Preparando un ataque a Irán
Luz verde para Sharon
Por Mark Levey
ZNet, noviembre 2004
Traducido por Ricard Boscar y revisado por Belén Martos Selma
La administración Bush instó a los miembros de la Agencia Internacional
de la Energía Atómica (AIEA) a que aprobaran una resolución en el
Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas para que Irán se
sometiera o se enfrentara a sanciones. Bush perdió esa votación. Si
la moción hubiera progresado, se habría iniciado la cuenta atrás
para una guerra entre Israel e Irán pocos días antes de las
elecciones del 2 de noviembre en EE.UU.
Disuadidos por las naciones occidentales en la AIEA, los neoconservadores
de Washington y sus aliados en el gobierno del Likud de Sharon han
tenido que renunciar a la "sorpresa de octubre", un ataque a
las instalaciones nucleares de Irán en la víspera de las elecciones
presidenciales de EE.UU. Sin embargo, el desarrollo de los
acontecimientos indica que el período previo a la cuarta guerra
mundial podría ser de apenas unas semanas si George Bush resultase
reelegido.
El programa nuclear de Irán ha estado en el punto de mira desde hace
tiempo. En una entrevista con Sharon el 5 de febrero de 2002, el
diario londinense The Times escribía que, según el primer ministro
israelí, "Irán es el centro del terrorismo mundial, y tan
pronto como se concluya el conflicto con Irak {Sharon} presionará
para que Irán encabece la 'lista de quehaceres'... Ve a Irán 'detrás
de todo el terrorismo del mundo' y como una amenaza directa a
Israel".
Dos años y medio después, han concluido los preparativos políticos y
militares del ataque, y se nos informa de que la operación está
lista para ser lanzada. La edición del 18 de julio de 2004 del
Jerusalén Post informaba que, según manifestaban representantes
israelíes al Sunday Times de Londres, "Israel ha completado los
ensayos militares para un ataque preventivo contra las instalaciones
nucleares de Irán en Bushehr". [JP,
18/7/04, Douglas Davis, "Report: Israel's 'First-Strike' Plan
Against Irán Ready"; [http://www.jpost.com/servlet/Satellite?pagename=JPost/JP
Article/Printer&cid=1090121780879&p=1078027574121]
Durante más de un año, el ejército israelí ha estado entrenándose
para un ataque combinado de comandos y bombardeos aéreos contra Irán.
A principios de 2004 el plan fue aprobado por Sharon. Un documento
clasificado sobre la amenaza iraní titulado "El futuro estratégico
de Israel" aboga por la acción militar contra "países que
desarrollen armas nucleares", describe a Irán como "nación
suicida" y recomienda "asesinatos selectivos" de
miembros de la elite del país, incluyendo a los principales científicos
nucleares. El artículo del Jerusalén Post describía a grandes
rasgos las condiciones específicas que desencadenarían el ataque:
"El ataque es probable en caso de que Rusia supla a Irán de barras
de combustible para enriquecer uranio. Se espera que dichas barras,
actualmente almacenadas en un puerto ruso, se entreguen a finales del
próximo año una vez se resuelva la discusión sobre los términos
financieros.
"Una fuente de la defensa israelí en Tel Aviv, que confirmó que
los ensayos habían tenido lugar, declaró a este periódico: 'Israel
no permitirá de ningún modo que los reactores iraníes,
especialmente el que se está construyendo en Bushehr con ayuda rusa,
lleguen al punto critico'."
Tal escenario ahora parece haber quedado atrás a causa de un nuevo plan
para lanzar ataques incluso si Rusia no entrega las barras de
combustible al reactor de Bushehr, donde se sabe que pueden ser
enriquecidas hasta convertirse en plutonio para armamento. El
presidente ruso Vladimir Putin ha comentado recientemente que su país
no permitirá "bajo ningún concepto" que Irán proceda con
dicho programa de armas, y ha seguido reteniendo la entrega.
