Katrina:
¿prólogo de tiempos más huracanados? Pronósticos aterradores
¿Una
venganza de la naturaleza?
Por
Mirra Banchón
Deutsche
Welle, 30/08/05
La
devastación local que dejó tras sí el huracán Katrina fue inmensa
pero, por suerte, menor a la temida. Su efecto, sin embargo, se hará
sentir globalmente. Expertos opinan que lo peor aún está por venir.
Las
compañías petroleras localizadas en el golfo de México pararon su
producción debido al huracán Katrina y, debido a la inseguridad en
el mercado, el precio del barril del petróleo sobrepasó los 70 dólares
por algunas horas para luego bajar a 69,87. Aunque aún no se sabe a
ciencia cierta en qué medida han sido afectadas las refinerías de la
región del golfo ni a cuánto ascienden los costos, los efectos en la
economía mundial se hacen sentir ya.
Debido
a Katrina y sus destrozos, la Asociación de Industriales alemanes
redujo su pronóstico de crecimiento económico: para el año 2006 será
difícil que alcance el 1%, así lo manifestó Reinhard Kudiß,
economista de la Asociación Alemana de Industriales.
Por
su parte, Jürgen Pfister, economista jefe del banco Bayerische
Landesbank, en entrevista con DW–TV, declaró que, en caso de que
los precios del petróleo sigan así, el endeble crecimiento que se
esperaba en Alemania para el año entrante tendrá que ser corregido
hacia abajo. A pesar de que se cuenta con que los precios vuelvan a un
rango entre 55 y 60 dólares, la inseguridad al respecto es demasiado
grande.
Distribución
global del daño
Muchas
empresas no han tenido aún en cuenta en sus cálculos un precio de la
energía tan alto, pues se presume que este encarecimiento será
pasajero. Sin embargo, en la misma medida en que los precios del petróleo
y, con ello, los de la energía se incrementen, los clientes lo sentirán
en su bolsillo: cada kilómetro de su auto costará más y la
calefacción en el invierno será más cara. Si bien el consumidor está,
entre tanto, acostumbrado a pagar su cuota individual por cada catástrofe
natural, por cada guerra o ataque terrorista ante las distribuidoras
de gasolina, mucho parece indicar que lo peor está por venir.
¿Una
venganza de la naturaleza?
La
mayoría de los expertos de todo el mundo está de acuerdo en que si
bien los huracanes tienen sus ciclos de mayor o menor presencia, la
furia con la que aparecen en éste se debe claramente al calentamiento
global debido al efecto invernadero. Y los pronósticos son
aterradores: según las últimas declaraciones de investigadores,
tanto alemanes como estadounidenses, los huracanes, los vientos y las
lluvias por venir aumentarán en intensidad.
Por
lo pronto, según los primeros cálculos Katrina no ha tenido la
intensidad temida y ha causado daños que superan los 21.000 millones
de euros y el presidente norteamericano, George W. Bush, plantea
recurrir a la reserva estratégica de petróleo de Estados Unidos para
paliar los efectos del daño en las plataformas petrolíferas y la
paralización de la producción en esa región. Diversos
economistas, sin embargo, no excluyen una subida del precio del barril
de petróleo hasta los 80 dólares. Y entonces, hasta el siguiente
huracán.
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