Estados Unidos

 

La compleja línea negra que entrelaza a Medio Oriente, América Latina, Asia y África

Fracaso imperialista en la apropiación del petróleo, nueva crisis y aumento de precios

Por Marcelo García ([i]), 31/07/04

La mayor potencia imperial del mundo, Estados Unidos, busca denodadamente apropiarse de las producciones y las reservas hidrocarburíferas del planeta. Cuatro regiones marcan la voracidad de los conflictos por el oro negro. La invasión a Irak en Medio Oriente, las privatizaciones y los golpes de Estado en América Latina, las guerras en Europa y Eurasia y la imposición de bandas mafiosas armadas y actitudes separatistas en Africa son los epicentros del apetito colonialista. El imperialismo estadounidense intenta garantizarse los hidrocarburos para su subsistencia, pero en su avance se ha topado con las heroicas luchas de los pueblos oprimidos.

En el mundo capitalista imperante los recursos naturales, en particular los hidrocarburos, cumplen un rol fundamental en el proceso de producción. En lo que puede denominarse la etapa final del capitalismo, la profunda crisis por la que atraviesa lo ha llevado a buscar la recuperación y el aumento de la tasa de ganancia, para lo cual intenta infructuosamente reducir aumentar la plusvalía a través de disminuir los costos de las materias primas y de la fuerza de trabajo.

El petróleo y el gas son de los elementos fundamentales para producción capitalista mundial y quien cuente con el control de los niveles productivos y de reservas de hidrocarburos tiene en sus manos el manejo discrecional de los mismos y por ende el de los precios internacionales de una pieza clave en el esquema de elaboración de productos manufacturados.

En la actualidad bien podría asegurarse que buena parte de la política mundial está determinada por la obtención y el manejo del petróleo y sus derivados.

Es así como el imperialismo estadounidense, conjuntamente a sus secuaces de los demás imperialismos –esencialmente el europeo-, y las grandes multinacionales del sector petrolero, han salido alocadamente a intentar apropiarse del petróleo y el gas que existe en el mundo. En la implementación de su plan expansionista y de recolonización han pergeñado guerras, invasiones, financiamiento de bandas mafiosas y separatistas, privatizaciones, procesos de fusiones entre grandes multinacionales del sector y hasta matanzas indiscriminadas.

Esta estrategia de dominación se ha topado con la resistencia de los pueblos involucrados y allí se ha desarrollado una de las principales trabas del imperialismo a la hora de apropiarse de los recursos naturales. La lucha de trabajadores y múltiples sectores populares han ido minando a lo largo de casi todo el planeta los planes de Estados Unidos y sus cómplices y allí radica uno de los principales problemas no ponderados por el imperialismo.

Incremento de la demanda petrolera

Las perspectivas mundiales para los próximos años, en lo que a consumo de petróleo y gas se refiere, indican que se irá incrementando de manera sostenida en el futuro cercano y de no mediar una profundización de la crisis capitalista mundial la mayor demanda podría sostenerse en el próximo decenio.

Según la Agencia Internacional de Energía (IEA) para el 2005 se produciría un “sólido incremento” de la demanda mundial de petróleo producto del estimado crecimiento mundial que rondaría el 4 por ciento de promedio[ii]. De esta manera los aumentos en la cantidad de petróleo necesaria a nivel mundial transitarían su tercer año consecutivo de crecimiento y se dejaría atrás el retroceso que se había producido producto de la crisis asiática (1998) y las convulsiones provocadas por el ataque a las torres gemelas (2001).

No obstante es de remarcar que la suba en el consumo de petróleo, prevista para el 2005 en 1,82 millones de barriles diarios, es bastante menor a la experimentada en el 2004, cuando se previó que treparía a 2,5 millones de barriles por día. Los dos epicentros de mayor demanda de petróleo estarían focalizados en China y Estados Unidos.

La IEA también adelantó que los consumos de energía mundial previstos para los próximos 20 años aumentarán y llegó a la conclusión que para el año 2025 la utilización de energía crecerá en un 54%, fundamentalmente impulsada “por los desarrollos de los países en vías de desarrollo, principalmente China e India”.

