Mueca de urna
Por Ritt Goldstein
Inter
Press Service (IPS), 19/11/04
En 10 estados en que
las elecciones del día 2 en Estados Unidos fueron muy reñidas, el
resultado final asignó muchos más votos al presidente George W. Bush
de los que preveían encuestas a boca de urna. La diferencia despierta
suspicacias.
"Algo estuvo
definitivamente equivocado", dijo a IPS el encuestador John Zogby,
al comentar una investigación del profesor de la Universidad de
Pennsylvania Steven F. Freeman, según la cual la posibilidad estadística
de que se registraran tales diferencias es de 250 millones a uno.
Zogby calificó los
comicios presidenciales del día 2 en Estados Unidos de "las
elecciones de Armaggedón". Y el candidato independiente Ralph
Nader está seguro de que el gobernante Partido Republicano estaba en
condiciones de cometer fraude.
Las especulaciones se
concentran en asuntos tales como las irregularidades en las
modalidades de voto electrónico y las dificultades para ejercer el
derecho al sufragio en áreas donde el opositor Partido Demócrata
tiene gran fuerza.
Los republicanos
"se aseguran de que no haya suficientes máquinas de emisión de
voto para áreas donde viven minorías", dijo Nader a IPS.
"Los hacen formar fila durante horas, y la mayoría no
espera."
"Hay muchas
formas" de manipular un acto electoral, "y por eso dije que
éste fue secuestrado de la A a la Z", sostuvo.
En su informe
publicado el día 10, titulada "La inexplicable discrepancia de
las encuestas a boca de urna", Freeman, experto en métodos de
investigación en ciencias sociales, sugiere que el rival de Bush,
John F. Kerry, pudo haber recibido, en realidad, más votos de los que
marcó el escrutinio.
El comentarista del
servicio de noticias de la cadena televisiva Fox Dick Morris, un
connotado republicano, sugirió que la diferencia entre los sondeos a
boca de urna y el resultado definitivo de las elecciones se debió a
una conspiración entre los encuestadores y el opositor Partido Demócrata.
"Esas
equivocadas encuestas a boca de urna fueron un sabotaje" fue el título
de la columna de Morris publicada en diversos periódicos. Pero el
propio comentarista dijo en ese artículo que "las encuestas a
boca de urna casi nunca se equivocan".
El informe de Freeman
destaca que, en 10 de los 11 estados clave para las elecciones
presidenciales analizados en las encuestas a la salida de los
circuitos de votación, Bush sacó muchos más votos en el escrutinio
de los que indicaban los sondeos. Wisconsin fue el único caso de
coincidencia estadística.
En el estado de New
Hampshire, por ejemplo, la diferencia de la ventaja de Kerry entre los
sondeos y el escrutinio fue de 9,5 puntos porcentuales. Las encuestas
pronosticaban que Kerry triunfaría por 54,9 a 44,1 por ciento, pero
finalmente lo hizo por 50,3 a 49 por ciento.
En Ohio, donde ganó
Bush, la diferencia fue de 6,7 puntos porcentuales, y en Pensylvannia,
donde ganó Kerry, de 6,5 puntos, también a favor del presidente
reelecto. En Minnesota, estado en que ganó Kerry, Bush "recuperó"
en las urnas 5,5 puntos que las encuestas no le reconocieron.
Morris recordó que,
fuera de Estados Unidos, las encuestas en boca de urna son con
frecuencia utilizadas como control de los resultados oficiales.
La creación de este
tipo de sondeos es atribuida a Warren Mitofsky, responsable de la
encuestadora Mitofsky International, una de las más respetadas. Zogby
considera "imposible" la diferencia ocurrida en esta ocasión
entre las encuestas y los resultados finales.
Según Zogby, un
error de los encuestadores habría requerido "muestreos
equivocados en áreas equivocadas en todo el país", o la
manipulación intencionada de datos para obtener resultados
significativamente diferentes a los oficiales.
Ninguna de las dos
posibilidades es, según el encuestador, digna siquiera de consideración.
Sin embargo, al preguntársele qué sucedió exactamente, Zogby
contesta que hubo "un problema. Pero no sé dónde está. Hay
algo equivocado, de todos modos".
Nader solicitó tres
días después de las elecciones el recuento de los votos en 11
circuitos del estado de New Hampshire. Tiene, afirmó, "informes
sobre irregularidades" en esos sitios.
En cinco de esos
circuitos --una muestra de 45.000 votos, todos ellos emitidos a través
de computadoras con sistemas ópticos (escáner)-- el control manual
comenzó el día 18, y concluiría en una semana. "Si se detectan
irregularidades, podrían surgir implicancias más amplias en otros
estados", sostuvo Nader.
Por su parte, los
partidos Verde y Libertario gestionan un recuento de votos en el
estado de Ohio, y en Florida hubo denuncias sobre manipulación de
sufragios en sistemas ópticos.
"En lo que a mí
respecta, esta elección fue claramente robada. Lo que hicieron en
Ohio fue negar el voto sistemáticamente a miles de
afroestadounidenses y otros ciudadanos sospechosos de demócratas",
dijo a IPS el activista Harvey Wasserman, un conocido escritor del
condado de Franklin en Ohio.
"Fue como
Mississippi en los años 50, y fue deliberado. Si hubieran montado máquinas
receptoras de votos suficientes y se le hubiera dado a la gente acceso
equitativo a las urnas con un sistema confiable de escrutinio, no hay
duda de que John Kerry hubiera ganado en Ohio", agregó.
Y, en ese caso, Kerry
hubiera ganado la presidencia.
|