Uno, dos, 20 Abu
Ghraib
Por Gustavo Capdevila
Inter Press Service (IPS), 24/10/05
Ginebra.–
Grupos humanitarios de Estados Unidos denunciaron ante el Comité de
Derechos Humanos de la ONU que hay decenas de centros de detención
secretos en el mundo en los que Washington mantiene un número
desconocido de prisioneros, como parte de su "guerra contra el
terrorismo".
El Comité comenzó esta semana
en Ginebra a examinar el acatamiento de Estados Unidos al Pacto
Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos y en particular las
acciones del gobierno de ese país en su lucha contra el terror.
Los miembros del Comité,
integrado por 18 expertos independientes propuestos por los gobiernos,
escucharon este lunes las exposiciones de organizaciones no
gubernamentales estadounidenses que acusan a Washington de cometer
graves violaciones.
La abogada Priti Patel, de la
organización Human Rights First (Derechos Humanos Primero), con sede
en Nueva York, expuso a los miembros del Comité el problema de los
lugares secretos de detención de personas presuntamente vinculadas al
terrorismo.
"Todos saben de las cárceles
en la base estadounidense de Guantánamo, en la isla de Cuba, en Abu
Ghraib, territorio iraquí, y en la base aérea de Bagram, en Afganistán",
dijo Patel. Pero hay otros lugares de detención que también todo el
mundo sabe que existen, pero nadie conoce cuántos son ni dónde se
encuentran, sostuvo.
Se trata de establecimientos
transitorios en Iraq y Afganistán, ubicados cerca de las zonas de
conflicto, pero que se desplazan hacia donde Estados Unidos decide,
insistió.
"En Afganistán hay unos 20
de esos establecimientos de detención, pero nadie sabe cuántas
personas hay adentro ni cómo las tratan", dijo Patel a IPS.
"Lo peor es cuando se
desconoce inclusive la ubicación de esos centros de encarcelamiento.
Por ejemplo, no sabemos cuántas personas están presas en la base
estadounidense de la isla Diego García, en el océano Índico, a
pesar de que disponemos de informes confiables que hacen creer en su
existencia", sostuvo.
Estados Unidos se rehúsa a
negar o confirmar esos centros secretos de detención, "pero
nosotros sabemos de por lo menos 36 personas que han estado
prisioneras en esas instalaciones", afirmó Patel.
La reunión informativa de este
lunes coincidió con el anuncio de que el gobierno estadounidense
presentó la semana pasada, con retraso, su informe periódico a ese
comité especializado de la ONU (Organización de las Naciones
Unidas).
Aunque el texto del informe
estadounidense aún no se ha divulgado, activistas de la sociedad
civil dijeron que además de las consideraciones sobre el cumplimiento
del Pacto, el documento contiene respuestas a preguntas formuladas por
el Comité y relacionadas con los denunciados abusos en la lucha
antiterrorista.
En los últimos años, el Comité
se había dirigido a Washington para reclamar la presentación de
informes atrasados y también para pedir explicaciones sobre las
consecuencias de las disposiciones adoptadas por Estados Unidos en
esas acciones.
El Comité había expresado en
particular su preocupación por las implicaciones de la Ley Patriótica,
dictada en octubre de 2001, como una de las primeras normas contra las
actividades terroristas que Estados Unidos implantó después de los
atentados del 11 de septiembre de ese año en Nueva York y Washington,
que dejaron unos 3.000 muertos.
Las fuentes de la sociedad civil
dijeron que en la carta que acompañó la presentación del informe,
el embajador estadounidense ante las agencias de la ONU en Ginebra,
Kevin E. Moley, precisó que el documento también contenía
referencias a "la discusión de la aplicación por Estados Unidos
de la Ley Patriótica".
Moley sostuvo asimismo que, por
"una cuestión de cortesía", el informe iba acompañado de
una descripción separada relacionada con las personas que se
encuentran bajo custodia de las fuerzas armadas de su país,
capturadas durante operaciones contra el movimiento islamista afgano
Talibán, la red terrorista Al Qaeda y sus integrantes y seguidores,
así como las capturadas durante la guerra, invasión y ocupación de
Iraq, desde marzo de 2003.