Lo que no dice la IEA es que Estados Unidos es una nación que apenas produce el 9,2% del petróleo mundial, solamente posee el 2,7% de las reservas mundiales y a la vez consume el 25,1% de la totalidad del consumo planetario; es decir que mucho de lo que suceda con el uso energético a nivel planetario dependerá de lo que acontezca en el seno mismo del imperialismo estadounidense.

Mayores movimientos (exportaciones e importaciones) de petróleo a nivel mundial

Fuente: Reporte mundial 2004 de la petrolera BP-Amoco.

En lo que respecta particularmente al petróleo la IEA ha previsto que la demanda hasta el 2025 crecerá a un ritmo del 1,9% anual, pasando de 80 a 118 millones de barriles diarios, y para dar respuesta a este incremento se necesitará que los países integrantes de la OPEP (Organización de Países Productores de Petróleo)[iii] aumenten su producción cotidiana en un 80% mientras que las naciones no integrantes de la OPEP deberían hacer lo mismo pero en un 42%.

A la hora de destacar quiénes deberán hacer el mayor esfuerzo productivo con vistas el 2025 la IEA sostiene que América Latina tendrá que aumentar su producción casi en un 100%, situación que alcanzaría niveles similares en Africa (116%) y Europa del Este ya que en particular Rusia debería extraer un 43% mas de petróleo[iv].

Así queda demostrada la dependencia del mundo capitalista entorno del petróleo y los demás hidrocarburos y derivados –en el caso del gas se prevé un aumento del consumo que rondaría el 67% en el 2025-, lo que a priori permite sostener que esta lucha por el control de los recursos naturales se irá profundizando durante las próximas décadas, mucho más aún si se tiene en cuenta que se trata de recursos no renovables.

La utilización de energías alternativas (solar, eólica, nuclear, etc.) podría en un futuro reemplazar el consumo actual de petróleo y gas, pero es necesario advertir que mientras el capitalismo desarrolla  tecnológicamente este tipo de fuentes alternativas y no contaminantes a su vez no permite su proliferación. El uso de los hidrocarburos es gran negocio porque, aunque son finitos en el tiempo, aún existen grandes magnitudes en diferentes puntos del planeta.

Los inestables precios internacionales

A este marco hay que sumarle un elemento vital a la hora de comprender lo que viene sucediendo con la economía mundial y en particular con los hidrocarburos. El precio de petróleo (en especial el Petróleo Intermedio de Texas, WTI según sus siglas en inglés) va teniendo fluctuaciones a partir de los heterogéneos acontecimientos políticos y sociales que se producen en el mundo.

En la década del ’90 el petróleo internacional se ha manejado en los valores que el imperialismo pretendió, oscilando en la banda de 15 a 25 dólares, excepto en el año 1998 cuando su valor descendió a 14 dólares por barril.

Ese descenso en el precio internacional posibilitó un gran proceso de fusiones y compras entre empresas multinacionales del sector hidrocarburífero. Ante la caída de los valores de las acciones las compañías más chicas fueron absorbidas por las más grandes, aunque entre las grandes corporaciones también se propiciaron uniones que terminaron derivando en el achicamiento del manejo de los hidrocarburos.

El desmadre de los costos internacionales del crudo se produjo a partir del año 2000, cuando su valor trepó a los 30 dólares por barril. Esta situación habría estado impulsada por algunas recuperaciones económicas transitorias en países centrales y periféricos. Tras las crisis producidas en México, Asia y Brasil los mercados retomaron un cierto ritmo productivo y la demanda mundial de petróleo creció, pero también crecieron los precios y a su vez los conflictos sociales en distintas regiones del mundo.

