Caída
histórica del dólar frente al euro
BBC,
12/09/07
El dólar
estadounidense sufrió una caída récord frente al euro, en medio de
predicciones de que la Reserva Federal de Estados Unidos cortará las
tasas de interés para ayudar a su economía.
La moneda
estadounidense cayó hasta los $1,388 por euro, sobrepasando a la baja
el récord marcado el pasado 24 de julio de US$ 1,3852 por cada divisa
europea.
Muchos analistas
predicen que la semana próxima la Reserva Federal cortará las tasas
de interés como una medida para reafirmar a los mercados y
consumidores en un contexto de crisis crediticia global.
El dólar
estadounidense se ha ido debilitando frente al euro durante seis
sesiones consecutivas.
"La atención
principal del mercado continúa estando sobre las bases fundamentales
de la economía estadounidense", dijo Tomohiro Iwata, del banco
de inversión Goldman Sachs.
En su opinión, los
inversores están debatiendo si la Reserva Federal cortará los
intereses en un cuarto o a la mitad de un punto porcentual, y se
están preguntando qué comentarios harán después de su decisión,
sea cual sea.
El
efecto "sub prime"
En el corazón del
declive del dólar han estado los problemas con el mercado
inmobiliario en Estados Unidos, causados por la decisión de la
Reserva Federal de aumentar las tasas de interés para aminorar la
creciente inflación.
Como resultado del
mayor coste de adquirir un préstamo, un creciente número de
prestatarios no pagaron o se demoraron en el pago de sus deudas,
especialmente en el arriesgado mercado de las hipotecas sub prime, que
se especializan en prestar dinero a personas con historiales de
crédito pobres o inexistentes.
Y esto afectó al
mercado global de créditos, ya que muchas de las hipotecas sub prime
fueron "reembaladas" y vendidas a bancos europeos como
activos de inversión.
Los analistas ahora
especulan con que la Reserva Federal corte su tasa principal de
interés para suavizar la presión sobre los consumidores, lo cual
ayudaría a reafirmar los mercados globales, al demostrar que está
dispuesto a intervenir para garantizar la estabilidad financiera.
La principal tasa de
interés de la Reserva Federal estadounidense está ahora al 5,25% y
cualquier recorte sería el primero de los últimos cuatro años.
Mientras,
en Europa
Al mismo tiempo, hay
también especulación en torno a las tasas europeas: los
inversionistas temen que éstas suban, ya que este año la región
está creciendo a un ritmo medio mayor del 2%.
Este martes, el
presidente del Banco Central Europeo, Jean–Claude Trichet, dijo, una
vez más, que la economía europea era saludable, aunque puntualizó
que la volatilidad del mercado continuaría.
"Hemos visto la
posibilidad de que el deterioro continuo del valor crediticio de los
prestatarios en el mercado hipotecario sub prime de Estados Unidos
pueda servir de desencadenante para una amplia corrección de
mercado", dijo.
Crisis
financieras: lecciones de historia
Por
Steve Schifferes
Reportero de Asuntos Económicos
BBC, 27/08/09
La ola más reciente
de especulaciones en el mercado está relacionada con las
perturbaciones en los mercados de crédito en el mundo.
Las preocupaciones
sobre la volatilidad del sector de hipotecas sub–prime (o de alto
riesgo) se han esparcido por el sistema financiero y los bancos
centrales se han visto obligados a inyectar miles de millones de
dólares al sistema de préstamos.
Pero ¿qué pasó en
las crisis financieras del pasado, y qué lecciones se pueden aprender
para hoy?
Según el Fondo
Monetario Internacional (FMI), en el mundo ha habido un creciente
número de crisis financieras.
Entre las cosas que
se pueden aprender de las principales crisis financieras del pasado
están:
–La globalización
ha incrementado la frecuencia y la propagación de las crisis
financieras, pero no necesariamente su gravedad.
–La intervención
temprana de bancos centrales es más efectiva para contenerlas que
acciones más tardías.
–Es difícil saber
en el momento de una crisis financiera si tendrá consecuencias más
graves.
–Los reguladores
frecuentemente no logran mantenerse al día con el ritmo de
innovaciones financieras que puedan desatar una nueva crisis.
El
colapso dot.com 2000
A finales de los
años 90, las compañías de Internet como Amazon.com y AOL cautivaron
las bolsas de valores y parecía acercarse una nueva era para la
economía.
El precio de esas
acciones se disparó cuando se cotizaron en la bolsa Nasdaq aunque en
realidad pocas de las compañías generaban ganancias.
La bonanza llegó a
su punto más alto cuando el proveedor de Internet AOL compró la
compañía de medios tradicionales Time Warner, por casi US$ 200.000
millones en enero de 2000.