Este asunto precisamente fue una
de las mayores preocupaciones que el Comité transmitió a Estados
Unidos, y la cuestión dominante expuesta por las organizaciones no
gubernamentales a los miembros del organismo.
Monique Beadle, de la Organización
Mundial por los Derechos Humanos en Estados Unidos, dijo a IPS que los
activistas habían manifestado al Comité su inquietud por el
incumplimiento de las disposiciones del Pacto, pero en particular
insistieron en la situación de los detenidos.
"El aspecto que más
censuran los grupos humanitarios es la detención, inclusive de
ciudadanos de otros países, en lugares donde se practica la
tortura", explicó Beadle.
Un caso significativo fue el de
Ahmed Omar Abu Ali, un ciudadano estadounidense que se encontraba en
Arabia Saudita en razón de sus estudios religiosos, cuando fue
detenido por las autoridades sauditas bajo instrucciones
estadounidenses, mencionó.
Abu Ali permaneció 18 meses en
una prisión de Arabia Saudita, sometido a tratos abusivos. "Su
espalda muestra las cicatrices de las heridas causadas por las
torturas que recibió", dijo Beadle.
La organización que Beadle
representa impulsó una causa judicial en Estados Unidos y consiguió
que un juez reconociera que si ese grupo podía demostrar el papel
desempeñado por el gobierno estadounidense en la detención y
encarcelamiento de Abu Ali, se abría la posibilidad de atribuir
responsabilidad a las autoridades.
"Esa decisión judicial
colocó en posición muy embarazosa al gobierno de Estados
Unidos", comentó Beadle.
Sin que nunca se le formularan
cargos en Arabia Saudita, Abu Ali fue trasladado a Estados Unidos,
donde permanece detenido y el gobierno lo acusa de haberse asociado
con presuntos terroristas.
Todo eso indica que Estados
Unidos tuvo todo el tiempo el control sobre la custodia de Abi Ali,
pues en el momento en que ya no era más necesario mantenerlo en
Arabia Saudita resultó muy fácil llevarlo de vuelta, insistió
Beadle.
La abogada citó asimismo los
casos de traslados de prisioneros a lugares como Egipto o Siria,
"donde es bien sabido que van a ser torturados", aseveró.
"Los militares
estadounidenses conocen bien que en sitios como ésos se tortura a los
detenidos. Por ese motivo, el gobierno de Estados Unidos emplea ese
conocimiento en Guantánamo para apremiar a un detenido", afirmó
Beadle.
El tratamiento comienza con el
encierro en un lugar de aislamiento sensorial, donde el detenido
pierde la noción de las referencias básicas.. Luego es subido a un
avión, y vuela varias horas hasta que finalmente aterriza en la misma
Guantánamo, aunque le han hecho creer que llegó a Egipto.
Los guardianes se dirigen al
detenido en árabe y le dan la bienvenida a Egipto. Si no colaboras en
el interrogatorio, te vamos a torturar, agregan.
El Comité de la ONU tomará en
cuenta estas denuncias de las organizaciones no gubernamentales cuando
examine el caso de Estados Unidos, con probabilidad durante su sesión
de julio próximo en esta misma ciudad suiza.
El organismo mantiene
actualmente su última reunión anual, que concluirá el 3 de
noviembre. La primera del año entrante se efectuará en marzo, en la
sede de la ONU de Nueva York.
El texto del informe presentado
por Estados Unidos sólo será distribuido por la ONU una vez que estén
disponibles las traducciones a todos los idiomas de trabajo, lo que
puede demandar por lo menos unos tres meses. Sin embargo, las
organizaciones no gubernamentales estimaron que el Departamento de
Estado (cancillería) estadounidense puede colocar ese documento en su
sitio web en los próximos días.
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