Esta situación marcada por las intenciones recolonizadoras y de apropiación imperialista por un lado y una fuerte resistencia de los pueblos de las regiones más candentes del mundo (en especial Medio Oriente y Latinoamérica) ha desencadenado una nueva suba del precio del barril de petróleo. Durante el mes de junio de 2004 llegó a su techo histórico de 42,45 dólares por barril y esta situación se debió fundamentalmente a la imposibilidad del imperialismo estadounidense y del sistema capitalista en general de poder garantizarse un férreo control sobre la producción y las reservas del petróleo iraquí.

Tras aquella escalada del crudo se produjeron varias oscilaciones ascendentes y descendentes, pero nunca el precio del barril cayó por debajo de los 35 dólares. Las últimas dos modificaciones ascendentes se vincularon a la huelga petrolera efectuada por los trabajadores noruegos (octavo país productor mundial de petróleo), quienes reclamaban por el régimen de jubilaciones y la eliminación de los trabajos temporales; y por los atentados a los oleoductos perpetrados por la resistencia en el sur de Irak. Así quedó demostrada la fragilidad del sistema internacional de precios vinculado a los hidrocarburos.

Según el último informe de la IEA no se esperan grandes descensos en los precios del petróleo durante el 2004 y se lo adjudica a “los bajos niveles de inventario que se registran, al aumento de la demanda asiática y la volatilidad que rodea la problemática de Irak”. Pero además, la IEA estima que la situación no se solucionará en los próximos 20 años y proyecta que para el 2025 los precios mundiales alcanzarían los 51 dólares por barril[v].

El Vietnam iraquí

La invasión estadounidense a Irak, para la que contó con el  acompañamiento de Inglaterra y España, es quizás el hecho más reciente y más categórico que muestra la voracidad imperialista por la apropiación del oro negro.

La ocupación extranjera del territorio iraquí estuvo estrechamente vinculado a dos grandes ejes: La importancia de Irak está dada por el  segundo (o tercer) país poseedor de reservas petroleras del planeta y por integrar el selecto grupo de las cinco naciones con mayor nivel de producción petrolera del globo terráqueo. En segundo lugar se debe mencionar que el régimen fundamentalista y antidemocrático de Saddam Hussein había dejado de ser útil y servil para los intereses estadounidenses y por tal motivo se inventó la patraña de la existencia de armas de destrucción masiva y se provocó su derrocamiento.

Producción y reservas mundiales de petróleo

País

Reservas

País

Producción

Arabia Saudita

262,7

Arabia Saudita

474,8

Irán

130,7

Rusia

421,4

Irak

115

Estados Unidos

341,1

Emiratos Arabes

97,8

Irán

190,1

Kuwait

96,5

México

188,8

Venezuela

78

China

169,3

Rusia

69,1

Venezuela

153,4

Libia

36

Noruega

153

Nigeria

34,3

Canadá

141,9

Estados Unidos

30,7

Emiratos Arabes

117,8

Fuente: Reporte anual 2004 de BP-Amoco. Las reservas están consideradas en miles de millones de barriles y la producción está medida en millones de toneladas anuales.

Las tropas invasoras casi no tuvieron resistencia en el inicio de lo que puede denominarse la guerra convencional, pero luego se inició la verdadera guerra de los iraquíes la que tomó característica de guerra de guerrillas. Fue así como la resistencia de las diferentes etnias que integran Irak fueron provocando la vietnamización[vi] del conflicto armado y la por ahora irreversible derrota política y militar de Estados Unidos y sus aliados.

Cuando el gobierno de George Bush decidió la invasión a Irak se propuso varias metas. Por un lado, con la excusa de la existencia de  armas de destrucción masiva y la supuesta vinculación de Hussein con la organización fundamentalista de Osama Bin Laden, buscó apoderarse de las reservas y la producción petrolera iraquí. Por el otro pretendió la reducción de los precios internacionales del petróleo a niveles no revelados aún, pero que se especula oscilarían entre los 15 y los 25 dólares por barril. También estaba planteada la instalación de un gobierno fuerte, autoritario y títere de los Estados Unidos que pudiera “poner orden” y “sembrar el terror” en la conflictiva región de Medo Oriente[vii]. Finalmente se propuso la puesta en marcha del complejo militar y armamentístico de su propio país.

