La compleja línea negra que
entrelaza a Medio Oriente, América Latina, Asia y África
Fracaso imperialista en la
apropiación del petróleo, nueva crisis y aumento de precios
Por
Marcelo García ([i]), 31/07/04
La mayor potencia imperial del
mundo, Estados Unidos, busca denodadamente apropiarse de las
producciones y las reservas hidrocarburíferas del planeta. Cuatro
regiones marcan la voracidad de los conflictos por el oro negro. La
invasión a Irak en Medio Oriente, las privatizaciones y los golpes de
Estado en América Latina, las guerras en Europa y Eurasia y la
imposición de bandas mafiosas armadas y actitudes separatistas en
Africa son los epicentros del apetito colonialista. El imperialismo
estadounidense intenta garantizarse los hidrocarburos para su
subsistencia, pero en su avance se ha topado con las heroicas luchas
de los pueblos oprimidos.
En el mundo capitalista imperante los recursos
naturales, en particular los hidrocarburos, cumplen un rol fundamental
en el proceso de producción. En lo que puede denominarse la etapa
final del capitalismo, la profunda crisis por la que atraviesa lo ha
llevado a buscar la recuperación y el aumento de la tasa de ganancia,
para lo cual intenta infructuosamente reducir aumentar la plusvalía a
través de disminuir los costos de las materias primas y de la fuerza
de trabajo.
El petróleo y el gas son de los
elementos fundamentales para producción capitalista mundial y quien
cuente con el control de los niveles productivos y de reservas de
hidrocarburos tiene en sus manos el manejo discrecional de los mismos
y por ende el de los precios internacionales de una pieza clave en el
esquema de elaboración de productos manufacturados.
En la actualidad bien podría
asegurarse que buena parte de la política mundial está determinada
por la obtención y el manejo del petróleo y sus derivados.
Es así como el imperialismo
estadounidense, conjuntamente a sus secuaces de los demás
imperialismos –esencialmente el europeo-, y las grandes
multinacionales del sector petrolero, han salido alocadamente a
intentar apropiarse del petróleo y el gas que existe en el mundo. En
la implementación de su plan expansionista y de recolonización han
pergeñado guerras, invasiones, financiamiento de bandas mafiosas y
separatistas, privatizaciones, procesos de fusiones entre grandes
multinacionales del sector y hasta matanzas indiscriminadas.
Esta estrategia de dominación se
ha topado con la resistencia de los pueblos involucrados y allí se ha
desarrollado una de las principales trabas del imperialismo a la hora
de apropiarse de los recursos naturales. La lucha de trabajadores y múltiples
sectores populares han ido minando a lo largo de casi todo el planeta
los planes de Estados Unidos y sus cómplices y allí radica uno de
los principales problemas no ponderados por el imperialismo.
Incremento
de la demanda petrolera
Las perspectivas mundiales para los
próximos años, en lo que a consumo de petróleo y gas se refiere,
indican que se irá incrementando de manera sostenida en el futuro
cercano y de no mediar una profundización de la crisis capitalista
mundial la mayor demanda podría sostenerse en el próximo decenio.
Según la Agencia Internacional de
Energía (IEA) para el 2005 se produciría un “sólido incremento”
de la demanda mundial de petróleo producto del estimado crecimiento
mundial que rondaría el 4 por ciento de promedio[ii].
De esta manera los aumentos en la cantidad de petróleo necesaria a
nivel mundial transitarían su tercer año consecutivo de crecimiento
y se dejaría atrás el retroceso que se había producido producto de
la crisis asiática (1998) y las convulsiones provocadas por el ataque
a las torres gemelas (2001).
No obstante es de remarcar que la
suba en el consumo de petróleo, prevista para el 2005 en 1,82
millones de barriles diarios, es bastante menor a la experimentada en
el 2004, cuando se previó que treparía a 2,5 millones de barriles
por día. Los dos epicentros de mayor demanda de petróleo estarían
focalizados en China y Estados Unidos.
La IEA también adelantó que los
consumos de energía mundial previstos para los próximos 20 años
aumentarán y llegó a la conclusión que para el año 2025 la
utilización de energía crecerá en un 54%, fundamentalmente
impulsada “por los desarrollos de los países en vías de
desarrollo, principalmente China e India”.
