Las
tres versiones oficiales sobre los desvíos de aviones del 11 de
septiembre
Por
David Ray Griffin (*)
Red
Voltaire, 14/09/05
Cuatro
años después de los atentados que enlutaron a Estados Unidos, la polémica
que abrimos desde estas columnas tiene más actualidad que nunca.
Lejos de dar respuesta a las preguntas de la opinión pública, el
informe de la Comisión Presidencial Kean–Zelikow, finalmente
redactado y publicado después de una larga espera, aporta más
confusión aún.
Ya
no hay versión oficial de los hechos sino una gran cantidad de
documentos oficiales contradictorios e incompatibles. En todo el
mundo, la opinión pública expresa sus dudas, incluyendo la de los
propios Estados Unidos, donde, según un sondeo de la firma Zogby, más
de la mitad de los neoyorkinos no creen ya en lo que las autoridades
dicen sobre aquellos atentados. En una obra magistral, el profesor
David Ray Griffinn escruta el trabajo de la Comisión Investigadora
Presidencial. A continuación reproducimos un fragmento sobre los
supuestos intentos de intercepción de los aviones supuestamente
secuestrados.
Anomalías
en las descripciones iniciales de los hechos
El
principal reproche de los críticos de la descripción oficial reside
en que si los procedimientos operacionales normales [1] en vigor para
los casos de desvío de aviones hubiesen sido aplicados el 11 de
septiembre, los cazas de la defensa aérea habrían interceptado los
vuelos AA11, UA175 y AA77 mucho antes de que estos se estrellaran
contra la torre norte, la torre sur y el Pentágono. También habrían
interceptado el vuelo UA93 mucho antes de que cayera a tierra. Los
procedimientos operacionales normales son los establecidos por la
Federal Aviation Agency (FAA) y los militares estadounidenses.
Por
«militares estadounidenses» entendemos aquí esencialmente el
National Military Command Center (NMCC), el Centro Operacional
Interarmas –situado en el Pentágono– y el North American
Aerospace Defense Command (NORAD), el Comando de la Defensa Aérea
para América del Norte, con sede en Colorado Springs. El NORAD se
divide en diferentes zonas de responsabilidad. Solamente una de ellas
tiene que ver con la catástrofe del 11 de septiembre: la Zona de
Defensa Aérea del Noreste, más conocida como Neads.
En
este capítulo, me referiré a los procedimientos operacionales
previstos en caso de desvío de avión y a su violación durante el 11
de septiembre. En los capítulos siguientes analizaré cómo la comisión
intentó demostrar que fueron aplicados por los militares.
Procedimientos
operacionales para casos de desvío de aviones
Según
los procedimientos operacionales, la FAA debe ponerse en contacto con
el NMCC cuando un avión parece haber sido secuestrado. Existen tres
indicios de alerta particularmente reveladores: el avión se desvía
de su plan de vuelo, se interrumpe el contacto radial o se apaga el
transpondedor (el transpondedor es un equipo electrónico que permite
identificar el avión en la pantalla del controlador aéreo y que
indica su posición y su altitud exactas. También permite el envío
de una señal codificada de alarma de cuatro cifras si el avión es
secuestrado). Si aparece uno de esos indicios, el controlador aéreo
trata de ponerse en contacto con el piloto para tratar de resolver el
problema. Si el piloto no responde de manera nominal o si no se logra
restablecer rápidamente el contacto por radio, la FAA tiene que
solicitar la asistencia del NMCC.
Hay
que precisar que no es prerrogativa de la FAA determinar si un avión
ha sido efectivamente secuestrado. Las instrucciones que tienen los
controladores aéreos son inequívocas: «Si […] usted no sabe si
una situación representa un peligro real o potencial, considérala
como una urgencia confirmada.» [2]. En otras palabras, trate un
posible secuestro como un secuestro real.
Los
reglamentos militares estipulan que «en caso de secuestro de un avión,
la FAA tiene que informar al NMCC lo más rápidamente posible [3]».
El NMCC encargará entonces al NORAD ordenar el despegue –en modo
scramble [4]– de uno o dos cazas en estado de alerta de la base aérea
más próxima para que intercepten el avión sospechoso. Glen Johnson,
redactor del Boston Globe señala lo siguiente en su recuento de las
explicaciones que dio el mayor Mike Zinder, vocero del NORAD:
«Cuando
se intercepta un avión, el contacto se establece por etapas
progresivas. Estando próximo (al aparato interceptado), para llamar
la atención del piloto, el avión de caza puede balancear las alas,
hacer un pase frontal ante el aparato. En último caso, puede disparar
varias balas trazadoras a lo largo del eje de vuelo del otro avión,
e, incluso, bajo ciertos circunstancias, derribarlo con un misil.»
[5].
El
derribo de un avión es un acto muy grave que el piloto solamente
puede ejecutar después de recibir la autorización del Pentágono. Es
muy importante establecer bien la diferencia entre la destrucción de
un avión y una intercepción, que constituye una intervención
rutinaria, cosa que mencionó el mayor Snyder [6]. Cada año se
registran como promedio un centenar de intercepciones. El informe de
la FAA menciona 77 intercepciones entre septiembre del año 2000 y
junio de 2001 [7].
Por
otro lado, una intercepción es algo muy rápido. Como explica, en
octubre de 2002, el general Ralph Eberhart, comandante del NORAD,
cuando la FAA detecta algo anormal se pone en contacto con el NORAD en
un minuto. Al NORAD le bastan unos minutos más para enviar
interceptores a cualquier punto de Estados Unidos [8]. Según el sitio
web de la US Air Force, los interceptores pueden alcanzar cualquier
punto en tan poco tiempo porque un F15 «alcanza normalmente los 8 900
metros de altitud en sólo dos minutos y medio después de la orden de
despegue», y vuela después a 3 000 kilómetros por hora [9].
Para
ser preciso, hay que señalar que las explicaciones de Eberhart iban
precedidas de la expresión «actualmente». Decía, por consiguiente,
que actualmente la FAA demora alrededor de un minuto en ponerse en
contacto con el NORAD y que actualmente este último puede enviar
cazas a cualquier punto de Estados Unidos en apenas unos minutos.
Eberhart insinúa por consiguiente que los procedimientos se han hecho
más rápidos después del 11 de septiembre. La exactitud de esa
afirmación podría comprobarse mediante la comparación de los
tiempos de respuesta del NORAD para lanzar la intercepción de un avión
antes y después del 11 de septiembre.
No
me es posible efectuar ese tipo de estudio. El informe de la comisión
investigadora sobre el 11 de septiembre no menciona ninguna comparación
ni alude a verificación alguna de tal mejoría de los procedimientos.
Mi convicción personal es que nada ha cambiado. Esta convicción se
basa, en parte, en un documento de 1998 en el que se advertía a los
pilotos que todo avión que presentara un comportamiento anormal corría
el riesgo de «verse perseguido por dos (aviones de caza) en diez
minutos»[Air Traffic Control Center (Centro de Control Aéreo), ATCC
Controller’s Read Binder (Fichas del operador del CCA), documento
disponible en el sitio web xavius.com, y citado en el libro de Ahmed,
The War on Freedom, p. 148.]].