Pero la burbuja
estalló en marzo de ese año y el índice Nasdaq, con fuerte
representación de empresas del área de tecnología, había caído
78% para octubre del 2002.
El colapso tuvo
implicaciones más amplias. La inversión empresarial cayó y la
economía estadounidense se desaceleró el año siguiente.
El proceso fue
exacerbado por los atentados del 11 de septiembre, que llevaron al
cierre temporal de los mercados financieros.
Pero la Reserva
Federal de Estados Unidos, también conocida como la "Fed",
bajó gradualmente las tasa de interés desde 6.25% hasta 1% para
estimular el crecimiento económico.
Long–Term
Capital Market 1998
El colapso del fondo
financiero Long–Term Capital Market (LTCM) ocurrió durante la etapa
final de la crisis financiera mundial que comenzó en Asia en 1997 y
se propagó a Rusia y Brasil en 1998.
LTCM era un fondo
creado por los ganadores del premio Nobel Myron Acholes y Robert
Merton para la compra y venta de bonos.
Myron y Merton
creían que a largo plazo las tasas de interés de bonos
gubernamentales empezarían a converger y el fondo podría comerciar
con las pequeñas diferencias entre las tasas.
Pero cuando Rusia
dejó de pagar sus bonos gubernamentales en agosto de 1998, los
inversionistas salieron de los títulos oficiales de otros países y
buscaron refugio en los Bonos del Tesoro estadounidense.
Inmediatamente la diferencia de tasas de interés entre los bonos
empezó a incrementar drásticamente.
LTCM, que había
pedido prestado mucho dinero a otras compañías, estaba en peligro de
perder miles de millones de dólares. Para poder liquidar sus
posiciones, tendría que vender sus bonos de la Tesorería. Este
evento afectaría al mercado de crédito en Estados Unidos y forzaría
un incremento en las tasas de interés.
Ante eso, la Fed
decidió que debía ejecutar un rescate. Reunió a los principales
bancos estadounidenses, varios de los cuales habían invertido en
LTCM, y los convenció para que invirtieran unos US$3.650 millones
más para salvar a la firma del colapso inminente.
También la Fed misma
hizo un recorte de emergencia de las tasas en octubre 1998 y
eventualmente los mercados se estabilizaron. LTCM fue liquidada en
2000.
El
Crash de octubre 1987
Las bolsas de valores
estadounidenses sufrieron la mayor caída diaria en tiempos de paz el
19 de octubre de 1987, cuando el índice promedio industrial del Dow
Jones bajó 22%. Las bolsas europeas y japonesa también sufrieron
fuertes pérdidas.
El colapso fue
provocado por la creencia generalizada de que el manejo inapropiado de
información confidencial, y la adquisición de compañías con dinero
proveniente de préstamos, estaba dominando el mercado mientras la
economía de Estados Unidos se estaba estancando.
También había
preocupación sobre el valor del dólar, que había estado perdiendo
poder en los mercados internacionales.
Estos temores se
incrementaron cuando Alemania subió una tasa de interés clave,
llevando a la apreciación de la moneda de ese país.
Por otro lado los
sistemas computarizados de venta de acciones (recientemente
introducidos) hicieron peores las bajas de las bolsas, ya que las
ordenes de ventas se ejecutaban automáticamente.
La preocupación en
torno a la posibilidad de quiebras en bancos principales llevó a que
la Fed y otros bancos centrales bajaran drásticamente las tasas de
interés.
Adicionalmente se
introdujeron reglas para limitar el comercio por computadora y
permitir que las autoridades suspendieran cualquier tipo de
compraventa bursátil por cortos periodos de tiempo.
Este colapso pareció
tener pocos efectos económicos directos y las bolsas de valores se
recuperaron poco tiempo después.
Sin embargo las bajas
tasas de interés, especialmente en el Reino Unido, podrían haber
contribuido a la burbuja que se produjo en el mercado inmobiliario en
1988–89 y a las presiones que llevaron a la libra esterlina a una
devaluación en 1992.
El colapso también
demostró que las bolsas de valores del mundo estaban ahora
interconectadas y que cambios en la política económica en un país
podrían afectar los mercados alrededor del mundo.
También las leyes
que regulan el manejo inapropiado de información confidencial fueron
reforzadas en Estados Unidos y el Reino Unido.
El
escándalo de bancos de ahorro y préstamos 1985
Los bancos de ahorros
y préstamos en Estados Unidos (Savings and Loans o S&L) eran
instituciones locales que ofrecían hipotecas y recibían depósitos
de pequeños inversionistas.
En la década de
1980, la desregulación financiera empezó a permitir que estos
pequeños bancos participaran en transacciones más complejas e
intentaran competir con los grandes bancos comerciales.