De esta serie de objetivos planteados, la administración Bush sólo consiguió la concreción de uno de ellos, el de la puesta nuevamente en marcha del complejo militar y el inicio de la guerra en Irak facilitó que la industria armamentística reingrese a la escena estadounidense y su movimiento le permitió a la economía imperialista –además de generar un gran déficit estatal- obtener una bocanada de aire que rápidamente puede desaparecer.

La profunda derrota política que se visualiza para los Estados Unidos puede provocar el reingreso de la mayor potencia mundial en un espiral declinante de su economía, lo que podría desembocar en la profunda recesión de la que logró tenuemente escapar con el inicio de la guerra.

 De las demás motivaciones que impulsaron la invasión no se ha cumplido ni una sola, por el contrario se han sumado nuevos reveses paralelos. La caída de la popularidad lograda por Bush tras los atentados a las Torres Gemelas es una de principales derrotas sufridas por el imperialismo, aunque el posible triunfo del demócrata John Kerry no contempla un cambio y su política imperialista a nivel mundial.

Como ya quedó dicho, el precio del petróleo no descendió y por el contrario aumentó a límites nunca vistos; la producción iraquí de petróleo –respecto del año 2000- descendió a la mitad y en varias ocasiones la resistencia ha detenido o puesto en jaque la producción y las exportaciones de petróleo.

Entre las consecuencias negativas sufridas por la administración Bush también se debe destacar el incipiente proceso de movilización contra la guerra en el corazón mismo de los Estados Unidos. A la vez se han dado grandes manifestaciones a nivel mundial, tanto en los países centrales como en los periféricos y así debe ser entendida la derrota del ex presidente español José María Aznar. El delirio guerrerista de Aznar y el atentado del 11 de marzo de 2004 terminaron significaron la sepultura política de Aznar que fue vencido en las urnas por el candidato del PSOE (José Rodríguez Zapatero).

Las heroicas luchas latinoamericanas

En América Latina la situación relacionada a los hidrocarburos no es diferente a la de Medio Oriente. Aunque no haya guerras formales, ni invasiones, en toda la región existen fuertes enfrentamientos entre las multinacionales que representan al imperialismo (tanto estadounidense como europeo) y los pueblos latinoamericanos. En un rápido pantallazo de la situación se visualizan los conflictos en Venezuela, México, Bolivia, Cuba, Ecuador y Colombia.

También los pueblos latinoamericanos miden fuerzas con los gobiernos locales, cipayos del imperialismo, que hacen grandes esfuerzos para privatizar las empresas hidrocarburíferas que aún permanecen (en mayor o menor medida) en manos estatales.

Es ineludible decir que los países que aún no han privatizado totalmente sus petroleras, como sucedió con YPF de Argentina, tampoco mantienen un férreo control sobre sus hidrocarburos y de una u otra manera han abierto las puertas a las multinacionales a través de asociaciones de todo tipo. No obstante, las compañías extranjeras no se conforman esos niveles de apertura y ganancia y están profundizando las presiones para que se privaticen las más grandes petroleras de la región latinoamericana, tal es el Pemex (Petróleos de México), Petroecuador (Petróleos de Ecuador) o Ecopetrol (Empresa Colombiana de Petróleos).

Estados Unidos es quien más petróleo importa en el mundo y la mayoría de esas compras petroleras las realiza en América del Sur –en particular a Venezuela-, América Central, México y Canadá. América en su conjunto le aporta a los estadounidenses el 50% del petróleo que utiliza. El resto del crudo proviene en un 20,84% de Medio Oriente y en un 24% de Africa.

Estos datos permiten comprender la importancia, entre otros aspectos, para los Estados Unidos de la instrumentación del Area de Libre Comercio de la Américas (ALCA), ya que el aprovisionamiento de los vitales hidrocarburos de economía estadounidense depende de los yacimientos existentes en el continente americano.

