Caen
los niveles de confianza en Europa; ¿una avería en su motor de
crecimiento?
Se
ensombrece el panorama económico
Por
Marcus Walker
The Wall Street Journal, 26/09/07
Berlin.– Hay cada
vez más señales que las turbulencias en los mercados financieros
globales podrían afectar la recuperación de la economía europea, la
cual era considerada una de las luminarias en el mundo
industrializado.
Sondeos recientes
muestran que las empresas en la zona de los 13 países que usan el
euro se han vuelto bastante más pesimistas. Ante los datos más débiles,
los economistas han recortado sus pronósticos de crecimiento para la
región.
Una desaceleración
pronunciada en la eurozona, cuyo tamaño económico asciende a US$ 11
billones (once millones de millones), también afectaría las
perspectivas de compañías en Asia y Estados Unidos. En el último año,
estas empresas obtuvieron un inesperado crecimiento de las ventas en
Europa, lo que las ha ayudado a compensar por la menor expansión económica
en EE.UU.
Los economistas dicen
que el menor optimismo que reflejan los sondeos empresariales se debe
en parte al bajón de los mercados globales de crédito, pero también
a las tasas de interés más altas, el menor crecimiento
estadounidense, la fuerte apreciación del euro y los altos precios
del petróleo.
El índice de
confianza empresarial más importante de Alemania —que el Instituto
Ifo de Munich realiza entre 7000 empresas— cayó más de lo esperado
ayer. Por primera vez, las empresas afirmaron que las actuales
condiciones de negocios son considerablemente peores que hace un mes.
Hans–Werner Sinn, jefe del Instituto Ifo, dice que ya son visibles
las primeras señales de una desaceleración económica y que parte de
la culpa la tienen los problemas en los mercados financieros.
Los resultados de la
encuesta Ifo van en línea con el inesperado desplome del índice de
condiciones empresariales, que se realiza entre los gerentes
encargados de compras, que se dio a conocer el viernes pasado.
"Esos son los dos sondeos que se siguen más de cerca y, en
esencia, dicen que ahora mismo parece haber un impacto económico
debido a las condiciones de los mercados de crédito", afirma
Gareth Claase, un economista para la zona euro de Royal Bank of
Scotland. Hace poco, ese banco escocés redujo su pronóstico de
crecimiento de este año para la zona euro de 2,1% a 1,7 por ciento.
No está claro cuán
fuerte será el impacto de la menor confianza sobre el consumo y la
expansión económica. Algunos indicadores todavía muestran una
tendencia al alza, como los datos publicados ayer sobre los gastos de
los hogares franceses, que crecieron 3,6% en agosto frente al mismo
mes del año anterior. Pero esos datos son anteriores al impacto que
la escasez de crédito puede tener sobre los consumidores.
La preocupación de
los economistas es que la menor confianza empresarial contenga las
inversiones y contrataciones, que han contribuido a que las tasas de
desempleo en Europa hayan alcanzado los menores niveles en muchos años.
Los economistas dicen que una caída en las inversiones y
contrataciones probablemente lleve a una menor demanda y crecimiento.
"Lo que debería
haber ocurrido en este momento es que el consumo se volviera un
importante motor del crecimiento", dice Dirk Schumacher, un
economista de Goldman Sachs en Francfort. Pero en vez de ello, el
sondeo de Ifo muestra que la confianza entre los minoristas alemanes
se está cayendo en picada. La semana pasada, Goldman Sachs redujo su
pronóstico de crecimiento para la zona euro en 2008 de 2,3 a 2 por
ciento.
Los economistas
afirman que el peligro es que la creación de empleos tambalee antes
de que los consumidores alemanes hayan recuperado la confianza para
gastar con mayor libertad.
"Empezamos a ver
el impacto (de las turbulencias en los mercados financieros) sobre la
confianza empresarial. Si la siguiente etapa es un descenso en las
contrataciones, entonces, los hogares se darán cuenta de que la
situación es seria", dice Dominic Bryant, economista para Europa
en la sede de Londres del banco BNP Paribas.
Otras economías de
la zona euro, como Francia, Italia y España, podrían experimentar
una desaceleración aún más pronunciada que la de Alemania, país
que goza de una mayor participación en las exportaciones a Asia y
Europa del Este, argumenta Bryant.
Una desaceleración
en Europa también podría afectar a EE.UU. Las exportaciones de las
compañías estadounidenses se han visto favorecidas por el aumento en
la demanda europea y la debilidad del dólar. Además, las
subsidiarias europeas han contribuido con sólidas ganancias a las
casas matrices en EE.UU. El año pasado, éstas ascendieron a US$
120.000 millones, mientras que las ganancias en EE.UU. se han
estancado, dice Joseph Quinlan, director de estrategias de mercado de
Bank of America, en Nueva York.
Pese al rápido
crecimiento de China e India, el tamaño de la economía europea hace
que esa región sea más importante para las empresas estadounidenses
que Asia. Quinlan calcula que más de la mitad de las ganancias
internacionales de las empresas estadounidenses proviene de ese
continente.
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