Estados Unidos

 

Preocupación por el fraude electoral

"Más que clientelismo hay exclusión: los pobres no votan"

Por Ana Baron
Corresponsal en EEUU de Clarín, Buenos Aires, 22/10/04

Esto dijo el politólogo argentino Luis Tonelli, quien será observador de las elecciones.

Cuando lo llamaron pensó que iban a ofrecerle ir a algún país africano. Luis Tonelli, argentino, 41 años, politólogo egresado de la Universidad de Oxford, miembro de Poder Ciudadano, es de hecho un especialista en observación de elecciones en países del Tercer Mundo. Sin embargo, el llamado telefónico de Global Exchange, una organización no gubernamental norteamericana, era para proponerle ser observador en las elecciones presidenciales de Estados Unidos. El 2 de noviembre, Tonelli estará en Missouri, uno de los diez estados en los que se decidirá la elección, y uno de los señalados con más alta probabilidad de que haya fraude electoral.

—¿Puede repetirse lo que sucedió en 2000 en Florida?

—Es difícil que se dé la misma coyuntura. Pero lo que ocurrió en el 2000 permitió ver con claridad cuáles son las fallas del sistema electoral norteamericano. Este año también habrá problemas, pero se darán de otra manera y no sólo en Florida.

—¿Cuáles son las fallas?

—El sistema tiene problemas relacionados con la historia de exclusión política del país, el racismo y las dificultades para asimilar a los inmigrantes. Es un sistema muy rígido, de baja participación electoral. Y además están los problemas en los mecanismos de votación que vimos en 2000.

—¿Cómo afectará todo eso en estas elecciones?

—En general, los que no participan en las elecciones son los pobres y los negros. En Albany los negros tienen miedo de votar.

—¿Por qué?

—En la zona de las plantaciones, es decir donde están los campos de algodón, lo que llama el Deep South, el sur profundo, hay una inercia cultural muy grande. Es recién en la década del 60 que comenzó el fin de la segregación. En los condados, los que lideran el proceso electoral son activistas de la derecha recalcitrante que ponen carteles del tipo: "Antes de votar, pague sus impuestos"; o hacen correr rumores de que si un negro se presenta a votar sospecharán que es un convicto que no puede votar.

—¿Es eso intimidación?

—Los demócratas dicen que sí. Este año el Partido Demócrata está haciendo lo imposible para que la gente salga a votar. Como la elección está muy pareja, cada voto cuenta. Pero a los republicanos no les conviene que la gente vote porque ellos tienen a su base muy organizada a través de organizaciones como la Asociación Nacional del Rifle.

—¿Ud. habla de exclusión?

—Sí, porque los que no van a votar son los que están peor económicamente. La diferencia con la Argentina es que es la clase media la que no quiere votar. Porque la clase baja está incluida a través del clientelismo. En EE.UU., más que clientelismo hay exclusión: los pobres no votan. Se quedan afuera.

—¿Bush no dio fondos para mejorar el sistema?

—Sí, pero en algunos estados invirtieron todo en adoptar el voto electrónico y no en educar al votante. Podríamos hablar de exclusión digitalizada.

—¿Y el voto electrónico?

—La discusión sobre si las computadoras deben hacer un duplicado del voto electrónico en papel estuvo en manos de matemáticos y de especialistas en informática. Entonces, para ellos lo importante era cuánta precisión tenían las máquinas. Y si la probabilidad de fraude era 0,001%, el duplicado no era necesario. Pero por más pequeña que fuera, esta probabilidad no es aceptable. Yo creo que habrá problemas. En Missouri volverán a utilizar el sistema que usaron en Florida hace cuatro años. El hombre encargado del sistema allí es, además, candidato a gobernador. Imagínese eso.

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