Eso
no fue, sin embargo, lo que sucedió el 11 de septiembre. El primer
avión de pasajeros desviado, el vuelo AA11, mostró aquella mañana,
a las 8h14, indicios evidentes de un posible secuestro, y, a pesar de
ello, cuando se estrelló –32 minutos después– contra la torre
norte del World Trade Center, ningún interceptor había recibido la
orden de despegue. Los otros tres vuelos desviados también habían
dado indicios de su secuestro y hubo tiempo suficiente de
interceptarlos. Es evidente que alguien infringió los procedimientos
operacionales. Varios observadores dijeron que alguien dio órdenes de
no intervenir que bloquearon la aplicación de los procedimientos
operacionales.
Informe
de los militares sobre el 11 de septiembre: las dos versiones
Durante
los primeros días siguientes al 11 de septiembre, los voceros de las
fuerzas armadas estadounidenses parecieron dar crédito a la acusación
de no intervención. El 13 de septiembre se le preguntó al general
Richard Myers, que ejercía las funciones de presidente del Comité de
Jefes de Estados Mayores el 11 de septiembre, si la orden de despegue
de los interceptores se había dado antes o después del golpe contra
el Pentágono. Su respuesta fue la siguiente: «Esa orden, hasta donde
yo sé, se dio después del golpe al Pentágono.» [10]
Lo
mismo dijo el vocero del NORAD, Mike Snyder, en su entrevista del
Boston Globe. Según Glen Johnson, el periodista, Snyder «contó que
los interceptores se mantienen en tierra durante más de una hora
después del primer informe de desvío, lapso durante el cual tres
inmuebles son golpeados y un cuarto avión desviado sobrevuela
Pennsylvania en dirección a Washington.» [11]
En
el momento de la entrevista, realizada el 14 de septiembre, la CBS
transmite una información diferente: «Al contrario (de lo que dicen)
los comunicados anteriores, los cazas despegaron ese martes cuando los
ataques estaban teniendo lugar.» El reportaje precisa que los cazas
fueron enviados hacia las ciudades de Nueva York y Washington, pero
que habían llegado demasiado tarde para prevenir el ataque [12].
Pero, según Johnson, la versión de Snyder es diferente.
Este
último afirma que el comando (NORAD) no envió ninguna patrulla de
intercepción, aunque había sido alertado del desvío 10 minutos
antes que el primer avión… chocara con la primera torre del World
Trade Center […]. El vocero declara que los cazas se mantuvieron en
tierra hasta después que el Pentágono fue golpeado por el vuelo 77
de American Airlines […]. Fue entonces que las autoridades militares
se dieron cuenta de la envergadura del ataque, según Snyders, y
ordenaron finalmente el despegue de los cazas. Ese lapso fue
confirmado por el general de ejército de la fuerza aérea Richard B.
Myers, quien fue designado como nuevo presidente del Comité de Jefes
de Estados Mayores [13].
Por
consiguiente, según el desarrollo de los hechos que exponen tanto
Myers como Snyders, los cazas no reciben la orden de intercepción
hasta después de las 9h38, o sea por lo menos 52 minutos después del
golpe contra la torre norte y por lo menos una hora después de que el
NORAD fuese alertado sobre el desvío del vuelo AA11.
Matthew
Wald desarrolla la misma secuencia de hechos en un artículo publicado
en el New York Times el 15 de septiembre de 2001. Escribe que «hacia
las 9h25 de la mañana, la FAA, de acuerdo con el Pentágono, toma la
medida radical de prohibir todo despegue hacia el continente
norteamericano, pero que nadie ordenó aún el despegue de los cazas»
[14].
Dos
meses antes de la publicación del informe final de la comisión, una
entrevista que aparece en uno de los informes redactados por los
miembros de esta menciona una secuencia idéntica. Según ese informe,
Rudolph Giuliano, el alcalde de Nueva York, se comunicó telefónicamente
con la Casa Blanca casi un minuto antes de que comenzara a derrumbarse
la torre sur, por consiguiente, cerca de las 9h58. Giuliani le pide a
Chris Henick, el director político adjunto del presidente, con quien
logró comunicarse, que se envíe cobertura aérea para su ciudad. Según
Giuliani, Henick le responde que los aviones han sido enviados hace 12
minutos y que no tardarán en llegar [15]. Eso significa que los
aviones tenían que haber despegado alrededor de las 9h46. Si la
declaración de Giulani es exacta, el testimonio de Henick confirmaría
(al menos era eso lo que afirmaba todo el mundo los primeros días)
que ningún avión de caza despegó antes de las 9h38, hora del golpe
contra el Pentágono.
Independientemente
de lo que se piense del episodio que cuenta Giuliani, la primera versión
de los hechos parece ser la más plausible. El general Myers, a la sazón
presidente del Comité de Jefes de Estados Mayores, y el comandante
Mike Snyders, vocero del cuartel general del NORAD en Colorado Springs,
tienen que estar al corriente de lo que sucedió el 11 de septiembre.
No es posible que hayan podido inventar toda esa historia porque esta
no da una imagen favorable de las fuerzas armadas estadounidenses. En
realidad, si la versión oficial hubiese sido esa, no se ve de qué
manera el presidente Bush y el Pentágono hubieran podido negar su
propia responsabilidad en la suspensión de los procedimientos
operacionales el 11 de septiembre.
Sin
embargo, como indicamos anteriormente, una segunda versión del
informe oficial comienza a circular muy rápidamente y es comunicada
el 14 de septiembre al gran público mediante la CBS durante el boletín
informativo vespertino Evening News [16]. Glen Johnson cuenta que
Snyder, a nombre del NORAD, se niega a comentar sus propias
declaraciones a la CBS. Sin embargo, el 18 de septiembre, el NORAD
aporta informaciones que convierten la segunda versión en tesis
oficial sobre las circunstancias del drama del 11 de septiembre.
Efectivamente, los aviones despegaron, pero llegaron demasiado tarde.
Estos datos son presentados bajo el aspecto de una cronología que
retoma los grupos fecha–horario [17] en que la FAA advirtió al
Neads y en que el Neads [18] dio la orden de despegue a los aviones.
El objetivo implícito de esta segunda variante de la versión oficial
es echar toda la culpa a la FAA, atribuyéndole no haber alertado a
las fuerzas armadas lo suficientemente rápido.
Esa
versión no responde realmente a las sospechas de los escépticos que
siguen pensando que alguien dio una orden de no intervenir. Si se
admite la exactitud de la cronología que publicó el NORAD, parece
evidente que la FAA infringió varias veces su propia reglamentación.