Lo que no dice la IEA es que
Estados Unidos es una nación que apenas produce el 9,2% del petróleo
mundial, solamente posee el 2,7% de las reservas mundiales y a la vez
consume el 25,1% de la totalidad del consumo planetario; es decir que
mucho de lo que suceda con el uso energético a nivel planetario
dependerá de lo que acontezca en el seno mismo del imperialismo
estadounidense.
Mayores movimientos
(exportaciones e importaciones) de petróleo a nivel mundial
Fuente: Reporte mundial 2004 de la
petrolera BP-Amoco.
En lo que respecta particularmente
al petróleo la IEA ha previsto que la demanda hasta el 2025 crecerá
a un ritmo del 1,9% anual, pasando de 80 a 118 millones de barriles
diarios, y para dar respuesta a este incremento se necesitará que los
países integrantes de la OPEP (Organización de Países Productores
de Petróleo)[iii]
aumenten su producción cotidiana en un 80% mientras que las naciones
no integrantes de la OPEP deberían hacer lo mismo pero en un 42%.
A la hora de destacar quiénes
deberán hacer el mayor esfuerzo productivo con vistas el 2025 la IEA
sostiene que América Latina tendrá que aumentar su producción casi
en un 100%, situación que alcanzaría niveles similares en Africa
(116%) y Europa del Este ya que en particular Rusia debería extraer
un 43% mas de petróleo[iv].
Así queda demostrada la
dependencia del mundo capitalista entorno del petróleo y los demás
hidrocarburos y derivados –en el caso del gas se prevé un aumento
del consumo que rondaría el 67% en el 2025-, lo que a priori permite
sostener que esta lucha por el control de los recursos naturales se irá
profundizando durante las próximas décadas, mucho más aún si se
tiene en cuenta que se trata de recursos no renovables.
La utilización de energías
alternativas (solar, eólica, nuclear, etc.) podría en un futuro
reemplazar el consumo actual de petróleo y gas, pero es necesario
advertir que mientras el capitalismo desarrolla
tecnológicamente este tipo de fuentes alternativas y no
contaminantes a su vez no permite su proliferación. El uso de los
hidrocarburos es gran negocio porque, aunque son finitos en el tiempo,
aún existen grandes magnitudes en diferentes puntos del planeta.
Los
inestables precios internacionales
A este marco hay que sumarle un
elemento vital a la hora de comprender lo que viene sucediendo con la
economía mundial y en particular con los hidrocarburos. El precio de
petróleo (en especial el Petróleo Intermedio de Texas, WTI según
sus siglas en inglés) va teniendo fluctuaciones a partir de los
heterogéneos acontecimientos políticos y sociales que se producen en
el mundo.
En la década del ’90 el petróleo
internacional se ha manejado en los valores que el imperialismo
pretendió, oscilando en la banda de 15 a 25 dólares, excepto en el año
1998 cuando su valor descendió a 14 dólares por barril.
Ese descenso en el precio
internacional posibilitó un gran proceso de fusiones y compras entre
empresas multinacionales del sector hidrocarburífero. Ante la caída
de los valores de las acciones las compañías más chicas fueron
absorbidas por las más grandes, aunque entre las grandes
corporaciones también se propiciaron uniones que terminaron derivando
en el achicamiento del manejo de los hidrocarburos.
El desmadre de los costos
internacionales del crudo se produjo a partir del año 2000, cuando su
valor trepó a los 30 dólares por barril. Esta situación habría
estado impulsada por algunas recuperaciones económicas transitorias
en países centrales y periféricos. Tras las crisis producidas en México,
Asia y Brasil los mercados retomaron un cierto ritmo productivo y la
demanda mundial de petróleo creció, pero también crecieron los
precios y a su vez los conflictos sociales en distintas regiones del
mundo.
Esta situación marcada por las
intenciones recolonizadoras y de apropiación imperialista por un lado
y una fuerte resistencia de los pueblos de las regiones más candentes
del mundo (en especial Medio Oriente y Latinoamérica) ha
desencadenado una nueva suba del precio del barril de petróleo.
