Según Brzezinski y un equipo de expertos del CFR
Los
halcones planean invadir Irán si Bush gana las elecciones
Por Manuel Freytas
IAR-Noticias, 21/07/04
Un informe elaborado por un grupo
de especialistas conducidos por Zbigniew Brzezinski y el ex
director de la CIA, Robert Gates, advierte que los
neoconservadores del Pentágono tienen planeado un "cambio de
régimen en Irán", que se traduciría en una invasión
militar a ese país en caso de que Bush fuera reelecto como
presidente. El documento coincide con versiones que señalan que
tropas y agentes de inteligencia israelíes estarían operando en el
norte kurdo de Irak con el objetivo de lanzar un ataque contra las
instalaciones nucleares de Irán.
La
Casa Blanca recibió una advertencia por parte de un grupo de
expertos conducidos por Zbigniew Brzezinski y el ex director de
la CIA, Robert Gates, quienes alertaron (¿a Bush?) que los
halcones están planeando un "cambio de régimen" en
Irán.
La advertencia fue acompañada de
un estudio realizado por un grupo de trabajo del Consejo de
Relaciones Exteriores (CFR), codirigido por el ex consejero de
Seguridad Nacional del ex presidente demócrata James Carter, Zbigniew
Brzezinski, y el jefe de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) del
ex presidente republicano George Bush padre, Robert Gates.
El Council on Foreign Relations (CFR) conforma una organización
discreta, de muy bajo perfil público, y de alta efectividad,
integrada por unos 3.600 miembros del más alto nivel, prestigio e
influencia en sus respectivas disciplinas y ámbitos de poder, tanto
en EEUU como en Europa.
Reúne a los más altos directivos de instituciones financieras, colosos
industriales y medios de comunicación social, investigadores, académicos,
oficiales militares de máxima graduación, políticos, funcionarios públicos,
decanos de universidades y centros de estudios.
Al CFR también pertenecen la mayoría
de los presidentes de EEUU (Bush y su padre, por ejemplo), y los más
altos cargos en inteligencia, en seguridad, y en las fuerzas armadas.
Sus investigaciones y evaluaciones son realizadas por distintos
investigadores y grupos de trabajo conformados dentro del seno del CFR,
que se dedican a identificar amenazas y oportunidades del
entorno mundial, evaluar las fuerzas y debilidades de
los intereses agrupados dentro del CFR, y realizar amplios
planes estratégicos, tácticos y operativos en todos los ámbitos de la política interna y externa
de EEUU.
El estudio titulado "Irán:
Tiempo de un nuevo enfoque" también señala que la posibilidad
de una invasión a Irak, así como los avances de Irán en el
desarrollo de su capacidad de fabricar armas nucleares, hace más
urgente que nunca la necesidad de reanudar el diálogo roto hace 14
meses.
Según el grupo de especialistas
conducidos por Brzezinski los neoconservadores (Rumsfeld y su
camarilla) que se proponen desestabilizar y derrocar al régimen
imperante en Irán subestiman el poder del actual gobierno islámico
chiíta.
"A pesar de la considerable
inestabilidad e insatisfacción popular, Irán no está en el
umbral de otra revolución. Las fuerzas comprometidas con la
preservación del actual sistema se mantienen firmemente "en
control de la situación", señala el informe de 79 páginas
publicado este lunes.
El informe sostiene que un
"gran regateo" para superar los problemas entre Teherán
y Washington no sería realista. En cambio, las conversaciones deberían
concentrarse en asuntos clave, como la estabilidad regional y las
ambiciones nucleares de Irán.
El documento del CFR señala que
resulta voluntarista la idea (por parte de los halcones) de que
Irán está en una fase de decadencia del régimen islámico inaugurado
en 1979 tras la caída del derechista sha Rezah Pahlevi.
Considerando la capacidad de Teherán
de causarle problemas a EEUU
tanto en Irak como en Afganistán, y atendiendo los avances de su
programa nuclear, "Estados Unidos debería lidiar con el
actual régimen más que esperar a que caiga", agrega el
informe.
Según declaraciones del ex
director de la CIA y codirector del equipo, Robert Gates, algunos
analistas creen que Washington lanzaría un ataque militar contra
Teherán antes de las elecciones, pero son crecientes las
versiones según las cuales el "cambio de régimen" en Irán
sería prioritario en un eventual segundo gobierno de Bush.
Pero la imposibilidad de generar un
diálogo constructivo con Irán respecto de algunos problemas
clave es "el aislamiento de Estados Unidos y la impotencia",
señaló Gates.
En la visión de Brzezinski (la
figura más emblemática y representativa del informe contra los
halcones) el diálogo constructivo con la potencia islámica debería
concretarse como una oferta de "declaración básica de
principios" similar a la firmada en 1972 por China y Estados
Unidos y que derivó en la normalización del vínculo en 1979.
El documento del CFR habría sido "infiltrado"
en la Casa Blanca por los republicanos "moderados"
que responden al secretario de Estado, Colin Powell, como parte
de una estrategia orientada a desplazar a los halcones
neoconservadores de los espacios de poder que ocupan en la Casa Blanca
y el Pentágono. (Ver: Condoleezza
Rice o Powell podrían reemplazar a Cheney).
La línea demarcatoria del
enfrentamiento entre halcones y "moderados" (o
palomas) viene de la época de la creación de la Comisión Trilateral
(una línea del poder transnacional que pretendía fundar un
capitalismo de rostro "civilizado" en oposición al
capitalismo salvaje de los halcones) de la cual Carter y Brzezinski
fueron sus figuras más representativas.
