Entrevista
a Eric Toussaint (*)
Banco
Mundial–FMI:
más allá del escándalo Wolfowitz, un viraje histórico
CADTM
/ Rebelión, 19/04/07
Traducción de Guillermo Parodi
Los directorios del
Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, que se reunieron el
14 y 15 de abril en Washington, tropezaban con tremendas dificultades.
¿Qué es lo que estaba en juego en las reuniones del Banco Mundial y
del Fondo Monetario Internacional (FMI) que tuvieron lugar en
Washington?
Las
instituciones han hecho un balance de la coyuntura internacional y
obtener así una evaluación de sus iniciativas. Este año tendrán
que afrontar grandes desafíos, ya que nunca estuvieron tan
debilitadas. Sus ingresos están bajando, al punto que el FMI no tiene
ni siquiera para pagar a sus alrededor de 2 500 funcionarios de alto
nivel, que son bien remunerados para aconsejar a los países más
pobres que reduzcan la remuneración de sus funcionarios. En cuanto al
Banco Mundial, sufre porque los países con medianos ingresos, como
Brasil o México, hacen mucho menos uso del Banco. Son, en efecto los
intereses de los préstamos a esos países que le permiten mantenerse.
He allí los síntomas.
Pero la razón fundamental de las dificultades de esas instituciones
es que los países en vía de desarrollo (PVD) nunca dispusieron de
tantas reservas de divisas. La baja de las tasas de interés
estadounidense, decidida por los Estados Unidos para relanzar su
economía después de la crisis y el crack de la bolsa de 2000–2001,
arrastró una caída de las tasas de interés a nivel mundial, que
logró una distensión en los países endeudados. Además, manteniendo
con ello el consumo de las familias, los Estados Unidos acrecentaron
significativamente, de 2002 a 2004, las exportaciones de China, que
tuvo necesidad de materias primas. El precio de esas materias primas y
los volúmenes exportados por los países pobres, que son sus
principales productores, han en consecuencia aumentado. De esta manera
135 de los 165 PVD vieron crecer sus reservas, y las reservas
acumuladas por los PVD llegan actualmente a 3 000 miles de millones de
dólares, contra 160 mil millones para los países de la zona euro y
menos de 40 mil millones para los Estados Unidos.
Pero para el FMI y el
Banco Mundial, siendo sostenidos por los países más ricos, las
dificultades actuales no son sino pasajeras…
Dos iniciativas
importantes tienden a probar lo contrario. China reemplaza cada vez más
a esas instituciones prestando especialmente a los países africanos,
para consolidar sus relacione comerciales con ellos. Segundo fenómeno:
Argentina y Venezuela junto con Brasil, Ecuador, Bolivia y Paraguay,
crearon un Banco del Sur, dotado de un capital de partida de 7 mil
millones de dólares. El banco financiará por ejemplo a Bolivia, que
ha decidido la nacionalización del gas y del petróleo, y que tiene
necesidad para ello de de dotarse de un complejo industrial de
transformación de hidrocarburos. La Paz no tendrá necesidad de
acudir al BID, que está relacionado con el Banco Mundial, ni al FMI.
Ecuador decidió de pasar la parte de su presupuesto destinado a
rembolsar la deuda externa de 38%, a principios de 2007, al 11% en
2010. Actualmente esta ya en el 28%. Además las nuevas autoridades
anunciaron que pondrán fin a los reembolsos de deudas ilegítimas. En
paralelo, la parte de los gastos sociales debería pasar del 12% al
38% en 2010.
Lo que usted describe
se parece a una rebelión…
Es la primera vez, en
veinte años, que se observa un fenómeno de esta magnitud. Es un
viraje histórico. Pero las grandes potencias industriales, aliadas a
China, desean hacer bajar los precios de las materias primas. El Banco
Central estadounidense aumenta las tasas de interés para atraer los
capitales que fueron a los PVD y reducir el déficit norteamericano.
Sus homólogos europeos y japoneses proceden de manera similar. Si,
además, los precios de las materias primas bajan, las reservas en
divisas de los países del Sur van a evaporarse. Es una carrera de
velocidad: ¿los países del Sur tomarán iniciativas para transformar
la situación de manera durable a su favor? Yo diría que hay una
posibilidad entre dos de que se retome el camino de una nueva crisis
de la deuda de acá a dos, tres o seis años. Para evitar una nueva
crisis de la deuda, haría falta que los países del Sur paren de
rembolsar las deudas ilegítimas y que no recurran más a
financiamientos externos.
Del lado de los
apoyos altermundialistas: ¿las movilizaciones se debilitaron?
La cantidad de
personas en la calle disminuyó por una simple razón : el Banco
Mundial hizo su última gran reunión en Singapur en septiembre 2006,
donde toda manifestación de más de seis personas estuvo prohibida ;
y en los Estados Unidos, la prioridad para sus movimientos
altermundialistas es la lucha contra la continuación de la guerra.
Pero para el G8 de Rostock, en Alemania, que comenzará el 5 de junio,
prevemos una manifestación de 100 000 personas, el 2 de junio, y
posteriormente actividades de bloqueo y de desobediencia civil.
(*)
Del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo (CADTM) .
Autor de “Banco mundial, el golpe de estado permanente” , El Viejo
Topo, Barcelona, 2007.
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