Durante el mes de junio de 2004 llegó a su techo histórico de 42,45
dólares por barril y esta situación se debió fundamentalmente a la
imposibilidad del imperialismo estadounidense y del sistema
capitalista en general de poder garantizarse un férreo control sobre
la producción y las reservas del petróleo iraquí.
Tras aquella escalada del crudo se
produjeron varias oscilaciones ascendentes y descendentes, pero nunca
el precio del barril cayó por debajo de los 35 dólares. Las últimas
dos modificaciones ascendentes se vincularon a la huelga petrolera
efectuada por los trabajadores noruegos (octavo país productor
mundial de petróleo), quienes reclamaban por el régimen de
jubilaciones y la eliminación de los trabajos temporales; y por los
atentados a los oleoductos perpetrados por la resistencia en el sur de
Irak. Así quedó demostrada la fragilidad del sistema internacional
de precios vinculado a los hidrocarburos.
Según el último informe de la IEA
no se esperan grandes descensos en los precios del petróleo durante
el 2004 y se lo adjudica a “los bajos niveles de inventario que se
registran, al aumento de la demanda asiática y la volatilidad que
rodea la problemática de Irak”. Pero además, la IEA estima que la
situación no se solucionará en los próximos 20 años y proyecta que
para el 2025 los precios mundiales alcanzarían los 51 dólares por
barril[v].
El
Vietnam iraquí
La invasión estadounidense a Irak,
para la que contó con el acompañamiento
de Inglaterra y España, es quizás el hecho más reciente y más
categórico que muestra la voracidad imperialista por la apropiación
del oro negro.
La ocupación extranjera del
territorio iraquí estuvo estrechamente vinculado a dos grandes ejes:
La importancia de Irak está dada por el
segundo (o tercer) país poseedor de reservas petroleras del
planeta y por integrar el selecto grupo de las cinco naciones con
mayor nivel de producción petrolera del globo terráqueo. En segundo
lugar se debe mencionar que el régimen fundamentalista y antidemocrático
de Saddam Hussein había dejado de ser útil y servil para los
intereses estadounidenses y por tal motivo se inventó la patraña de
la existencia de armas de destrucción masiva y se provocó su
derrocamiento.
Producción
y reservas mundiales de petróleo
País
|
Reservas
|
País
|
Producción
|
Arabia Saudita
|
262,7
|
Arabia Saudita
|
474,8
|
Irán
|
130,7
|
Rusia
|
421,4
|
Irak
|
115
|
Estados Unidos
|
341,1
|
Emiratos Arabes
|
97,8
|
Irán
|
190,1
|
Kuwait
|
96,5
|
México
|
188,8
|
Venezuela
|
78
|
China
|
169,3
|
Rusia
|
69,1
|
Venezuela
|
153,4
|
Libia
|
36
|
Noruega
|
153
|
Nigeria
|
34,3
|
Canadá
|
141,9
|
Estados Unidos
|
30,7
|
Emiratos Arabes
|
117,8
|
Fuente: Reporte anual 2004 de BP-Amoco.
Las reservas están consideradas en miles de millones de barriles y la
producción está medida en millones de toneladas anuales.
Las tropas invasoras casi no
tuvieron resistencia en el inicio de lo que puede denominarse la
guerra convencional, pero luego se inició la verdadera guerra de los
iraquíes la que tomó característica de guerra de guerrillas. Fue así
como la resistencia de las diferentes etnias que integran Irak fueron
provocando la vietnamización[vi]
del conflicto armado y la por ahora irreversible derrota política y
militar de Estados Unidos y sus aliados.
Cuando el gobierno de George Bush
decidió la invasión a Irak se propuso varias metas. Por un lado, con
la excusa de la existencia de armas
de destrucción masiva y la supuesta vinculación de Hussein con la
organización fundamentalista de Osama Bin Laden, buscó apoderarse de
las reservas y la producción petrolera iraquí. Por el otro pretendió
la reducción de los precios internacionales del petróleo a niveles
no revelados aún, pero que se especula oscilarían entre los 15 y los
25 dólares por barril. También estaba planteada la instalación de
un gobierno fuerte, autoritario y títere de los Estados Unidos que
pudiera “poner orden” y “sembrar el terror” en la conflictiva
región de Medo Oriente[vii].
Finalmente se propuso la puesta en marcha del complejo militar y
armamentístico de su propio país.