Por otro lado, a pesar de esas violaciones de los procedimientos
operacionales, los críticos estiman que los cazas habrían tenido que
interceptar los cuatro aviones de pasajeros desviados. Por
consiguiente, la cronología publicada por el NORAD el 18 de
septiembre parece acusar a la vez a la FAA y a los militares. Voy a
explicar el por qué y el cómo mediante el análisis de cada uno de
los vuelos. Al relacionar esos hechos, insisto en ello, resumo la
convicción general tal y como se presentaba ésta antes del informe
de la comisión sobre los atentados del 11 de septiembre, y que se
basaba en los boletines de prensa y en la cronología que publicó el
NORAD el 18 de septiembre de 2001. Se trata de mostrar por qué, basándose
en esas informaciones, quienes critican los informes oficiales estiman
que alguien impartió una orden de no intervenir. Es esencial tener en
cuenta por qué la cronología de 2001 del NORAD fragilizó a las
fuerzas armadas estadounidenses ante esta acusación para entender la
nueva versión que establece el informe Kean–Zelikow.
Violaciones
de los procedimientos operacionales: el vuelo AA11 [19]
Según
la cronología de 2001 del NORAD y los boletines de información que
abordan el tema, he aquí lo que pasó con el vuelo AA11: entre las
8h14 y las 8h15 no se pliega a la orden de tomar altitud impartida por
la FAA. Después, corta el contacto radial y apaga su transpondedor
[20]. A las 8h20, el avión abandona completamente la ruta prevista en
su plan de vuelo. El controlador aéreo concluye que probablemente ha
sido secuestrado por piratas aéreos pero no advierte a los militares
[21]. A las 8h21, un miembro de la tripulación se comunica por teléfono
con American Airlines para informar que el avión es controlado por
piratas aéreos que han matado ya varias personas [22]. A las 8h24, el
controlador aéreo escucha la voz de un pirata aéreo que se dirige a
los pasajeros: «Tenemos varios aviones bajo control. Quédense
tranquilos y todo irá bien. Estamos regresando al aeropuerto.» [23]
El controlador aéreo cuenta seguidamente que en ese preciso instante,
«se da cuenta que se encuentra ante un secuestro» [24]. A las 8h25,
controladores de Boston advierten a otros centros de control aéreo de
la FAA que el vuelo n° 11 ha sido secuestrado [25]. A las 8h28, ven
el avión desviarse 100 grados hacia el sur en dirección a Nueva York
[26].
Sin
embargo, según la cronología del NORAD del 18 septiembre, la FAA no
alerta al NORAD (Neads) hasta las 8h40 [27]. O sea, en vez de advertir
a los militares poco después de las 8h14 o inmediatamente después de
las 8h20, como estipulan los procedimientos operacionales, la FAA
espera entre 20 y 24 minutos luego de la aparición de los indicios de
secuestro del vuelo n° 11. Al parecer, infringe deliberadamente los
procedimientos operacionales. Según un comentario de ABC News: «No
parece que se haya dado la alarma, al haberse tomado los controladores
aéreos amplias libertades con las reglas de policía aéreas o los
reglamentos militares. Existe una incógnita que será necesario
dilucidar.» [28]
Hay
otro elemento curioso en la cronología del NORAD. Esta afirma implícitamente
que American Airlines no informa la situación a los militares cuando,
según los artículos publicados en la prensa, la compañía aérea
recibe a las 8h21 una llamada telefónica de un miembro de la
tripulación advirtiendo que piratas aéreos se han apoderado del avión
y que han matado a varias personas.
En
todo caso, los críticos sugieren que si la cronología del NORAD es
exacta, la FAA tiene que haberle dado a su personal la orden de no
intervenir. Como ningún miembro del personal de la FAA ha sido
despedido ni amonestado públicamente, hay grandes razones para
sospechar que fue eso lo que pasó o que el NORAD dio una cronología
falsa.
Por
otro lado, esta nueva versión no libera de culpa a los militares.
Cuando estos se enteraron, a las 8h40, de lo sucedido al vuelo n° 11,
tendrían que haber enviado inmediatamente una orden de intercepción
a la base aérea de McGuire, situada cerca, en el Estado de New
Jersey. En ese caso los interceptores hubiesen estado en el aire a las
8h42. A 50 km por minuto, habrían podido cubrir a tiempo los 110 kilómetros
que los separaban de la ciudad de Nueva York e interceptar el vuelo n°
11 un poco antes de las 8h46, hora en que éste se estrelló contra la
torre norte. En vez de eso, el NORAD, según sus propias afirmaciones,
no da la orden de despegue sino seis minutos más tarde, a las 8h46.
Peor aún, no se da esa orden a la base de McGuire sino a la de Otis,
situada en Cape Cod, Massachussets, que está al doble de distancia de
Nueva York. Finalmente, los dos F15 esperan aún seis minutos más
antes de despegar, lo cual significa que no están en el aire sino a
las 8h52, o sea seis minutos después del golpe contra la torre norte
[29]. Todos esos factores hacen pensar que los militares dieron la
orden de dejar el tiempo correr, orden que vendría a agregarse a la
orden de no intervenir de la FAA, como hace suponer la cronología del
NORAD.
Violaciones
de los procedimientos operacionales: el vuelo UA175
Sin
embargo, a pesar de todos esos retrasos debidos a la FAA, al NORAD y a
Otis, los F15 tendrían que haber llegado a Nueva York a tiempo para
interceptar el vuelo 175 antes de que chocara con la torre sur, a las
9h03. Pero tampoco fue ese el caso. He aquí cómo se desarrollaron
los hechos, según la cronología del NORAD y las observaciones que
contiene.
Entre
las 8h41 y las 8h42, los controladores aéreos de Boston oyen
transmisiones sospechosas provenientes del n° 175, como lo siguiente:
«Quédense todos sentados.» [30] Después, a las 8h42, el avión se
desvía de su plan de vuelo y la señal de su transpondedor desaparece
de las pantallas [31]. La FAA se pone en contacto con los militares
casi de inmediato. El NORAD declara que no se le puso al corriente
sino un minuto más tarde, a las 8h43. Esta precisión en el horario
apareció publicada en varios diarios como el Washington Post el 12 de
septiembre [32] antes de las declaraciones del NORAD del 18 de
septiembre. Alertado rápidamente, el NORAD tiene por delante 20
minutos antes de las 9h30, hora del golpe contra la torre sur.
A
pesar de eso, los interceptores designados para la misión son dos F15
en estado de alerta en la base de Otis y, como hemos visto, estos no
despegan hasta las 8h52. No hay más remedio que concluir que se
necesitaron nueve minutos para dar la orden de despegue y que esta
fuera ejecutada. Esto es sencillamente sorprendente. La cronología
del NORAD no da explicación alguna sobre ese enorme lapso de tiempo,
pero es evidente que este resulta incompatible con los procedimientos
operacionales.
Sin
embargo, y a pesar de esos lapsos incomprensibles, los 11 minutos
restantes deberían bastar ampliamente para realizar la intercepción.
También se podría pensar que después del golpe del avión de
pasajeros anterior contra la torre norte, las fuerzas armadas
autorizarán a sus pilotos para que derriben el vuelo UA175 si este se
niega a obedecer. Por consiguiente, incluso si los lapsos de tiempo
disponible para evitar el golpe contra la torre norte son discutibles,
sigue siendo evidente que era posible impedir el de la torre sur. A
pesar de las explicaciones del NORAD, ahí están los hechos.