Importaciones de petróleo de Estados Unidos durante el 2003

 

Mill Toneladas

%

Medio Oriente

126,1

20,84

América del Sur y Central

120,9

19,98

Canadá

102

16,85

México

81,5

13,47

Oeste de Africa

70,8

11,70

Europa

50,1

8,28

Norte de Africa

19,7

3,25

Ex Unión Soviética

12,4

2,04

Fuente: Cálculos propios en base al Reporte mundial 2004 de BP-Amoco.

Uno de los casos más paradigmáticos es el de Venezuela, allí el imperialismo estadounidense viene propiciando todo tipo de golpes de estado, tanto con asonadas militares, como con huelgas burocráticas y patronales en la petrolera estatal PDVSA (Petróleos de Venezuela Sociedad Anónima). La nación bolivariana es el quinto poseedor mundial de reservas de petróleo y a su vez ocupa la séptima ubicación entre los productores mundiales de petróleo, además es uno de los mayores exportadores de crudo a Estados Unidos.

Lo destacable es que el pueblo venezolano y el gobierno de Hugo Chávez resisten la embestida imperialista profundizada desde el año 2003. Primero se trató del derrocamiento de Chávez a través de un golpe militar tradicional producido en abril de ese año y luego, en diciembre, la embajada de Estados Unidos, los empresarios y los sectores antichavistas impulsaron la paralización de la producción de PDVSA.

La oposición ahora busca revocarle el mandato a Chávez con el referéndum que se realizará el 15 de agosto, pero todo hace pensar que el pueblo venezolano logrará un nuevo triunfo frente al imperialismo. De ser así no se descartaría algún tipo de agresión militar, probablemente impulsada desde Colombia a partir de los relaciones “carnales” existentes entre el presidente colombiano Alvaro Uribe y los paramilitares con Estados Unidos.

En Bolivia la situación es tan candente como en Venezuela. El pueblo boliviano ha frenado el intento estadounidense de que, a través de la petrolera española Repsol-YPF, se concretaran las exportaciones del gas boliviano, por puerto chileno, hacia México primero y luego hacia Estados Unidos, más precisamente al estado de California que desde principios del 2001 se encuentra afectado por una profunda crisis energética[viii].

Primero en febrero y luego en octubre los bolivianos salieron a las calles para enfrentar a las multinacionales del sector y al gobierno de Gonzalo Sánchez “goni” de Lozada, quien fuera expulsado por las luchas populares. La lucha fue virulenta y al pueblo le tocó entregar la vida de un centenar de sus luchadores bajo las balas militares, pero pelea se convirtió en triunfo ya que Repsol no pudo concretar sus exportaciones de gas boliviano.

La denominada “Guerra del Gas” profundizó la lucha de clases y abrió la opción de poder para los obreros (en especial los enrolados en la Central Obrera Boliviana) y los campesinos. Así los habitantes de la Bolivia morena comenzaron a discutir fuertemente la propiedad de los hidrocarburos (lo que involucra la nacionalización de los mismos), el control de los trabajadores sobre el sector y el aumento de las regalías petroleras y gasíferas hasta un nivel cercano al 50%.

Finalmente merece un análisis particular la situación hidrocarburífera producida en Cuba. Hasta los últimos años Cuba solamente era un problema para los Estados Unidos entorno de la cuestión política y el ejemplo que significaba para el resto del continente y el mundo. Más allá de que el socialismo lejos está de ser una realidad en la isla caribeña, el ejemplo de la revolución cubana de 1959 (encabezada por el “Che” Guevara) sigue teniendo un significado muy importante para muchos sectores populares y de vanguardia en todo el mundo.

Adicionalmente, el gran problema para el imperialismo estadounidense esta vinculado a que ahora Cuba puede tener la posibilidad de explotar parte del petróleo existente en el Golfo de México y sobre el que le corresponden derechos internacionales, compartidos con México y Estados Unidos[ix]. Esto probablemente haya acelerado las amenazas de invasión y la profundización del bloque comercial.

Flamantes investigaciones han demostrado la existencia de grandes reservas hidrocarburíferas en el Golfo de México y el país liderado por Fidel Castro ya permitió a la petrolera Repsol-YPF el inicio de las exploraciones.