De esta serie de objetivos
planteados, la administración Bush sólo consiguió la concreción de
uno de ellos, el de la puesta nuevamente en marcha del complejo
militar y el inicio de la guerra en Irak facilitó que la industria
armamentística reingrese a la escena estadounidense y su movimiento
le permitió a la economía imperialista –además de generar un gran
déficit estatal- obtener una bocanada de aire que rápidamente puede
desaparecer.
La profunda derrota política que
se visualiza para los Estados Unidos puede provocar el reingreso de la
mayor potencia mundial en un espiral declinante de su economía, lo
que podría desembocar en la profunda recesión de la que logró
tenuemente escapar con el inicio de la guerra.
De las demás motivaciones que impulsaron la invasión no se
ha cumplido ni una sola, por el contrario se han sumado nuevos reveses
paralelos. La caída de la popularidad lograda por Bush tras los
atentados a las Torres Gemelas es una de principales derrotas sufridas
por el imperialismo, aunque el posible triunfo del demócrata John
Kerry no contempla un cambio y su política imperialista a nivel
mundial.
Como ya quedó dicho, el precio del
petróleo no descendió y por el contrario aumentó a límites nunca
vistos; la producción iraquí de petróleo –respecto del año 2000-
descendió a la mitad y en varias ocasiones la resistencia ha detenido
o puesto en jaque la producción y las exportaciones de petróleo.
Entre las consecuencias negativas
sufridas por la administración Bush también se debe destacar el
incipiente proceso de movilización contra la guerra en el corazón
mismo de los Estados Unidos. A la vez se han dado grandes
manifestaciones a nivel mundial, tanto en los países centrales como
en los periféricos y así debe ser entendida la derrota del ex
presidente español José María Aznar. El delirio guerrerista de
Aznar y el atentado del 11 de marzo de 2004 terminaron significaron la
sepultura política de Aznar que fue vencido en las urnas por el
candidato del PSOE (José Rodríguez Zapatero).
Las
heroicas luchas latinoamericanas
En América Latina la situación
relacionada a los hidrocarburos no es diferente a la de Medio Oriente.
Aunque no haya guerras formales, ni invasiones, en toda la región
existen fuertes enfrentamientos entre las multinacionales que
representan al imperialismo (tanto estadounidense como europeo) y los
pueblos latinoamericanos. En un rápido pantallazo de la situación se
visualizan los conflictos en Venezuela, México, Bolivia, Cuba,
Ecuador y Colombia.
También los pueblos
latinoamericanos miden fuerzas con los gobiernos locales, cipayos del
imperialismo, que hacen grandes esfuerzos para privatizar las empresas
hidrocarburíferas que aún permanecen (en mayor o menor medida) en
manos estatales.
Es ineludible decir que los países
que aún no han privatizado totalmente sus petroleras, como sucedió
con YPF de Argentina, tampoco mantienen un férreo control sobre sus
hidrocarburos y de una u otra manera han abierto las puertas a las
multinacionales a través de asociaciones de todo tipo. No obstante,
las compañías extranjeras no se conforman esos niveles de apertura y
ganancia y están profundizando las presiones para que se privaticen
las más grandes petroleras de la región latinoamericana, tal es el
Pemex (Petróleos de México), Petroecuador (Petróleos de Ecuador) o
Ecopetrol (Empresa Colombiana de Petróleos).
Estados Unidos es quien más petróleo
importa en el mundo y la mayoría de esas compras petroleras las
realiza en América del Sur –en particular a Venezuela-, América
Central, México y Canadá. América en su conjunto le aporta a los
estadounidenses el 50% del petróleo que utiliza. El resto del crudo
proviene en un 20,84% de Medio Oriente y en un 24% de Africa.
Estos datos permiten comprender la
importancia, entre otros aspectos, para los Estados Unidos de la
instrumentación del Area de Libre Comercio de la Américas (ALCA), ya
que el aprovisionamiento de los vitales hidrocarburos de economía
estadounidense depende de los yacimientos existentes en el continente
americano.
