilidades de reinvertir sus petrodólares, los
banqueros también están inquietos en lo tocante al valor real del dólar
en este momento.
Hay
que recordar que Estados Unidos no logró financiar por mucho tiempo
su guerra contra Vietnam. Empantanado en un conflicto interminable,
decidió que sus aliados soportaran aquel peso. En 1971, EE.UU. dejó
de garantizar la convertibilidad del dólar al oro. Desde entonces, el
valor del dólar estadounidense depende únicamente de la confianza
que se concede a dicha moneda. El dólar ya no está respaldado por la
economía del país que lo emite sino por la de la zona que lo
utiliza. Los banqueros pueden verificar su adecuación mediante un índice
anual, el M–3, que establece el volumen de billetes verdes que se
encuentra en circulación.
Hoy
por hoy, Estados Unidos está empantanado en Irak y se ve incapacitado
para financiar la ocupación militar de ese país. La única
posibilidad que le queda de poder pagar a sus proveedores es imprimir
más dólares. La suspensión, a finales de marzo de 2006, de la
publicación del índice M–3 y de todos los subíndices que permitirían
determinarlo significa que la cantidad de dólares en circulación se
ha convertido en un secreto inconfesable. Ya no es posible evaluar con
precisión el valor de esa moneda.
Por
efecto de cascada, Estados Unidos esconde también el costo de su
presencia en Irak para poder disimular así el monto de la estafa que
está cometiendo.
Renuentes
a hacerse cómplices de un proceso que tarde o temprano desembocará
en una catástrofe monetaria comparable a la de 1929, varios altos
responsables de la Reserva Fédéral (FED) ya presentaron su renuncia
[12].
En
entrevista concedida al semanario alemán Der Spiegel, el premio Nóbel
de Economía Joseph Stiglitz estima el monto verdadero del esfuerzo de
guerra estadounidense en Irak entre uno y dos trillones de dólares en
los cuatro últimos años [13], o sea entre dos y cuatro veces más
que las cifras oficiales. La parte oculta del presupuesto de guerra
representa por tanto entre 500 000 millones y 1,5 trillones de dólares.
Esa suma, de ser incluida en las cuentas, vendría a agregarse al déficit
público estadounidense, que sobrepasa ya los 400 000 millones
anuales. Esa deuda se paga mediante la fabricación de dólares sin
valor real. En una economía de mercado, ese uso de la imprenta de dólares
debe dar lugar a una depreciación proporcional de la moneda.
Desde
hace tres semanas, una tímida tendencia a la baja comenzó en las
bolsas del Golfo [14]. En lo adelante, cualquier crisis política
puede desencadenar un movimiento de pánico en los mercados
internacionales.
Notas:
[1]
«Asia must prepare for dollar collapse», Al Jazeera a partir de la
agencia AFP, 28 de marzo de 2006.
[2]
Para más detalles sobre el «pico petrolero», ver «El poder del
petróleo en el siglo XXI», por Arthur Lepic y Jack Naffair,
Voltaire, 10 de mayo de 2004.
[3] «UAE, Saudi considering to move reserves out of
dollar», Middle East Forex News, 22 de marzo de 2006.
[4] «Syria switches from dollars to euros»,
Associated Press, 14 de febrero de 2006.
[5]
«L’Iran va lancer une place d’échanges pétroliers
alternative... en euros, Voltaire, 10 de febrero de 2005.
[6] «Iranian oil exchange is ‘on hold’», por Jim
Willie, Kitco, 21 de marzo de 2006.
[7]
Ver «Irán se alía a China frente a los Estados Unidos», Voltaire,
17 de noviembre de 2004 y «La alianza India–Irán», Voltaire, 17
de febrero de 2005.
[8]
«Indonesia, Iran to sign multi–billion–dollar investment deal in
refinery», Xinhuanet vía Tehran Times, 14 de marzo de 2006.
[9]
«GdF en discussions pour se joindre au projet GNL de Pars», Les
Echos, 14 de marzo de 2006.
[10]
«Qatar to build ’Energy city’», Emirates News Agency, 5 de mayo
de 2005.
[11]
«Norwegian Bourse Director wants oil bourse – priced in Euros»,
por Laila Bakken y Petter Halvorsen, NRK vía Energy Bulletin, 27 de
diciembre de 2005.
[12] «Is the federal reserve preparing for Iran?»,
por Robert McHugh, 26 de febrero de 2006.
[13] "The War Is Bad for the Economy, Der Spiegel,
5 de abril de 2006.
[14] «Black Tuesday: Mideast stock markets nosedive»,
Middle East Online, 14 de marzo de 2006.
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