Nos
dijeron que después de despegar, a las 8h52, los F15 se dirigen a
Nueva York. Eso dicen tanto el teniente coronel Timothy Duffy, uno de
los dos pilotos, como el general de división de la fuerza aérea
Larry Arnold [33], al mando del NORAD. Según sus informes, los F15
vuelan tan rápido como es posible –Duffy precisa incluso que vuelan
«a toda máquina durante todo el trayecto» [34], o sea que alcanzan
los 3 000 km/h [35]. Como están en el aire desde las 8h52, deberían
estar sobre Manhattan en seis minutos, o sea a las 8h58 [36]. Pero a
las 9h03 –las 9h02, según el NORAD– hora del golpe contra la
torre, los F15 están aún, según el NORAD, a 110 kilómetros de su
objetivo [37]. Según los cálculos de los escépticos, los cazas no
volaron a toda velocidad sino, seguramente, a una velocidad dos veces
inferior [38]. Es evidente que alguien miente.
La
nueva cronología del NORAD no despeja las dudas sobre un punto: la
fuerza aérea no interceptó el vuelo UA175 simplemente porque no trató
de hacerlo. El informe de la comisión sobre el 11 de septiembre trata
de eliminar toda sospecha estableciendo aún una nueva cronología,
tercera versión del informe oficial sobre los hechos del 11 de
septiembre. Pero, antes de examinar esta última, es necesario retomar
lo que ya dijimos sobre los vuelos AA77 y UA93.
Infracción
de los procedimientos operacionales: el vuelo AA77
El
vuelo AA77 sale del aeropuerto de Washington–Dulles a las 8h20 de la
mañana. A las 8h46, se desvía claramente de su plan de vuelo [39]. A
las 8h50, vuelve a su ruta, pero ya no tiene contacto radial [40]. En
un artículo del New York Times se dice que los controladores aéreos
se enteran casi al mismo tiempo de que el avión ha sido secuestrado
[41]. A las 8h56, se apaga el transpondedor del avión [42]. Justo
antes, según otros artículos de la prensa, el avión sobrevuela el
noreste del Estado de Kentucky. Luego da media vuelta para volver
hacia el este [43]. «Hacia las 8h57 –escribe el New York Times–
se hace evidente que el vuelo 77 está perdido.» [44]
A
pesar de ello, según el NORAD, la FAA no da la alarma para el vuelo
AA77 hasta las 9h24, momento en que avisa que el avión puede haber
sido secuestrado y que parece estar volviendo hacia Washington [45].
Eso significaría que aunque la FAA estaba, según el New York Times,
al tanto del desvío del avión a las 9h50, esperó aún 34 minutos
antes de alertar a los militares. Si se dan por ciertos el artículo
del diario y la cronología del NORAD, la reacción de la FAA ante las
anomalías del vuelo AA77 infringe los procedimientos operacionales aún
más que en el caso del vuelo n° 11.
Pero,
a pesar de todos los reproches contra la FAA, la cronología que
publicó el NORAD el 18 de septiembre de 2001 no exonera a este último
de críticas en cuanto a su propia reacción ante las anomalías del
vuelo AA77. Es cierto que no se le puede reprochar, en este caso, el
haber tardado en dar la orden de despegue. El NORAD afirma haber dado
la orden de intercepción del vuelo AA77 a las 9h24, o sea algunos
segundos después de haber recibido el mensaje de alerta, declaración
que debería dar que pensar a los que creen que se necesitan varios
minutos para dar una orden de intercepción.
Sin
embargo, el problema es a qué base aérea fue enviada la orden. Se
trata de la B.A. [46] de Langley, en Virginia, situada a 200 kilómetros
de Washington. Según los críticos, la orden de intervenir tenía que
haber sido enviada a la base de Andrews, en el Estado de Maryland, que
está a 16 kilómetros de Washington y cuya misión consiste en
garantizar la defensa aérea de la capital federal.
Otro
enigma: a pesar de una orden de despegue impartida a las 9h24, parece
que los F16 de Langley no despegaron hasta las 9h30. ¿Por qué
necesitan seis minutos para despegar cuando vimos anteriormente que
bastan dos minutos y medio para que un interceptor alcance 8,900
metros de altitud después de haber recibido la orden de despegue?
Otra
interrogante: a pesar del retraso y de la lejanía de Langley, los F16
deberían haber llegado con tiempo más que suficiente para impedir el
golpe contra el Pentágono a las 9h38, hora generalmente admitida, o
incluso a las 9h37, hora de la cronología del NORAD [47]. Los F16
pueden volar a mach 2,5, o sea a 40 km por minuto. A esa velocidad,
pueden recorrer los 210 que los separaban de Washington en apenas
cinco minutos, lo que les deja casi tres minutos para interceptar y,
si fuera necesario, derribar el avión desviado. Según la cronología
que publicó el NORAD el 18 de septiembre de 2001, los F16, en vez de
estar sobre Washington a las 9h35, están todavía a 170 kilómetros
en el momento del golpe contra el Pentágono [48].
Los
escépticos, después de hacer sus cálculos, subrayaron que la versión
del NORAD es absurda. De ella se desprende que durante los ocho
minutos de vuelo que siguieron al despegue, los F16 solamente
recorrieron 40 kilómetros, lo cual significa que volaron a menos de
320 km/h [49].
Otra
interrogante. ¿Por qué no se ordena la evacuación del Pentágono?
Humorísticamente llamado por su personal «el punto cero», el Pentágono
tiene un snack–bar que lleva ese nombre [50]. ¿Por qué razón las
autoridades, que tienen conocimiento de los ataques del WTC y saben
que el vuelo AA77 parece dirigirse hacia Washington, no lanzan la
orden de evacuación inmediata? La respuesta oficial es que el
secretario de Defensa Rumsfeld y otras autoridades del Pentágono no
saben absolutamente nada del peligro, como declara un vocero del Pentágono:
«El Pentágono simplemente no estaba al corriente de que el avión se
dirigía hacia nosotros» [51] Sólo que, como en el informe del NORAD
se señala a las 9h24 que el vuelo AA77 ha sido probablemente
secuestrado y que parece dirigirse hacia Washington, no es posible
estimar como fidedignas tales denegaciones.
Como
todo el mundo lo entenderá inmediatamente, hay que revisar
completamente la versión de los hechos relativos al vuelo AA77 que se
ofreció al público el 18 de septiembre. Los militares utilizan el
informe de la comisión sobre el 11 de septiembre para publicar una
versión enteramente refabricada de la manera en que trataron el vuelo
AA77. Pero, antes de estudiar esa versión revisada y corregida, es
necesario analizar las infracciones de los procedimientos
operacionales relacionadas con el vuelo UA, a la luz de lo que ya
hemos descubierto.