Importaciones
de petróleo de Estados Unidos durante el 2003
|
Mill Toneladas
|
%
|
Medio Oriente
|
126,1
|
20,84
|
América del Sur y Central
|
120,9
|
19,98
|
Canadá
|
102
|
16,85
|
México
|
81,5
|
13,47
|
Oeste de Africa
|
70,8
|
11,70
|
Europa
|
50,1
|
8,28
|
Norte de Africa
|
19,7
|
3,25
|
Ex Unión Soviética
|
12,4
|
2,04
|
Fuente: Cálculos propios en base al
Reporte mundial 2004 de BP-Amoco.
Uno de los casos más paradigmáticos es el de
Venezuela, allí el imperialismo estadounidense viene propiciando todo
tipo de golpes de estado, tanto con asonadas militares, como con
huelgas burocráticas y patronales en la petrolera estatal PDVSA (Petróleos
de Venezuela Sociedad Anónima). La nación bolivariana es el quinto
poseedor mundial de reservas de petróleo y a su vez ocupa la séptima
ubicación entre los productores mundiales de petróleo, además es
uno de los mayores exportadores de crudo a Estados Unidos.
Lo destacable es que el pueblo
venezolano y el gobierno de Hugo Chávez resisten la embestida
imperialista profundizada desde el año 2003. Primero se trató del
derrocamiento de Chávez a través de un golpe militar tradicional
producido en abril de ese año y luego, en diciembre, la embajada de
Estados Unidos, los empresarios y los sectores antichavistas
impulsaron la paralización de la producción de PDVSA.
La oposición ahora busca revocarle
el mandato a Chávez con el referéndum que se realizará el 15 de
agosto, pero todo hace pensar que el pueblo venezolano logrará un
nuevo triunfo frente al imperialismo. De ser así no se descartaría
algún tipo de agresión militar, probablemente impulsada desde
Colombia a partir de los relaciones “carnales” existentes entre el
presidente colombiano Alvaro Uribe y los paramilitares con Estados
Unidos.
En Bolivia la situación es tan
candente como en Venezuela. El pueblo boliviano ha frenado el intento
estadounidense de que, a través de la petrolera española Repsol-YPF,
se concretaran las exportaciones del gas boliviano, por puerto
chileno, hacia México primero y luego hacia Estados Unidos, más
precisamente al estado de California que desde principios del 2001 se
encuentra afectado por una profunda crisis energética[viii].
Primero en febrero y luego en
octubre los bolivianos salieron a las calles para enfrentar a las
multinacionales del sector y al gobierno de Gonzalo Sánchez
“goni” de Lozada, quien fuera expulsado por las luchas populares.
La lucha fue virulenta y al pueblo le tocó entregar la vida de un
centenar de sus luchadores bajo las balas militares, pero pelea se
convirtió en triunfo ya que Repsol no pudo concretar sus
exportaciones de gas boliviano.
La denominada “Guerra del Gas”
profundizó la lucha de clases y abrió la opción de poder para los
obreros (en especial los enrolados en la Central Obrera Boliviana) y
los campesinos. Así los habitantes de la Bolivia morena comenzaron a
discutir fuertemente la propiedad de los hidrocarburos (lo que
involucra la nacionalización de los mismos), el control de los
trabajadores sobre el sector y el aumento de las regalías petroleras
y gasíferas hasta un nivel cercano al 50%.
Finalmente merece un análisis
particular la situación hidrocarburífera producida en Cuba. Hasta
los últimos años Cuba solamente era un problema para los Estados
Unidos entorno de la cuestión política y el ejemplo que significaba
para el resto del continente y el mundo. Más allá de que el
socialismo lejos está de ser una realidad en la isla caribeña, el
ejemplo de la revolución cubana de 1959 (encabezada por el “Che”
Guevara) sigue teniendo un significado muy importante para muchos
sectores populares y de vanguardia en todo el mundo.
Adicionalmente, el gran problema
para el imperialismo estadounidense esta vinculado a que ahora Cuba
puede tener la posibilidad de explotar parte del petróleo existente
en el Golfo de México y sobre el que le corresponden derechos
internacionales, compartidos con México y Estados Unidos[ix].
Esto probablemente haya acelerado las amenazas de invasión y la
profundización del bloque comercial.
Flamantes investigaciones han
demostrado la existencia de grandes reservas hidrocarburíferas en el
Golfo de México y el país liderado por Fidel Castro ya permitió a
la petrolera Repsol-YPF el inicio de las exploraciones.
