Economía
mundial

 

La crisis del mercado inmobiliario estadounidense se profundiza cada vez más

Por Sudeep Reddy, en Washington,
y Michael Corkery, en Nueva York
The Wall Street Journal, 26/09/07

La crisis del mercado inmobiliario estadounidense se profundiza cada vez más y los consumidores comienzan a sentir los efectos.

En agosto, las ventas de viviendas usadas cayeron bruscamente para alcanzar su nivel más bajo en los últimos cinco años. Un indicador clave de viviendas no vendidas se disparó a su mayor nivel en 18 años. D.R. Horton Inc. una de las principales empresas constructoras del país, rematará este fin de semana varias viviendas y recortó el precio inicial en 50 por ciento.

El mercado inmobiliario está sacudiendo a los consumidores, alimentando el temor que existe ante un menor crecimiento económico. Un indicador clave de la confianza de los consumidores cayó a su nivel más bajo en casi dos años. Y minoristas como Lowe’s Corp. y Target Corp. afirman que han sentido los efectos. "La combinación de todo esto es el reflejo de una economía que ha perdido bastante ímpetu", dice Joshua Shapiro, economista jefe de la consultora MFR Inc.

Wall Street no parece preocupado. Los mayores índices bursátiles no registraron grandes movimientos ayer y el Promedio Industrial Dow Jones sigue cerca de su máximo histórico.

Los optimistas piensan que el recorte de tasas decretado por la Fed la semana pasada ayudará a que la economía estadounidense evite una recesión. Además, las exportaciones están creciendo gracias al debilitamiento del dólar. Y la inversión de las empresas está en mejor pie que la demanda de los consumidores.

Sin embargo, el ritmo del desplome inmobiliario ha sorprendido incluso a los analistas más cautelosos. Leaner Corp., el segundo mayor constructor de viviendas de EE.UU., registró una pérdida de US$ 514 millones para el trimestre terminado en agosto, muy por debajo de los pronósticos de Wall Street. La empresa ha reducido su número de empleados en un 35% desde 2006.

El deterioro del sector de bienes raíces y las turbulencias en los mercados de crédito ya comienzan a tener un impacto mayor al esperado en las cadenas minoristas. Robert Noblock, presidente de la cadena de mejoras para el hogar Lowe’s, se negó a predecir ayer cuándo tocará fondo la crisis inmobiliaria. "Lo único que es consistente es la

inexactitud de los pronósticos económicos", aseveró. La compañía revisó a la baja sus previsiones de resultados para 2008. Sus acciones cayeron ayer 6,7 por ciento.

A su vez, las ventas de casas usadas cayeron 4,3% en agosto, su sexto declive consecutivo para llegar a su ritmo más bajo en cinco años. Pocos analistas creen que la baja en las ventas o los precios toque fondo antes de mediados de 2008, y muchos opinan que habrá que esperar por lo menos hasta 2009 para ver un repunte.

Hasta hace poco, la fortaleza de las exportaciones estadounidenses y una confianza persistente de los consumidores sugerían que los recientes problemas en los mercados de crédito tendrían un efecto más limitado sobre las empresas y las personas. Ayer, no obstante, el Conference Board informó que su índice de confianza del consumidor descendió a 99,8 en septiembre, frente a 105,6 en agosto. Es su punto más bajo desde noviembre de 2005.

El sondeo muestra que los consumidores se han vuelto más cautelosos. Una proporción menor contempla la compra de casas o autos. Las expectativas acerca de las condiciones económicas durante los próximos seis meses también se han deteriorado.

El sentimiento de los consumidores acerca del mercado laboral también es una señal de alerta. Según la encuesta, 22,1% dijo que "es difícil" obtener ahora un empleo, frente a 19,7% en el sondeo anterior.

"Mirando hacia adelante", afirma Lynn Franco, economista del Conference Board, "no se esperan muchas mejoras económicas".