Realistas contra neoconservadores,
otra guerra inacabada
Por Jim Lobe
Inter Press Service (IPS), Washington, 19/07/04
Una nueva batalla en la guerra
entre el ala realista y la neoconservadora del gobierno de Estados
Unidos estalló con un llamado a la Casa Blanca para que alcance
acuerdos con Irán sobre problemas de interés mutuo.
Se trata de un estudio realizado
por un grupo de trabajo del centro académico independiente Consejo de
Relaciones Exteriores (CFR), codirigido por el ex consejero de
Seguridad Nacional del ex presidente demócrata James Carter, Zbigniew
Brzezinski, y el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del
ex presidente republicano George Bush, Robert Gates.
Los expertos advirtieron que los
neoconservadores que proponen alentar desde Washington un "cambio
de régimen" en Irán subestiman el poder del actual gobierno islámico
chiita.
"A pesar de la considerable
inestabilidad e insatisfacción popular, Irán no está en el umbral
de otra revolución. Las fuerzas comprometidas con la preservación
del actual sistema se mantienen firmemente en control" de la
situación, indica el informe de 79 páginas publicado este lunes.
El estudio titulado "Irán:
Tiempo de un nuevo enfoque" también señala que la invasión a
Iraq, así como los avances de Irán en el desarrollo de su capacidad
de fabricar armas nucleares, hace más urgente que nunca la necesidad
de reanudar el diálogo roto hace 14 meses.
Pero un "gran regateo"
para allanar todas las diferencias entre Teherán y Washington no sería
realista, agrega. En cambio, las conversaciones deberían concentrarse
en asuntos clave, como la estabilidad regional y las ambiciones
nucleares de Irán.
El grupo de trabajo de 21 expertos
también aconsejó ofrecer a Irán menos palo y más zanahoria que en
el pasado, y sugirió que "la perspectiva de relaciones
comerciales con Estados Unidos podría ser una poderosa arma ".
Las recomendaciones del informe son
considerados anatema por los halcones neoconservadores vinculados con
el vicepresidente Dick Cheney y con el secretario (ministro) de
Defensa Donald Rumsfeld, que fueron los que más presionaron en favor
de la invasión a Iraq.
La difusión del informe chocó con
un furioso ataque de Michael Ledeen, figura clave del centro académico
neoconservador American Enterprise Institute y muy allegado al
subsecretario de Defensa, Douglas Feith, para quien Irán está
"maduro" para una revolución encabezada por fuerzas
"democráticas".
Ledeen, que considera a Teherán
capital mundial de los "amos del terror" islámico, escribió
en la publicación electrónica National Review Online que las
recomendaciones del CFR eran "humillantes" y tendientes al
"entreguismo".
Esa afirmación se ve reforzada por
un informe que divulgará en breve una comisión bipartidaria que
investiga los ataques que dejaron 3.000 muertos en Nueva York y
Washington el 11 de septiembre de 2001, según el cual Irán suministró
ayuda a la red terrorista Al Qaeda, e incluso aportó a algunos de los
que cometieron esos atentados y les brindó refugio seguro.
El contrapunto se registra en un
momento particularmente delicado de las relaciones Washington-Teherán,
formalmente rotas hace 25 años luego de que militantes islámicos
ocuparan la embajada estadounidense en Irán y tomaran a sus
funcionarios como rehenes durante meses.
El informe recuerda que Estados
Unidos tiene hoy 160.000 soldados en las fronteras de Irán --20.000
en Afganistán y 140.000 en Iraq--, y que Teherán fue identificado
por el presidente George W. Bush a comienzos de su mandato como parte
de un "eje del mal" entonces junto con Bagdad y Pyongyang.
Versiones circulantes el mes pasado
según los cuales Israel planea un ataque contra instalaciones
nucleares iraníes agravaron la tensión, mientras continúa la
incertidumbre en torno del diálogo entre Teherán y su programa
nuclear con Alemania, Gran Bretaña, Francia y la Agencia
Internacional de Energía Atómica.
Estos nuevos factores
intensificaron la lucha dentro del gobierno de Estados Unidos, que ya
lleva tres años y medio, entre los halcones --en particular los
neoconservadores-- para quienes la seguridad de Israel es un
compromiso clave y los realistas, liderados por el secretario de
Estado (canciller) Colin Powell.
Powell cuenta con el apoyo de
varios ex funcionarios de gobiernos demócratas y republicanos, entre
ellos el es consejero de Seguridad Nacional de Bush padre, Brent
Scowcroft, Brzezinski y Frank Carlucci, consejero de Seguridad
Nacional y secretario de Defensa del fallecido ex presidente Ronald
Reagan (1977-1987).
Los halcones dominaron la política
sobre Medio Oriente desde el 11 de septiembre de 2001 hasta la invasión
a Iraq, pero su hegemonía se desvaneció a medida que quedaba en
evidencia el empantanamiento de las tropas ocupantes en el país árabe.
Los realistas también se han
fortalecido por la percepción de que las fuerzas estadounidenses en
la región, que parecían invencibles tras las campañas en Afganistán
e Iraq, ahora son vistas más vulnerables.
"La acción militar es hoy
altamente improbable, y, si se intenta esa vía, no será
exitosa", dijo este lunes el copresidente republicano del grupo
de trabajo del CFR, el ex director de la CIA Robert Gates.
Si el equilibrio interno de poder
en el gobierno estadounidense favorece a los realistas de Powell en lo
que refiere a Iraq, la situación respecto de Irán es menos clara.
Unos pocos analistas creen que
Washington lanzaría un ataque militar contra Teherán antes de las
elecciones, pero son crecientes las versiones según las cuales el
"cambio de régimen" en Irán sería prioritario en un
eventual segundo gobierno de Bush.
Pero la alternativa realista a un
diálogo constructivo con Irán respecto de algunos problemas clave es
"el aislamiento de Estados Unidos y la impotencia", sostuvo
Gates.
El mensaje crítico del informe es
que resulta voluntarista la creencia de que está en sus últimos
estertores la República Islámica inaugurada en 1979 tras la caída
del derechista shah Rezah Pahlevi.
Dada la capacidad de Teherán de
ocasionar problemas a Estados Unidos tanto en Iraq como en Afganistán,
y dados los avances del programa nuclear, "Estados Unidos debería
lidiar con el actual régimen más que esperar a que caiga",
concluye el informe.
Según
Brzezinski, eso debería
concretarse como una oferta de "declaración básica de
principios" similar a la firmada en 1972 por China y Estados
Unidos y que derivó en la normalización del vínculo en 1979.
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