¿Va esta super potencia hacia un
colapso?
Por Milt
Neidenberg
Workers World Service
Argenpress, 24/07/04
¿Se acerca el fin de la fiebre de
ruletas que han tenido los negociantes?
Después de la decisión tomada por
el Buró de la Reserva Federal (BRF) de aumentar la tasa de interés
al 1.25%, ¿cómo responderá la América empresarial y Wall Street?
Y, ¿qué significa todo esto para la fuerza multinacional y para las
comunidades oprimidas?
Mientras que la visión hacia un
futuro lleno de mucho dinero desaparece, ¿la explosión económica
capitalista de los dos o tres últimos años se tornarán en un
estancamiento?
Históricamente, esa fase se ha
dado a conocer como estancamiento-inflación, una fase en el ciclo
capitalista que lo lleva hacia un colapso.
Pocos días después del anuncio de
la Reserva, un artículo en el periódico financiero, Wall Street
Journal, del 6 de julio trató de dar respuesta a algunas de estas
preguntas. El título del artículo decía, 'El ascenso en la tasa de
interés y la decadencia en la demanda agudiza preocupaciones en [Wall]
Street.' El artículo notaba: 'La [cadena de] tiendas Wal-Mart, bajó
sus expectativas de ventas para el mes de junio, al igual que Target.
El jueves, los fabricantes de automóviles de los Estados Unidos
reportaron grandes declives en la venta de automóviles en los Estados
Unidos para el mes de junio.'
Y esto, muy importante para los
trabajadores: 'El salario por hora de muchos trabajadores cayó más
bajo de la inflación en 5 de los últimos 6 meses en mayo.' Esto
confirmó el hecho que, aún antes del incremento en la tasa de
intereses por la Reserva Federal, la inflación se había afianzado
firmemente. Las ordenes en las fábricas cayeron en los dos últimos
meses, tanto en el área de la defensa como en las otras.
La esperanza en el futuro del
mercado laboral se ve muy turbia y preocupante. Sólo unos 112 mil
empleos nuevos fueron creados en junio, mucho más bajo de lo que se
necesita para mantener una fuerza laboral creciente. 'El crecimiento
en empleos en los Estados Unidos para Junio muestra un declive agudo,'
fue el título de un artículo en el periódico The New York Times,
del 3 de julio. La semana promedio trabajada bajó a 33.6 horas en
junio.
La fuerza laboral multinacional y
las nacionalidades oprimidas están aún más pobres y más
explotadas. 'El mes pasado 8.2 millones de personas se quedaron
desempleadas y casi un 22% de todos los obreros desempleados han
estado sin trabajo por 27 semanas o más.' El ingreso por hogar ha
decaído y las hipotecas, las deudas de tarjetas de crédito y otras
están más altas que nunca.
Un incremento sin precedente en la
productividad a raíz del 'speedup', las privatizaciones, la
reestructuración y las innovaciones tecnológicas ha forzado a los
obreros a tomar empleos con menos paga o a la calle, particularmente a
la gente de color. El cambio en la fuerza laboral industrial entre las
firmas más grandes es la causa de la caída que ha bajado también
los salarios.
Hace tres años, Wal-Mart con 1.4
millones de trabajadores desplazó a la General Motors como la compañía
con más empleados. La General Motors, donde los obreros están
sindicalizados, paga a un/a ensamblador/a más de tres veces el
salario recibido por un/a trabajador/a sin sindicalizar de Wal-Mart. Y
esto no incluye los beneficios de salud, los cuales son inaccesibles
para los empleados de Wal-Mart.
¿Los días felices han llegado de
nuevo?
¿Cómo Wall Street, el presidente
de la Reserva Federal, Alan Greenspan y la administración de Bush ven
la crisis que se desarrolla? El Wall Street Journal eligió a 55
analistas optimistas de Wall Street, esperando aplacar las ansiedades
de millones de inversionistas. Dianne Swonk, principal economista del
Bank One Corp., habló sobre este grupo de optimistas y resumió su
predicciones de mejores tiempos así: 'Récord en ganancias, récord
en el flujo de efectivo, crecimiento del ingreso de primera y muchas
ordenes. No se puede pedir por más.' (Wall Street Journal, Julio 1)
Greenspan dijo lo mismo. 'La
evidencia acumulada... indica que la producción continúa expandiéndose
a paso sólido y las condiciones del mercado laboral se han mejorado..
con una inflación que se espera se mantenga relativamente baja.'
Y la administración de Bush dijo:
'Al crecer la economía y crearse empleos.. yo creo que siempre se
espera que un aumento en la tasa de interés sea parte del
fortalecimiento de la economía.' (New York Times, 1 de julio)
Greenspan y la Reserva Federal se
supone que estén sobre las políticas partidistas e independientes de
Wall Street, pero sus declaraciones fueron un esfuerzo para calmar las
aguas inquietas, calculadas a ayudar a la administración Bush en este
año de elecciones.
