Ejercito, burocracia, racismo y violaciones a los
derechos humanos
Por Miguel García (*)
Enviado por Boletín informativo – Red solidaria de
la izquierda radical, 05/09/05
Los cadáveres flotan en las turbias aguas del rió,
la Bahía o en lo que fueron calles, otros muertos están en las
banquetas o simplemente en el mismo sitio donde murieron: una silla de
ruedas, una cama, la acera, un ático o simplemente los mas flotando.
Nadie los entierra, nadie los toca, el hedor empieza.
Nadie sabe a ciencia cierta el numero de muertos que
varia de cientos a miles según cifras oficiales. Algunos son
colocados en congeladores con energía de respaldo, seis adultos y dos
niños junto con reses así esperan.
Largas filas de gente –decenas de miles– se les
ve caminado por vías de tren o carreteras buscando dejar la ciudad,
caminan sin agua o comida, cargando enfermos y niños y sus escasas
propiedades.
Turbas de saqueadores están asaltando ya no solo
comercios sino a mujeres alas que violan y asesinan, tirotean policías
o helicópteros y roban al resto de la población les arrebatan sus
autos o alimentos. Miles de adictos están desesperados por falta de
droga. Ellos son los reclutas de las bandas de saqueadores. Otros en
simplemente asaltan por agua y comida y los policías se niegan a
detenerlos o dispararles.
Los fuegos estallan por doquier a pesar de que el 80%
de la ciudad esta bajo el agua. Unos son intencionales otros de químicos
y productos sin atención o enfriamiento. Los mas arden hasta auto
extinguirse. Algunos policías disputan el botín a saqueadores, y
después de muchas fotos que lo prueban empiezan hablar de requisa
preventiva en Walmart, cajeros automáticos o en Home Depot, saqueo
legitimo le llaman. La policía no tiene patrullas, ni cuarteles, ni
descanso, pero testigos afirman que los saqueadores son ahuyentados y
dispersados por los policías solo para poder acomodar sus camionetas
para cargar lo saqueado.
Las mujeres, niños y ancianos están en manos de
bandas de criminales saqueadores y violadores. Masas hambrientas están
peleando por agua y comida
Los hospitales están sin ayuda, abandonados, los
enfermos sin medicinas vitales: insulina, oxigeno; los doctores y
enfermeras están desesperadas, los enfermos sobreviven aterrorizados,
claman "no quiero morir así. No así!!" Las comunicaciones
están caídas y pocas estaciones de radio están al aire.
La gente espera en techos de casas cubiertas por agua
y escribe ayuda con grandes letras, espera ya cinco días, alguien
solo se deja morir en el agua, cansado y desesperanzado.
¿Es esto un panorama de un país pobre y violento de
África (la mayoría de las victimas casualmente tienen características
raciales africanas)? ¿Es este un país donde tropas extranjeras deban
entrar para restablecer el orden y salvar vidas?
El huracán Katrina deja –además de su estela de
muerte– el desenmascaramiento de una enfermedad grave del gobierno y
estado americano: la burocracia y la discriminación.
Por supuesto que el huracán es uno de los mayores
que han entrado a territorio estadounidense, pero no es el mayor ni
era imprevisible.
Se ven dos momentos de criminal burocracia. Uno antes
cuando era de todos sabido que los códigos de construcción eran
insuficientes y pobremente aplicados, la urbanización y el bajo
mantenimiento de la misma, hacían imposible soportar ni tan siquiera
un huracán categoría tres y los simulacros de tragedia, planes y
almacenamiento de abastecimientos vitales, redes y programas de
evacuación fueron inexistentes o insuficientes.
Otro es después: garantizar agua y alimentos básicos,
transporte, auxilio medico y medicinas básicas, rescate y seguridad
son algo imposible a cinco días de la catástrofe. Simple puentes aéreos,
terrestres y acuáticos y bases de acopio, arribo y partida.
¿Es realmente la magnitud de la tragedia la que
impide la ayuda? como dice el Secretario de Seguridad Nacional Michael
Chertoff "The Homeland Security Department" por su nombre en
ingles de quien depende la lenta y semi paralítica Agencia Federal de
Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en ingles)
Los hechos nos dicen que no. El Superdome fue
habilitado para recibir 20 mil refugiados, estaba bajo la administración
de la Guardia Nacional, sin embargo la primer noche fue de cruda
realidad: el techo volaba a pedazos, la estructura se cimbraba, no había
suficiente personal, ni suficiente asistencia medica, ni seguridad, ni
camas, ni cocina, ni duchas, después de huracán la falta de personal
fue más notoria, los baños se desbordaron de mierda, la basura empezó
a apestar, la temperatura alcanzo los 39 grados, no había ventilación
para no hablar de aire acondicionado. La instalación fue alcanzada
por las aguas y aislada por ellas. Las violaciones a mujeres y niños
y ataques a hombres se volvieron comunes.
No encontró periodista alguno a alto militar u
oficial de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias, FEMA por sus
siglas en ingles, a cargo de las instalaciones, solo ese caos burocrático
de "yo no se y nadie sabe nada".
