Negación
de registros o destrucción,
intimidación de votantes, soborno de sacerdotes para que hagan campañas
- Demócratas y republicanos juegan sucio a dos semanas de la elección
¿Se prepara el fraude en Estados
Unidos?
Por Jim Cason y David Brooks
Corresponsales en EEUU de La
Jornada, México, 20/10/04
A dos semanas de las elecciones
republicanos y demócratas están resucitando las técnicas sucias y
en algunos casos ilegales para ganar votos en favor de sus candidatos
y desalentar el sufragio para sus contrincantes, según informes de
varios estados claves en los comicios nacionales.
El Partido Demócrata ya ha
presentado una demanda legal en Florida acusando a autoridades
estatales de intentar negar el derecho al voto a simpatizantes de su
partido empleando trabas técnicas en el proceso de empadronamiento.
Pero las acusaciones no están
limitadas a unos cuantos estados o funcionarios. Autoridades
electorales han intentado anular el registro de votantes opositores
empleando pretextos técnicos en por lo menos otros cuatro estados, y
hay pruebas de esfuerzos de intimidación de votantes al generar
angustia por un posible atentado terrorista el día de las elecciones,
o de difundir información falsa sobre posibles penas legales si uno
no presenta ciertas credenciales. Además, hay investigaciones en
curso en por lo menos tres estados sobre grupos que han promovido el
empadronamiento de nuevos votantes y que han destruido registros para
aquellos que no favorecen a su candidato.
Ambos partidos han contratado
equipos de abogados en los 50 estados de la unión para responder a
toda queja de fraude, y el Demócrata ha difundido un manual de 66 páginas
a sus representantes en cada estado, en el cual indica cómo detectar
un fraude de los republicanos y recomienda maneras de publicitar
maniobras electorales sucias de sus contrincantes.
"Si aún no se han revelado señales
de técnicas de intimidación, lancen un ataque preventivo",
aconseja el manual que recomienda a los oficiales del partido
denunciar fraude aun si no cuentan con pruebas.
En Nevada y Oregon, la empresa
contratada por el Partido Republicano para empadronar votantes ha
recaudado datos de miles de individuos que buscaban registrarse y
destruyó sistemáticamente las solicitudes de empadronamiento de
cualquiera que se identificaba como demócrata. Dos senadores
federales han solicitando al Departamento de Justicia investigar
acusaciones de que "miles" de solicitudes oficiales de
empadronamiento ya han sido destruidas en este proceso.
No está claro si es ilegal
Pero no son sólo los republicanos.
En Florida, una organización comunitaria que simpatiza con los demócratas
recaudó más de 100 mil solicitudes de empadronamiento y destruyó
aquellas de quienes se identificaban como republicanos. El
Departamento de Justicia ya investiga estas acusaciones. En ambos
casos, votantes que pensaban que ya estaban empadronados descubrirán
que no estarán registrados al acudir a las casillas el día de las
elecciones y no podrán participar en la elección.
Aún más sorprendente es que a
pesar de que fiscales están investigando estas maniobras, no está
claro en la ley si lo que estos grupos hicieron es técnicamente
ilegal.
Otra táctica común este año es
la de autoridades encargadas del proceso electoral a nivel estatal o
de condado, las cuales suelen ser partidarias de uno de los dos
partidos principales, descalificando a los recién empadronados del
otro partido.
Por ejemplo, el secretario de
estado de Ohio, un republicano, empleó una anticuada regla para
argumentar que miles de registros de nuevos votantes demócratas son
nulos por el papel utilizado para imprimir los formularios. Un juez
finalmente determinó que esto era ilegal, pero el New York Times
reporta que los republicanos están usando tácticas similares en
Florida y Wisconsin.
Tal vez no sea sorprendente que el
mayor número de denuncias sobre tácticas de intimidación o supresión
del voto y otros "trucos sucios" provienen de Florida, donde
el presidente George W. Bush ganó la última elección sólo después
de la intervención de la Suprema Corte que constató su margen de
triunfo de 537 votos. Cuatro años después nadie sabe cuál fue el
conteo final preciso en Florida, como en muchos estados mas. Sí se
sabe que cientos, tal vez miles de votos no fueron contados, que a
mucha gente que deseaba participar no se le permitió hacerlo, y que
otros votaron más de una vez.