Powell cuenta -además de la
confianza de los Bush, padre e hijo- con el apoyo de varios ex
funcionarios de gobiernos demócratas y republicanos, entre ellos el
ex consejero de Seguridad Nacional de Bush padre, Brent Scowcroft,
Brzezinski y Frank Carlucci, consejero de Seguridad Nacional y
secretario de Defensa del fallecido ex presidente Ronald Reagan.
Los "moderados"
(republicanos blandos) se valieron de las diferentes campañas mediáticas
que lanzaron las usinas demócratas contra Rumsfeld y los
neoconservadores, como las denuncias sobre la inexistencia de la "armas
de Saddam" y el escándalo de las torturas a presos iraquíes.
La línea de Powell se fortaleció
a partir de que los halcones fueron perdiendo su hegemonía en el
manejo de la política para Medio Oriente y con el empantanamiento de
las tropas estadounidenses en Irak, lo que puso en evidencia las
contradicciones y aspectos más vulnerables de su proyecto basado en
la opción militar de la conquista.
"La acción militar es hoy
altamente improbable, y, si se intenta esa vía, no será
exitosa", señaló este lunes el copresidente republicano del
grupo de trabajo del CFR, el ex director de la CIA Robert Gates.
Las recomendaciones del informe
puso furiosos a los halcones neoconservadores liderados por el
vicepresidente Dick Cheney y por el secretario de Defensa Donald
Rumsfeld, sindicados como los mayores impulsores y lobbistas de la
invasión y ocupación de Irak.
El "peligro iraní"
La difusión del informe del CFR
recibió un contundente ataque por parte de Michael Ledeen, figura
clave del centro académico neoconservador American Enterprise
Institute, y muy vinculado al subsecretario de Defensa, Douglas
Feith, quien afirma que Irán está "maduro" para
una revolución encabezada por fuerzas "democráticas".
(Ver: Douglas
Feith: la vinculación del lobby judío con las torturas en
Irak).
El profesor Ledeen, quien señala a
Teherán como la capital mundial de los "amos del
terror islámico" escribió en la publicación electrónica
National Review Online que las recomendaciones del CFR eran
"humillantes" y orientadas al "entreguismo".
El informe del CFR señala que EEUU
tiene hoy 160.000 soldados en las fronteras de Irán -20.000 en
Afganistán y 140.000 en Irak-, y que Teherán fue identificado por el
presidente George W. Bush como parte integrante de un "eje del
mal" junto con Bagdad y Pyongyang (Corea del Norte).
Versiones circulantes desde hace
dos semanas señalaban que Israel planea instalar una base en
territorio kurdo desde donde lanzaría un ataque contra
instalaciones nucleares iraníes antes de que estas avancen en su programa
armamentista que compromete la seguridad de Israel.
Esas versiones israelíes-norteamericanas
sobre el "peligro iraní" se complementan con
informes de inteligencia en poder del Congreso norteamericano donde se
señala que el régimen fundamentalista de Irán colaboró activamente
con la red terrorista de Bin Laden en la ejecución de los atentados
del 11-S.
En un informe que divulgará en
breve una comisión bipartidaria que investiga los ataques que dejaron
3.000 muertos en Nueva York y Washington el 11 de septiembre de 2001,
se afirma que Irán suministró logística y financiación a la red
terrorista Al Qaeda, y que brindó refugio a alguno de los
terroristas que cometieron esos atentados.
Según un artículo aparecido en la
revista The New Yorker hace una semana, tropas israelíes y
agentes de inteligencia israelí están actuando en áreas kurdas
de Irán, Siria e Irak, proporcionando entrenamiento y logística
a unidades de comando y ejecutando operaciones encubiertas que
podrían desestabilizar aún más a toda la región.
El informe fue escrito por Seymour
Hersh, el reportero ganador del Premio Pulitzer que destapó el escándalo
de las torturas en Abu Ghraib, quien mencionó como fuentes a agentes
de inteligencia, tanto antiguos como en actividad, de Israel, EEUU y
Turquía.
Los objetivos de Israel, según
Hersh, son reforzar la fuerza militar kurda a fin de contrarrestar la
fuerza de las milicias Shia y crear una base en Irán desde la cual
puedan espiar las instalaciones iraníes presuntamente dedicadas a la
fabricación nuclear.
Muchos expertos estiman que la "amenaza
kurda", instalada como un caballo de Troya de Israel en el
norte iraquí, pude precipitar una nueva unidad regional de los
estados árabes y musulmanes en la región, con Irán, Siria y
Arabia Saudita encabezando el bloque.
La posible movida de Israel y el lobby
judío americano en territorio kurdo afectaría geopolíticamente
a Turquía -actual aliado de Washington y TTel Aviv- quien podría
virar hacia una alianza estratégica con el bloque árabe-musulmán,
que encerraría a un potencial renacer de un Kurdistán separatista
judeo-norteamericano.
Este es el punto donde el informe
del CFR sobre los planes de los halcones (socios del lobby judío)
para derrocar al régimen imperante en Irán adquiere consistencia, más
allá de que sea utilizado con fines electorales.
De cualquier manera, con Bush o con
Kerry en la Casa Blanca, Irán está en la agenda de conquista militar
del Imperio norteamericano.
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