El desplome en Shanghai revive los temores sobre
el
riesgo de los mercados globales
Por James T. Areddy
The Wall Street Journal, 28/02/07
Shanghai – El índice bursátil más importante de
China sufrió ayer su mayor desplome en una década, provocando una
reacción en cadena que desató fuertes pérdidas en muchos mercados
globales, desde Mumbai, Londres y Nueva York a San Pablo, Ciudad de México
y Buenos Aires. Las caídas se produjeron sin que hubiera una noticia
específica que causara alarma respecto de la salud de la economía
mundial.
Si bien los inversionistas extranjeros tienen poco acceso
directo a las acciones de empresas en China, el prolongado auge bursátil
ha aumentado la importancia de las bolsas chinas en el mundo.
Por eso, para muchos analistas no fue una sorpresa que
los mercados emergentes estuvieran entre los más afectados. Las
bolsas latinoamericanas, en especial, experimentaron un día de
fuertes ventas (ver gráfico), reaccionando también a otros factores,
entre ellos los comentarios del ex presidente de la Reserva Federal de
Estados Unidos, Alan Greenspan, de que es posible que EE.UU. caiga en
una recesión este año. Estos descensos son un recordatorio de que
muchos mercados globales tienen sus riesgos, un factor que los
inversionistas internacionales parecieron no tomar tan en serio en los
últimos meses de mercados alcistas.
Pero los países emergentes no fueron los únicos que
sintieron el impacto chino. El Promedio Industrial Dow Jones de
Estados Unidos también se vio fuertemente afectado, cayendo 416
puntos, o 3,29%, su peor caída desde septiembre de 2001.
Además, para empeorar las cosas en Nueva York, en algún
momento del día el índice Dow Jones cayó más de 500 puntos. Pero
una parte de ello se debió a un problema de sistema, que comprimió
los volúmenes de transacciones transcurridos entre las 2 y 3 de la
tarde a un lapso de poco minutos. El resultado fue que muchos
inversionistas creyeron que el índice se estaba desplomando a una
velocidad mayor de lo que ocurría de verdad.
Shanghai, ¿un asunto local?
La caída de 8,8% en el Índice Compuesto de la Bolsa de
Shanghai viene tras un impresionante período de alzas que comenzó a
mediados de 2005. Pese al pronunciado bajón de ayer, que borró una
capitalización de US$ 100.000 millones de las bolsas chinas, éste sólo
eliminó las ganancias acumuladas en los seis días previos de
actividad bursátil.
En términos porcentuales, el declive bursátil de ayer
fue el más grande en China desde la caída de 8,9% el 18 de febrero
de 1997. Esa vez, el desplome fue provocado por rumores sobre la
muerte de Deng Xiaoping, el líder que introdujo las reformas de
mercado a China (de hecho, un día después falleció).
Pero la economía china sigue siendo sólida y pocos
analistas creen que la caída de ayer sea un punto de inflexión para
las bolsas de ese país. El lunes, el índice de Shanghai había
superado por primera vez la marca de 3000 puntos. Los analistas dicen
que el bajón refleja que algunos inversionistas chinos están
preocupados de que el gobierno tome medidas para enfriar las bolsas de
ese país. Pero, agregan estos analistas, los sucesos de ayer no
afectarán la sólida trayectoria de crecimiento bursátil.
La sacudida devolvió el índice de Shanghai a los
niveles que tenía hace sólo unos días. El índice terminó ayer en
2771,79 puntos, un poco por encima de su marca del 9 de febrero. Este
lunes había cerrado en un récord de 3040,60. Las bolsas chinas
estuvieron cerradas toda la semana pasada por la festividad del Año
Lunar.
Ayer no hubo ningún anuncio importante del gobierno y
los analistas dicen que las bolsas chinas seguirán con un sólido
desempeño. De hecho, hay signos que sugieren que muchos
inversionistas regresaron de la semana de fiestas con ganas de mayores
participaciones. El lunes, por ejemplo, el fondo mutuo perteneciente a
una empresa conjunta llamada CCB–Principal Fund Management alcanzó
su meta máxima de suscripciones –cerca de US$ 1290 millones– sólo
pocas horas después de abrir el proceso de postulación.
"Los inversionistas están optando por reducir sus
posiciones para evitar las fluctuaciones de mercado", dice Chen
Huquin, un analista de Huatai Securities. "Pero es demasiado
pronto para decir que el mercado ha alcanzado su cima."
Tras languidecer durante años, los precios de las
acciones en China se han disparado en los últimos 20 meses. Este auge
ha provocado que millones de chinos hayan entrado por primera vez a
las bolsas. El ritmo acelerado de inversiones elevó el índice de
Shanghai en 130% durante 2006, una tasa de crecimiento que ha
preocupado a las autoridades.
Muchos corredores bursátiles aseguran que el histórico
cierre del lunes aumentó su nerviosismo, ya que podría ser una nueva
razón para que el gobierno adopte medidas de enfriamiento, como
nuevos impuestos sobre las ganancias.
Los temores sobre posibles medidas oficiales para enfriar
los mercados ya han reducido la velocidad de las bolsas chinas este año.
Tras la caída de ayer, el índice de Shanghai acumula un alza de 3,6%
este año. Las sesiones bursátiles más destacadas de 2007 han
involucrado caídas en los precios, provocadas por distintas
advertencias de las autoridades, como la reducción de créditos y límites
al tamaño de los fondos mutuos.
Ahora, los operadores bursátiles están atentos si el
Congreso del Pueblo, que se realizará la próxima semana, traerá
novedades para su sector. Casi nunca es el caso, excepto en 2005,
cuando el premier Wen Jiabao indicó su ansiedad respecto de las pérdidas
de los inversionistas. Pocas semanas después, los reguladores
lanzaron nuevas reglas para la propiedad de títulos bursátiles, las
cuales, según muchos, dieron inicio al actual auge de las bolsas.
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