Infracciones
de los procedimientos operacionales: el vuelo UA93
Esta
es la versión generalmente aceptada sobre el vuelo UA93 según la
cronología de 2001 del NORAD y de los hechos con él relacionados. El
avión sale de Newark a las 8h42. A las 9h27, se hace evidente que los
piratas aéreos han tomado el control de la cabina de pilotaje y los
controladores aéreos oyen a uno de ellos, que habla con acento
extranjero, decir que hay una bomba a bordo [52]. Hacia las 9h28, los
controladores oyen gritos, ruidos amortiguados y hombres que hablan de
«nuestras exigencias» en un inglés muy rudimentario, ampliamente
mezclado con palabras extranjeras [53]. Es evidente que se está
desarrollando un secuestro aéreo. Ello se hace más claro aún a las
9h30, cuando desaparece la señal del transpondedor [54], todavía más
a las 9h34 cuando los controladores escuchan el siguiente mensaje: «Señoras
y señores, les habla el comandante de la nave. Les rogamos que
vuelvan a sus asientos y se mantengan sentados. Hay una bomba a bordo.»
[55]
A
pesar de ello, durante todo ese lapso de tiempo, si creemos la
cronología del NORAD, la FAA no se pone en contacto con los militares
para pedir ayuda. Después de la llamada de la FAA al Neads, la
cronología lleva simplemente la mención «N/A», o sea «no
pertinente».
Sin
embargo, según un comunicado de CNN, el 17 de septiembre de 2001 el
NORAD declaró que la FAA señaló al Neads a las 9h16 que el vuelo
UA93 tenía dificultades. Si esa información es exacta, quiere decir
que la FAA aplicó sus procedimientos con mucha rapidez, señalando al
Neads un desvío sobre la base de indicios que no conocemos aún.
Claro está, como seguimos sin conocerlos, se podría considerar
simplemente esa información como un error individual que no se debe
tener en cuenta. Pero, la idea de que el NORAD fue alertado sobre el
vuelo UA93 a las 9h16 está al parecer muy clara en la memoria
colectiva de su personal. Cuando, en su testimonio del 23 de mayo de
2003 ante la comisión investigadora sobre el 11 de septiembre, el
general Larry Arnold, del NORAD, repite esa versión de los hechos al
declarar que a las 9h16 la FAA señaló un posible secuestro del vuelo
UA93 [56] de la compañía United Airlines, esa afirmación da lugar a
una aclaración en el informe de la comisión sobre el 11 de
septiembre. Subrayando que esa aserción proviene de «autoridades del
NORAD», la comisión declara: «Esa información es inexacta. No hay
ningún secuestro señalado a las 9h16. El vuelo UA93 estaba nominal
[57] en aquel momento.»
Como
quiera que sea, la cronología que publicó el NORAD el 18 de
septiembre de 2001, y que se convirtió en versión oficial, implica
no sólo que la FAA no reaccionó mejor que en los casos de los otros
vuelos sino que lo hizo peor aún ya que, a pesar de una serie de
indicios que aparecen a las 9h27 y que no dejan lugar a dudas en
cuanto al secuestro del vuelo UA93, la FAA nunca entró en contacto
con los militares.
Podría
pensarse que esta cronología del NORAD, al indicar que el ejército
no fue alertado en cuanto al vuelo UA93, desecha la posibilidad de una
mala reacción de los militares en cuanto al incidente. Esto es sin
embargo falso, aunque las sospechas existentes en este caso implican
un error de otro tipo y no el de los casos anteriores. En estos, la
hipótesis es que los militares no derribaron los aviones de pasajeros
cuando deberían haber sido derribados. En el último caso, la hipótesis
es que derribaron un avión que no deberían haber derribado. Varias
razones conducen a esa conclusión.
En
primer lugar, aunque no hay unanimidad en lo tocante a la hora de la
caída del vuelo UA93, todo el mundo opina que no se produjo antes de
la 10h03 [58]. Al haber dado el vicepresidente Cheney, según varias
fuentes de información que coinciden en ello [59], la orden a los
interceptores de derribar el vuelo UA93 poco después de las 9h56,
estos disponen del tiempo necesario para ejecutarla.
Segundo:
Se reporta que un edecán militar le pregunta al vicepresidente Cheney:
«Un avión está volando a 130 kilómetros de aquí. Hay un
interceptor cerca. ¿Disparamos?» Cheney responde que sí. El F16 se
lanza entonces tras el vuelo UA93. En el momento en que el caza se
aproxima al avión de pasajeros, Cheney oye que le piden dos veces que
confirme la orden de fuego. Y la confirma [60].
Tercero:
La cadena CBS reporta, poco antes de la caída del aparato, que dos
cazas F16 siguen de cerca el vuelo UA93. Ignorando la orden estricta
dada a los controladores de no decir nada a los medios de difusión,
un controlador aéreo anuncia que «un F16 sigue de cerca el vuelo
UA93» [61].
Cuarto:
El secretario adjunto de Defensa, Paul Wolfowitz, confirma
posteriormente esas declaraciones cuando dice que «la fuerza aérea
perseguía un avión secuestrado que se estrelló en Pennsylvania
[…] y tuvo la posibilidad de derribarlo, en caso de necesidad»
[62].
Quinto:
Testigos oculares sostuvieron que el avión fue «perforado» por uno
o dos misiles. Varias personas afirman haber oído «una fuerte
explosión» o «dos fuertes explosiones» justo antes de que el avión
empezara a caer. El alcalde Shanksville declaró conocer a dos
personas, una de las cuales estuvo en Vietnam, que le dijeron haber oído
un misil [63] Otros testigos encontraron, a 13 kilómetros de
distancia del punto de impacto, pedazos de material así como
probables restos humanos [64]. Obreros de una obra en construcción
situada a 10 kilómetros del punto de impacto declaran haber visto
pedazos que formaban como una nube de confeti caer sobre el lago donde
estaban trabajando y sobre las granjas de los alrededores después de
haber oído la explosión [65]. Finalmente, una pieza de uno de los
dos motores que pesaba alrededor de media tonelada fue encontrada «a
una distancia considerable» del lugar del impacto, según las
comprobaciones del FBI. El artículo de un diario encuentra este hecho
«extraño» ya que, al rastrear la fuente de calor, los misiles
aire–aire Sidewinder que llevan los F16 habrían tenido que golpear
más bien uno de los dos enormes motores del Boeing 757 [66].
Sexto:
Llamadas telefónicas de pasajeros, algunas de las cuales fueron
escuchadas por el FBI [67], indican que varios pasajeros –entre
ellos un piloto [68]– pelearon con los piratas para retomar el
control del avión. Algunos indicios hacen pensar que en el momento en
que parecía que iban a lograrlo el avión fue golpeado. Por ejemplo,
una mujer que había dicho un poco antes a su marido que los pasajeros
estaban tratando de entrar por la fuerza en la cabina de pilotaje,
exclama: «¡Lo van a lograr! ¡Lo están logrando! ¡Lo están
logrando!» Justo entonces, el marido oye alaridos seguidos de «un
ruido de aire, como una fuerte ráfaga de viento» y más gritos,
después pierde el contacto [69]. Otro pasajero que llama desde un baño
dice haber oído «una fuerte explosión» y que ve humo un humo
blanco que viene del avión [70]. Según un artículo del Mirror: «Varias
fuentes declaran que lo último que se oye en la cinta de la grabadora
de voz de la cabina de pilotaje es un ruido de viento que hace pensar
que el aparato ha sido perforado.» [71].