De todas maneras, Irán posee medios alternativos para producir uranio
enriquecido por el método de centrifugación usando el abundante
uranio mineral doméstico y la tecnología aportada por científicos
Pakistaníes. Mientras la producción de la bomba atómica está aún
a años de distancia, como afirman incluso los israelíes, esta
capacidad para producir combustible nuclear ofrece la excusa para un
ataque preventivo que puede llegar en cualquier momento.
Ahora parece que la acción militar tendrá lugar mucho antes de que el
reactor de Bushehr llegue al punto crítico. Irónicamente, hace tan
solo un año parecía que la solución diplomática que ofrecían los
europeos había esfumado la crisis. En octubre de 2003, una delegación
de los ministros de Exteriores de Gran Bretaña, Francia y Alemania
consiguió convencer a los líderes de Teherán de que firmaran el
protocolo suplementario del Tratado de no Proliferación Nuclear (TNPN).
Ello hubiera dado a los inspectores de la AIEA acceso a las
instalaciones nucleares sin anunciarlo previamente. Irán también
estuvo de acuerdo entonces en suspender temporalmente las actividades
de enriquecimiento de uranio como gesto de buena voluntad.
El grado de cooperación de Irán con los inspectores ha sido variable.
No obstante, el director de la AIEA Mohammed al Baradei ha dicho
repetidas veces que no hay una prueba fehaciente de que en Teherán
estén inmersos en un programa prohibido de armas nucleares: "no
somos Dios. No podemos leer las mentes". [Der Spiegel, 13 de septiembre de 2004, "Dancing
Around the Bomb"; http://www.spiegel.de/spiegel/english/0,1518,317845,00.html.]
No constituye una violación de los acuerdos para ningún signatario del
tratado el producir su propio combustible nuclear u operar reactores
con objetivos no militares tales como la producción de energía o la
investigación.
Los negociadores han trabajado para evitar que Irán siguiera el ejemplo
de Corea del Norte cuando, en octubre de 2002, se retirara totalmente
del TNPN, excluyéndose así de las inspecciones internacionales. La
semana pasada, después de que EE.UU. presionara a la AIEA durante su
encuentro en Viena alegando violaciones al Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas, Irán se atrincheró en su postura. El 21 de
septiembre, el presidente iraní Khatami anunció que Irán esta
convirtiendo 40 toneladas de óxido de uranio ("pastel
amarillo") en gas hexafluorido de uranio (HEU), la materia prima
del uranio enriquecido. Por ahora aún no se ha reiniciado el
enriquecimiento del gas por medio de la centrifugación.
La discusión sobre el aparente doble rasero que se aplica a Israel e Irán
en el tema nuclear ha generado divisiones en el seno de la AIEA.
Israel es actualmente la única nación en Próximo Oriente que se
conoce que posee armas nucleares. Con varios cientos de cabezas
nucleares, no es un signatario del TNPN y jamás ha permitido
inspecciones externas.
La AIEA se volverá a reunir el 25 de noviembre para revisar el caso iraní
y decidir futuras acciones. Esa decisión está ahora eclipsada por la
amenaza de que Israel parece que actuará militarmente tras las
elecciones de noviembre. Ello pone seriamente en duda la legalidad de
las sanciones contra Irán y la de cualquier acción unilateral que
Israel pueda adoptar al respecto. El New York times observa que:
"La semana pasada, la preocupación por el doble rasero retrasó una
resolución de la agencia sobre Irán. La agencia finalmente emitió
una resolución censurando a Irán el sábado. Pero diversas naciones
europeas y en vías de desarrollo leyeron comunicados dejando claro
que la resolución, que llamaba a Irán a suspender sus actividades de
combustible nuclear, ni era vinculante legalmente ni podía usarse
como precedente para acciones similares contra otros miembros, según
un diplomático occidental que atendió a las reuniones." [NYT, 23/9/04, "Irán's Plans for Nuclear Fuel
Widen Global Rift Over Technology"; http://www.nytimes.com/2004/09/23/international/middleeast
/23Irán.html]
El hecho de que los EE.UU. se hayan vuelto atrás en el compromiso con un
régimen internacional de inspección de armas por el que han abogado
desde hace tiempo no hace sino aumentar la impresión de injusticia e
ilegalidad. En un anuncio que casi pasó inadvertido, el Washington
Post del 31 de julio y el Sydney Morning Herald del 2 de agosto
informaban de que la administración Bush se oponía a suministrar
inspectores y verificación como parte de un tratado internacional
para prohibir la producción de materiales de armamento nuclear. Este
anuncio surgió en la conferencia de Naciones Unidas sobre Desarme
durante una discusión para reforzar el TNPN de 1975.
