“Con
las manifestaciones de los inmigrantes tenemos un poderoso movimiento
político–social dando sus primeros pasos, porque creo que esos
pasos de aquí en más van a avanzar en el nivel político–organizativo
contra el bipartidismo y todos los pseudo–líderes del pasado.”
“La
más grande rebelión del Tercer Mundo en el corazón del
imperialismo”
Entrevista
a James Petras
CX36–Radio Centenario, 27/03/06
Efraín Chury
Iribarne: Estábamos leyendo unos despachos provenientes de Estados
Unidos, que nos dicen que cientos de miles de personas tomaron las
calles de las principales ciudades; que muchos de ellos son
inmigrantes. ¿Cuál es el reclamo y por qué manifiestan?
James Petras:
Primero, Chury, la noticia que tenemos de observadores presentes es
que las manifestaciones superan el millón de personas, y las
estimaciones policiales siempre subestiman –al igual que los
medios– la cantidad de participantes. Pero en todo caso, en algunas
ciudades fueron las mas grandes manifestaciones en toda la historia
del país. En lugares como Chicago o Los Angeles, superan por muy
lejos todas las protestas anti–guerra, con movilizaciones totales de
todos los sectores del pueblo, latino, asiáticos, y de países de
todas las regiones, que han inmigrado aquí. Es una lucha del tercer
mundo dentro de los Estados Unidos con mucha militancia y un gran
consenso.
Incluso el Arzobispo
de Los Angeles dijo públicamente que si esta ley –que se está
discutiendo en este momento, a esta hora en el Congreso– se aprueba
e ilegaliza la presencia de los inmigrantes y de quien los apoya, él
declara para todos los curas, monjas y los católicos laicos, que
deben violar la ley y apoyar a los inmigrantes, supuestamente
ilegales. O sea es un llamado a la desobediencia civil desde el
funcionario clerical más alto de la Iglesia Católica en Los Angeles.
Entonces, hay un
proceso de profundización y extensión de la lucha de los inmigrantes
porque hay entre 15 y 20 millones de inmigrantes ilegales en los EEUU
actualmente; dicen 10 o 12 millones, pero la cifra es mucho más alta,
porque no tiene ninguna estadística adecuada, y lo que quieren es
deportar. Pero primero construir un muro, como el de Berlín, para
evitar el cruce de frontera de México a EEUU; en segundo lugar,
quieren fortalecer las fuerzas represivas, las fuerzas estatales
armadas allí; tercero, quieren hacer una gran razzia, a todos los
lugares de trabajo y vecindades, para capturar y expulsar inmigrantes,
incluso si sus hijos nacieron en Estados Unidos o si tienen residencia
hace 10, 15 o 20 años.
Este tipo de ruptura
del tejido social es intolerable. Este Congreso reaccionario, con el
presidente Bush a la cabeza, quiere dividirlos diciendo que los que
vineron con permiso se pueden quedar y arreglar los papeles. Pero esa
táctica de “divide y conquistar” no está logrando su objetivo.
Finalmente, quiero
decir que el contenido de esta marcha es profundamente proletario. No
eran todos proletarios, pero la gran mayoría de los trabajadores y
muchos de los peor pagados, los que hacen trabajos difíciles y
peligrosos, son inmigrantes, desde la construcción hasta los trabajos
en el campo, jornaleros de agricultura, y otras tareas donde hay menos
beneficios sociales, pensiones, vacaciones y todo lo demás. Les falta
todo.
Entonces, fue primero
una protesta contra el Estado, eso es importantes, no es un simple
proceso social, es una protesta política y proletaria con respaldo de
toda la pequeña burguesía latina–asiática. Digo pequeña burguesía,
pero hay algunos burgueses que están metidos, así como algunos
sectores de blancos progresistas, pero que son minoría en estas
manifestaciones. En contraste con las protestas anti–guerra, donde
la gran mayoría son blancos de la pequeña burguesía. Este caso es
al revés.
Creo que este es la
expresión del nuevo poder emergente de los latinos en varios ciudades
y Estados, donde ahora son casi mayoría, como en Los Angeles donde
las ¾ partes de los alumnos de la escuela pública son asiáticos y
latinos. Así, ahora están expresando su poder numérico con
conciencia y organización, y lo más importante es que están
preparando paros activos, huelgas de los inmigrantes con trabajo.
Incluso en estas últimas
marchas, por ejemplo en Chicago, donde salieron 300.000 personas,
dicen que más de 50.000 de los que participaron abandonaron el
trabajo en la hora de la marcha. Entonces no son simplemente
inmigrantes sueltos en su día de descanso, sino que están integrando
los principales instrumentos de la lucha de clases contra esta
ofensiva del Estado. Y creo que el detonante es la ley, la represión,
las humillaciones, insultos, frases degradantes, que son normales en
el Congreso contra los inmigrantes.
Ahora tenemos un
poderoso movimiento político–social dando sus primeros pasos,
porque creo que esos pasos de aquí en más van a avanzar en el nivel
político–organizativo contra el bipartidismo y todos los pseudo–líderes
del pasado.