Es cierto que una vez los días
felices prevalecieron. Los bancos y otras instituciones financieras
gozaron mucho en los últimos cuatro años, cuando la tasa de
descuentos que se les cobró a los bancos por la Reserva Federal era
del 1%, lo más bajo en 45 años. Un reporte por el World Watch Report,
recopilado por la Merril Lynch, reportó que el 'número de
millonarios en los Estados Unidos subió en un 14%.' Un vocero de la
Reserva Federal dijo que 'el 1% más rico de la nación es dueño de
U$S 2.3 trillones de acciones.' (Wall
Street Journal. 15 de junio). El reporte no incluyó cuántos millonarios se
hicieron multimillonarios.
Una súper potencia enterrada en
deudas
Nunca ha habido un prestatario,
incluyendo al gobierno, que no enviara la deuda hacia niveles sin
precedentes. Bush hasta robó equidad del Seguro Social, dejando miles
de pagarés en su lugar. Esta acumulación obscena de riqueza está
llevando a una crisis capitalista que ha forzado a la Reserva Federal
y Alan Greenspan a apretar al crédito. Es muy tarde y muy poco.
El Reloj de la Deuda Nacional de
los Estados Unidos sigue su marcha. El primero de julio, la deuda pública
era de U$S 7 trillones de dólares, U$S 218 mil millones, U$S 337
millones y miles en cambio. La deuda está creciendo a una velocidad
de U$S 1.58 mil millones de dólares al día. El gobierno no puede
pagar esto. Tiene un déficit presupuestario de U$S 144.9 mil
millones, igual al 5.1% del Producto Bruto Doméstico del primer
cuarto del 2004, gracias en parte a los miles de millones en recortes
de impuestos regalados a los pertenecientes al 1%.
El Congreso ha impuesto un límite
en la deuda de U$S 6.4 trillones, menos que la actual deuda de U$S 7
trillones. El Secretario del Tesoro, John Snow, debería recomendar a
la administración Bush que declare al gobierno en bancarrota-o por lo
menos en morosidad.
El creciente déficit en la actual
cuenta de los Estados Unidos tiene serias implicaciones en los
mercados globales. Esta amplia medida de comercio en productos y
servicios, más algunas transferencias financieras, son de gran
preocupación para otros gobiernos que tienen estás grandísimas
deudas en sus arcas bancarias. Los inversionistas internacionales, los
comerciantes de moneda y otros envueltos en los U$S 1.2 trillones de dólares
que al día se mueven en los mercados globales exteriores están también
preocupados.
El balance de comercio de los
Estados Unidos mantiene a miles de millones en el rojo, a pesar que un
dólar más barato debería ayudar sus exportaciones. ¿Continuarán
lo inversionistas extranjeros manteniendo esta grandísima deuda a
través de la compra de acciones y bonos, préstamos bancarios u otras
formas de préstamos?.
La inflación se ha aferrado. Los
precios del petróleo rondan cerca de los U$S 40 por barril y los
precios de los alimentos y otras necesidades suben. Hay muchos dólares
en busca de pocos productos y servicios a pesar de un alza en la
productividad. Los obreros no pueden comprar lo que producen, a la vez
que la sobre producción inunda los mercados. Dos tercios del Producto
Nacional Bruto son determinados por el gasto de los consumidores.
¿Viene otra recesión?
Históricamente, la explosión de
dinero fácil usualmente lleva a un colapso. La situación en Irak es
un factor significativo en esta posibilidad. El gasto de casi U$S 200
mil millones por esta aventura imperialista -y más se está
considerando- está mermando los recursos durante esta crisis
deficitaria. Wall Street sabe que las inversiones en Irak no están
pagando en ingresos de petróleo o en mano de obra barata. Los U$S 400
mil millones en el presupuesto militar para el próximo año fiscal
agravará la crisis.
Los economistas están
pronosticando un déficit presupuestario de U$S 3.4 trillones en la próxima
década, no importa quien gane las elecciones.
Hay una creciente división en la
clase gobernante, una parte de esta está convencida de que la
administración de Bush está llevando a la potencia estadounidense
por un mal camino. Entre los obreros multinacionales y las
nacionalidades oprimidas, hay un creciente consenso de finalizar la
ocupación y retirar las tropas inmediatamente. Las encuestas
confirman este sentimiento, reflejando una gran necesidad de empleos,
cuidado de la salud, educación y viviendas. Una encuesta tomada en
mayo muestra que sólo el 29% de la población calificó a la economía
como buena.
La encuesta confirma que el estado
de la economía se ha convertido en algo inaceptable para la mayoría
de los obreros.
La lucha de clases se agudiza y
continuará así en los próximos meses y años. Las huelgas y las
movilizaciones son muchas para enumerar. Hay una convergencia de una
creciente oposición contra las interminables guerras y la guerra aquí
en este país contra los obreros multinacionales, oprimidos y pobres.
Esto no es un asunto de
Republicanos contra Demócratas. Kerry como máximo, ha propuesto un
incremento en el salario mínimo de U$S 5.15 a U$S 7 en los próximos
dos años y su posición sobre Irak es de aumentarla.
Ambos candidatos representan una
situación de pérdida para los obreros y oprimidos algo que se ve
cada día más claro. Una lucha independiente por la única clase en
la sociedad que produce la riqueza y provee los servicios se está
presentando. Esta podría mejorar la vida.
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