Conocimiento
total de la Información
El ojo del Pentágono
Por
Thierry Meyssan (*)
Red
Voltaire, 15/02/05
El Congreso de los Estados Unidos rechazó
legalizar un colosal proyecto de control social a escala planetaria:
el Programa TIA. Esto no ha sido del gusto de los militares, el
almirante estadounidense John M. Poindexter dimisionó por ello. Sin
embargo este programa que no respetará fronteras y vida privada ha
sido delegado al Pentágono y a sus diversos departamentos de defensa
para su ejecución.
Usted que es usuario de Internet no ignora que
dicho sistema fue desarrollado inicialmente por una agencia del Pentágono,
la ARPA. Desde hace varios años esta ha cambiado su nombre para
convertirse en la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada para
la Defensa (Defense Advanced Research Projects Agency - DARPA).
En febrero de 2002 Donald Rumsfeld le asignó 200
millones de dólares que se sumaron al presupuesto inicial con el
objetivo de desarrollar dos nuevas oficinas: la de la explotación de
la información (Information Exploitation Office - IEO) y la del
Conocimiento de la Información (Information Awareness Office - IAO).
La IEO está encargada de determinar los objetivos
de las fuerzas armadas y programar los propulsores y las municiones
inteligentes para destruirlos. Este organismo es el que programa
actualmente todo tipo de armas para golpear 15 mil objetivos en dos
semanas en Irak.
En cuanto a la IAO,
se trata de un organismo de investigación que debe perfeccionar
programas informáticos que permitan la observación de los
comportamientos individuales en el todo el mundo, detectar las
actitudes sospechosas, analizarlas y ubicar a los potenciales
terroristas.
Sin embargo, la
elaboración de dichos programas no puede separarse de su uso
experimental, de forma que esta oficina está llamada a convertirse en
una agencia de inteligencia, tal vez la más poderosa del mundo.
Como la IAO no dispone de un estatus de subagencia,
la nominación de su director no está sometida al control del
Congreso, por lo que Donald Rumsfeld ha podido así nombrar al
almirante John Poindexter al frente de la misma.
John Poindexter, oficial brillante, se graduó en
la Academia Naval en 1958, donde terminó con el grado de mayor. El
presidente Ronald Reagan le otorgó el grado de vicealmirante y luego
fue escogido como consejero de Seguridad Nacional (1983-1986). Fue
quien introdujo las nuevas tecnologías en la Casa Blanca,
especialmente las videoconferencias seguras, y quien extendió los
poderes del Pentágono en materia de vigilancia electrónica (National
Security Decision Directive 145).
Se
mostró excepcionalmente desleal con su país. Fue el principal artífice
del Irangate, vasto tráfico internacional de armas violatorio de las
decisiones del Congreso y pretendidamente sin la autorización
presidencial. Para obtener la liberación de siete rehenes detenidos
por el Hezbollah, el almirante Poindexter y su adjunto, el teniente
coronel Oliver North, vendieron armas a Irán a través de Israel,
operación financiada mediante la organización de otro tráfico de
armas, esta vez con destino a la extrema derecha nicaragüense, los
Contras.
Una gran parte fue pagada con cocaína. El 11 de
junio de 1990, tras largos años de investigación, Poindexter fue
hallado culpable de «complot, obstrucción a la justicia, destrucción
de pruebas» y condenado a dieciocho meses de prisión. La sentencia
fue anulada por una jurisdicción superior debido a un aspecto formal
en las declaraciones de los testigos, pero la Suprema Corte se opuso a
la revisión del proceso.
Independientemente de sus procesos en los Estados
Unidos, en 1989, fue acusado por el gobierno de Costa Rica como el
principal dirigente del tráfico de cocaína en el país. Sin embargo,
nunca fue juzgado en Costa Rica. Durante los últimos años John
Poindexter llegó a ser vicepresidente de la sociedad Syntek
Technologies, cercana al Pentágono, y dirigió la construcción del
programa informático Genoa, capaz de explorar clandestinamente las más
importantes bases de datos informatizadas.
La IAO, cuyo lema es «Sciencia est Potentia»
(Saber es Poder), hizo suyo un emblema paramasón tomado del billete
estadounidense. La entidad está constituida por ocho unidades
principales:
_ Genysis, cuya función es hacer compatible entre
sí las informaciones reunidas en todas las bases de datos públicas
del mundo, cualesquiera que sean los programas en que estén
soportadas. Director: Doug Dyer.
_ Genoa II, encargada de continuar el desarrollo
del programa Genoa I de exploración clandestina de las bases de datos
informáticas.
_ TIDES («las mareas»), para la traducción
automática al inglés desde todas las lenguas del mundo. Director:
Charles Wayne.
_ Obtención de pruebas y descubrimiento de lazos
(Evidence Extractation and Links Discovery - EELD), para la
interpretación de las informaciones reunidas según los métodos
mejorados de data-mining. Director: Ted Senator.
_ EARS («los oídos»), cuya misión es
transformar en texto escrito las comunicaciones orales interceptadas. Director:
Charles Wayne.
_ Biovigilancia, para la colecta de informaciones
que puedan indicar la dispersión de agentes biológicos. Director:
Ted Senator.
_ Identificación humana a distancia (Human
Identification at Distance - HID), para el desarrollo de
procedimientos biométricos, especialmente la identificación de
sospechosos en una multitud mediante cámaras inteligentes. Director: Jonathan Philips.
_ Simulación de ambientes asimétricos (War
Gaming the Asymetric Environment - WAE). Director: Larry Willis.
Estas ocho unidades convergen para la creación
del más gigantesco sistema de control social jamás imaginado -el
Conocimiento Total de la Información (Total Information Awareness -
TIA): el Pentágono pretende colectar información, legal o
clandestinamente, de todas las bases de datos informatizadas posibles,
públicas o privadas, estadounidenses o extranjeras.
Desea integrar todas las informaciones reunidas
por los sistemas de intercepción, principalmente ECHELON, y
procesarlas según métodos derivados del marketing comercial para
detectar los comportamientos individuales sospechosos, identificar a
los potenciales terroristas y golpearlos de forma preventiva. El
almirante Poindexter estima que el programa estará en fase operativa
en un período de entre tres y cinco años, pero numerosos expertos
dudan que puedan resolverse todos los problemas técnicos en tan breve
plazo.
Para acelerar las investigaciones, la IAO ha
incorporado ya a sus filas a los ingenieros de Syntek y firmado
contratos de subcontratación con la SAIC y Raytheon.
El TIA se encuentra ya en fase de implementación
y su legalización fue sometida al Congreso durante la votación del
proyecto de ley sobre la Seguridad de la Patria (Homeland Security Act).
Por primera vez los congresistas deberán pronunciarse sobre un
sistema de inteligencia global, es decir, planetario, que vigila
indistintamente el territorio de los Estados Unidos y el resto del
mundo, a los ciudadanos estadounidenses y a los extranjeros. Pero
también, y sobre todo, frente al cual la noción de «vida privada»
ya no tiene sentido.
(*) Thierry
Meyssan, Periodista y escritor, presidente de la Red Voltaire y
de la sección francesa Réseau Voltaire con sede en París, Francia.
Es el autor de La gran impostura y del Pentagate.
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