En octubre de 2001 el presidente Bush retiró a los EE.UU. del tratado
anti misiles balísticos de 1972. La activación de la fase inicial de
un sistema operacional ABM (Anti Ballistic Missiles) se espera para
este octubre. Durante su administración, los EE.UU. también han
alterado su postura original de oposición al desarrollo de bombas tácticas
útiles que puedan dirigirse a instalaciones subterráneas. Michael R.
Gordon observó en el New York Times que "los objetivos pueden
estar situados en Irak, Irán, Siria, Libia o Corea del Norte". ["Nuclear Arms for Deterrence or Fighting?" (11
de marzo de 2002)]
En planes recientes se consideró lanzar ataques aéreos estadounidenses
o israelíes en Irán tras la votación sobre esta materia en el
Consejo General de Naciones Unidas. En su momento, el calendario de
esa votación ofrecía la posibilidad de que, tras la aprobación de
sanciones contra Irán, se pudiera lanzar un ataque antes de las
elecciones de noviembre. La hora cero ahora parece haberse retrasado
por lo menos dos meses después de que los países europeos rechazaran
imponer el ultimátum del 31 de octubre al que instaba la administración
Bush para que la AIEA sancionara a Irán por su supuesto programa de
armas nucleares. Ese ultimátum, que se habría anunciado en las últimas
72 horas antes de las elecciones presidenciales de EE.UU., fue
rechazado con contundencia por importantes aliados europeos. [NYT,
21/9/02, " Bush Aides Divided on Confronting Iran Over A-Bomb",
Steven R.Weisman
http://www.nytimes.com/2004/09/21/politics/21diplo.html]
Probabilidad de una intensificación en la
guerra de Irak
Si Irán es atacado, y los lideres supervivientes del país consideran
que los EE.UU. estaban trabajando con Israel para bombardear sus
instalaciones y asesinar a dirigentes y científicos iraníes, las
consecuencias podrían ser extremadamente graves. Irán comparte una
frontera de 1.500 millas con Irak, así como una población
mayoritariamente chiíta. Militarmente, Irán es un adversario mucho más
potente que Irak, país que sufrió un régimen de ocho años de
sanciones y el desmantelamiento bajo las inspecciones de la ONU de su
capacidad de armas de destrucción masiva.
El Centro de Estudios sobre la No Proliferación de Monterrey (CNS,
Center of No Proliferation Studies, en sus siglas en inglés), informa
de que Irán posee cantidades desconocidas de armas químicas y una
nueva generación de mísiles de rango medio que pueden alcanzar
objetivos en Israel, así como en las instalaciones militares
estadounidenses en Irak, Kuwait y Qatar. Un informe reciente del CNS,
"Ataque preventivo en las instalaciones nucleares de Irán:
consecuencias posibles", http://cns.miis.edu/research/cbw/possess.htm,
avisa de que el ataque preventivo probablemente provocaría que Irán
redoblase su programa de armas nucleares, convirtiéndose en un
oponente aun más poderoso: "como objetivo de un ataque sin
provocación previa, Irán ganaría justificaciones para salirse del
marco del TNPN, convirtiéndose en una mayor amenaza para la
proliferación. Sin limitaciones, los iraníes tendrían los medios y
la tecnología para eventualmente manufacturar centrifugadoras de gas
y extraer, almacenar y enriquecer uranio. Incluso bajo las
inspecciones intrusivas de la AIEA, Irán ha ensamblado más de 920
centrifugadoras de gas, 120 de las cuales fueron ensambladas en sólo
dos meses y medio, entre noviembre de 2003 y mediados de enero de
2004. Enriquecer suficiente HEU como para hacer una bomba nuclear
requiere el funcionamiento de 750 centrifugadoras de gas durante un año.