Hacia 1985, muchas de
estas instituciones estaban cerca de la bancarrota y ocurrió un
pánico bancario en los S&L de Ohio y Maryland.
El gobierno
estadounidense ofrecía una garantía por muchos de los depósitos
individuales de los S&L, y por ende quedó con un gran pasivo
financiero cuando estos se vinieron abajo. El costo total del rescate
fue de unos US$150.000 millones.
Sin embargo, la
crisis probablemente sirvió para fortalecer a los bancos más
grandes, ya que los rivales más pequeños desaparecieron y se crearon
las condiciones para la fusión y consolidación en el sector bancario
al pormenor en los años 90.
El
gran colapso 1929
El colapso de Wall
Street en 1929, también conocido como "jueves negro", fue
un evento que hizo derrumbarse a la economía estadounidense y global,
contribuyendo a la Gran Depresión de los años 30.
Después de un enorme
aumento especulativo a finales de los años 20, en gran parte debido
al surgimiento de nuevas industrias como la radio y la fabricación de
automóviles, las acciones cayeron 13% el jueves 24 de octubre de
1929.
Pese a los esfuerzos
de las autoridades bursátiles por estabilizar el mercado, las
acciones cayeron otro 11% el siguiente martes, 29 de octubre.
Cuando el mercado
tocó fondo en 1932 se había perdido 90% del valor de las acciones.
Tomó 25 años para que el índice Dow Jones recuperase su nivel de
1929. El efecto sobre la economía real fue severo.
La propiedad
generalizada de acciones significó que muchos consumidores de clase
media sintieron las pérdidas.
Se redujeron las
compras de bienes de consumo duraderos como autos y casas, mientras
que las industrias aplazaron inversiones y cerraron factorías.
Para 1932, la
economía estadounidense se había reducido a la mitad y una tercera
parte de la fuerza laboral estaba desempleada. El sistema financiero
estadounidense en su totalidad entró en crisis.
En marzo de 1933, al
tomar posesión como presidente, Franklin D. Roosevelt ordenó un
cierre total del sistema.
Muchos economistas de
izquierda y derecha han criticado la respuesta de las autoridades como
inadecuada.
El banco central
estadounidense incluso aumentó las tasas de interés para proteger el
valor del dólar y preservar el patrón oro, mientras que el gobierno
de ese país aumentó los aranceles y mantuvo un superávit fiscal.
Las medidas del
programa de reactivación económica (o New Deal) lanzado por el
presidente Roosevelt aliviaron algunos de los peores problemas de la
Depresión, pero la economía estadounidense no se recuperó por
completo hasta la Segunda Guerra Mundial, cuando el gasto militar
masivo eliminó el desempleo y acentuó el crecimiento.
El New Deal también
introdujo una extensa regulación de los mercados financieros y el
sistema bancario con la creación de la Comisión de Seguros y Cambios
(SEC, por sus siglas en inglés) y la corporación Federal de
Depósitos de Seguros (FDIC, por sus siglas en inglés). Y la ley
Glass–Steagall separó las operaciones de los bancos comerciales y
los ancos de ahorro.
Overend
& Guerney; Barings 1866,1890
El fracaso de un
importante banco londinense en 1866 condujo a un cambio clave en la
forma en que los bancos centrales manejaban crisis financieras.
Overend & Guerney
era un banco de descuento que ofrecía fondos a bancos comerciales y
de ahorros en Londres, que entonces era el centro financiero más
importante del mundo.
Cuando se declaró en
quiebra en mayo de 1866, muchos bancos más pequeños se vinieron
abajo ante la imposibilidad de conseguir fondos, aunque fueran
solventes.
A consecuencia de
esta crisis, reformadores como William Bagehot presionaron para que el
Banco de Inglaterra asumiera un nuevo papel como prestador de último
recurso que proveyera de liquidez al sistema financiero durante las
crisis, para impedir que el colapso de un banco se extendiera a otros.
La nueva doctrina se
implementó durante la crisis de Barings en 1890, cuando las
inversiones de ese banco sufrieron pérdidas en Argentina. El Banco de
Inglaterra cubrió las pérdidas para evitar que sistema bancario del
Reino Unidos se viniera abajo.
Las negociaciones
secretas entre el Banco y financieros británicos condujo al
establecimiento de un fondo de rescate de 18 millones de libras en
noviembre de 1890, antes de que se hiciera pública la magnitud de las
pérdidas de Barings.
Los banqueros
también organizaron un comité para renegociar la deuda vencida que
debía Argentina, pero una crisis bancaria envolvió al país y los
préstamos externos a Buenos Aires se suspendieron virtualmente
durante una década.
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