Inflación
o enfriamiento, la encrucijada de Estados Unidos
Por
Mark Whitehouse
Wall Street Journal, 05/07/06
Ni un brote
inflacionario ni un bajón del mercado inmobiliario descarrilarán a
la economía estadounidense, aunque probablemente le complicarán
bastante la vida a Ben Bernanke, el presidente de la Reserva Federal.
Ese, al menos, es el diagnóstico de la mayoría de los economistas
encuestados por The Wall Street Journal.
El último sondeo de
The Wall Street Journal entre 56 economistas, conducido a mediados de
junio, muestra que la economía estadounidense está en un punto de
inflexión. El crecimiento parece enfriarse, pero la inflación se está
acelerando. Esto deja a la Fed como la principal interrogante, ya que
el banco central estadounidense enfrentará la difícil tarea de
determinar qué es más importante: mantener los precios bajo control
o el crecimiento de la economía.
"Sabemos que la
Fed enfrenta estos dos problemas, un crecimiento débil y la alta
inflación", dice Ethan Harris, economista jefe para EE.UU. de
Lehman Brothers. "Hay mucha incertidumbre acerca de cuál guerra
va a librar. Eso hace que el cuadro sea mucho más confuso."
La estimación de
consenso entre los 56 economistas es que el Producto Interno Bruto de
EE.UU. se expandirá un 2,9% en el segundo semestre, frente a un
crecimiento anualizado de 5,6% en el primer trimestre y una previsión
de 2,8% para el segundo. Con ello, la expansión del primer semestre
llegaría al 4,2%. Hacia el primer semestre del próximo año, el
crecimiento se reduciría a un 2,7%, su ritmo más lento desde
mediados de 2003.
Tres cuartas partes
de los economistas creen que los precios se van a disparar, para luego
ceder a medida que la economía se enfría. La mayoría anticipa una
inflación anualizada de 3,1% en noviembre y un promedio anual de 2,5%
para los próximos 10 años. La mayor preocupación es que con los
altos precios de la energía, consumidores altamente endeudados y un
auge inmobiliario que parece haber cumplido su ciclo, la economía
estadounidense se vuelva vulnerable a golpes inesperados. "Hemos
llegado a un punto donde hay tensiones, de modo que somos más
vulnerables en caso que ocurra un shock", dice Lou Crandall,
economista jefe de Wrightson ICAP.
Los economistas
citaron una gran cantidad de amenazas potenciales, como la gripe aviar
o una crisis energética global, pero la más prevalente es un error
en la política monetaria. Doce de los 56 participantes la mencionaron
como el mayor riesgo que se cierne sobre la economía estadounidense
en los próximos 12 meses. "Las tasas han subido más de lo que
esperaba, de modo que estoy más preocupado de que se les pase la
mano", dice Maury Harris, economista jefe para Estados Unidos de
UBS. Los encuestados estiman que hay un 50% de probabilidad de que la
tasa interbancaria llegue a 5,50 por ciento hacia fin de año,
bastante por debajo de 6,25%, el nivel en el que estiman que las
probabilidades de que Estados Unidos entre en una recesión superan el
50 por ciento.
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