Si Irán se sale del TNPN y amplía su programa nuclear será capaz de
manufacturar y ensamblar muchas más centrifugadoras de gas, y por lo
tanto rápidamente enriquecer uranio. Una vez que se obtiene
suficiente material fisible, diseñar una cabeza nuclear básica puede
hacerse con facilidad. En ausencia de las inspecciones intrusivas o la
amenaza del Consejo General de Naciones Unidas, la única manera de
impedir que Irán obtuviera armas nucleares sería ocupando el país,
una idea poco probable considerando los serios retos a los que los
EE.UU. se enfrentan en el más pequeño y más débil Irak." Irán
ya tiene substanciosas cantidades de armas químicas y biológicas que
podría querer utilizar si se produjera un conflicto. Ver el informa
del CNS "Armas biológicas y químicas: posesión y programas en
el presente y en el pasado", Ibid., que cita archivos
desclasificados de la CIA que indican que Irán tiene uno de los
programas de armas químicas mas extensos de los países en vías de
desarrollo, incluyendo "reservas de armas químicas que incluyen
agentes cutáneos, hemorrágicos, respiratorios y probablemente
nerviosos, así como la artillería capaz de lanzarlos". [http://www.cia.gov/cia/publications/bian/bian_jan_2002.htm].
Para más información sobre el programa y la capacidad iraní de armas
de destrucción masiva ver el perfil del país en la página Web del
CNS en "Armas de destrucción masiva en Oriente Medio"
http://www.cns.miis.edu/research/wmdme/Irán.htm.
Incluso en un conflicto convencional, Irán es un poderoso oponente,
particularmente en la guerra terrestre donde el régimen de Teherán
contaría con la lealtad de la vasta mayoría de la población. Según
el World Factbook de la CIA, Irán hoy podría convocar a doce
millones de hombres para el servicio militar. [http://www.cia.gov/cia/publications/factbook/geos/ir.html#Military]
Actualmente, las tropas de EE.UU. en Irak son menos de ciento cincuenta
mil, una fuerza que esta sobreexplotada y exhausta tras quince meses
de continua guerra de guerrillas. Más de mil soldados americanos han
muerto ya y más de 16.000 heridos han sido evacuados de Irak.
Los planificadores militares de EE.UU. han temido siempre que la expansión
regional del conflicto iraquí repita el infierno que soportaron sus
tropas durante la guerra de Corea. En 1950, China intervino del lado
de Corea del Norte con más de un millón de soldados, forzando así
un estancamiento de la situación que medio siglo después sigue sin
estar resuelto. Para enfrentarse a las bajas de una guerra en Irak que
ha durado más de lo anticipado, la Casa Blanca anunció recientemente
que estaba reorganizando sus fuerzas militares en todo el mundo. Se
espera que si Bush resulta reelegido, movilice 80.000 tropas más en
una renovada ofensiva contra la resistencia iraquí, muchas de ellas
procedentes de las bases de Corea del Sur.
La gravedad de las presiones se ha reflejado en recientes comunicados
desde Teherán. El lunes 23 de agosto Le Monde informó de los
comentarios del ministro de defensa iraní Ali Chamkhani, que avisa de
que:
"No nos quedaremos sentados con los brazos cruzados esperando a que
otros actúen contra nosotros (...). Algunos oficiales militares iraníes
opinan que las operaciones preventivas no son ni una invención
americana ni una prerrogativa de los EE.UU." [Mouna Naim, Le
Monde, "Irán Raises the Stakes"; http://www.truthout.org/docs_04/083004H.shtml
]
El artículo de Le Monde continuaba informando sobre las crecientes
tensiones entre Irán e Israel. Durante el verano, se han acrecentado
los miedos a que los israelíes puedan llevar a cabo un ataque
preventivo contra el reactor nuclear iraní de construcción rusa,
como hicieron en 1981 contra una instalación similar en Irak. Los
iraníes han jurado responder a Israel si tal ataque se produce:
"En cualquier caso, Israel ha sido avisado desde el 11 de agosto.
