Entrevista
a Robert Kurz en el Foro Social Mundial
Los
EEUU hacen guerras para controlar al mundo capitalista
Agencia
Carta Maior
Sodepaz, 02/02/05
En
entrevista exclusiva, el filósofo e historiador alemán Robert
Kurz, que participa por primera vez en el Forum Social
Mundial, en Porto Alegre, dice que las guerras promovidas por los
EE.UU. crean un régimen de estado de sitio global que controla la
mayoría "inutilizable" de la población mundial.
Robert
Kurz es uno de los principales pensadores del mundo contemporáneo. Su
libro "El colapso de la modernización" se volvió
referencia para los movimientos de lucha antiglobalización en los
cinco continentes. En su obra, el alemán afirma que la causa común
de las formas contemporáneas de la desestabilización global es la
crisis de la tercera revolución industrial, que hace que cada vez
menos personas puedan ser integradas en la valorización del capital y
que cada vez más infraestructuras necesarias para la reproducción
estén paralizadas y economías nacionales enteras entren en colapso.
Kurz
vive en Nurenberg como publicista autónomo, autor y periodista, y
publica regularmente ensayos en periódicos y revistas en Alemania,
Austria, Suiza y Brasil. Este año, participa en el Forum Social
Mundial por primera vez. Llegó a la capital gaucha la última semana,
para pronunciar la conferencia de apertura del Forum Social de
Migraciones, que termina este martes (25) y es uno de los eventos temáticos
del FSM. Su teoría es la de que la migración es, desde finales del
siglo 20, solamente una fuga de esta crisis en dirección a Europa
Occidental, América del Norte y el este de Asia.
"Es
preciso dejar de dar explicaciones ontológicas sobre las migraciones
del tipo ‘el ser humano siempre hizo guerras y emigró’. Eso no
nos ayuda a comprender este fenómeno, que es inédito y nunca ocurrió
en esta escala, dice. La migración no es nada nuevo en la historia de
la modernización, sino que hay un fallo en la evaluación de que las
personas migran libremente en busca de mejores condiciones. Es un
proceso coactivo. Los pobres son libres de vender su mano de obra,
pero hacen eso porque no tienen condiciones para controlar su
existencia. La transformación de la sociedad capitalista en una
sociedad mundial produjo una sociedad de exclusión. El ser humano
participa en un sistema en el que vende abstractamente su mano de obra
y participa en un engranaje para producir acumulación infinita de
capital", afirma.
Según
la visión de Kurz, el principal problema de este tipo de análisis
– que enfrenta las migraciones como un proceso natural, voluntario
– es que parte de la aceptación de la lógica de que es normal que
una persona viva solamente para vender su mano de obra. Y que aceptar
esta lógica con la que fuimos socializados destruye poblaciones
enteras. Cita como ejemplo las regiones periféricas a las potencias
económicas mundiales, que no tienen condiciones de acompañar el
nivel de competitividad instituido por la tercera revolución
industrial y se transforman en "zonas muertas", por las que
el capitalismo no se interesa. En este contexto, el propio capitalismo
entra en un proceso de migración. Ahora va para Singapur, ahora para
Italia, ahora para la India.
Para
mantener el orden global que sustenta ese sistema esencialmente
economicista, según Robert Kurz, los Estados Unidos, potencia hegemónica
mundial, promueven guerras que crean un régimen de estado de sitio
global que controla a la mayoría "inutilizable" de la
población mundial. En esta entrevista, concedida en exclusiva a
la Agencia Carta Maior,
Robert Kurz explica como el gobierno norteamericano actúa en este
sentido y habla de como el Forum Social Mundial puede contribuir a
construir alternativas a este proceso.
Agencia Carta Maior – Usted afirma que las
guerras contemporáneas no son guerras imperialistas tradicionales,
entre potencias que compiten entre sí, sino que están relacionadas
con el control del mundo capitalista, control que estaría en riesgo
de colapso. ¿Cómo se produce esta tentativa de control?
Robert Kurz – Como potencia, los Estados Unidos
necesitan demostrar que aún mantienen el control del mundo
capitalista y dar un signo positivo para el mercado financiero para
generar confianza. De ahí vienen las guerras de mantenimiento del
orden en países como Afganistán e Irak, donde las personas
prescindieron de los valores del capital. Después del 11 de
septiembre, creció la exigencia para demostrar que aún tienen el
control. La guerra en Irak es solamente la punta del iceberg de este
sistema de control, pero es también el aspecto más fundamentado.
