Los millonarios llenan las salas
del Congreso de EE.UU.
Agence France Press, CommonDreams, 02/07/04
El Congreso de EE.UU. el bastión
bajo la cúpula de la democracia en la capital del capitalismo, abunda
en políticos de amplios bolsillos cuyas fortunas han convertido la
rama legislativa de gobierno en un club de millonarios.
En la Cámara de Representantes, de
435 miembros, 123 funcionarios elegidos ganaron por lo menos un millón
de dólares el año pasado, según antecedentes financieros
recientemente publicados.
Al lado, en el recargado Senado,
cuyo linaje de sangre azul incluye a un Kennedy y a un Rockefeller,
uno de cada tres es millonario.
En comparación, menos de un uno
por ciento de los estadounidenses tienen ingresos de siete dígitos.
El billete verde estadounidense es
bipartidario, llena sin discriminación los bolsillos de demócratas
liberales y de republicanos conservadores.
El inquebrantable liberal y senador
por Massachusetts Ted Kennedy, hermano del difunto John Kennedy, reveló
que tiene 45 millones de dólares en el banco. El senador por West
Virginia, John Rockefeller, también demócrata, informó que ganó 80
millones de dólares.
El senado también es el hogar del candidato
presidencial demócrata John Kerry, cuya mujer, Teresa Heinz, heredó
500 millones de dólares cuando su previo esposo, el senador John
Heinz, del imperio del ketchup, murió en un accidente de aviación en
1991.
El Senado ha sido siempre un centro
de los elementos más ricos del país y el creciente costo de las
campañas electorales ha llevado a ambos partidos a animar a
candidatos con suficientes medios para que se presenten para puestos públicos,
inflando el número de funcionarios elegidos acaudalados, dicen los
analistas.
“Tiende a haber más gente rica
en el Senado”, dijo Richard Baker, historiador del Senado.
“Siempre ha sido así”.
Representantes y senadores tienen a
tener trabajos lucrativos – abogados, doctores y ejecutivos
empresariales.
“Los miembros del Congresos no
son reclutados de (una) muestra representativa de las ocupaciones de
EE.UU.”, dijo Thomas Mann, experto en el Congreso en la Brookings
Institution, un gabinete estratégico de Washington.
“Ha habido una creciente
tendencia en los partidos de buscar individuos que pueden financiar
solos por lo menos parte de sus campañas, y con el tiempo eso ha
llevado a que haya más personas ricas en el Congreso”, dijo Mann.
Por ejemplo, Jon Corzine, de Nueva
Jersey, un antiguo ejecutivo máximo del gigante de Wall Street
Goldman Sachs, gastó más de 60 millones de dólares, un récord, en
su exitosa candidatura al senado en 2000.
La persona más rica en la Cámara
de Representantes es la demócrata de California Jane Harman, que
reveló activos por un valor de más de 160 millones de dólares. El
siguiente es Amo Houghton, un republicano de Nueva York que informó
de 150 millones de dólares.
En el Senado, el líder de la mayoría,
Bill Frist, republicano de Tennessee y cardiocirujano, dio a conocer
una fortuna de 45 millones de dólares.
Su antagonista en el Senado, el líder
de la minoría, Tom Daschle de Dakota del Sur, es uno de los senadores
“más pobres”.
Daschle publicó ingresos de menos
de un millón de dólares, además de su ingreso de 171.900 dólares
al año en el Senado. Senadores de menor rango ganan 154.700 dólares
al año.
En la Cámara, Bill Thomas, el
presidente republicano del poderoso Comité de Medios y Arbitrios, que
supervisa los tributos (o sea los bolsillos de los estadounidenses
comunes), hace una de las revelaciones financieras más modestas.
El republicano por California
informó que no posee activos o inversiones, sólo su salario de
157.000 dólares de la Cámara, y el valor de su casa.
Traducido para Rebelión por Germán
Leyens
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