Bush contra Kerry
Millonario versus supermillonario
Socialist Workers,
EEUU, 23/0704
Aún no sabemos quién ganará las
elecciones, pero sabemos algo del próximo presidente.
Él será de los más ricos del país
y estará relacionado a las corporaciones y a los políticos de
Washington. Él estará determinado a imponer su voluntad en el
"nuevo" Irak y no dudará en enviar más soldados. Va a
defender al aliado favorito de Washington, Israel...no importa cuán
brutal sea la represión israelí contra los palestinos.
Y sabemos esto de las declaraciones
de Kerry, las que muestran que él está de acuerdo con Bush en mucho
más de lo que difiere.
Pero todo lo que escuchamos son las
pequeñas diferencias, porque para la mayoría de los liberales esta
elección se ha convertido en "la más importante de nuestras
vidas". Este resultado no cambiará el panorama político. Sobre
la ocupación de Irak, por ejemplo, Kerry critica los cuándos y cómos,
no los por qués--como si Estados Unidos debió haber invadido a Irak.
A millones que se oponen a Bush y
su guerra por petróleo e imperio, se les ha dicho que pueden
detenerlo con su voto. Pero en la "oposición" tienen a un
Demócrata que está tan comprometido con los intereses de Washington
como Bush. Votar por Kerry es votar por las políticas de Bush, con
otra cara. Si esta elección fuera "la más importante de
nuestras vidas", ¿por qué los Demócratas no ponen a Bush a la
defensiva? En cambio atacan a Ralph Nader, el único candidato que ha
tomado los asuntos que Kerry no se atreve--la guerra contra Irak, la
avaricia corporativa, y los ataques a las libertades civiles.
En julio, el director del Comité
Nacional Democrático Terry McAuliffe habló por televisión para
cotorrear acerca del financiamiento republicano de la campaña de
Nader, pero se calló acerca de los esfuerzos de su partido para dejar
a Nader fuera de la elección. Según dijo la Republicana Carole J.
Jordan, "los Demócratas se quejan de la privación del derecho a
votar [por los Republicanos], pero sin ningún problema le echan sus
abogados a Ralph Nader". Cuando un Republicano sale defendiendo
los derechos básicos democráticos, sabemos que los Demócratas se
han sumergido a nuevas profundidades.
Atacar a Nader no es nada nuevo
para tipos como McAuliffe, quienes lo culpan por la derrota de Al Gore.
Los "progresistas" también se han sumado a la diatriba
contra Nader, incluyendo a algunos que lo apoyaron en el 2000. El
Partido Verde se rehusó a endosar a Nader este año, y nominó a
David Cobb, quien solo corre en los "estados seguros" para
no amenazar a Kerry en los "estados en disputa". Su compañera
de lista, Pat LaMarche dijo a un periódico que no votaría por ella
misma si esto afectara a Kerry.
En seguida, el columnista Norman
Solomon, quien apoyó a Nader en el 2000, aplaudió a los Verdes y
escribió, "a medio camino de las elecciones, mientras su base
electoral decrece, uno de los grandes reformadores del siglo XX se va
a la deriva". Pero es Solomon quien está a la deriva y se aleja
de lo que él mismo una vez abogó--la necesidad de una alternativa
política independiente de los dos partidos corporativos.
Construir esa alternativa empieza
por rechazar la lógica de "cualquiera que no sea Bush".
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