Ese día, Irán anuncio que había realizado una prueba satisfactoria
de la última versión de su misil de medio alcance, Chahab-3, capaz,
según las explicaciones del ministerio, de alcanzar territorio israelí.
Cuatro días después, el comandante de los Guardianes de la Revolución
(cuerpo de Pasdarans), la milicia auxiliar del ejercito, avisaba:
"todo el territorio de Israel, incluyendo sus instalaciones
militares y reservas nucleares, está ahora dentro del alcance de
misiles iraníes y tecnología avanzada".
El editor de UPI, Claud Salhani, describe en su libro "La guerra de
los cuatro días: la conflagración entre Irán e Israel" el
terrible escenario de una guerra nuclear regional posterior a un
ataque contra Irán.
Salhani, que escribe para el gran público, presenta una imagen
reveladora en la que los Guardianes de la Revolución iraníes
responderían con un asalto sangriento a las fuerzas de EE.UU. en
Irak, tal como predice el informe del CNS. La masacre resultante de
musulmanes, según escribe, causaría una rebelión general contra los
regímenes aliados de EE.UU. de la región, el derrocamiento del
general Musharraf y la intervención nuclear de Pakistán con la
consecuencia de un intercambio nuclear con Israel que exterminaría a
millones. [http://www.amconmag.com/2004_09_13/article.html]
La elección: ataque preventivo o "gran
pacto"
Aún en el caso de que un ataque preventivo no provoque una expansión de
la guerra, las amenazas de dicho ataque apoyado por EE.UU. hacen dudar
sobre la habilidad de Washington para tener un papel estabilizador en
la región. Muchos creen que el prestigio y la influencia global de
las instituciones estadounidenses han sido severamente dañados a
causa de la actuación de la administración Bush en la invasión y el
"catastrófico éxito" de la ocupación en Irak. En un
esfuerzo por anticiparse a un nuevo desastre en política exterior, se
ha presionado fuertemente a la Casa Blanca para que rechace la
autorización de un ataque preventivo. El 21 de septiembre, el
Washington Post informaba de que:
"Algunos expertos apelan a un 'gran pacto' que implique un acuerdo
global donde se negocie un cambio total de actitud de Teherán a
cambio de la normalización de las relaciones y las inversiones de
Occidente.
