Cómo
EEUU compra a la prensa libre
Por William Fisher (*)
Inter Press Service (IPS), diciembre 2005
Nueva York. Estados Unidos ofrece programas de
intercambio para enseñarle ética a periodistas de otros países,
pero en Iraq le paga a medios y profesionales con el fin de que
difundan sólo "buenas noticias".
Un
nuevo programa lleva el nombre del periodista Edward R. Murrow, célebre
por sus informes radiales desde Londres durante la segunda guerra
mundial, y luego por exponer en televisión las incongruencias del
senador Joseph McCarthy, dedicado a cazar comunistas en los años 50.
Al
anunciar el programa, la secretaria de Estado (canciller) Condoleeza
Rice afirmó que este plan de estudios enfatizará en "los
principios democráticos que guiaron al señor Murrow en la práctica
de su oficio: integridad, ética, coraje y responsabilidad
social".
"Todos
sabemos que el pilar fundamental de una sociedad libre es una prensa
libre, y eso es crucial para la fundación de cualquier
democracia", dijo Rice.
El
Programa de Periodismo Edward R. Murrow será implementado por el Buró
de Asuntos Educativos y Culturales del Departamento de Estado, el
independiente Instituto Aspen y las escuelas de periodismo de seis
universidades estadounidenses.
Convocará
a hasta 100 profesionales de todo el mundo, que asistirán a escuelas
de periodismo de Estados Unidos para "perfeccionar sus
habilidades, compartir ideas y obtener comprensión de primera mano de
la sociedad y las instituciones democráticas estadounidenses",
dijo el Instituto Aspen.
El
objetivo, señaló, "no sólo es informar a los periodistas sobre
Estados Unidos, sino también promover la libertad periodística y la
excelencia alrededor del mundo".
Al
crear este programa, dijo Rice, el Departamento de Estado se muestra
"determinado a asociarse con el sector privado, para que
estadounidenses de todos los orígenes, tradiciones, grupos étnicos y
modos de vida ayuden en el avance de la historia del progreso democrático
y de la libertad".
Este
anuncio tuvo un extraño efecto al yuxtaponerse con el malestar que
reina entre periodistas estadounidenses al salir a luz la contratación
por parte del Departamento (ministerio) de Defensa de la empresa de
relaciones públicas Lincoln Group.
El
objeto del contrato es pagarle a periodistas iraquíes para que
publicaran artículos escritos por el ejército estadounidense que
ofrecieran un punto de vista positivo sobre la situación en Iraq.
Esos artículos no identifican al ejército estadounidense como
fuente.
Por
otra parte, el diario The Washington Post informó esta semana que
infantes de marina (marines) de Estados Unidos, frustrados por la
cobertura de los grandes medios informativos, invitaron a Iraq a un
soldado retirado que escribe un "weblog" de información
militar para cubrir la guerra desde el frente.
Un weblog, también llamado simplemente blog, es un sitio web periódicamente
actualizado que a menudo funciona como un diario personal de consulta
pública y suele ser administrado por su propio autor.
El
responsable del weblog The Fourth Rail (La cuarta vía), Bill Roggio,
soldado retirado y técnico informático de la nororiental ciudad de
Nueva Jersey, recaudó más de 30.000 dólares entre sus lectores en
Internet para pagarse el pasaje a Iraq, el equipo técnico y la
vestimenta blindada.
Pocas
semanas después, publicaba sus despachos desde un puesto remoto en la
occidental provincia de Anbar, semillero de la insurgencia iraquí.
"Estaba
desencantado con los informes sobre la guerra en Iraq y la guerra
contra el terror, y sentí que había mucho del conflicto que se
estaba perdiendo", dijo Roggio a The Washington Post en un correo
electrónico.
Roggio,
hoy apostado con los marines a lo largo de la frontera siria, dijo que
"lo que a menudo es visto como un intento de informar de modo
equilibrado resulta en una subinformación del éxito y la estrategia
militar y un énfasis exagerado en éxitos estratégicamente menores
de guerrilleros islámicos o insurgentes".
Funcionarios
militares en Bagdad dijeron que no le expedirían a Roggio una
credencial de prensa a menos que estuviera afiliado a alguna
organización. Entonces, el neoconservador American Enterprise
Institute, de Washington, le ofreció una afiliación.
Al
mismo tiempo, The Washington Post reveló que el ejército
estadounidense pagó a canales de televisión de tres ciudades iraquíes
para que emitieran una cobertura favorable a la ocupación, según un
portavoz militar.
El
ejército, dijo el periódico, dio a uno de esos canales unos 35.000 dólares
en equipamiento, construye una nueva instalación por 300.000 dólares
y paga 600 dólares semanales a un programa sobre los esfuerzos de
Estados Unidos en Iraq.
El
periódico dijo que un comandante de la Guardia Nacional del Ejército
de Estados Unidos "reconoció que sus funcionarios 'sugieren' crónicas
a la estación y evalúan el contenido del programa en una reunión
semanal antes de que salga al aire".
Aunque
el comandante, un teniente coronel que no fue identificado porque se
desempeña en la misma zona, negó que efectuaran pagos al canal. Pero
el productor de la televisión iraquí dijo que su personal obtuvo
1.000 dólares al mes por esa vía.
Según
numerosas encuestas, la mayoría del público de Iraq y otros países
árabes es escéptico sobre los motivos y las tácticas de Estados
Unidos, pues perciben diferencias entre lo que el gobierno de George
W. Bush dice y lo que hace. El nuevo programa internacional de
periodismo del Departamento de Estado podría enfrentarse con el mismo
problema.
"La
democracia no puede funcionar sin el libre flujo de información e
ideas que es posible gracias a una prensa independiente y
efectiva", afirmó Geoffrey Cowan, de la Universidad del Sur de
California (USC), participante en el programa.
"Todas
nuestras escuelas esperan que los periodistas internacionales aprendan
de sus cursos, y todos nosotros esperamos que nuestros estudiantes
aprendan de nuestros visitantes", señaló.
Las
universidades participantes en el programa son, además de la del Sur
de California, las de Kentucky, Minnesota, Carolina del Norte,
Oklahoma y la de Texas en Austin.
Como
parte del Programa Murrow, el Instituto planifica un simposio para
abril, en que participarán conocidos periodistas en actividad,
analistas, editores y columnistas que debatirán cuestiones prácticas
y éticas de la tarea noticiosa.
También
asistirán portavoces del gobierno, que discutirán el vínculo entre
los medios de comunicación y la elaboración de políticas.
En
el simposio se analizará, además, la importancia de la diversidad de
opinión y del acceso del público a la información, así como los
desafíos que afrontan los periodistas en todo del mundo.
Pero
Bill Grosscup, de la Universidad de California en Chico, consideró
que los sobornos y el Programa Murrow constituyen "un ejemplo de
la diferencia entre la democracia en la teoría y en la práctica".
"Las
mismas personas que establecen un programa para promover el periodismo
independiente son las que defienden la financiación de empresas de
relaciones públicas, individuos chauvinistas conectados a
organizaciones de expertos conservadores y periodistas incrustados en
el engranaje político como medios 'independientes'", dijo
Grosscup a IPS.
"Todo
es cuestión de relaciones públicas y control de los medios. Joseph
Goebbels (ministro de Propaganda del ex dictador alemán Adolf Hitler,
1933-1945) estaría orgulloso."
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