El Daily News de Nueva York reportó
este lunes que ha comprobado que cuatro profesionistas que residen en
esta ciudad después de mudarse de Florida hace años, votaron en
Nueva York y en Florida en la elección de 2000. Tres de ellos
confirmaron que votaron en la elección nacional en Nueva York,
comprobaron que no habían estado en Florida durante esa elección,
que no sabían cómo había ocurrido eso, ni que su registro para
votar aún estaba vigente en Florida.
Sospechan que es resultado del
conteo impreciso en Florida, pero tal vez que alguien cometió fraude
en su nombre. Votar más de una vez es delito federal, pero como
indica el Daily News, es un crimen que el sistema electoral no hace
nada para impedir (no hay un padrón federal, cada estado está
encargado de mantener y administrar un padrón estatal en las
elecciones nacionales). Nadie sabe cuántos casos más de estos
existen.
Pero Florida no es el único lugar
donde ocurre esto.
Janet Ryder, contratada por la
central obrera AFL-CIO para el esfuerzo de movilización del voto,
reporta las maniobras electorales de los republicanos en uno de los
estados claves: "Hay una historia de intimidación sutil y no tan
sutil en Pennsylvania, especialmente en Filadelfia, pero también en
otras partes donde residen las poblaciones africanas, americanas y
latinas", declaró recientemente. "El año pasado hombres
blancos vestidos con traje oscuro, a bordo de vehículos negros de
apariencia oficial dieron vueltas por estas áreas de minorías
durante la elección para alcalde. Estos falsos "oficiales"
pidieron identificación a varias personas e hicieron declaraciones
falsas e intimidatorias como si uno debía pagos para apoyo de sus
hijos, o infracciones de tránsito, o si había 'cualquier cosa mala
con tus documentos', podría acabar detenido si intentaba votar".
Este año, cuando votantes
acudieron a una elección especial en la reserva indígena de Pine
Ridge, en Dakota del Sur, se encontraron con anuncios en las casillas
informando que "sin identificación, no puede votar".
Jacqueline Johnson, directora ejecutiva del Consejo Nacional de
Americanos Nativos, dice que cientos de personas simplemente dieron la
vuelta y se fueron al ver los anuncios, a pesar de que por ley un
votante puede hacerlo sin presentar identificación siempre y cuando
firme un documento legal que certifique su identidad.
Los individuos investigados por el
fiscal estatal por estas tácticas han renunciado sus puestos en el
Partido Republicano de Dakota del Sur, pero un periódico local
reporta que ahora han sido contratados por el mismo partido en Ohio
para promover el voto.
Maniobras de ambos bandos
Los republicanos, vale repetir, no
tienen el monopolio de estas maniobras electorales. Mientras que el
partido de Bush intenta suprimir el voto en barrios y zonas pobres
donde la tendencia favorece a los demócratas, el partido del
candidato John Kerry intenta alentar la participación electoral al
ofrecer a pastores religiosos y otros líderes comunitarios fondos
para promover el voto en sus barrios.
En la última elección, medios
locales reportaron que a pastores de algunas iglesias negras grandes
en Nueva Jersey los demócratas les ofrecieron hasta 10 mil dólares
para ayudar en los esfuerzos de llevar a votantes a las casillas el día
de las elecciones.
Los votantes negros, según
encuestas, sufragarán abrumadoramente por Kerry y la tasa de
participación de esa comunidad será particularmente importante en
Nueva Jersey, donde los sondeos más recientes indican que los dos
candidatos están empatados.
Lo más notable de todo esto es que
estas maniobras son consideradas parte "normal" del proceso
electoral estadunidense, y donde los responsables gozan de una
impunidad impresionante (con algunas excepciones). Por ejemplo, un
periódico de New Hampshire reportó que James Tobin, el hasta ahora
coordinador de la campaña de relección de Bush en Nueva Inglaterra,
figura en documentos judiciales como co-conspirador con dos otros
individuos, quienes ya se han confesado culpables de atascar las líneas
telefónicas del Partido Demócrata el día de las elecciones de 2000
para incapacitar el esfuerzo de promoción del voto en esa región.
Aunque se conocía la participación
de Tobin en esta maniobra desde hace meses, renunció el viernes
pasado sólo después que los medios presentaron los hechos a la luz pública.
Con todas estas actividades para
manipular el proceso electoral, una nueva investigación de la Oficina
de Contabilidad Gubernamental (GAO) del Congreso encontró que el
Departamento de Justicia no ha establecido ningún mecanismo para
documentar las irregularidades electorales o casos de intimidación de
votantes.
A un par de semanas de la elección,
no hay dónde denunciar, y menos resolver, quejas de los fraudes que
se preparan aquí, en el modelo de la democracia para el mundo.
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