Séptimo:
el comandante Daniel Nash, uno de los dos pilotos de la patrulla de
F15 enviada a New York, informó más tarde que a su regreso a su base
se le informó que cazas F16 habían derribado un cuarto avión de
pasajeros en Pennsylvania [72].
Ese
se extendió lo suficiente como para que, cuando el general compareció
ante la comisión del Senado para las Fuerzas Armadas, el 13 de
septiembre de 2001, el presidente de dicha comisión, el senador Carl
Levin, sostuviera que existían declaraciones según las cuales «el
aparato que se estrelló en Pennsylvania fue abatido». Y agrega: «Esas
historias siguen circulando.» Myers afirma que los militares no han
derribado ningún aparato [73].
Existen,
sin embargo, graves indicios de que efectivamente abatieron el vuelo
UA93 y de que lo hicieron en el momento en que los pasajeros estaban a
punto de retomar el control del aparato. El derribo de un avión civil
en esas condiciones constituye, evidentemente, una clara infracción
de los procedimientos operacionales.
En
resumen: Los elementos probatorios disponibles sobre cada uno de los
vuelos analizados establecen que el 11 de septiembre, no sólo la FAA
sino también los militares infringieron los procedimientos
operacionales relativos a la seguridad del espacio aéreo federal.
Independientemente de que adopten la primera o la segunda versión
oficial de los hechos, los críticos tienen buenas razones para pensar
que se ordenó la suspensión de los procedimientos operacionales
aquel día.
El
primer capítulo del informe de la comisión sobre el 11 de septiembre
apunta principalmente a dejar sin fundamento esas sospechas. ¿Cómo
procede el informe? Nada menos que ofreciéndonos una tercera versión
oficial de los hechos. Los siguientes capítulos estudiarán la nueva
tesis de la comisión sobre los cuatro vuelos. Le daré al lector una
visión de conjunto de las tres versiones oficiales de los hechos
relativos a cada uno de los vuelos.
Versión
1 del 11 al 14 de septiembre de 2001
1
– Vuelo AA11
07
h 59: despegue en Boston
08
h 46: golpe contra la torre norte del WTC
Ningún
despegue de patrulla de la D.A. (Defensa Aérea)
2
– Vuelo UA 175
08
h 14: despegue en Boston
09
h 03: golpe contra la torre sur del WTC
Ningún
despegue de patrulla de la D.A.
3
– Vuelo AA77
08
h 20: despegue en el aeropuerto de Washington–Dulles
09 h 38: golpe contra
el Pentágono
Ningún
despegue de patrulla de la D.A.
4
– Vuelo UA93
08
h 42: despegue en Newark
10
h 03 ó 10 h 06: el vuelo se estrella en Pennsylvania.
Una
patrulla de la D.A. despega poco antes de la caída del aparato.
Versión
2, publicada por el NORAD el 18 de septiembre de 2001
1
– Vuelo AA11
08
h 40: la FAA alerta al Neads, por consiguiente al NORAD.
08
h 46: impacto, el Neads da la orden de intercepción a la base de Otis
08
h 52: despegue de los F15 de Otis.
2
– Vuelo UA175
08
h 43: la FAA alerta al Neads, por consiguiente al NORAD.
08
h 46: orden de intercepción del Neads (a los dos mismos F15 que para
el vuelo AA11)
08
h 52: despegue de los F15 de Otis.
09
h 02 (aproximadamente): impacto; los dos F15 están a 110 kilómetros
del lugar del impacto.
3
– Vuelo AA77
09
h 24: la FAA alerta al Neads, por consiguiente al NORAD.
09
h 24: el Neads da la orden de intercepción a Langley.
09
h 30 : despegue de los F16 de Langley
09
h 37 (aproximadamente): impacto ; los F16 están a 170 kilómetros del
lugar del impacto.
4
– Vuelo UA93
La
FAA informa: N/A (no pertinente)
Orden
de intercepción N/A, los F16 de Langley han despegado ya para
interceptar el vuelo AA77.
10
h 03 (aproximadamente): el aparato se estrella; los F16 están a 170
kilómetros del punto de impacto (defendiendo Washington).
Versión
3: informe de la Comisión sobre el 11 de septiembre, julio de 2004,
pp. 32 y 33
1
– Vuelo AA11
08
h 25: la FAA –CCA (Centro de Control Aéreo) de Boston– tiene
conocimiento del desvío.
08
h 30: la FAA –CCA de Boston– informa al Neads (NORAD) del desvío.
08
h 46: orden de intercepción del Neads a la base de Otis.
08
h 46M40S: el vuelo AA11 se estrella contra el WTC.
08
h 53: despegue de los F15 de Otis.
09
h 16: American Airlines se entera de que el vuelo AA11 se ha
estrellado contra el WTC.
09
h 21: el CAA de Boston informa por error que el vuelo AA11 se dirige
hacia Washington.
09
h 24: el Neads da a los F16 de Langley la orden de interceptar un
vuelo n° 11 fantasma.
2
– Vuelo UA175
08
h 42 – 08 h 47: indicios de secuestro.
08
h 52: un miembro de la tripulación alerta sobre el secuestro.
08
h 55: el CAA de Nueva York sospecha un secuestro.
09
h 03: el vuelo UA175 se estrella contra el WTC.
09
h 15: la FAA informa al Neads sobre el golpe, al cabo de 12 minutos.
3
– Vuelo AA77
09
h 05: American Airlines tiene conocimiento del secuestro.
09
h 24: el Neads da a los F16 la orden de interceptar el vuelo fantasma
AA11, no el AA77.
09
h 34: la FAA informa al Neads que el vuelo AA77 está desaparecido (no
que está secuestrado).
09
h 38: el vuelo AA77 se estrella contra el Pentágono.
09
h 38: los F16 enviados en misión de intercepción del vuelo AA11 están
a 240 kilómetros de Washington (fueron enviados en la dirección errónea).
4
– Vuelo UA93
09
h 34: el puesto de mando de la FAA entra en conocimiento del
secuestro.
10
h 03: el vuelo UA93 se estrella.
10
h 07: la FAA –el CAA de Cleveland– informa al Neads del secuestro.
10
h 15: la FAA –el CAA de Washington– informa al Neads la caída del
aparato.
Notas:
(*)
David Ray Griffin (Estados Unidos), ex profesor de teología, autor de
«The new Pearl Harbor» (2004) y de «The 9/11 commission report:
omissions and distortions» (2004)
[1]
Standard operating procedures, Procedimientos Operacionales Normales
(PON). Se trata de los procedimientos de respuesta a las situaciones
de crisis previsibles, en oposición a los Contingency operating
procedures (Procedimientos Operacionales Circunstanciales – POC) que
rigen las respuestas a las situaciones imprevistas. En el caso que nos
ocupa, los PON deberían haber sido suficiente ante los desvíos de
aviones, previstos en los procedimientos civiles y militares de la
dirección de la aviación civil estadounidense. En lo adelante nos
referiremos a los PON con el nombre usual de «procedimientos
operacionales» (NdT).