"Aún así, otros expertos consideran esa visión en extremo
ambiciosa y abogan por intentar en primer lugar llegar a 'compromisos
selectivos' en algunos asuntos cruciales, incluyendo pasos para
estabilizar Irak. Esta visión es compartida por el Council on Foreign
Relations dirigido por Zbigniew Brzezinski, el consejero de seguridad
nacional del presidente Carter, y Robert M. Gates, un director de la
inteligencia central de principios de los años 90." [NYT, Sept. 21, "Bush Aides Divided on Confronting Irán Over A-Bomb",
http://www.nytimes.com/2004/09/21/politics/21diplo.html]
Los candidatos demócratas han manifestado preocupaciones y soluciones
similares. El 30 de agosto, el Washington Post informaba de que John
Edwards, el candidato a vicepresidente de los demócratas, ofrecía a
Irán una alternativa a un ataque preventivo. En una entrevista con el
diario, Edwards explicaba la alternativa que él denomina "gran
pacto":
"Una administración [dirigida por] John Kerry propondría a los
iraníes que se permitiría que mantuvieran sus instalaciones
nucleares a cambio de que renunciaran al derecho de retener el
combustible nuclear que podría utilizarse en la fabricación de
bombas." [http://www.washingtonpost
.com/wp-dyn/articles/A45216-2004Aug29.html]
Ese trato con Irán podría ser un asunto consensuado entre los dos
partidos. En efecto, el término "gran pacto" parece haber
aparecido en este contexto a raíz de un artículo de Geoffrey Kemp
para el Nixon Center en 1998:
"[Un] avance inesperado en el proceso de paz árabe-israelí podría
permitir que Irán suavizara su retórica anti israelí y, al mismo
tiempo, redujera su apoyo a Hezbollah, Hamas y la Jihad Islámica. En
caso de que tales avances tuvieran lugar, los EE.UU. e Irán deberían
considerar un "gran pacto" que buscaría limitar los
programas nucleares y de misiles iraníes y abriría la puerta para la
cooperación energética entre ambos países, incluyendo los
oleoductos que transportan petróleo y gas desde el mar Caspio a través
de Irán." [America and Iran Roadmaps and Realism",
Washington, DC (March 1998); http://www.nixoncenter.org/publications/monographs/Irán.htm
]
No obstante, la esperanza de encontrar una solución constructiva a largo
plazo para esta crisis es mínima, especialmente si los radicales en
los gobiernos de Bush y Sharon continúan en el poder.
"Sinceramente soy bastante pesimista respecto al futuro,"
dijo Patrick Clawson, director regional del Instituto de Políticas de
Oriente Medio de Washington. Hablando con un reportero del New York
Times, Clawson añadía "no creo que suceda mucho hasta después
de las elecciones de EE.UU."
El New York Times y El Washington Post informan de que la crisis actual
esta causada por una disputa en el seno de la administración entre
los defensores de la línea dura del cambio de régimen, que intentan
forzar un derrocamiento del régimen de Teherán, y los moderados
relativos, que han propuesto utilizar la diplomacia y el comercio como
medio de cambio. Los seguidores de la línea dura sufrieron un revés
cuando las engañosas estimaciones de las armas de destrucción masiva
de Irak y la resistencia a la ocupación hicieron fracasar los planes
de guerra que la administración Bush tenía en Irak. Ello implicó
una atención no deseada hacia el papel de la Oficina del Pentágono
para los Planes Especiales (OSP, en sus siglas en inglés), dirigida
por Douglas Feith y otros compañeros neoconservadores, muchos de los
cuales tienen fuertes ligazones con la derecha israelí. Estas mismas
cifras, sus estimaciones sobre Irán y sus fuentes de inteligencia
extranjeras, ahora se enfrentan a un escrutinio crítico por parte de
oficiales de la inteligencia y del ejército cuyos avisos sobre Irak
fueron ignorados por la Casa Blanca durante el periodo previo a la
invasión de Irak, y quienes sienten que han sido vilipendiados
injustamente a causa de los fracasos en las políticas de Bush.
El 23 de agosto, en un acontecimiento relacionado, Lawrence A. Franklin,
un especialista sobre Irán de la OSP, fue arrestado por el FBI por
suministrar presuntamente documentos clasificados a representantes del
Comité Americano Israelí de Acción Política (AIPAC, en sus siglas
en inglés). Se ha comunicado en numerosas ocasiones que ello forma
parte de una investigación más amplia sobre las relaciones entre los
neoconservadores y el Likud y sus redes de inteligencia
internacionales. [Para ver mas sobre este incidente, consultar, Levey,
August 30, 2004, "Bush Drops the Iran Card: The OSP-AIPAC Scandal";
http://www.williambowles.info/Irán/osp_aipac.html
A pesar de las crecientes acusaciones sobre actividades de inteligencia
ilícitas y lealtades dudosas, el New York Times informa de que
aparentemente los neoconservadores han ganado por ahora la lucha
dentro de la administración Bush por el control sobre la política
concerniente a Irán, con miras a un posible segundo mandato:
"Según un articulo del Washington Post, funcionarios de la
Administración admitieron que el tema se debatió internamente el año
pasado, pero que la idea de ayudar a los disidentes que puedan
intentar derrocar el gobierno iraní ha sido descartada por falta de
grupos creíbles a los cuales apoyar. Asimismo, según esos mismos
funcionarios, se espera que el asunto del cambio de régimen en Irán
reviva en caso de que el presidente Bush salga reelegido. Dirigiendo
la acusación se encuentra John R. Bolton, el vicesecretario de estado
para la no proliferación, quien dio un discurso el mes pasado
avisando de que la conducta de Irán no 'auguraba éxito a una solución
negociada respecto a este asunto'". [NYT, Sept. 21, Ibid.]