Además de Irak, muchos países occidentales tienen bases militares
americanas en su territorio. Los EE.UU. también controlan las
instituciones mundiales financieras, como el FMI y el Banco Mundial.
Es una función de control múltiple, que influencia a todos los países,
principalmente los del tercer mundo, que están en la periferia. Pero
lo más importante es que todos esos mecanismos de control sólo son
posibles a causa del monopolio de la máquina bélica por los Estados
Unidos. Ahí no hay competencia.
CM – ¿En qué se basa este monopolio?
Robert Kurz – Este monopolio se basa en una estructura
general de atracción del flujo de mercancías hacia los Estados
Unidos – es lo que demuestra, por ejemplo, la balanza comercial
negativa de aquel país. Es un flujo que atrae todo lo que circula;
algo controlado permanentemente para no perder la posición de
confianza del mercado financiero. Por eso los EE.UU. tienen que hacer
todo para ganar la guerra en Irak. Si la perdieran, los sectores del
capitalismo financiero que drenan dinero para los Estados Unidos
pueden parar de hacerlo. Y el país tiene una deuda gigantesca. Como
todos los países del circuito de mercancías dependen del déficit de
los EE.UU., tienen interés en mantener la continuación de este
estado de cosas. Incluso China y la Unión Europea.
CM
– ¿Entonces esa posibilidad de que la Unión Europea se
coloque como una fuerza en disputa contra la hegemonía norteamericana
en el ámbito global desaparece cuando se trata del ámbito del
capital financiero?
Robert Kurz – Exactamente. Las rivalidades no son
tantas como parecen. No existen en este contexto del capitalismo
financiero. Es típico que ideólogos de la substitución de los
Estados Unidos por la Unión Europea hagan este debate sólo en el ámbito
cultural y no en el militar y económico. En este sistema social que
tenemos no podemos llegar a ese sistema económico y militar.
CM – ¿Dentro de esa disputa global marcada por
las guerras contemporáneas, como quedan los países periféricos?
Robert Kurz – Entran en colapso. Hay regiones de
colapso en África y en Asia, hay generaciones que crecieron en este
contexto de guerra civil, personas que no dan valor a su propia vida.
Hay una indiferencia con relación a uno mismo. Eso hace que el
sistema social tenga un carácter auto-destructivo. Eso pasa por la
propia idea del hombre como capital humano, que se autovaloriza. De ahí
llegamos al autocanibalismo. Esta autodestrucción es un obstáculo
para el desarrollo tanto en los países fallidos de la new economy
como en las criaturas de la generación de guerra civil.
CM – Usted defiende la urgencia de un proceso de
conscientización de los movimientos sociales para interferir en este
orden social. Y afirma que las medidas de resistencia contra el
capitalismo son cada vez más débiles. ¿El proceso del Forum Social
Mundial no es un espacio para la construcción de esas medidas de
resistencia?
Robert Kurz – Es preciso pensar en grandes pasos. No
es algo para filósofos, sino para la práctica. La sociedad está
paralizada porque en todo el mundo hay recursos humanos y de
infraestructura que no pueden ser movilizados de forma rentable por el
capitalismo. Esto es un absurdo. Deberíamos ocupar esos recursos, no
sólo la tierra. Creo posible que el Forum Social Mundial sea un
espacio para que se haga esa crítica radical, porque se alimenta de
muchos movimientos localizados en diferentes rincones del mundo y de
las más diversas experiencias prácticas. Y la mayor experiencia es
la falta de éxito de esas experiencias. Tal vez de ahí surja una
discusión que haga esta crítica más profunda. De momento, sin
embargo, el Forum es más una discusión nostálgica. Las cosas no
suceden tan rápidamente; hay un problema de mediación. El camino es
más una toma de conciencia sobre los objetivos que aún no son
posibles de alcanzar y que todavía son deseados. Es un procedimiento
a partir de la negatividad. No puedo hablar de toda la
multiplicidad del FSM, pero por lo que conozco de los movimientos
antiglobalización en Europa, ellos aún no han llegado ahí. Lo
importante es hacer antes la crítica de los conceptos actuales y
profundizar en esta crítica.
25
de Enero 2005
Traducción
al español: Contracorriente
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