Corte
de tasas, confesión de debilidad
Por
Abid Aslam
Inter Press
Service (IPS), 19/09/07
Washington.– Con
su último recorte de tasas de interés, la Reserva Federal (Fed,
banco central) de Estados Unidos admitió ante todo el planeta que la
mayor economía mundial está peor de lo que estaba dispuesta a
admitir hace apenas un mes.
El Comité de Mercado
Abierto, el órgano de la Reserva Federal a cargo de la política
monetaria, fundamentó su decisión sobre el riesgo que representa un
cada vez más probable colapso del mercado inmobiliario.
Este cuerpo redujo
medio punto porcentual la tasa de interés de los fondos de la Fed,
que opera como tasa interbancaria para préstamos pagaderos en 24
horas ("overnight"), a 4,75 por ciento. Fue el primer
recorte en cuatro años.
"El crecimiento
económico fue moderado en el primer semestre del año, pero el
endurecimiento de las condiciones de crédito tiene el potencial de
intensificar la corrección en el mercado inmobiliario y de restringir
el crecimiento económico de modo más generalizado", indicó en
su comunicado del martes el Comité de Mercado Abierto.
"La acción de
hoy (por el martes) tiene la intención de ayudar a prevenir algunos
de los efectos más adversos en la economía, que podrían surgir, de
otro modo, perturbaciones en los mercados financieros", agregó.
La Fed "actuará
como sea necesario para alentar la estabilidad de precios y el
creicmiento económico sustentable", concluye el comunicado.
Parecen muy posibles
nuevos recortes de tasas. Los operadores del mercado consideran que la
tasa de la Fed, que se ubicaba en 5,25 por ciento desde 2006, caiga
medio punto porcentual antes de fines de año.
En su última reunión,
el 7 de agosto, el Comité de Mercados Abiertos declaró que la
inflación era la ame3naza "predominante". Dos días después,
admitió "riesgos" para la economía estadounidense.
Y el martes superó
las expectativas de muchos economistas, al recortar la tasa medio
punto, y no un cuarto, como se preveía.
Desde entonces, de
todos modos, los datos oficiales sugieren que los problemas se
diseminan por toda la actividad económica. El crecimiento del empleo
se ha enlentecido en los últimos meses, y en agosto los patronos
recortaron 4.000 puestos de trabajo.
Fue la primera
contracción del mercado laboral en cuatro años, y muy sorpresiva:
los economistas esperaban la creación de 100.000 empleos, la cantidad
que debe surgir cada mes para mantener el ritmo de crecimiento de la
población en edad de trabajar. Al mismo tiempo, las ventas minoristas
cayeron mucho más allá de lo previsto.
La Fed también
redujo el martes la tasa de descuento, la que cobra cuando le presta
directamente a los bancos, medio punto porcentual, a 5,25 por ciento.
Fue el segundo recorte de esta tasa en un mes.
Estas medidas tienen
el propósito de estabilizar los mercados financieros e inspirar
confianza los inversores a pesar de la consecuencia normal de las
bajas en las tasas de interés: inflación.
El recorte de tasas
impide la iliquidez, pues abarata el crédito interbancario y los préstamos
de la Fed a los bancos.
Los operadores bursátiles
clamaban desde Wall Street recortes de tasas. Las reacciones iniciales
del mercado fueron positivas: las acciones y la cotización de la
energía y los metales preciosos subieron tras el anuncio de la Fed. Pero
aún está por verse el resultado de la medida en las próximas
semanas y en los meses venideros.
Tampoco son
previsibles las consecuencias políticas. Las elecciones
presidenciales y legislativas se celebrarán en noviembre de 2008, y
expertos prevén que para entonces hasta un millón de estadounidenses
afronten la posibilidad de desalojos a causa de las crisis
inmobiliaria.
El recorte de tasas
"deja en evidencia la inseguridad económica que ha sentido desde
hace mucho tiempo la clase media estadounidense".
Alrededor de 550.000
tomadores de crédito para la compra de viviendas las perdieron el año
pasado, según la Asociación de Bancos Hipotecarios. Estos se debió
porque las instituciones acreedoras no pudieron mantener sus tasas de
interés, inicialmente bajas, pero variables.
Al mismo tiempo, los
precios inmobiliarios se estancaron o comenzaron a caer, socavando lo
que para la mayor parte de los propietarios era su bien más valioso y
su principal fuente de deuda.
Una preocupación
especial merecen los denominados préstamos subprime, concedidos a
deudores "inconvenientes", que tienen un riesgo superior al
usual, mayores intereses y mayores comisiones bancarias.
Estas hipotecas
asignadas a promitentes propietarios con ingresos modestos y débil
capacidad de crédito, lo cual los obliga a aceptar préstamos en términos
punitivos.
Quienes se oponen a
estas operaciones consideran que las instituciones financieras
imponen, deliberadamente, condiciones que los deudores nunca podrán
cumplir, y que lo único seguro en esta modalidad de crédito es la
mora y la ejecución hipotecaria.
Las sospechas y
quejas sobre préstamos predatorios se refuerzan con el
recrudecimiento de las ejecuciones hipotecarias, el aumento de las
tasas de interés y la caída de los precios inmobiliarios.
La crisis del crédito
pasó de los préstamos subprime a los de menor riesgo, e incluso se
propagó por los mercados financieros de todo el mundo.
Mientras los
propietarios pudieran mantener el pago de sus hipotecas, el sistema de
créditos funcionaba bien. Pero con los ceses de pagos, las compañías
comenzaron a hallar difícil la obtención de préstamos y los
inversores huyeron.
Unas 15 instituciones
de crédito se presentaron a la bancarrota desde diciembre. El mes
pasado, Lehman Brothers Holdings Inc., el mayor tenedor de bonos del
Tesoro de Estados Unidos con respaldo hipotecario, anunció el posible
cierre de su división de préstamos subprime y el despido de unos
1.200 empleados.
La turbulencia
continuará poniendo a prueba los mercados mundiales. "Las
tensiones financieras no llegaron a su punto máximo, pero se espera
cierta moderación en el crecimiento (económico) mundial para el año
próximo", dijo el lunes el número dos del Fondo Monetario
Internacional (FMI), John Lipsky.
"Las actuales
turbulencias en los mercados financieros son una prueba importante,
pero no deberían socavar el impulso positivo de la economía
mundial", agregó Lipsky, en un discurso en la Asociación de Cámaras
de Comercio Estados Unidos–América Latina.
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