Los precios del crudo elevan las
tensiones globales
Por Shai
Oster, en Pekín, Patrick Barta,
en Bangkok y Russell Gold, en Austin,
Texas
The Wall
Street Journal, 02/11/07
Una de las principales
fuerzas que ha llevado a que los precios del petróleo casi se hayan
cuadruplicado en esta década ha sido la voraz demanda por
combustibles de China y otros países en desarrollo. Pero con el crudo
acercándose a los US$ 100 el barril, la escasez de petróleo y las
repentinas alzas de precio están aumentando las tensiones económicas
y sociales desde Pekín a Teherán. Esta tensión podría marcar un
punto de inflexión en el prolongado auge de la energía.
En una medida radical para
reducir la demanda, el miércoles China anunció un incremento de casi
10% en los precios locales de la gasolina y el diesel. Esta medida,
que reduce la necesidad de China de subsidiar a las firmas petroleras,
es vista por analistas como un intento de Pekín de sobrellevar un
mercado energético que está fuera de sí. En China, la escasez del
suministro se debe a una combinación entre precios subsidiados y el
crecimiento galopante del país, el cual ha llevado a una insaciable
demanda de petróleo.
A largo plazo, la medida china
debería reducir la demanda y podría funcionar como freno a los
precios globales. Pero al principio probablemente elevará la demanda.
Como el gobierno ha tenido los precios de la gasolina y el diesel a
niveles tan bajos, las refinerías chinas limitaban sus compras de
crudo. Los nuevos precios les otorgan un incentivo para comprar más
petróleo y aliviar así la escasez.
Protestas
en las calles
China no es el único país en
desarrollo que lucha con los problemas causados por los subsidios al
combustible en tiempos de constantes alzas en los precios del petróleo.
A medida que los gobiernos han comenzado a eliminar los subsidios, la
gente se ha lanzado a protestar en las calles en lugares desde Katmandú
en Nepal, a Conakry en Guinea. Por ejemplo, el gobierno iraní ha
elevado el precio de la gasolina 25% durante los últimos meses y ha
comenzado un racionamiento del combustible. La gente protestó en
Teherán, quemando varias estaciones de servicio.
Casos similares se han presentado
en Yemen, Irak e Indonesia y, a menudo, los gobiernos han vuelto a
establecer los subsidios.
Sin embargo, la decisión china
es la de mayor impacto. Sin su enorme sed de petróleo, la demanda
mundial habría crecido de manera más moderada. A lo largo de los últimos
cinco años, el consumo chino de petróleo ha crecido a una tasa anual
de 8,7%. El resto del mundo ha crecido a una tasa anualizada de 1,5
por ciento.
El consumo actual de China es de
7,6 millones de barriles al día, lo que representa 9% de la producción
mundial, según la Agencia Internacional de Energía. Hace cinco años,
China consumía 6,4% de la producción global.
Los fuertes subsidios en China
explican por qué el consumo ha subido de manera constante, pese a que
los precios se han disparado por las nubes.
"El ajuste se realizó para
reducir la brecha entre los altos precios internacionales y los
precios locales", aseguró la Comisión de Reforma y Desarrollo
Nacional de China, la agencia de planeación de ese país, según
informes de la agencia de noticias Xinhua. La última vez que China
aumentó los precios fue en mayo de 2006. Desde entonces, el precio
del petróleo ha subido cerca de 30 por ciento.
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