¿Ni temido ni amado?
Por Immanuel Wallerstein
Rodelu.net, 30/09/04
Traducción de Gabriela Fonseca
En agosto de 2004, la agencia
encuestadora Pew emitió un sondeo coauspiciado por el Consejo de
Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), sobre las
actitudes de los electores estadunidenses ante los asuntos mundiales
actuales. Descubrieron que existe un índice inusualmente alto de
preocupación por los temas internacionales (en comparación con los
temas económicos).
Pero lo que es más importante, encontraron
una considerable diferencia de actitudes entre quienes simpatizan con
Bush y quienes apoyan a Kerry. Específicamente, los adherentes a Bush
son doblemente tendientes a sentir que Estados Unidos es más fuerte
hoy de lo que fue hace 10 años. Y si les preguntan si Estados Unidos
es menos respetado en el mundo que antes, los simpatizantes de Bush
muestran una tendencia ligeramente menor a pensar así. Lo que es aún
más significativo: sólo 22 por ciento de ellos considera que el
respeto del resto del mundo es un tema importante, mientras que 56 por
ciento de los simpatizantes de Kerry cree que éste es un problema de
gran importancia.
El CFR publicó un comentario sobre
la encuesta, hecho por tres de sus analistas: Lee Feinstein, James M.
Lindsay y Max Boot. Este es el análisis.
Las disparidades que se desprenden
del estudio sugieren algo más profundo que las divisiones en torno a
la guerra de Irak. Los simpatizantes de Bush y los de Kerry están
adoptando bandos en el prolongado debate sobre la relativa importancia
del poder "duro" contra el poder "suave". ¿Cómo
será Estados Unidos un país más seguro y próspero: si es temido o
si es amado? ¿Qué es lo que más cuenta? ¿El poderío militar de
Estados Unidos y su disposición a utilizarlo, o es la reputación
estadunidense en el exterior igualmente importante? (http://www.cfr.org./publication.php.id=7259)
Creo que el comentario es correcto,
pero evade una cuestión analítica importante que parece haber
escapado de la atención de los tres analistas del CFR y,
probablemente también, de la del grueso de la población
estadunidense.
Supongamos que Estados Unidos no es
temido ni amado. ¿Es esto creíble? Y de ser así, ¿cuáles son las
implicaciones de esta percepción de Estados Unidos para otros pueblos
en lo que se refiere a guerra, a la paz, a las alianzas geopolíticas
y a la imagen de Estados Unidos ante sí mismo para las próximas décadas?
Analicemos tanto el temor como el
amor
Cuando uno habla de que Estados
Unidos es temido, se refiere al temor del imponente equipamiento que
este país posee, su capacidad tecnológica y el soporte financiero
que refleja. Es muy claro que por ahora, y por algún tiempo, ningún
país puede declarar la guerra a Estados Unidos con la esperanza de
ganar. Por esta razón, no veo el menor indicio de que algún país
esté pensando en declararle la guerra a Estados Unidos. Pero el tema
a discusión en este momento no es una guerra entre dos estados, a la
antigua.
Lo que está a discusión es si el
poder militar estadunidense es suficiente para mantener el orden en
cada rincón del mundo en el que se estén llevando a cabo actividades
que el gobierno estadunidense desaprueba.
¿Es Estados Unidos capaz de
"prevenir" todo aquello que considera amenazas de regímenes
peligrosos, o bien, de actores no estatales a los que etiqueta de
"terroristas"? ¿Le "teme" Irán a Estados Unidos?
¿Le "teme" Al Qaeda a Estados Unidos?
Por supuesto que Irán y Al Qaeda
(que son actores de tipo muy diferente) saben que Estados Unidos
puede, y probablemente lo hará, llevar a cabo múltiples acciones
hostiles hacia ellos. Por cuestiones tácticas, podrían decidir de
tiempo en tiempo que es más prudente no provocar a ese Estado, al que
quizá perciben como un oso agresivo. ¿Significa esto que le temen a
Estados Unidos?
Temerle a Estados Unidos implica
hacer cambios en una estrategia básica (y no en las tácticas
interinas porque de lo contrario serían aplastados por Estados
Unidos. ¿Hay alguna evidencia de que esto sea verdad?
Después de tres años de
"guerra contra el terror" y casi 18 meses de ocupación en
Irak ¿es Estados Unidos más temido de lo que era antes?
No veo cómo podrían personas
razonables, independientemente de sus posturas políticas, defender
este supuesto. El machismo unilateral militar de Bush sólo ha
expuesto los límites del poder militar de su país, no su eficacia.
Estados Unidos enfrenta una insurrección en Irak que es cada vez más
amplia y fiera, un debilitamiento de su postura política en todo
Medio Oriente y una creciente reticencia de los estadunidenses de
seguir pagando el precio cada vez más alto en vidas y dinero por esta
no victoria.
Es más probable que la aventura
iraquí termine con una retirada humillante que con una
"democracia" pro Occidental que se extienda triunfal por
Irak y la mayor parte de Oriente Medio.
¿Qué hay sobre la alternativa;
sobre el ser "amado"? Estados Unidos solía ser amado, al
menos por la mitad de la población del mundo. He escuchado demasiados
discursos, públicos y privados, sobre la importancia tanto histórica
como actual del papel de Estados Unidos en el mundo. Estos se refieren
a la calidad ejemplar y de defensor de la libertad humana, de Estados
Unidos como un país sin el cual el mundo estaría mucho peor de lo
que está.
Sé que las personas que así
piensan están ahí, o lo estaban. ¿Qué ha pasado en los últimos
tres años? porque para un buen número de estas personas lo que ha
pasado es un reconocimiento público, casi el deseo suplicante de que
el fiasco de Bush no les hubiera revelado a ellos de manera tan
evidente el lado negativo de la política exterior estadunidense.
Estas personas quieren urgentemente
que Estados Unidos muestre nuevamente su otra cara, la que ellos creían
conocer. Por eso muchos de ellos hablan abiertamente de su esperanza
de que Kerry gane las elecciones. Pero al mismo tiempo agregan que las
cosas nunca volverán a ser las mismas. Piensan que Kerry será mejor
que Bush, pero ¿será esto suficiente para transformar la situación
mundial y su visión de la misma? ¿Será Estados Unidos
"amado" de nuevo? Para que esto suceda tendrían que
borrarse de la memoria no sólo la invasión a Irak, sino Abu Ghraib,
Guantánamo y la Ley Patriótica. Las consecuencias de esta última
fueron sentidas en carne propia por muchos amantes extranjeros de
Estados Unidos cuando intentaron tramitar visas o ingresar al país.
Es famoso lo dicho por Mao Zedong,
cuando aseveró que Estados Unidos era un tigre de papel. Quizá se
adelantó a su tiempo. Puede que no haya sido cierto cuando lo dijo.
¿Pero qué pasará si ahora se está convirtiendo en uno? Las
consecuencias de esto tanto para el mundo como para Estados Unidos son
completamente inciertas. En términos geopolíticos podría estarse
creando un vacío momentáneo que todo tipo de jugadores se apresurarán
a llenar con resultados muy inciertos.
Para Estados Unidos, la situación
puede llevar a interminables e inútiles discusiones entre los devotos
del poder "duro" y del poder "suave" sobre quién
tuvo la culpa, cuando lo que se necesita en el país es asumir de
manera total que, en su forma de relacionarse con el resto del mundo,
ya no está en posición de dominar ni por el miedo ni por el amor,
para bien o para mal.
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