El diario mejicano La Jornada publicó, el pasado mes de junio, un artículo titulado “Inicia Repsol-YPF perforación en un campo petrolero en el mar de Cuba” y reflejó que “la empresa Repsol YPF está invirtiendo grandes sumas de dinero en la exploración petrolera en la zona marítima del noroeste de Cuba. Según una fuente citada por el diario inglés Financial Times, la compañía cree tener grandes posibilidades de extraer crudo”.

Más adelante agregó: “la exploración forma parte de un convenio de la trasnacional española Repsol YPF con el gobierno del presidente Castro. Los trabajos de perforación se realizan en un campo ubicado en el mar, a 29 kilómetros de la costa, en el área cubana del Golfo de México, que expertos consideran que puede albergar grandes cantidades de crudo… El descubrimiento podría tener una implicación económica, pero también puede influir en el embargo económico de Estados Unidos contra la isla, puesto que las compañías petroleras estadounidenses están imposibilitadas de participar en las explotaciones”.

A manera de conclusión se puede afirmar que por varios caminos el imperialismo estadounidense, conjuntamente con el europeo, esta haciendo lo imposible por apropiarse de los hidrocarburos latinoamericanos.

En los casos de Argentina y Bolivia lo hace a través de los procesos de privatización, método que aspira aplicar de la misma manera en México; en Colombia y Ecuador lo intenta por intermedio de la opción militar planteada por el Plan Colombia; en Venezuela lo pretende hacer derrocando a Hugo Chávez; y en Cuba profundizando el bloqueo comercial, la invasión militar y de no lograrlo seguramente optará por la negociación de las multinacionales con el gobierno de Castro. Por último, para todos y cada uno de los casos particulares, es el ALCA y el esquema militarista regional parte de las salidas planteadas por Estados Unidos.

Profundos problemas en Eurasia y Africa

Los otros dos focos de conflicto que tienen los imperialismos para plasmar una posición dominante en el reino del petrolero están dados por Eurasia y Africa. En el caso de los países integrantes de Europa del Este, tras la caída del Muro de Berlín se restauró el capitalismo y a su vez se forjó un entramado de gasoductos y oleoductos que recorren la región y la entrelazan con la vieja Europa.

Además de haber incorporado al consumismo capitalista nuevos mercados y de sumar a millones de trabajadores devenidos en mano de obra barata, los imperialismos pretenden apoderarse de los abundantes recursos naturales existentes en una región que es vital para el abastecimiento de los países europeos.

 Tal como puede visualizarse en el gráfico elaborado por la empresa BP-Amoco, de la zona de Rusia surgen la mayor parte de los aprovisionamientos de gas[x] hacia los más grandes países industrializados de Europa, para lo que es necesario instrumentar un complejo de conexiones gasíferas y petroleras que unirían a los países del Este con Medio Oriente y Europa, permitiendo la salida hacia el resto del mundo.

Mayores movimientos (exportaciones e importaciones) de gas a nivel mundial

 

Fuente: Reporte mundial 2004 de la petrolera BP-Amoco.

Esta situación pone de relevancia que la producción y las reservas de gas existentes en las naciones que integraron la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, en especial las de Rusia. El manejo de estos dos recursos rusos se ha convertido en una pieza clave del andamiaje hidrocarburífero de la región, pero los negocios mafiosos, los actos de corrupción y la ausencia de información ponen en jaque los intereses internacionales sobre la zona. Es por eso que ante los manejos burocráticos y discrecionales de las principales petroleras rusas[xi], los mercados fluctúan al ritmo de los fulminantes negociados realizados por la mafia ex soviética[xii].

Uno de los grandes inconvenientes del gobierno ruso de Vladimir Putin es el transporte de los hidrocarburos rusos hasta los puntos de salida de la región. El ministro de Recursos Naturales de la Federación Rusa, Yuri Trutnev, aseguró que “el petróleo no va a venderse más barato en el futuro. Rusia debe satisfacer las necesidades de su propia economía. Al propio tiempo, hoy día nos vemos obligados a exportar más petróleo para obtener recursos con el fin de realizar la modernización de la economía y satisfacer las necesidades sociales. Pero nuestras posibilidades de exportaciones se limitan por la actual infraestructura del transporte”.

