Economía estadounidense
Oligarcas ricos, los únicos beneficiados
Por David Brooks (*)
Red
Voltaire, 11/08/06
Las
tendencias económicas estadounidenses están generando un grupo de
oligarcas super ricos, mientras casi todos los demás sufren deterioro
en su bienestar económico, revelan nuevos datos oficiales y análisis
independientes.
Al
parecer, la respuesta del gobierno de George W. Bush a tan malas
noticias es tratar de matar al mensajero. En la propuesta ejecutiva
del presupuesto federal, el gobierno propone eliminar un sondeo del
Buró del Censo que registra el bienestar económico de residentes
estadounidenses, particularmente los pobres.
Los
datos del "milagro" económico de Bush sólo ofrecen buenas
noticias para los más ricos, y casi todos los demás van de mal en
peor. Por ejemplo, la Reserva Federal recientemente informó que el
ingreso promedio de las familias estadounidenses se desplomó por
primera vez en 12 años, 2.3 por ciento entre 2001 y 2004. A la vez,
los salarios reales promedio se desplomaron 3.6 por ciento. El hecho
de que el ingreso haya caído, además de que hubo casi ninguna mejora
en el valor neto de las familias en este periodo fue aún más
notable, según economistas, ya que se produjo durante años que
registraron un crecimiento robusto de productividad y una expansión
de la economía. Peor aún, la deuda promedio de hogares se incrementó
34 por ciento (alcanzando 103 mil 400 dólares en promedio por hogar)
entre 2001 y 2004. También se redujo el ahorro familiar.
¿Y
los frutos de la expansión y el incremento de productividad? De
acuerdo con el economista Paul Krugman, columnista del New York Times,
todo fue a dar no al 10 por ciento de los más ricos, sino al uno por
ciento más rico del país.
Citando
una nueva investigación académica, Krugman dice que esto es una
tendencia de largo plazo. Entre 1972 y 2001, el ingreso del 1 por
ciento más rico se incrementó 87 por ciento, el ingreso del 0.1 por
ciento más rico se incremento 181 por ciento y el ingreso del 0.01
por ciento más rico se elevó 497 por ciento.
Krugman
disputa la explicación convencional sobre la creciente brecha en la
distribución del ingreso de que es resultado del nivel de educación
de los trabajadores. Ese argumento, indicó, insiste en que un 20 por
ciento de la fuerza laboral tiene la capacitación y educación
necesaria para tomar ventaja de la nueva tecnología y la globalización,
mientras que un 80 por ciento carece de ello.
Sin
embargo, la realidad no ofrece tal evidencia, afirma, y señala que
aunque los egresados de universidad sí gozan de mejor remuneración
que los menos educados, en este sistema no ha significado grandes
incrementos en ingreso. De hecho, el ingreso real de trabajadores con
educación universitaria se desplomó más de 5 por ciento entre 2000
y 2004, según datos oficiales.
Para
Krugman, la realidad no tiene que ver con capacidad educacional y la
recompensa de esto en el mercado libre, sino con algo mucho más
claro. "La idea de que tenemos un oligarquía emergente perturba
mucho más. Sugiere que el crecimiento de la desigualdad puede ser
resultado tanto de relaciones de poder como de fuerzas del mercado.
Desafortunadamente, esa es la historia real".
Pero
si la historia real se opone a la oficial de que todo está bien, todo
avanza sobre el carril correcto, y que las políticas económicas son
para bien de todos, tal vez lo mejor es deshacerse de sondeos,
investigaciones y otros datos incómodos, como el caso del sondeo
sobre el bienestar de las familias que de repente no apareció en el
presupuesto federal de Bush.
(*)
Ex responsable de la página
editorial del Wall Street Journal,
David Brooks es
columnista para The
New York Times y el Weekly Standard.
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