Efraín Chury
Iribarne: Es interesante este análisis. Estaba leyendo en La Jornada,
de México, que el Director de la institución Enlaces–América
afirma que estamos viendo el nacimiento del nuevo movimiento pro
derechos civiles en los Estados Unidos.
James Petras: Si,
pero esa es una visión muy limitada, porque los derechos civiles no
tocan las condiciones de trabajo, que son las peores, y que es el
contexto para esta protesta. Las restricciones que propuso el Congreso
ahora, son expresiones que van más allá de las condiciones sociales.
Pero atrás de este movimiento hay muchas reivindicaciones sociales
descuidadas por la burocracia sindical, que son millonarios, que nunca
tratan de organizar en profundidad a los inmigrantes. No los cuidan,
no los defienden.
Incluso la llamada
Organización de Jornaleros Agrícolas es una mafia que maneja no más
de siete mil trabajadores, no han obtenido ninguna victoria en 25 años,
incluso han perdido varios derechos, y los dirigentes de este mal
llamado sindicato –que son descendientes de mexicanos– y sus
familias, están comiendo de los financiamientos que reciben de las
fundaciones, de otras personas desvinculadas de la lucha. Pero los
presentan como voceros de los trabajadores cuando han perdido el norte
hace muchos años. Creo que en ese sentido vamos a ver nuevas
organizaciones.
Una cosa más que es
importante. La forma de movilizar e informar, fue a partir de una gran
red de programas que hablan en castellano, se coordinaron entre los
locutores para dar la máxima publicidad a la marcha. Las redes de
comunicación de masas latino–parlantes jugaron un papel importante.
Incluso ocurre en
muchos de los clubes sociales, como los clubes de inmigrantes de
distintos lugares del mundo, de México, de distintas ciudades o
estados, en los que la gente disfruta de la cultura regional de su
zona o país de origen. Bueno, estos clubes que agrupan gran cantidad
de gente para fiestas y eventos culturales, se han politizado en los
últimos tiempos y ahora son importantes puntas de lanza para estas
marchas.
Además, los clubes
de deportes, de fútbol –como Nacional y Peñarol en Uruguay– que
agrupan a miles de jóvenes para jugar los sábados y domingos en las
canchas, también movilizaron docenas de miles de deportistas jóvenes
latinoamericanos.
Por eso digo que fue
una movilización desde la profundidad de la sociedad civil que está
actuando para mejorar las condiciones sociales de trabajo, para
repudiar las leyes represivas del estado y reafirmar la dignidad y
libertad de los pueblos emergentes en los Estados Unidos.
Es la más grande
rebelión del tercer Mundo en el corazón del imperialismo.
Efraín Chury
Iribarne: Petras, me vengo a Uruguay. El Plenario Nacional del Frente
Amplio decidió este fin de semana no debatir el Tratado de Libre
Comercio con Estados Unidos y al mismo tiempo, siguió la sugerencia
de Danilo Astori, aprobando el documento proveniente de la Mesa Política
–con la única excepción del Movimiento 26 de Marzo y la Corriente
de Izquierda– de dar el visto bueno a la negociación para un
tratado bilateral con Estados Unidos. ¿Cuál es la diferencia entre
una cosa y la otra?
James Petras: Bueno,
no debatir significa no abrir a las críticas, no abrir a las bases
las decisiones y acciones hechas a espaldas del pueblo uruguayo y
particularmente, a las bases y militantes de las organizaciones de
afiliados.
Entonces tienes una
cosa peor: la falta de transparencia sobre lo que pasó cuando se firmó
el acuerdo bilateral con los Estados Unidos, el tratado recíproco de
inversiones, que “de facto” es el tratado de libre comercio. La
frase Tratado de Libre Comercio tiene una connotación tan peyorativa
que prefieren funcionar con el hecho consumado, por atrás, a espaldas
del pueblo, para evitar crear una detonación dentro del mismo Frente
Amplio.
Por esa razón, han
dejado de debatir lo que ya ha consumado el pequeño grupúsculo de
poder, la cúpula del Frente Amplio. Esta es otra demostración de la
tremenda centralización y el autoritarismo que domina las principales
decisiones del Frente Amplio, no se basan en los principios y mucho
menos en la democracia interna.
Efraín Chury
Iribarne: Petras, uno se pregunta que va a pasar en adelante con el
Mercosur, teniendo en cuenta que Uruguay ya firmó un tratado de
inversiones con Estados Unidos y ahora va a firmar un tratado
bilateral. El tema es qué ejemplo concreto se puede dar sobre la
manera que estos tratados terminan perjudicando a los trabajadores y
sectores populares. Este análisis para nuestra audiencia, que no son
economistas, pero deben ser magos para poder vivir aquí, comer,
vestirse, con 100 dólares mensuales que es lo que ganan hoy por hoy.
James Petras: Yo creo
que en primera instancia el Mercosur va a seguir funcionando en el
papel, pero de hecho con la orientación de Uruguay principalmente
hacia los Estados Unidos. El hecho es que el Mercosur ha sido
debilitado y seguirá en ese caminar con un sólo pié, deambulando,
pero sin relevancia en la toma de decisiones. Eso, junto con los
nuevos acuerdos, va a tener muchas consecuencias en el pueblo.
