'Ni
una gota más de sangre. Ni una vida más perdida. Ni un solo centavo
más para matar'
¿Cuál
es la “Noble Causa” de Bush?
Por Cindy Sheehan
Truthout Editorial, EEUU, 17/09/05
Reproducido
por IraqSolidaridad, 20/09/05
Traducción
del inglés de Sinfo Fernández
"Todos
sabemos las razones por las que estamos en Iraq. George [W. Bush] nos
las explicó durante el período vacacional que estaba disfrutando en
Crawford, San Diego, el mismo día en que el 'Katrina' golpeaba los
Estados del Golfo: es por el petróleo. Por eso, George, Dick, y sus
diabólicos amiguetes pueden rapiñar más beneficios a costa de la
carne y la sangre de nuestros muchachos. Esta no es una Noble Causa:
en efecto, es la causa más innoble por la que cualquier guerra se ha
librado nunca."
Ha
pasado un mes, una semana y cuatro días desde que me senté en una
cuneta en Crawford, Texas. Mi petición era muy sencilla: quería
hablar con el hombre que ha enviado a cerca de un millón de nuestros
jóvenes a luchar, matar y morir en un país que no suponía amenaza
alguna para Estados Unidos. Yo quería preguntarle: "¿Cuál es
esa Noble Causa de la que aún sigues hablando?"
Bien,
todos sabemos ahora que George Bush nunca fue a esa carretera para
hablar conmigo. ¡A Dios gracias! Mucha gente ha estado diciendo que
yo soy la "chispa", el "catalizador", el
"rostro del movimiento contra la guerra", etc Me temo que no
estoy de acuerdo. George Bush y sus arrogantes consejeros son la
chispa que enciende las grandes praderas de fuego del activismo pacífico
que recorre América y el mundo entero. Si él hubiera venido a
encontrarse conmigo aquel fatídico día de agosto, las cosas no le
hubieran salido bien (porque yo sabía que él iba a mentir y se lo
habría echado en cara) pero habría tenido menos impacto en el
movimiento por la paz de la que consiguió no apareciendo.
Bush,
un cobarde
Tras
reflexionar sobre los acontecimientos del pasado mes de agosto, se me
han ocurrido dos razones por las que George no podía encontrarse
conmigo: es un cobarde y no hay Noble Causa alguna. Si George tuviera
tanto coraje e integridad en todo su cuerpo como Casey tenía en su meñique
[1], hubiera venido a encontrarse conmigo. Pero, irónicamente, si
George tuviera tanto coraje e integridad nunca habría invadido de
forma preventiva un país prácticamente indefenso. Su robotizado
gabinete de parásitos es también la evidencia insoslayable de que es
un cobarde. Ninguno se hubiera atrevido a discrepar con él. ¿¡¡Cómo
se va a atrever una momia de Vacaville, California, a contradecir al
emperador de la Gran Pradera de Chapel Road!!?
Todas
las diversas razones que ha dado George sobre la "Noble
Causa" para la invasión y la continuada ocupación ilegal de una
nación soberana son también, rotundamente, falsas y ridículas. Ha
estado proclamando recientemente (una vez que admitió, hace ya mucho
tiempo, que Iraq no tenía armas de destrucción masiva ni lazo alguno
con el 11–S) que la ocupación de Iraq es para expandir "la
libertad y la democracia" en Oriente Medio. ¿De verdad? ¿Tiene
alguna idea de que la Constitución sobre la que el cuerpo gobernante
iraquí está trabajando está basada en la sharia y socava las
libertades de las mujeres? ¿Acaso conocía que desde hace unos
cincuenta años las mujeres tenían igualdad de derechos con los
hombres en Iraq? ¿Se dio cuenta George (desde luego que sí) de que
el gobierno títere que EEUU colocó en Iraq está integrado por las
mismas gentes que animaban la invasión poniendo sus bolsillos en
fila? ¿Qué clase de libertad y democracia es ésa? Si George está
tan empeñado en defender la libertad y democracia para Iraq, por qué
no la pone en práctica aquí, en EEUU? Hasta un 62% de
estadounidenses creen que George se ha equivocado en Iraq y que deberíamos
empezar de traer a casa a nuestras tropas. Bien, George, el 62% es una
clara mayoría y deberías empezar a escuchar al pueblo que te paga el
salario.
Ha
proclamado también que lo que estamos haciendo en Iraq
"conseguirá que los EEUU sean más seguros". Otra declaración
que es más fácil de refutar que la baladronada sobre "libertad
y democracia". Para rechazar esa pequeña decepción, todo lo que
tenemos que hacer es mirar hacia los Estados del Golfo de Méjico.
Preguntad especialmente a la gente de Nueva Orleáns si se sienten más
seguros. Al desaprovechar a nuestra gente, equipos e inundar con miles
de millones de dólares las arenas de Iraq, George ha conseguido que
nuestro país sea más vulnerable ante los posibles ataques de fuerzas
exteriores. También, desde las frías e insensibles declaraciones de
gente como Michael Chertoff y la propia mamá de George, el pueblo de
Nueva Orleáns parece ser el daño colateral "aceptable"
para la elite gobernante de este país. En mi humilde opinión, la única
cosa que puede lograr que América sea más segura es hacer que George
y sus peligrosamente incompetentes partidarios sin sentimientos salgan
de nuestra Casa Blanca.
La
innoble causa del petróleo
Todos
sabemos las razones por las que estamos en Iraq. George nos las explicó
durante el período vacacional que estaba disfrutando en Crawford, San
Diego, el mismo día en que el Katrina golpeaba los Estados del Golfo:
es por el petróleo. Por eso, George, Dick, y sus diabólicos
amiguetes pueden rapiñar más beneficios a costa de la carne y la
sangre de nuestros muchachos. Esta no es una Noble Causa: en efecto,
es la causa más innoble por la que cualquier guerra se ha librado
nunca. Como estadounidenses conocemos con la claridad de nuestros
cerebros, o la incertidumbre de nuestra conciencia, que esta guerra se
hacía para engordar a las corporaciones. Este mes han muerto al menos
15 valientes jóvenes estadounidenses mientras nuestra atención
estuvo centrada, y de forma legítima, en los Estados del Golfo.
Alrededor de 200 desafortunados e inocentes iraquíes han muerto sólo
en esta semana. Cómo estadounidenses, ¿cuánta sangre más estamos
dispuestos a permitir que derramen George, el Congreso y las
corporaciones antes de pedir el fin de esta guerra y que se rindan
cuentas por las vidas que han sido inútilmente arruinadas?
Ha
llegado también la hora de parar la sangría de dinero para Iraq. He
contemplado la pobreza abyecta y el sentimiento de abandono con que la
gente menos afortunada de Nueva Orleáns vivía incluso antes de que
los diques se rompieran. Es hora de empezar a bombear esperanza hacia
nuestras propias comunidades. Es hora de empezar a cuidar de los
estadounidenses. ¿Cuántos millones de dólares más de nuestros
impuestos vamos a permitir que George, el Congreso y las corporaciones
malversen y derrochen en Iraq?
Ni
una gota más de sangre
Ni
una vida más perdida
Ni
un solo centavo más para matar
Si
amáis a nuestro país y queréis ver un cambio para mejor, venid a
Washington DC el día 24 del presente mes y alzaros para que os
podamos contar para la paz. El mundo entero cuenta con vosotros.
Nota
de IraqSolidaridad:
1.
Casey era el hijo de Sheehan, muerto en Iraq durante una inspección
del Ejército de EEUU en busca de los supuestos arsenales de armas de
destrucción masiva.
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