Desde el principio de su presidencia, el señor Bush estableció el patrón
para sus subordinados. Puede haber sido uno de los más crédulos e
influenciables frente a los diversos agentes interesados. Sharon se
encontró con Bush en cinco ocasiones desde enero del 2000. En cada
encuentro, Sharon ha incrementado progresivamente su influencia
personal así como su poder sobre la política de los EE.UU. a través
de los neoconservadores. En abril de 2002, la revista Time eligió a
Sharon "el hombre de la semana", recalcando que el primer
ministro israelí "parecía tener en sus manos el destino de toda
la región, y quizás también el destino de la guerra contra el
terrorismo que lleva a cabo EE.UU." [http://www.time.com/time/pow/article/0,8599,227025,00.html]
Tras el 11 de septiembre, Sharon fue capaz de persuadir a Bush para que
abandonara definitivamente el lado palestino (una condición previa
que había prevalecido en la política estadounidense de apoyar un
intercambio de 'tierra por paz' con Israel). Muchas de las razones de
la invasión de Irak para destruir las armas de destrucción masiva
manejadas por la administración estaban basadas en evidencias
detenidamente seleccionadas por elementos ligados al Likud en el Pentágono,
que ahora dirigen la política hacia Irán. Envalentonado por sus éxitos,
Sharon empezó a presionar a Bush para actuar contra el vilipendiado
nuevo objetivo, el archienemigo israelí, la Republica Islámica de Irán.
En Octubre de 2001, una delegación israelí visito Washington con la
misión de persuadir a la administración Bush para que autorizase un
ataque contra Irán. Inicialmente el plan se vio con buenos ojos, pero
tuvo que esperar a que la Casa Blanca se ocupara de Afganistán y
luego de Irak. [http://www.spiegel.de/spiegel/english/0,1518,317845,00.html]
Incluso antes del 11 de septiembre, los israelíes habían intentado
repetidamente convencer al presidente ruso Putin para que mirara hacia
otro lado mientras se tomaban acciones contra los programas nucleares
y de misiles iraníes, cuya tecnología en gran parte procedía de
Rusia.
El 13 de agosto de 2003, el Washington Post cubría una amplia rueda de
prensa en la que Bush apoyaba los planes de Sharon para un ataque
preventivo a las instalaciones nucleares de Irán. El periodista Jim
Hoagland lo describía como "un siniestro aviso del primer
ministro israelí Ariel Sharon al presidente Bush de que Irán está
mucho mas cerca de producir armas nucleares de lo que cree la
inteligencia estadounidense..." La inteligencia de los EE.UU. había
estimado que Irán necesitaría cuatro años para procesar suficiente
material utilizable en bombas. Hoagland escribía:
"Según me comentaron fuentes israelíes y estadounidenses, Sharon
representó su predicción durante una reunión con Bush en el
despacho oval hace dos semanas trayendo consigo al general Yoav Galant,
un oficial de tres estrellas que es su secretario militar. Galant
mostró a un preocupado Bush fotografías y mapas extraídos de un
extenso informe sobre el programa iraní."