El diario mejicano La Jornada
publicó, el pasado mes de junio, un artículo titulado “Inicia
Repsol-YPF perforación en un campo petrolero en el mar de Cuba” y
reflejó que “la empresa
Repsol YPF está invirtiendo grandes sumas de dinero en la exploración
petrolera en la zona marítima del noroeste de Cuba. Según una fuente
citada por el diario inglés Financial Times, la compañía cree tener
grandes posibilidades de extraer crudo”.
Más adelante agregó: “la
exploración forma parte de un convenio de la trasnacional española
Repsol YPF con el gobierno del presidente Castro. Los trabajos de
perforación se realizan en un campo ubicado en el mar, a 29 kilómetros
de la costa, en el área cubana del Golfo de México, que expertos
consideran que puede albergar grandes cantidades de crudo… El
descubrimiento podría tener una implicación económica, pero también
puede influir en el embargo económico de Estados Unidos contra la
isla, puesto que las compañías petroleras estadounidenses están
imposibilitadas de participar en las explotaciones”.
A manera de conclusión se puede
afirmar que por varios caminos el imperialismo estadounidense,
conjuntamente con el europeo, esta haciendo lo imposible por
apropiarse de los hidrocarburos latinoamericanos.
En los casos de Argentina y Bolivia
lo hace a través de los procesos de privatización, método que
aspira aplicar de la misma manera en México; en Colombia y Ecuador lo
intenta por intermedio de la opción militar planteada por el Plan
Colombia; en Venezuela lo pretende hacer derrocando a Hugo Chávez; y
en Cuba profundizando el bloqueo comercial, la invasión militar y de
no lograrlo seguramente optará por la negociación de las
multinacionales con el gobierno de Castro. Por último, para todos y
cada uno de los casos particulares, es el ALCA y el esquema
militarista regional parte de las salidas planteadas por Estados
Unidos.
Profundos
problemas en Eurasia y Africa
Los otros dos focos de conflicto
que tienen los imperialismos para plasmar una posición dominante en
el reino del petrolero están dados por Eurasia y Africa. En el caso
de los países integrantes de Europa del Este, tras la caída del Muro
de Berlín se restauró el capitalismo y a su vez se forjó un
entramado de gasoductos y oleoductos que recorren la región y la
entrelazan con la vieja Europa.
Además de haber incorporado al
consumismo capitalista nuevos mercados y de sumar a millones de
trabajadores devenidos en mano de obra barata, los imperialismos
pretenden apoderarse de los abundantes recursos naturales existentes
en una región que es vital para el abastecimiento de los países
europeos.
Tal como puede visualizarse en el gráfico elaborado por la
empresa BP-Amoco, de la zona de Rusia surgen la mayor parte de los
aprovisionamientos de gas[x]
hacia los más grandes países industrializados de Europa, para lo que
es necesario instrumentar un complejo de conexiones gasíferas y
petroleras que unirían a los países del Este con Medio Oriente y
Europa, permitiendo la salida hacia el resto del mundo.
Mayores
movimientos (exportaciones e importaciones) de gas a nivel mundial
Fuente: Reporte mundial 2004 de la
petrolera BP-Amoco.
Esta situación pone de relevancia
que la producción y las reservas de gas existentes en las naciones
que integraron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en
especial las de Rusia. El manejo de estos dos recursos rusos se ha
convertido en una pieza clave del andamiaje hidrocarburífero de la
región, pero los negocios mafiosos, los actos de corrupción y la
ausencia de información ponen en jaque los intereses internacionales
sobre la zona. Es por eso que ante los manejos burocráticos y
discrecionales de las principales petroleras rusas[xi],
los mercados fluctúan al ritmo de los fulminantes negociados
realizados por la mafia ex soviética[xii].
Uno de
los grandes inconvenientes del gobierno ruso de Vladimir Putin es el
transporte de los hidrocarburos rusos hasta los puntos de salida de la
región. El ministro de Recursos Naturales de la Federación Rusa,
Yuri Trutnev, aseguró que “el petróleo no va a venderse más
barato en el futuro. Rusia debe satisfacer las necesidades de su
propia economía. Al propio tiempo, hoy día nos vemos obligados a
exportar más petróleo para obtener recursos con el fin de realizar
la modernización de la economía y satisfacer las necesidades
sociales. Pero nuestras posibilidades de exportaciones se limitan por
la actual infraestructura del transporte”.