Por supuesto que se tiene el conocimiento exacto de
la capacidad de la estructura, las necesidades logísticas, los
niveles factibles del agua, así como los niveles históricos de
inundaciones y mareas, estaban a la mano, así como la cantidad de
alimentos y agua que ingieren y excretan diariamente veinte mil
personas es una simple operación de suma y resta.
La privatización de los servicios de emergencia,
arroja su parte, advirtieron ya ambulancias y helicópteros se
retiraran de área por considérala no segura ¿Que no es por eso que
están ahí?
Pero lo mas importante y grave es la carencia de
organizaciones y organizadores de la gente ante emergencias, la
carencia de organizaciones realmente de voluntarios paramédicos,
rescatistas, chóferes, vigilantes, de simples organizadores
comunitarios.
El Astrodomo de Houston es el refugio alternativo al
deteriorado Superdome de Nuevo Orleáns. Al conocer esto un grupo
manejo de Nuevo Orleáns a Houston en un vehículo que tomaron
"prestado" y el refugio les negó albergue pues era solo
para los refugiados del Superdome, generosamente se les brindo
desayuno. Una caravana de camiones para ayudar con la restauración el
servicio eléctrico salió del área de Nueva York y anuncio que
tardaría tres días en llegar al zona, una distancia que se maneja en
24 horas. Bueno es comprensible: solo trabajan ocho horas diarias.
Un mexicano del área de Biloxi que sufrió los
terremotos de la capital de México de 1985, que por su calidad de
indocumentado permanece anónimo, manifestó su incredulidad ante la
incapacidad de la gente para organizarse y la negativa de aceptar
organizarse, languidecen frente a montones de basura, al lado de
muertos, pero no recogen su basura ni entierran sus muertos, recordó
como a unas horas tan solo después del terremoto ya estaban
rescatando los muertos, estableciendo cocinas comunales, creando
estructuras naturales de mando con claras jerarquías y ayudándose
entre ellos. Katrina ha producido muchos, miles de gestos de ayuda
individuales, algunos heroicos, pero ninguno como resultado de una
acción colectiva organizada.
La Cruz Roja tiene voluntarios pero participa de la
burocracia y es prácticamente una paraestatal o una supersecretaría
de ayuda y también esta llamando voluntarios para este desastre para
que tomen cursos de capacitación de dos semanas de duración.
La ayuda se concreta a pedir dinero, dinero y dinero,
pero los expertos dicen que ni todo el dinero del mundo ayuda ahora o
rescata de los techos, ya el once de septiembre la Cruz Roja Americana
inmediatamente pidió donaran sangre, misma que ella vende y que en
ese caso no necesitaban. La Cruz Roja pidió ayuda no necesaria y se
embolso centenas de millones de dólares extra. La directora de la
institución con sueldo de alrededor de medio millón de dólares
anuales renuncio por el escándalo, ni un centavo fue restituido.
A las bandas de saqueadores, adictos, asesinos y
violadores que reinan en Nueva Orleáns se suma las otras: "Los
de cuello blanco", los especuladores, miles de ciudadanos dejaron
la ciudad la noche antes de la llegada del huracán y se alojaron en
hoteles, sus tarjetas de crédito ya están tocando o sobrepasando los
limites y están siendo desalojado de los hoteles, pasan a buscar
refugios en sus autos que pronto se quedan sin gasolina ya que esta
alcanza los cinco dólares el galón en gasolineras bajo las siglas de
Texaco o Exxon. Hoteles, moteles, bancos, compañías petroleras y
gasolineras, cadenas de comida rápida, negocios de rescate y traslado
de enfermos y heridos no solo no han mostrado ninguna solidaridad con
los damnificados y refugiados sino se han beneficiado de la tragedia.
La cabeza de la burocracia, el presidente George W.
Bush, interrumpió seis semanas de vacaciones y sobrevoló el área
del desastre solo tres días después, hablo a la nación en lo que el
New York Times catalogo como su peor discurso de todo su régimen,
pero mas que las palabras de su discurso lo que quedo en nuestra mente
es la frivolidad del mismo y la imagen de un presidente bajando de su
avión y cargando su en brazos perrito después de sus seis semanas de
vacaciones rematadas por el sobrevuelo en la zona del desastre, será
que en el corazón esta la imagen de la gente cargando sus miseria con
el agua a la cintura.
Diez puentes aéreos, marinos y terrestres hubieran
evacuado al menos enfermos, mujeres, ancianos y niños en menos de 24
horas, diez centros de comunicación y diez equipos de control de
saqueadores, diez centros de ayuda, agua y pan y medicina básica
vital hubieran sido bastante.
No son números mágicos, son estimaciones de
especialistas y son además la expresión del monto inalcanzable de
una sociedad estratificada en intereses comerciales donde solo por el
lucro se mueve algo, lucro del que participan muchas de las grandes
agencias de ayuda (expresado en los grandes sueldos de directivos y
los benéficos de sus contratos y compras) y monto inalcanzable por
los altísimos costos de operación de las mismas.