Durante su último encuentro en Washington el 14 de abril, se informó de
que ambos discutieron de nuevo acerca del programa nuclear de Irán y
de los planes israelíes de eliminarlo mediante un ataque preventivo
contra las infraestructuras y contra el personal clave. [Haaretz,
"Irán is top worry, Sharon to tell Bush" http://www.haaretzdaily.com/hasen/pages/ShArt.jhtml?itemNo=126843&contrassID=
2&subcontrassID=1&sbSubContrassID=0
El 22 de abril, "durante un encuentro en la Casa Blanca, Bush dijo a
los líderes republicanos del congreso que era seguro que los
terroristas intentarían un ataque de grandes dimensiones en los
EE.UU. antes de las elecciones, según un edecán del congreso. Los
lideres estaban impresionados por la gravedad y la urgencia de Bush,
según dicho edecán..." Washington Post, 22 de abril de 2004)
Los consejos de Sharon a Bush tuvieron el efecto deseado. El 6 de mayo de
2004, el Parlamento aprobó la resolución 398 con una votación de
376 a 3, apremiando al Gobierno de los EE.UU. a que "usara todos
los medios apropiados para detener, disuadir y prevenir que Irán
adquiera armas nucleares." Si el Senado hubiera pasado una
resolución así, Bush tendría ahora las manos libres.
El 1 de junio, el Departamento de Defensa de los EE.UU. anunciaba planes
para aprobar ventas de municiones guiadas a Israel del orden de 319
millones de dólares. La mayor parte de este coste será cubierto por
la ayuda financiera que Israel recibe de EE.UU. El 21 de septiembre,
los israelíes reconocieron que el envío incluiría 500 bombas anti búnker,
capaces de penetrar en las instalaciones nucleares y los centros de
control subterráneos iraníes. Según Reuters, Israel ya posee
reservas de bombas GBU-27 y GBU-28, que pueden penetrar hasta diez
metros bajo tierra o cemento y que, guiadas por láser o satélites,
se pueden lanzar desde los cazas F-15. [Reuters,
09/21/2004 08:32:09 "Eyeing Irán Reactors, Israel Seeks U.S.
Bunker Bombs"; http://www.Iránexpert.
com/2004/israel21september.htm]
El miércoles 2 de junio, Sharon aseguró al Comité de Defensa y de
Asuntos Exteriores del Knesset que él y Bush habían llegado a un
acuerdo en una serie de puntos estratégicos sobre la postura de
Israel en Oriente Próximo. Sharon dijo que a cambio de su comprensión,
la administración Bush solicitaba la retirada de Gaza y del norte de
Cisjordania. Los informes dicen que los comités entendían que Israel
recibía luz verde para finalizar los preparativos para un ataque
preventivo contra los objetivos nucleares de Irán. [WorldTribune.com,
3 de junio de 2004, http://www.intelmessages.org/Messages/National_Security/wwwboard/messages_04/8099.html
]
Existe, por supuesto, la posibilidad de que los informes del apoyo
estadounidense a los preparativos del ataque israelí sean pura
desinformación. A pesar de ello, como observa Claude Salhani, la
estrategia de Bush y Sharon de presionar a Irán ha fracasado
completamente si intentaba que Teherán renunciara a su programa de
armas.
"La invasión de Irak ha servido como medida de disuasión nuclear
frente a la acción militar unilateral de la única superpotencia del
mundo. Las repetidas amenazas de cambio de régimen por parte de la
administración Bush no han hecho sino incrementar el miedo en Irán
de que puedan ser los próximos en ser atacados. La promesa de Bush
durante la campaña de "acabar el trabajo" si fuera
reelegido en noviembre, es un eslogan que debe quitarle el sueño a más
de un ayatolá y apremiarle a la disuasión nuclear."
En lugar de proporcionar seguridad real, la estrategia simplista de
ataques preventivos que desarrolla la administración Bush ha
demostrado los peligros de la provocación, mientras que evidenciaba
las limitaciones del poder estadounidense en Oriente Próximo. Ha
servido, sobre todo, para demostrar asimismo el peligro real que
supone dejar que los EE.UU. sean forzados a actuar en contra de su
interés nacional.
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