A partir de la necesidad rusa de
trasladar el gas y el petróleo de la región a través del Cáucaso
el conflicto entablado con el pueblo checheno adquiere una importancia
vital. Esta es una de las principales causas por la que Rusia viene
constantemente hostigando militarmente a los chechenos.
Infraestructura
petrolera y gasífera en la zona del Caúcaso
Fuente:
Cuadro elaborado por la revista Le
Monde Diplomatique (Cono Sur) en su edición número 16 de octubre del
2000[xiii].
Chechenia posee reservas de petróleo
pero fundamentalmente, se encuentra ubicada sobre una importante red
de oleoductos y gasoductos que atraviesan la zona del Cáucaso Norte.
Es el paso casi obligado del petróleo proveniente de Azerbaiyán y de
los países de Asia Central. Es este lugar estratégico el que busca
dominar Rusia, debido a que las vías para la circulación de crudo se
reducen a dos: a través de Rusia o de Turquía[xiv].
También es muy considerable el
significado que adquiere la búsqueda de emancipación por parte de
los rebeldes chechenos. Ante
la declaración de independencia de Chechenia en 1991 y la posibilidad
que se produzca un desequilibrio político regional, tanto en el Cáucaso
como en Asia, Rusia inició una campaña de desestabilización de la
nación rebelde, financiando a la oposición e invadiendo militarmente
el país.
Finalmente el águila imperialista
de barras y estrellas también ha posado su alas sobre los recursos
naturales de las naciones integrantes del continente africano, allí
se alojan importantes reservas hidrocarburíferas, tanto de petróleo
como de gas. La revista británica The Economist planteó a mediados
de 2002 que “el único interés de Estados Unidos en Africa es el
petróleo”.
Al igual de lo que sucede con
Europa del Este, Africa es un gran exportador de gas hacia Europa pero
al mismo tiempo se ha convertido en un proveedor de relevancia de petróleo
hacia el continente europeo y también cumple un rol preeminente en
los envíos anuales de crudo hacia Estados Unidos y Asia.
Potencial
hidrocarburífero de Africa
Países
|
Reservas Petróleo
|
Reservas Gas
|
Libia
|
36,0
|
1,31
|
Nigeria
|
34,3
|
5,00
|
Argelia
|
11,3
|
4,52
|
Angola
|
8,9
|
-
|
Egipto
|
3,6
|
1,76
|
Gabón
|
2,4
|
-
|
Congo
|
1,5
|
-
|
Total de Africa
|
101,8
|
13,78
|
Fuente: Reporte anual 2004 de BP-Amoco.
Las reservas petroleras están medidas en miles de millones de
barriles y las de gas en trillones de metros cúbicos.
El sobrevuelo del águila sobre
Africa se puede ver plasmado en un informe sobre la política nacional
energética estadounidense (elaborado en el 2001), donde el
vicepresidente Dick Cheney[xv]
reveló que Africa será “una de las fuentes de petróleo y gas para
Estados Unidos de crecimiento más rápido”.
En la misma línea de pensamiento,
el 1 de febrero de 2002 el ayudante del Secretario de Estado para
asuntos de África, Walter Kansteiner, declaró: “El petróleo de África
se ha convertido para nosotros en una estrategia nacional atrayente”[xvi].
Asimismo, en un análisis del Consejo Nacional de Inteligencia de los
Estados Unidos, titulado “Tendencias Globales para 2015”, se preveía
que para ese año la cuarta parte de las importaciones de petróleo de
los Estados Unidos provendrían de África.
Para avanzar en el dominio de los
recursos naturales africanos, entre los que también se incluyen los
valiosísimos yacimientos de diamantes, los gobiernos demócratas y
republicanos han enviado “misiones humanitarias” a la región, las
que les permiten mantener una fuerte presencia militar en diferentes
zonas de su interés.