[2]
The FAA’s Aeronautical Information Manual: Official Guide to Basic
Flight Information and Air Traffic Control (ATC) Procedures Manual de
Informaciones Aeronáuticas de la FAA: Guía oficial de informaciones
de vuelo elementales de los procedimientos de control aéreo
[3]
Directiva n° 3610.01 A del Jefe del Estado Mayor Interarmas fechada
el 1ro de junio de 2001, Piratería Aérea (secuestros) y Destrucción
de Objetos Volantes Incontrolados (www.dtic.mil).
[4]
Despegue inmediato. Expresión heredada de la Batalla de Inglaterra
que se conserva en la mayoría de las Fuerzas Aéreas modernas (NdT).
[5]
Glen Johnson, Otis Fighter Jets Scrambled Too Late to Halt the Attacks
(Los interceptores de Otis despegaron demasiado tarde para poder
impedir los ataques [Boston Globe–
http://nl.newsbank.com/nl–search/we/Archives , 15 de septiembre.
[6]
Ibid.
[7]
Comunicado de la FAA a la prensa fechado el 9 de agosto de 2002 citado
en la obra de William Thomas Pentagon Says 9/11 Interceptors Flew: Too
Far, Too Slow, Too Late (El Pentágono declara que los interceptores
partieron de demasiado lejos, demasiado despacio y demasiado tarde) y
en la de Jim Marrs, Inside Job: Unmasking the 9/11 Conspiracies
(Trabajo desde adentro: desenmascarar los complots del 11 de
septiembre) (San Rafael: Origin Press, 2004), pp145 a 149.
[8]
Testimonio del general de ejército Ralph E. Eberhart, comandante del
NORAD, ante el Congreso en octubre de 2002 y artículo publicado en la
revista Slate el 16 de enero de 2002.
[9]
Nafeez Mosaddeq Ahmed, The War on Freedom: How and Why America Was
Attacked September 11, 2001 (op. cit.), p. 151.
[10]
U.S. Senator Carl Levin (D–MI) Holds Hearing on Nomination of
General Richard Myers to be Chairman of The Joint Chiefs of Staff (El
senador estadounidense Carl Levin (Demócrata, por Michigan) da una
audiencia sobre la nominación del general de ejército de la fuerza aérea
Richard Myers para el cargo de presidente del Comité de Jefes de
Estados Mayores), comisión senatorial para las fuerzas armadas,
Washington D.C., 13 de septiembre de 2001. Esa parte de la entrevista
aparece en el libro de Thierry Meyssan, La gran impostura, pp. 161 a
la 163.
[11]
Glen Johnson, Otis Fighter Jets (Les intercepteurs d’Otis).
[12]
CBS News, programa del 14 de septiembre de 2001.
[13]
Chairman of the Joint Chiefs of Staff committee (Presidente del Comité
de Jefes de Estados Mayores). En
Estados Unidos, los jefes de Estados Mayores de las fuerzas
terrestres, de la marina y de la fuerza aérea son, en principio, autónomos.
En realidad, se reúnen en el seno de un comité que preside un ex
jefe de estado mayor de ejército, el CJCS. El presidente del Comité
de Jefes de Estados Mayores corresponde al jefe de Estado Mayor
interarmas del sistema francés, quien es el verdadero jefe de las
fuerzas armadas. Subordinado directamente al presidente de la República
en tiempo de guerra, en tiempo de paz responde ante el ministro de
Defensa. En Estados Unidos, el CJCS a menudo trata directamente con el
Presidente y asiste, en principio, a las reuniones del Consejo de
Seguridad Nacional que se ocupa de las crisis durante las sesiones de
la Oficina Oval.(NdT)
[14]
Matthew Wald, After the Attacks: Sky Rules; Pentagon Tracked Deadly
Jet but Found No Way to Stop It (Después de los ataques: los
procedimientos aéreos; el Pentágono persiguió un avión asesino
pero no pudo detenerlo) New York Times, 15 de septiembre de 2001.
[15]
The 9/11 Commission, Staff Report, May 19, 2004. (Comisión
sobre el 11 de septiembre, informe del equipo, 19 de mayo de 2004)
citado por Paul Thompson en su libro, The Terror Timeline, p. 439.
[16]
Este programa, además de ser citado por Johnson, es mencionado por
George Szamuely en su libro Scrambled Messages (Mensajes confusos),
New York Press, pp. 14 à 50 como la primera aparición de la nueva
versión que se convertirá pronto en tesis oficial.
[17]
Grupo fecha–horario. Expresión militar referida a la manera de
situar los hechos en el tiempo en los informes y minutas.
[18]
NORAD’s Response Times (Los tiempos de respuesta del NORAD),
[comunicado a la prensa del North American Aerospace Defense Command,
18 de septiembre de 2001, www.standdown.net/noradseptember182001pressrelease.htm)].
[19]
El vuelo AA11 de American Airlines AA11, a menudo designado en el
texto bajo la apelación de vuelo n° 11.
[20]
Christian Science Monitor, 13 de septiembre de 2001; MSNBC, 15 de
septiembre de 2001; New York Times, 16 de octubre de 2001; Associated
Press, 12 de agosto de 2002.
[21]
ABC News, 14 de septiembre de 2001; New York Times, 15 de septiembre
de 2001.
[22]
Boston Globe, 23 de noviembre de 2001; ABC News, 18 de julio de 2002.
[23]
New York Times, 12 de septiembre de 2001; Guardian, 12 de octubre de
2001; Boston Globe, 23 de noviembre de 2001. Ben Sliney, nuevo
director de operaciones del centro de mando de la FAA, contó después
que oyó enseguida el mensaje que contenía la frase «Tenemos varios
aviones bajo control» y que la tuvo presente toda la mañana. (USA
Today, 18 de agosto de 2002).
[24]
Village Voice, 13 de septiembre de 2001.
[25]
Guardian, 17 de octubre de 2001.
[26]
Christian Science Monitor, 13 de septiembre de 2001.
[27]
CNN, 17 de septiembre de 2001; Washington Post, 12 de septiembre de
2001; NORAD, 18 de septiembre de 2001.
[28]
ABC News, 14 de septiembre de 2001.
[29]
NORAD’s Response Times (Los tiempos de respuesta del NORAD) 18 de
septiembre de 2001.
[30]
Guardian, 17 de octubre de 2001, New York Times, 16 de octubre de
2001, Boston Globe, 23 de noviembre de 2001.
[31]
Boston Globe, 23 de noviembre de 2001; New York Times, 16 de noviembre
de 2001.
[32]
Washington Post, 12 de septiembre de 2001, CNN, 17 de septiembre de
2001, NORAD’s Response Times [Los tiempos de respuesta del NORAD] 18
de septiembre de 2001.
