Gane
quien gane en noviembre...
A
luchar contra sus guerras y avaricia
Socialist
Worker (Obrero Socialista), 24/09/04
George
W. Bush y su Partido Republicano celebraron la guerra, la tragedia y
la avaricia en su convención del mes pasado en Nueva York. Pero
afuera del Madison Square Garden, el 29 de agosto, medio millón de
personas se manifestaron con un mensaje diferente: rechazamos la
agenda de Bush de imperio y avaricia corporativa.
Estos
manifestantes representaban a millones de personas que están en
contra de la ocupación de Irak y quieren que las tropas
estadounidenses vuelvan a sus familias. Ellos protestaron contra los
ataques a nuestras escuelas y programas sociales, que son
desesperadamente necesarios para los trabajadores y los
pobres--mientras que los políticos compensan a las corporaciones y a
los super ricos con recortes en sus impuestos.
A
la vez, muchos de los manifestantes en Nueva York, y millones más de
norteamericanos que piensan igual, votarán por la alternativa
"realista" contra Bush--John Kerry. Esto, a pesar de que
Kerry admite que tiene pocas diferencias substanciales con los
elementos básicos de la agenda de Bush.
¿Sobre
el matrimonio gay? "Ambos nos oponemos al matrimonio gay",
dijo el compañero de papeleta de Kerry, el Senador John Edwards, haciéndolo
perfectamente claro en respuesta a la reciente aprobación de una
enmienda constitucional que prohibiría el derecho a casarse a los
gays y lesbianas en el estado de Missouri. ¿Sobre los recortes de
impuestos a las corporaciones? Kerry los apoya.
¿Y
qué de la guerra y la ocupación de Irak? Como senadores, Kerry y
Edwards votaron a favor de autorizar la invasión de Bush. Y
respondiendo a una provocación de Bush, Kerry dijo que hubiera votado
a favor de la invasión hoy en día, ¡a pesar de saber que Irak no
tenía armas de destrucción masiva, o que las conexiones de Saddam
Hussein con al-Qaeda eran una mentira!
Pero
él insistió en que "hubiera usado esa autoridad
efectivamente". Decenas de miles de iraquíes han muerto en una
guerra por petróleo e imperio. Más de mil soldados de EE.UU. han
sido sacrificados para defender las ganancias corporativas y el poder
de EE.UU. Con un saldo de $200 mil millones de dolares, y sumando.
¿Y
lo mejor que John Kerry puede decir es que él lo hubiera hecho mejor
que Bush? Los políticos y los medios de comunicación nos repiten
constantemente las supuestamente enormes diferencias entre los Demócratas
y los Republicanos.
Pero
esto enturbia la verdad--que los dos partidos del sistema político de
EE.UU. tienen mucho más en común entre ellos mismos que lo que los
diferencia. Es comprensible que millones de personas estén
consternadas frente a la posibibilidad de otros cuatro años de Bush
en la Casa Blanca --y que crean que esto sea razón suficiente para
votar por Kerry.
Pero
debieran darle un segundo vistazo a lo que los Demócratas nos dicen
que van a hacer si logran reemplazar a Bush en la Casa Blanca. El
mensaje de la campaña de Kerry no es que perseguirá una agenda
distinta, dedicada a prioridades diferentes--sino que él será más
efectivo en llevar a cabo los elementos principales del programa de
Bush, desde la "guerra contra el terrorismo", a la seguridad
doméstica, hasta los obsequios a las corporaciones.
No
es suficiente con deshacerse de Bush. Tenemos que derrotar la agenda
de Bush--y eso también significa rechazar la candidatura de Kerry con
su "yo también" a las prioridades de Bush.
Hay
una alternativa en las elecciones presidenciales del 2004--la campaña
independiente de Ralph Nader y Peter Camejo. Si es Bush o es Kerry
quien gana en noviembre, necesitamos desplegar luchas por cambios
reales que puedan desafiar a ambos partidos que controlan a
Washington.
En
las elecciones presidenciales del 2004
Queremos
una alternativa real
Al
cierre de este número de Obrero Socialista, la campaña
presidencial estaba tan cerrada entre el presidente George W. Bush y
el Senador Demócrata John Kerry que cualquiera de los dos todavía
tiene la oportunidad de ganar la presdidencia. Gane quien gane la
presidencia, no habrá ninguna victoria para el pueblo trabajador
estadounidense.
Detrás
de la retórica de su campaña, Kerry no promete nada muy distinto a
Bush. En cuanto a la cuestión más importante de la elección--la
ocupación de Irak--ambos candidatos han decidido continuar la
desastrosa ocupación, a pesar de los miles de soldados
estadounidenses y civiles iraquíes muertos. Sobre otros asuntos, como
el matrimonio gay, la reforma del sistema educativo, la represiva ley
conocida como el Patriot Act, los gastos en armamentos, y muchos otros
más, no hay diferencias significativas entre ambos candidatos.
Hay
asuntos sobre los cuales hay diferencias entre Bush y Kerry, pero los
que piensan votar por Kerry contra Bush debieran mirar más de cerca
los asuntos en los que no hay ninguna diferencia. Sin embargo,
temiendo otro cuatrenio de Bush, la abrumadora mayoría de los
progresistas promueven el voto por "cualquiera menos Bush"--en
efecto, un voto por Kerry.
Es
comprensible que millones quieran ver derrotado a Bush en noviembre a
cualquier costo. Pero, ¿qué significa exactamente "derrotar a
Bush"? Para el Partido Demócrata, significa derrotar a Bush
aceptando sus propios términos. En otras palabras, derrotar al
individuo Bush, no a las políticas que él representa.
Desafortunadamente,
muchos activistas y progresistas han asimilado este argumento. Por
ejemplo, activistas bien conocidos, como la escritora Naomi Klein y la
defensora de derechos humanos Medea Benjamin, han promovido un voto
por Kerry como un gesto de solidaridad con las víctimas del
imperialismo estadounidense.
Pero,
desde el punto de vista de la lucha palestina contra el terror israelí,
no hay "mal menor" en la elección del 2004. La campaña de
Kerry defendió una postura tan fanáticamente pro-Israel como
cualquiera proveniente de los "halcones" neoconservadores de
Bush.
Kerry
ya ha amenazado al gobierno venezolano de Chávez. Y uno de sus
asesores principales es Rand Beers, el arquitecto del Plan Colombia
bajo el gobierno de Bill Clinton. Entonces, un voto por Kerry es un
voto por la guerra y por la continuación de la misma agenda de Bush,
sólo bajo otro nombre.
A
pesar de quienes hablan de las grandes diferencias entre Kerry y Bush,
una importante minoría se apresta a decir "ni uno ni otro"
a la opción que presentan los dos partidos principales del sistema.
Nader
y Camejo están llevando a cabo una campaña que desafía no sólo a
Bush y los Republicanos, sino también al otro partido de las
corporaciones y de los belicistas de Washington--el Partido Demócrata.
Nader y Camejo apoyan la terminación de la ocupación en Irak, la
revocación del Patriot Act, el derecho a asistencia médica para
todos, el derecho a casarse de los gays y lesbianas, y el derecho a
obtener licencias de conducir para todos los inmigrantes.
Obrero
Socialista insta a sus lectores a votar por Nader y Camejo el día de
las elecciones, y al día siguiente a unirse a la lucha por nuestras
metas--para que regresen las tropas de Irak y Afganistán, y para que
se nos haga justicia en nuestras comunidades y en nuestros lugares de
empleo.
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