Según "Los
Angeles Times"
El barco de Bush
"hace agua por la proa y la popa"
IAR–Noticias,
21/10/05
El diario
estadounidense Los Angeles Times describió el miércoles un escenario
político catastrófico para los republicanos, de cara a las
elecciones parlamentarias en 2006 en EEUU, las que se verán afectadas
por el descenso en la
popularidad del presidente George W. Bush, quien concita el apoyo más
bajo de toda su gestión.
Según el rotativo,
"al tiempo que navegan por mares políticos turbulentos, Bush y
los republicanos del Congreso se encuentran en un barco que hace agua
por la proa y la popa".
En medio del malestar público
por la guerra en Irak, el alza en los precios del combustible, la tardía
respuesta al huracán Katrina y las controversias éticas en
Washington, decrece la credibilidad del oficialismo ante los votantes
independientes y moderados, señala el diario.
Los Angeles Times señala
que la Casa Blanca y los líderes republicanos del Congreso también
enfrentan el descontento de los segmentos más conservadores del
partido, opuestos a algunas políticas y decisiones del gobernante,
entre ellas la nominación de Harriet Miers para la Corte Suprema.
"Estos conflictos
internos complican el desafío que tienen ante sí tanto Bush como el
Partido Republicano, para recobrar la iniciativa en Washington y
prepararse para los comicios parciales de 2006", indica el
diario.
El Times afirma que
muchas de las decisiones que pudiera tomar el Presidente para
tranquilizar a sus correligionarios más conservadores, como sería el
reemplazo de Miers, le traería problemas con los votantes del centro.
The Washington Post,
hace unos días, había
señalado que influyentes miembros del Partido Republicano en varios
territorios se niegan a postularse para el Senado en las elecciones de
medio término en 2006, al ver un escenario poco halagüeño.
La negativa de los
oficialistas en múltiples estados genera preocupación en la Casa
Blanca, y sobre todo en el Congreso, donde se teme que la organización
pueda perder la mayoría que disfruta, tanto en el Senado como en la Cámara
de Representantes.
Según The Washington
Post, los potenciales
candidatos republicanos de Dakota del Norte y Virginia Occidental son
reacios a someterse al escrutinio el venidero año, pese a la
vulnerabilidad de los aspirantes demócratas en esos estados.
"Los reclutadores
de figuras postulantes en los estados de Florida, Michigan y Vermont
también fallaron", indicó el Post, al mencionar la impopular
invasión a Irak, los escándalos de corrupción de oficialistas en el
Congreso y la baja credibilidad del presidente George W. Bush entre
los factores de desaliento.
En esta coyuntura
"las aguas parecen invitar poco a los políticos para zambullirse
en una oferta electoral", que podría acarrearles pérdida de
tiempo, dinero y deterioro de su imagen personal, señaló el Post.
El estratega electoral
de Bush, Karl Rove, en septiembre pasado, voló a la ciudad de
Bismarck, para implorar al gobernador de Dakota del Norte, John Hoeven,
que desafíe al senador demócrata Kent Conrad.
Pero el gobernador dijo
"no, gracias", aun cuando los republicanos no tenían otra
opción fuerte en el territorio, y pese a que Bush recibió en las
elecciones pasadas el 63 por ciento de los voto de ese estado.
La administración Bush,
los hechos así lo demuestran, está sometida en los últimos días a
un vendaval político que amenaza con tragarse a sus principales
funcionarios.
En los últimos días
el llamado "CIA–Gate" desatado tras la revelación del
nombre de una espía encubierta de la CIA ya ha salpicado a los
principales funcionarios de la administración Bush, entre ellos el
"cerebro" Karl Rove, y ahora amenaza al propio
vicepresidente Cheney, de
quien se especula que habría tenido una participación en el escándalo.
Karl Rove,
subsecretario de la Presidencia de Estados Unidos y asesor personal de
George W. Bush, y el jefe de personal del vicepresidente Richard
Cheney, Lewis Libby, admitieron finalmente su participación en el
escandaloso caso de la revelación del nombre de una espía de la CIA
encubierta a la prensa.
La justicia
estadounidense emitió el miércoles una orden de arresto y estableció
una fianza de 10.000 dólares para el ex líder republicano de la Cámara
de Representantes y principal operador parlamentario de Bush, Tom
DeLay, en vísperas de su primera aparición ante los tribunales por
acusaciones de blanqueo de dinero y conspiración.
La orden emitida por el
juez de distrito Bob Perkins en Austin, Texas, pide a todo agente de
la ley del estado de Texas que arreste a DeLay, pero se espera que el
acusado se presente ante la justicia voluntariamente.
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