Fracasa
el ejército, por cuarto mes consecutivo, en alcanzar metas de
reclutamiento
La
guerra en Irak no vale la pena, opina 60% de estadounidenses
Más
de la mitad de la población del país padecerá alguna enfermedad
mental, indica estudio
Por
David Brooks
Corresponsal
en EEUU
La
Jornada, México, 09/06/05
Nueva
York. Los estadounidenses registran ahora el mayor pesimismo por la
guerra en Irak desde su inicio y el ejército fracasó una vez más, y
por mucho, en lograr sus metas de reclutamiento, mientras que por otro
lado hoy se reveló que un alto funcionario ha manipulado informes
oficiales sobre el calentamiento global para complacer a la industria
petrolera, y se generaron sospechas de mayor corrupción en el
Congreso; todo para volver loco a cualquiera.
Tal
vez eso explique por qué más de la mitad de la población
estadounidense sufre o sufrirá en algún momento una enfermedad
mental, o quizás eso es lo que permite que este pueblo permita tanta
locura.
Una
encuesta del Washington Post/ABC News difundida hoy muestra que casi
tres cuartas partes de los estadounidenses dicen que la cifra de bajas
en Irak es "inaceptable", dos tercios creen que las fuerzas
armadas están "estancadas" allí y cerca de 60 por ciento
opina que esa guerra no vale la pena.
Estas
cifras, señala el Post, revelan que el pesimismo alcanza el grado más
alto, e indican que más de 40 por ciento cree que Irak se está
convirtiendo en un Vietnam para Estados Unidos.
Peor
aún, la encuesta revela por primera vez que la mayoría (52 por
ciento) está en desacuerdo con la justificación oficial del
presidente George W. Bush de que la guerra en Irak ha hecho más
seguro a Estados Unidos. Ahora sólo 47 por ciento opina que está más
seguro por la guerra, cifra que se ha desplomado si se considera el 62
por ciento de finales de 2003.
No
resulta sorprendente, entonces, que cada vez menos jóvenes
estadounidenses deseen sumarse a la lucha "por la libertad".
Aun después de reducir sus metas para el reclutamiento de nuevos
soldados, el ejército una vez más se quedó corto, en un 25 por
ciento, en lo que se había propuesto para mayo, informó el New York
Times. Esto marca el cuarto mes consecutivo en el que el ejército no
logra sus metas de reclutamiento. El ejército insiste en que sí
alcanzará su meta anual para este año de reclutar a por lo menos 80
mil nuevos soldados.
El
ejército ha enfrentado este problema a pesar de agregar a más de mil
reclutadores desde septiembre del año pasado, elevar los bonos a más
de 20 mil dólares para atraer reclutas y una nueva campaña
publicitaria. Se espera que otros sectores de las fuerzas armadas
también sufran algo parecido.
Jimmy Carter pide el cierre de la prisión de Guantánamo
La
guerra y los escándalos de abuso y violación de derechos humanos,
entre otras cosas, han llevado a un deterioro en la confianza popular
en el comandante en jefe. Ayer, el ex presidente Jimmy Carter pidió
la clausura de la prisión militar estadounidense en Guantánamo,
Cuba, y reafirmó su compromiso con procesos judiciales imparciales
para detenidos en la llamada "guerra contra el terrorismo"
como también con la Convención de Ginebra.
"A
pesar del intrépido recordatorio del presidente George W. Bush de que
Estados Unidos está determinado a promover la libertad y la
democracia por el mundo, Estados Unidos continúa enfrentando una vergüenza
terrible y un golpe a nuestra reputación como campeón de los
derechos humanos por informes sobre abusos a prisioneros en Irak,
Afganistán y Guantánamo", declaró desde el Centro Carter en
Atlanta.
Y
la guerra también está provocando problemas maritales. Según informó
USA Today, la tasa de divorcio entre las filas de oficiales militares
se ha incrementado 78 por ciento entre 2003 y 2004. Entre los
reclutas, el divorcio se ha disparado 28 por ciento en 2004 en
comparación con 2000. También hay indicios de que está creciendo el
número de soldados que regresan al país con problemas mentales y
económicos, algunos de ellos viven sin techo en las calles del país
al cual supuestamente defendieron.
El
panorama bélico, junto con la creciente incertidumbre económica, se
ha combinado para nutrir la impresión de que Washington está cada
vez más lejos de representar los intereses de este pueblo. Una mayoría
–52 por ciento– de los estadounidenses desaprueba ahora el desempeño
de Bush como presidente –el nivel más alto de su presidencia– según
la encuesta del Post. A la vez, 56 por ciento desaprueba el trabajo de
republicanos y demócratas en el Congreso.
Esta
impresión es alimentada casi cada día con nuevas revelaciones de
engaños, manipulación y corrupción en la Casa Blanca y el
Capitolio. Por ejemplo, el New York Times reveló este miércoles en
su primera plana que el jefe de equipo del Consejo de Calidad
Ambiental de la Casa Blanca de manera repetida ha editado o modificado
informes oficiales sobre cambios climatológicos para minimizar el vínculo
entre emisiones de gases que contribuyen al calentamiento global. El
alto funcionario, Philip Cooney, encabezó antes el esfuerzo de
cabildeo de la asociación de la industria petrolera para combatir
intentos a fin de imponer límites sobre estos mismos gases.
En
el Capitolio fue revelado hoy que el representante Doc Hastings,
presidente del Comité sobre Ética –la comisión legislativa
encargada de supervisar la conducta de los legisladores– está
vinculado con el mismo grupo de individuos bajo investigación y/o
acusados de delitos que trabajaban con un fondo de acción política
establecida por Tom DeLay, líder de la mayoría republicana en la Cámara.
Ese comité es el encargado de evaluar si DeLay violó reglas de
conducta legislativa y posiblemente de corrupción.
Seguramente,
la combinación de tanto engaño, guerras consideradas inútiles,
corrupción y el desmoronamiento del mito de Estados Unidos como faro
de la libertad, democracia y derechos humanos, y la constante
inseguridad manipulada para fines políticos está provocando que
muchos cuestionen la sensatez nacional. Un nuevo sondeo científico
oficial concluyó que más de la mitad de los estadounidenses padecerá
alguna enfermedad mental en algún momento de sus vidas.
El
director del Instituto Nacional de Salud Mental, principal
patrocinador del sondeo más amplio jamás realizado sobre la
enfermedad mental, declaró: "el punto clave para recordar es que
los desórdenes mentales son altamente prevalecientes y crónicos".
Los investigadores descubrieron que los problemas más comunes eran la
depresión (que afecta a 17 por ciento de la población en algún
momento de sus vidas) el abuso de alcohol (13 por ciento) y fobias de
varios tipos (12 por ciento). Más de 25 por ciento de los encuestados
había padecido algún problema mental durante el último año. Lógico.
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