Por ejemplo, los
acuerdos de inversión van a abrir el país a la privatización de
todos los sectores públicos, para que el capital extranjero pueda
entrar y encontrar lugares de inversión con ganancias. Eso implica
los planes de salud, educación, y todo lo que llamamos las empresas
estatales, de las pocas que quedan.
¿Y qué significa la
privatización? Primero, podría significar despidos a gran escala,
eliminando las pensiones y seguros sociales, y van a funcionar
contratando a terceros, con operarios precarios para cumplir los
servicios.
En segundo lugar, se
verán afectadas las tarifas de todos los sectores privatizados, que
van a subir porque el monopolio público tenía algún control
electoral, pero al privatizarlos no hay forma de controlar los precios
y condiciones en que van a funcionar. Mucho menos la seguridad de
empleo.
Más allá de eso,
creo que los pequeños y medianos productores agropecuarios y fabriles
van a la bancarrota, porque eso implica la entrada de mercancías a
bajo precio, subvencionadas en Estados Unidos, y que va a producir una
gran caída en la producción, particularmente en los productos que
compiten con los estadounidenses.
Hay un puñado de
agricultores a gran escala, que van a asociarse con empresas
imperialistas, y sí, ellos van a continuar, y tal vez mejorar sus
condiciones. Esto también sucede con sectores bancarios privados que
van a estar en condiciones de financiar a las empresas de inversión
extranjera y cosechar ganancias.
Pero los mismos
bancos van a pasar por una fase de desindicalización, van a debilitar
la sindicalización y limitar los beneficios para los trabajadores.
Entonces, tenemos el
sector productivo capitalista local perjudicado, tenemos los empleados
públicos perjudicados y también vamos a ver menos trabajo con
condiciones adecuadas, con pensiones, vacaciones y licencias.
En general, entonces,
hay beneficiarios, hay políticos que van a cosechar sobornos para
facilitar las privatizaciones, vamos a tener el sector financiero y un
sector del agro que se van a beneficiar, y también tendremos una capa
pequeña de cúpula sindical que se prestará a estas situaciones
directa o indirectamente, a partir del Frente Amplio, que recibirán
alguna prebenda, como presencia en la lista electoral o lo que sea. Y
los demás, el 70% o más de los uruguayos, se verán perjudicados en
el trabajo y como consumidores.
Más allá de eso,
las inversiones van a ubicarse aquí simplemente para aprovechar la
desregulación de condiciones ambientales, como la celulosa y otros,
que van a contaminar los ríos, el aire, emanando olor a huevo
podrido, para que la gente que ahora marcha por el trabajo pueda
disfrutar.
Imagino a los
vendedores callejeros de máscaras de gas, habrá algún empresario
con imaginación que podrá hacer un buen negocio.
No creo que la mayor
parte de los uruguayos vayan a estar muy felices, quizás ahora no
entienden las consecuencias, porque entre las promesas del gobierno y
los medios de comunicación, están pintando un mundo ideal, que viene
el capital, que viene el gran comercio, que todos vamos a tener
bombones en la mañana y disfrutar de la prosperidad, etc. Pero no es
la lección que nos dejan los países en América Latina que han
tomado este camino.
El camino que vemos
en Ecuador, en Brasil, en Centro América, donde se ha optado por
esto, es desastroso. Y el caso de Chile, en el que se han beneficiado
del altísimo precio de su materia prima. El precio del cobre hoy es
el más alto en toda la historia, de más de 5.600 dólares por
tonelada, eso significa a casi tres dólares por libra, cuando
tradicionalmente es de 6 o 7 centavos de dólares. Por eso están
cosechando enormes ingresos y por esta coyuntura favorable del mercado
de metales, se están beneficiando. Creo que los únicos que podrían
beneficiarse en Uruguay son los grandes algodoneros, y tal vez los que
producen soja y otros productos. Pero esos son trabajos de poco uso de
mano de obra, afecta a menos del 4% de la mano de obra, los demás se
van a ver perjudicados.
En fin, lo que está
discutiendo ahora el gobierno tiene enormes repercusiones, negativas
para cualquier uruguayo, que desde abajo debe exigir que sus
representantes repudien este acuerdo antes de que caiga sobre su
cabeza, ya que después es muy difícil revertir estas medidas.
Efraín Chury
Iribarne: Ahora en abril vienen jefes militares norteamericanos, según
se dice, a enseñarle a nuestras Fuerzas Armadas y a nuestros
gobernantes cosas sobre políticas de defensa.
James Petras: Es muy
significativo que vayan a llevar a Uruguay toda su experiencia de
tortura en Guantánamo, en Irak, y vayan a introducir en el país las
formas de interrogatorios fascistas que están aplicando en varias
regiones del mundo; pero también van a insertar todo su ideología
antipatriótica en relación con Venezuela. Ese es el regalo dentro
del paquete de bombones.
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