También se baraja la posibilidad
de que la pequeña isla de Santo Tomé -en el oeste africano- pueda
ser el lugar elegido para una base naval estadounidense ya que su
posición estratégica en el Golfo de Guinea le posibilitaría el
control de toda una región donde recientemente se ha encontrado petróleo
en las profundidades marinas.
Asimismo, Estados Unidos ha
solventado alzamientos golpistas, mafias armadas y no dudará en
generar un macabro mecanismo de desestabilización regional que le
posibilite la generación de gobernantes adeptos y sumisos a sus
intereses en el continente.
Notas:
[i].-
Integrante del programa radial autogestionario El
cielo por asalto de Comodoro Rivadavia, miembro del grupo Economistas
de Izquierda (EDI), miembro del Consejo Editorial de la
revista Marxismo Vivo e
investigador del Centro
Regional de Estudios Económicos de la Patagonia Central (CREEPaCe).
Dirección electrónica: subrodo25@hotmail.com
[ii]
Ver el artículo publicado en Argenpress (www.argenpress.info)
denominado “Petróleo. Calculan un incremento de la demanda
mundial para el 2005”.
[iii]
La OPEP está integrada por los siguientes países: Arabia
Saudita, Irak, Irán, Kuwait, Libia, Emiratos Arabes, Qatar,
Indonesia, Argelia, Nigeria y Venezuela.
[iv]
Ver el artículo “Departamento de Energía de EE.UU. – Informe
2004-2025” publicado en la página de Internet llamada Portal
energético internacional
[vi]
Este concepto responde al proceso de derrota militar y política
que protagonizó Estados Unidos en la década del ‘60 cuando
invadió la Vietnam comunista y recibió su primer gran revés. La
resistencia vietnamita expulsó al invasor foráneo pero en dicho
proceso jugó un rol esencial la reacción del pueblo
estadounidense que, arto de recibir a sus soldados en ataúdes, se
movilizó masivamente contra la guerra y obligó al repliegue del
ejército estadounidense.
[vii]
El economista e investigador Claudio Katz sostuvo: “Estados
Unidos ha fabricado artificialmente una crisis para rediseñar el
mapa de Oriente. Luego de instalar 13 nuevas bases militares en
Asia Central, el Pentágono busca ocupar Irak para remodelar los
protectorados petroleros de la región y para brindar, además,
cobertura al opresor sionista con chantajes sobre Siria e Irak. La
guerra es una demostración de fuerza frente al mundo árabe, que
dejará muy atrás los asaltos de Panamá, Somalia o Kosovo. La
destrucción de la capacidad tecnológica y la autonomía económica
de un país como Irak ilustra los rasgos coloniales que presenta
el imperialismo del siglo XXI”. Ver
el artículo publicado por Rebelión (www.rebelión.org)
del 18 de marzo de 2003 denominado “El debut del nuevo
imperialismo”.
[viii]
Ver “Desregulación en California, por Félix Herrero
(integrante del Grupo Moreno) en la revista digital Línea.
[ix]
Ver los artículos publicados por la revista Enfoques
Alternativos, edición Junio 2004, bajo los títulos
“Militarismo imperial y petróleo” y “La política
latinoamericana del imperio”
elaborados por Gian Carlo Delgado Ramos y Roberto Regalado
Alvarez respectivamente.
[x]
Ver “Rusia estrena su nuevo status de potencia
petrolera”, publicado por el suplemento económico del diario
Clarín el 29 de junio de 2003.
[xi]
Ver “Las bambalinas de Yukos”, difundida por World Data
Service (7 de julio de 2004), del autor Carlos Iglesias.
[xii]
Ver “Rusia estrena
su status de nueva potencia petrolera”, publicado por el
suplemento económico del diario Clarín el 29 de junio de 2003.
[xiii]
Ver el artículo “Pulseada ruso-estadounidense” de la edición
Cono Sur de la revista Le Monde Diplomatique.
[xiv]
Ver “Chechenia: Un espectro del Cáucaso”, informe
elaborado por Mariano Carrera del Observatorio de Conflictos.
[xv]
Ex presidente de la petrolera multinacional Halliburton.
[xvi]
Ver el análisis denominado “Africa, petróleo y el ejército
estadounidense”, del autor Ritt Goldstein. Dicho artículo fue
publicado por Znet en Español el 3 de junio de 2004 y luego
difundido por Rebelión.
|