Champaña regado de
gas pimienta
Por
Katherine Stapp (*)
Inter
Press Service (IPS), 20/01/05
Nueva York. Estados
Unidos celebra la segunda investidura de George W. Bush con la Gala de
la Libertad, la Gala Patriótica y la Gala de la Democracia.
Quien tenga ganas de
más festejo y dinero para comprar la entrada, puede asistir también
a la Gala de la Independencia, la Gala de las Barras y Estrellas, la
Gala Texas-Wyoming y la Gala del Comandante en Jefe.
¿Pero la Gala de la
Recoronación?
Parece improbable que
el presidente se aparezca por allí. Se trata de una invención del
grupo satírico Billonarios por Bush, que invita a asistir con
”atuendo para yate, accesorios para caza del zorro, ropa de la
realeza euroasiática depuesta o ecuestre de terciopelo”.
Los integrantes de
Billonarios por Bush figuran entre los miles de personas que se
manifestaron para protestar este jueves en Washington, en medio de
jubilosos militantes del gobernante Partido Republicano que celebraban
la segunda investidura del mandatario.
Fuera de Washington,
entre las más de 100 protestas figuraron las organizadas por ”Día
de Ningún Maldito Centavo”, que llama a un boicot de 24 horas a
toda forma de consumo en oposición a la guerra en Iraq, un ”grito
primal” en la plaza Times Square de Nueva York y el ”funeral del
Sueño Estadounidense” en Port Huron, Michigan.
Los manifestantes en
el centro de Washington se enfrentaron con el dispositivo de seguridad
más intenso en la historia de las investiduras presidenciales. Seis
mil policías, uniformados y encubiertos, y 2.500 soldados custodiaron
los tres kilómetros por los que pasó el desfile.
Las calles
circundantes fueron selladas con barreras de seguridad, y el espacio aéreo
de la capital quedó vedado para vuelos comerciales.
La policía de
Washington informó sobre al menos cinco arrestos, incluido el de una
persona que interrumpió brevemente el discurso de Bush para gritarle:
”¿Dónde están los pobres? ¿Los echaste de la ciudad?”
Otros que intentaron
pasar por sobre las barricadas fueron atacados con gas pimienta en
aerosol, pero a comienzos de la tarde de este viernes no se supo de
heridos.
Los contribuyentes
estadounidenses pagan la factura de 20 millones de dólares por la
seguridad de las ceremonias, que incluye el despliegue de misiles
antiaéreos cerca del Capitolio.
Otros 40 millones de
dólares se gastaron en almuerzos, galas y cenas a la luz de la vela,
aunque Bush aseguró que esa suma fue recaudada con donaciones
privadas.
¿Quién paga el
festejo? La mayoría de los mecenas más generosos, con hasta 250.000
dólares por ticket, fueron corporaciones y sus gerentes generales.
Las firmas financieras lideraron la partida, con cheques por más de
cuatro millones de dólares. Las compañías de energía aportaron
otros 2,7 millones.
Ante una gran
multitud frente al Capitolio --la sede del Congreso legislativo donde
prestó juramento--, Bush reconoció: ”Hemos tenido divisiones, que
deben ser curadas para avanzar en grandes propósitos. Trabajaré de
buena fe para curarlas, aunque estas divisiones no definen a Estados
Unidos.”
Las manifestaciones
que acompañaron la primera investidura de Bush fueron mayores, en
parte debido a la prolongada controversia que rodeó las elecciones de
2000, en que ganó por un pequeño margen de 537 votos confirmados por
la Corte Suprema de Justicia, que suspendió las recuentas.
Aunque el margen fue
mucho más amplio en esta ocasión, opositores advirtieron que hubo
irregularidades electorales en muchos lugares del país, en particular
en el escrutinio en el estado de Ohio, fundamental para la victoria de
Bush.
”Estoy aquí porque
una mayoría de estadounidenses no eligieron a George W.”, dijo
David Hopkins, de Charleston, en el estado de Virginia Occidental, que
desafió el frío para unirse a otros miles de manifestantes en las
calles donde transcurrió el desfile.
”Muchos pobres no
votaron. Los sin techo no votaron”, sostuvo Hopkins.
Jorge Conejo, de
Nueva York, también cree que se trató de una ”victoria falsa”.
Pero lo que más le preocupa es la presencia militar estadounidense en
Iraq y en otras partes del mundo. ”El gobierno mata millones de
personas en todo el mundo para beneficio de sus amigos ricos”, dijo
Conejo a IPS.
Una encuesta
publicada este jueves por el diario The New York Times y la cadena
televisiva CBS asignaron a Bush la aprobación de 49 por ciento de los
entrevistados, mucho menos que el 60 por ciento de Bill Clinton
(1993-2001) al iniciar su segundo periodo.
”Bush ganó por
menos de cuatro por ciento. Siguen hablando de los estados rojos (en
los que ganó Bush) y los azules (en los que ganó el candidato del
opositor Partido Demócrata, John F. Kerry), pero nosotros vemos mucho
violeta”, dijo Tim Carpenter, director ejecutivo de la organización
Demócratas Progresistas.
Este grupo organizó
una serie de protestas del viernes al domingo, con oradores como la
presidenta de la Organización Nacional para las Mujeres, Kim Gandy,
la cofundadora de Code Pink y Global Exchange, Medea Benjamin, y el
fundador del Instituto Árabe-Estadounidense, James Zogby.
”El movimiento
progresista se encuentra estancado. Estamos en una prolongada lucha
por la reconstrucción del Partido Demócrata desde las bases”,
explicó Carpenter.
(*) Con aportes de
Julie Fry, desde Washington.
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