La mayoría de
estadounidenses cree que Bush no ha sido honesto
Por Eusebio Val
Corresponsal en Los Ángeles
La Vanguardia, 05/11/05
El presidente George W.
Bush ha caído en un abismo demoscópico (de las encuestas). El
desgaste de la guerra de Iraq, la resaca del huracán Katrina, el alza
de la gasolina y los escándalos éticos en los que están implicadas
varias figuras republicanas han hecho mella en su popularidad y, lo
peor, ponen en la picota su honestidad como líder político.
Dos encuestas sitúan
el apoyo ciudadano a Bush en el nivel más bajo desde que llegó a la
Casa Blanca. La cadena CBS estima en sólo un 35% la cota de aprobación.
Un estudio para The Washington Post y la emisora ABC lo fija en el
39%. Tal vez peor que esto son los datos relativos a cómo perciben
los estadounidenses la actitud de su presidente. En el último de los
sondeos citados, sólo el 40% de los encuestados considera a Bush
honesto y alguien en quien confiar. Esto es una novedad.
Un 67% juzga negativa
su gestión ética y un 55% cree que la Administración distorsionó a
sabiendas los hechos para justificar la guerra de Iraq. Un 59% opina
que el máximo asesor del presidente, Karl Rove, debería dimitir por
su implicación en el escándalo sobre el desenmascaramiento de una
agente de la CIA.
El respaldo a la
intervención en Iraq sufre una continua erosión. Sólo el 36% está
de acuerdo en cómo se lleva la guerra y un 60% está ya convencido de
que la invasión no valió la pena. Incluso como líder
antiterrorista, uno de los puntos fuertes de Bush desde el 11–S, están
en minoría (48%) quienes consideran que lo hace bien. Se destaca la
mala nota que saca Bush a la pregunta de si el presidente comprende
los problemas de la gente normal: un 34% dijo que sí, un 66% que no.
En presidencias
anteriores, este dato era muy importante porque, aun en fases de
crisis, tenían un margen de confianza que les daba capital político
para recuperarse.
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