Una burocracia que solo sabe hacer las cosa por medio
del dinero se topa con circunstancias que el dinero no puede mover, la
mínima participación social es o era necesaria, millones de gente
abriendo las puertas de sus casas o iglesias, facilitando y donado su
trabajo y transporte, botes y camiones, todo esto se necesita para
salvar de un desastre mayor al área afectada, morirán miles mas
diariamente nos dice el hoy (viernes 2) alcalde de Nueva Orleáns Ray
Nagin, al criticar la ayuda de las autoridades federales "No
tienen la menor idea de lo que sucede aquí" "solo dan
vueltas para las cámaras" y dijo que estaban jugando al ignorar
la magnitud de la tragedia y agrego que calculaba que hay aun 50 mil
gentes refugiadas en los techos y en un programa de alta audiencia
nacional lanza estas severas acusaciones que remato con un "no me
maltraten así"
En todo este desastre afloro el racismo y la
discriminación haciendo blanco a latinos, decenas de casos de
discriminación se denuncian públicamente y la discriminación mayor,
mas publica y legalizada es la de la Agencia Federal de Manejo de
Emergencias que anuncio que no ayudara indocumentados, así
simplemente: no tienen derecho a ayuda.
Los indocumentados fueron un factor muy importante de
desarrollo del área de los casinos en Missisipi (Biloxi) como
eficiente, capacitada y barata mano de obra, por otra parte escasa en
la región. Al menos 350 mil emigrantes latinos principalmente
peruanos, centroamericanos y mexicanos viven en la zona de desastre de
los cuales un estimado de 100 mil indocumentados podría ser bajo.
Ningún país de origen de los indocumentados a
exigido protección y ayuda al gobierno estadounidense para sus
indocumentados y menos ha protestado por la publica discriminación y
la violación al mandato moral de ayudar a los refugiados sin importar
su estatus, una aberrante y escandalosa violación a los derechos
humanos esta siendo tolerada por decenas de gobiernos.
Pero la mayoría de afectados son afro americanos
pobres por lo que el grupo de congresistas federales afro americanos (Black
Caucus) declaro que la falta de ayuda a los damnificados se debía básicamente
a su condición de pobres y negros. Con lo que públicamente y
oficialmente acuso de racista y discriminatorio al gobierno federal.
La burocracia –y mas la de la ayuda social– se ha
convertido en el empoderamiento de los jefes y ejecutivos y los
programas de computo, infalibles e irrevocables ambos y los
trabajadores sociales se han convertido en unos llenadores de
solicitudes y formas, unos empujadores de papeles.
Lo propio de la burocracia es su lentitud de
respuesta y las laberínticas regulaciones que establece para dar
alguna solución, regulaciones que siempre garantizan, ante todo, su
sobre vivencia y reproducción y un contratismo en casos corrupto y
siempre muy caro y deficiente.
Un trabajador social me comentaba ante la burocracia
en la asistencia: "seguro ya están pidiendo la copia rosa, el
sello y expidiendo la credencial, si no es que hasta piden acta de
nacimiento y identificación de ciudadano".
El principal puerto comercial de USA esta paralizado,
el panorama de desolación, tiene una solución, la solución que la
burocracia adora cuando algo no sale bien, los militares tomaran la
ciudad, proveerán agua, alimento, medicina y evacuación, controlaran
la ciudad y esta –apueste– volverá a la normalidad antes de los
esperado, todo gracias a los militares.
Los que sustentan la "Teoría de la Conspiración"
tienen teorías que van desde la culpar al gobierno de USA por el
calentamiento global que origina súper huracanes hasta que Seguridad
Nacional trata de militarizar al país.
Los hechos son muy elocuentes y la pregunta muy
valida es: ¿Porque no antes? ¿Porque hasta el quinto día de muerte
y desesperación? será porque esa es la única ayuda posible para los
hombres incapaces de limpiar su basura y enterrar a sus muertos, de
evacuar a sus ciudades y controlar a los criminales, es la repuesta a
un pueblo pobre y privado del mas mínimo sentido de organización
democrática y desprovisto de derechos humanos.
O será, y seguro también, porque así se quiso, se
podía prevenir mucho y no se hizo, se podía ayudar antes y no se
hizo, así simple ese hecho matemáticamente exacto, sin profundizar
en las razones y porques, es en si un verdadero escándalo político.
Hoy toda la ayuda, es bienvenida. Pero aun esta es
criticada como muy tarde y muy poca y el alcalde de Nueva Orleáns
pregunta " Y donde esta la res" en una expresión popular
que pregunta por la comida ¿El presidente esta aquí y la ayuda donde
esta?
La exhibición de la incapacidad de la administración
civil, su paralizante burocracia, la discriminación y violación de
los derechos humanos, la profunda herida económica y la militarización
de la ayuda social y con esto la militarización sectores centrales de
la sociedad, impondrán una cuota a USA y al mundo. Solo resta ver
cual será, pero seguro habremos que pagarla, usted y yo.
(*)
Miguel García es un columnista semanal y escritor free lance para
diversos medios de USA, Latinoamérica y el Caribe, entre ellos la
revista Convergencia Socialista, desde Nueva York. La reproducción on
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