A partir de la necesidad rusa de trasladar el gas y el petróleo de la región a través del Cáucaso el conflicto entablado con el pueblo checheno adquiere una importancia vital. Esta es una de las principales causas por la que Rusia viene constantemente hostigando militarmente a los chechenos.

Infraestructura petrolera y gasífera en la zona del Caúcaso

 

Fuente: Cuadro elaborado por la revista Le Monde Diplomatique (Cono Sur) en su edición número 16 de octubre del 2000[xiii].

Chechenia posee reservas de petróleo pero fundamentalmente, se encuentra ubicada sobre una importante red de oleoductos y gasoductos que atraviesan la zona del Cáucaso Norte. Es el paso casi obligado del petróleo proveniente de Azerbaiyán y de los países de Asia Central. Es este lugar estratégico el que busca dominar Rusia, debido a que las vías para la circulación de crudo se reducen a dos: a través de Rusia o de Turquía[xiv].

También es muy considerable el significado que adquiere la búsqueda de emancipación por parte de los rebeldes chechenos.  Ante la declaración de independencia de Chechenia en 1991 y la posibilidad que se produzca un desequilibrio político regional, tanto en el Cáucaso como en Asia, Rusia inició una campaña de desestabilización de la nación rebelde, financiando a la oposición e invadiendo militarmente el país.

Finalmente el águila imperialista de barras y estrellas también ha posado su alas sobre los recursos naturales de las naciones integrantes del continente africano, allí se alojan importantes reservas hidrocarburíferas, tanto de petróleo como de gas. La revista británica The Economist planteó a mediados de 2002 que “el único interés de Estados Unidos en Africa es el petróleo”.

Al igual de lo que sucede con Europa del Este, Africa es un gran exportador de gas hacia Europa pero al mismo tiempo se ha convertido en un proveedor de relevancia de petróleo hacia el continente europeo y también cumple un rol preeminente en los envíos anuales de crudo hacia Estados Unidos y Asia.

Potencial hidrocarburífero de Africa

Países

Reservas Petróleo

Reservas Gas

Libia

36,0

1,31

Nigeria

34,3

5,00

Argelia

11,3

4,52

Angola

8,9

-

Egipto

3,6

1,76

Gabón

2,4

-

Congo

1,5

-

Total de Africa

101,8

13,78

Fuente: Reporte anual 2004 de BP-Amoco. Las reservas petroleras están medidas en miles de millones de barriles y las de gas en trillones de metros cúbicos.

El sobrevuelo del águila sobre Africa se puede ver plasmado en un informe sobre la política nacional energética estadounidense (elaborado en el 2001), donde el vicepresidente Dick Cheney[xv] reveló que Africa será “una de las fuentes de petróleo y gas para Estados Unidos de crecimiento más rápido”.

En la misma línea de pensamiento, el 1 de febrero de 2002 el ayudante del Secretario de Estado para asuntos de África, Walter Kansteiner, declaró: “El petróleo de África se ha convertido para nosotros en una estrategia nacional atrayente”[xvi]. Asimismo, en un análisis del Consejo Nacional de Inteligencia de los Estados Unidos, titulado “Tendencias Globales para 2015”, se preveía que para ese año la cuarta parte de las importaciones de petróleo de los Estados Unidos provendrían de África.

Para avanzar en el dominio de los recursos naturales africanos, entre los que también se incluyen los valiosísimos yacimientos de diamantes, los gobiernos demócratas y republicanos han enviado “misiones humanitarias” a la región, las que les permiten mantener una fuerte presencia militar en diferentes zonas de su interés.

También se baraja la posibilidad de que la pequeña isla de Santo Tomé -en el oeste africano- pueda ser el lugar elegido para una base naval estadounidense ya que su posición estratégica en el Golfo de Guinea le posibilitaría el control de toda una región donde recientemente se ha encontrado petróleo en las profundidades marinas.