[33]
ABC News, 11 de septiembre de 2002, MSNBC, 23 de septiembre de 2001,
Slate, 17 de enero de 2002.
[34]
William B. Scott, Aviation Week and Space Technology, 3 de junio de
2002. (www.aviationnow.com/content/publication/awst/20020603/avi_stor.htm).
[35]
Air Force News, número del 30 de julio de 1997.
[36]
Un artículo del Cape Cod Times del 16 de septiembre de 2001 cita a un
vocero de la base aérea de Otis que explica que «un F15 que despega
de Otis puede estar sobrevolando Nueva York en 12 minutos». Esa
declaración, que presupone una velocidad media de 1 610 km/h pudo
tener alguna incidencia en las horas de alerta y despegue.
[37]
«NORAD’s Response Times» [Los tiempos de respuesta del NORAD] 18
de septiembre de 2001
[38]
Stan Goff, The So–Called Evidence is a Farce [La supuesta prueba no
es más que una gran mentira] Narco News n° 14 del 10 de octubre de
2001 (www.narconews.com). George
Szamuely, Scrambled Messages [Mensajes confusos] New York Press, 14/50
(www.nypress.com/14/50/taki/bunker.cfm).
[39]
Ese desvío de su trayectoria aparece en el trazado del vuelo AA77 que
publicó USA Today en la primera página del artículo de Paul
Thompson sobre la cronología del vuelo
AA77.(www.cooperativeresearch.org/timeline.jsp?timeline=complete_911_timeline&day_of_911=aa7).
[40]
Guardian, 17 de octubre de 2001, New York Times, 17 de octubre de
2001, Boston Globe, 23 de noviembre de 2001.
[41]
New York Times, 15 de septiembre de 2001.
[42]
Newsday, 23 de septiembre de 2001, Guardian, 17 de octubre de 2001,
Boston Globe, 23 de noviembre de 2001.
[43]
Washington Post, 12 de septiembre de 2001 y Newsday, 23 de septiembre
de 2001.
[44]
New York Times, 16 de octubre de 2001.
[45]
Washington Post,12 de septiembre de 2001, CNN, 17 de septiembre de
2001, Associated Press, 19 de agosto de 2002; NORAD’s Response Times
[Los tiempos de respuesta del NORAD] 18 de septiembre de 2001.
[46]
B.A. significa base aérea. Se trata de una abreviación muy corriente
en los medios aeronáuticos. (NdT)
[47]
El Informe de la comisión sobre el 11 de septiembre precisa «09H37M46S»
(p. 33).
[48]
NORAD’s Response Times [Los tiempos de respuesta del NORAD] 18 de
septiembre de 2001 (ver debajo nota 69); Newsday, 23 de septiembre de
2001.
[49]
George Szamuely, Nothing Urgent [No hay apuro] disponible en el sitio
web New York Press 15/2 (www.nypress.com/15/2/taki/bunker.cfm).
[50]
Telegraph, 16 de septiembre de 2001.
[51]
Air Attack on Pentagon Indicates Weaknesses [El golpe aéreo contra el
Pentágono demuestra la existencia de lagunas] Newsday, 23 de
septiembre de 2001.
[52]
Pittsburgh Post–Gazette, 29 de octubre de 2001, Boston Globe, 23 de
noviembre de 2001; Jere Longman, Among the Heroes: United Flight UA93
and the Passengers and Crew Who Fought Back [Entre los héroes: el
vuelo UA93 y los pasajeros y miembros de la tripulación que opusieron
resistencia] (Nueva York: Harper & Collins, 2002), p.208.
[53]
Guardian, 17 de octubre de 2001, Boston Globe, 23 de noviembre de
2001, MSNBC, 30 de julio de 2002.
[54]
CNN, 17 de septiembre de 2001, MSNBC, 3 de septiembre de 2002.
[55]
Newsweek, 22 de septiembre de 2001, Pittsburgh Post–Gazette, 28 de
octubre de 2001.
[56]
Disponible en el sitio www.9–11commission.gov/archive/hearing2/
9–11commission_Hearing_2003–05–23.htm.
[57]
Nominal. Lenguaje aeronáutico proveniente del inglés. Significa que
el vuelo se desarrolla conforme a los datos teóricos fijados antes
del despegue, ruta, altitud, velocidad y cronología previstos en el
plan de vuelo.
[58]
Hay un debate sobre la hora, pero sólo para saber si fue a las 10h03
o a las 10h06, como recordaremos después.
[59]
USA Today, 16 de septiembre de 2001, Washington Post, 27 de enero de
2002, ABC News y CBS News del 11 de septiembre de 2002.
[60]
Pittsburgh Post–Gazette, 28 de octubre de 2001, Washington Post, 27
de enero de 2002.
[61]
CBS News, 11 de septiembre de 2001, Associated Press, 13 de septiembre
de 2001, Nashua Telegraph, 13 de septiembre de 2001.
[62]
Boston Herald, 15 de septiembre de 2001. El artículo de Matthew Wald
en el New York Times de aquel día, intitulado After the Attacks: Sky
Rules. [Después de los ataques: las reglas de seguridad del espacio aéreo]
también mencionaba la declaración de Paul Wolfowitz.
[63]
Cleveland Newschannel 5, 11 de septiembre de 2001, Philadelphia Daily
News, 15 de noviembre de 2001, Pittsburgh Post–Gazette, 12 de
septiembre de 2001, St. Petersburg Times, 12 de septiembre de 2001.
[64]
Reuters News Service, 13 de septiembre de 2001, CBS News, 23 de mayo
de 2002, Pittsburgh Tribune–Review, 14 de septiembre de 2001.
[65]
Pittsburgh Post–Gazette, 13 de septiembre de 2001.
[66]
The Independent, 13 de agosto de 2002, Philadelphia Daily News, 14 de
noviembre de 2001.
[67]
MSNBC del 11 de septiembre de 2002, Jere Longman, Among the Heroes
[Entre los héroes] p. 110.
[68]
Newsweek, 22 de septiembre de 2001, Pittsburgh Post–Gazette, 28 de
octubre de 2001, Telegraph, 6 de agosto de 2002.
[69]
Pittsburgh Post–Gazette, 28 de septiembre de 2002, Longman, Among
the Heroes, p. 180.
[70]
ABC News, 11 de septiembre de 2001, Associated Press, 12 de septiembre
de 2001. Longman (p. 264) y el artículo del Mirror reportan que
aunque el FBI negó más tarde que en la grabación de esa llamada se
mencionara humo o explosión alguna, a la persona que interceptó esa
llamada se le prohibió hablar con la prensa.
[71] Mirror, 13 de
septiembre de 2002, Longman, Among the Heroes, p. 180.
[72]
William B. Scott, Exercise Jump–Starts Response to Attacks, Aviation
Week and Space Technology, 3 de junio de 2001, Cape Cod Times, 21 de
agosto de 2002.
[73]
Ese intercambio es citado en el libro de Thierry Meyssan, La gran
impostura(p. 162 de la versión en inglés).
|