Asimismo, Estados Unidos ha solventado alzamientos golpistas, mafias armadas y no dudará en generar un macabro mecanismo de desestabilización regional que le posibilite la generación de gobernantes adeptos y sumisos a sus intereses en el continente.

Notas:

[i].- Integrante del programa radial autogestionario El cielo por asalto de Comodoro Rivadavia, miembro del grupo Economistas de Izquierda (EDI), miembro del Consejo Editorial de la revista Marxismo Vivo e investigador del Centro Regional de Estudios Económicos de la Patagonia Central (CREEPaCe). Dirección electrónica: subrodo25@hotmail.com

[ii] Ver el artículo publicado en Argenpress (www.argenpress.info) denominado “Petróleo. Calculan un incremento de la demanda mundial para el 2005”.

[iii] La OPEP está integrada por los siguientes países: Arabia Saudita, Irak, Irán, Kuwait, Libia, Emiratos Arabes, Qatar, Indonesia, Argelia, Nigeria y Venezuela.

[iv] Ver el artículo “Departamento de Energía de EE.UU. – Informe 2004-2025” publicado en la página de Internet llamada Portal energético internacional

[v] Idem.

[vi] Este concepto responde al proceso de derrota militar y política que protagonizó Estados Unidos en la década del ‘60 cuando invadió la Vietnam comunista y recibió su primer gran revés. La resistencia vietnamita expulsó al invasor foráneo pero en dicho proceso jugó un rol esencial la reacción del pueblo estadounidense que, arto de recibir a sus soldados en ataúdes, se movilizó masivamente contra la guerra y obligó al repliegue del ejército estadounidense.

[vii] El economista e investigador Claudio Katz sostuvo: “Estados Unidos ha fabricado artificialmente una crisis para rediseñar el mapa de Oriente. Luego de instalar 13 nuevas bases militares en Asia Central, el Pentágono busca ocupar Irak para remodelar los protectorados petroleros de la región y para brindar, además, cobertura al opresor sionista con chantajes sobre Siria e Irak. La guerra es una demostración de fuerza frente al mundo árabe, que dejará muy atrás los asaltos de Panamá, Somalia o Kosovo. La destrucción de la capacidad tecnológica y la autonomía económica de un país como Irak ilustra los rasgos coloniales que presenta el imperialismo del siglo XXI”. Ver  el artículo publicado por Rebelión (www.rebelión.org) del 18 de marzo de 2003 denominado “El debut del nuevo imperialismo”.

[viii] Ver “Desregulación en California, por Félix Herrero (integrante del Grupo Moreno) en la revista digital Línea.

[ix] Ver los artículos publicados por la revista Enfoques Alternativos, edición Junio 2004, bajo los títulos “Militarismo imperial y petróleo” y “La política latinoamericana del imperio”  elaborados por Gian Carlo Delgado Ramos y Roberto Regalado Alvarez respectivamente.

[x] Ver “Rusia estrena su nuevo status de potencia petrolera”, publicado por el suplemento económico del diario Clarín el 29 de junio de 2003.

[xi] Ver “Las bambalinas de Yukos”, difundida por World Data Service (7 de julio de 2004), del autor Carlos Iglesias.

[xii] Ver  Rusia estrena su status de nueva potencia petrolera”, publicado por el suplemento económico del diario Clarín el 29 de junio de 2003.

[xiii] Ver el artículo “Pulseada ruso-estadounidense” de la edición Cono Sur de la revista Le Monde Diplomatique.

[xiv] Ver “Chechenia: Un espectro del Cáucaso”, informe elaborado por Mariano Carrera del Observatorio de Conflictos.

[xv] Ex presidente de la petrolera multinacional Halliburton.

[xvi] Ver el análisis denominado “Africa, petróleo y el ejército estadounidense”, del autor Ritt Goldstein. Dicho artículo fue publicado por Znet en Español el 3 de junio de 2004 y luego difundido por Rebelión.

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