Basta
de abusos, advierten 500 mil defensores de indocumentados en Los Ángeles.
Marchas en otros cuatro estados. Anuncian más movilizaciones para
abril
Megamarcha
en Los Angeles
Por
David Brooks
Corresponsal en Estados
Unidos
La Jornada, 26/03/06
Washington.–
Las imágenes de cientos de miles de migrantes y sus aliados en las
calles de Los Angeles recorrieron hoy el país. Entre los que
protestaron figuran aquellos que han participado en una creciente ola
de manifestaciones tanto en esta capital como en Chicago, Milwaukee,
Atlanta, Denver y Phoenix, con el mensaje de un "ya basta" a
las medidas antimigrantes, las humillaciones, abusos y atropellos.
Esto
podría marcar el nacimiento de un nuevo movimiento social nacional en
Estados Unidos, retomando las históricas banderas de las luchas
laboral, de derechos civiles y de la dignidad con justicia. Como ha
sucedido tantas veces en la historia de este país, este movimiento
está encabezado por migrantes.
La
policía de Los Angeles calculó la participación de más de medio
millón de personas, en lo que muy bien podría ser la movilización
de migrantes más grande en la historia estadounidense, y la mayor
marcha de protesta en Los Angeles.
Pero
hoy también marcharon unos 50 mil en Denver, Colorado; 4 mil en
Sacramento, California, y unos 3 mil en Charlotte, Carolina del Norte,
en lo que los medios locales consideraron "una de las
manifestaciones más grandes en la historia reciente" de esa
pequeña ciudad. Otros 2 mil protestaron ayer en Kansas City, así
como cientos en Cleveland.
Decisión
de dejar las sombras
En
las últimas semanas los migrantes han hecho algo sin precedente a
escala nacional: cientos de miles decidieron salir de las sombras, de
detrás de sus defensores y abogados, de detrás de los que hablan en
su nombre, y se presentaron en los centros urbanos, a pleno sol, para
afirmar que están presentes, y con ello han conformado un nuevo actor
político en este país.
En
sólo un par de semanas se han manifestado en más de 15 ciudades –y
en algunas han constituido las mayores protestas realizadas en tiempos
recientes.
De
cierta manera, todo esto es un rescate de la lucha laboral y de
derechos civiles de este país. Cuando más de 100 mil (tal vez fueron
más de 200 mil) migrantes y sus aliados tomaron las calles del centro
de Chicago, el pasado 10 de marzo, varios políticos y activistas señalaron
que era la movilización más grande de la historia de esa ciudad
desde fines del siglo 19, cuando se desató ahí la lucha por la
jornada de ocho horas –lucha que cada 1º de mayo se celebra
alrededor del mundo en memoria de los mártires de Chicago.
Pero
esa movilización histórica no sólo fue laboral; en esencia, también
fue un movimiento de migrantes.
El
viernes pasado, en Atlanta, organizadores de una acción para
protestar contra medidas antimigrantes informaron que 80 mil latinos
no se presentaron a sus trabajos –lo cual sería una de las
protestas más grandes de los tiempos recientes en Estados Unidos.
Estas
últimas semanas han visto a 30 mil indocumentados ante el Capitolio,
en esta capital; a 30 mil en Milwaukee, el jueves pasado, y a 20 mil
tomando algunas de la calles centrales de Phoenix. Cientos de miles
protestaron en ciudades como San Francisco, Trenton, Tucson, así como
en pueblos de Oregon, Nueva Jersey y Tennessee, entre otros.
Para
el 10 de abril preparan nuevas movilizaciones por la defensa de sus
derechos y para condenar medidas racistas y xenofóbicas. Esto se hará
con marchas coordinadas en 10 ciudades, incluyendo Los Angeles, Nueva
York, Chicago y esta capital.
Aunque
las protestas no son novedosas en sí, dado que sindicatos,
organizaciones latinas y de defensa de indocumentados han realizado
innumerables acciones durante décadas, sí hay algo diferente.
Organizadores tanto de la megamarcha en Chicago, hace un par de
semanas, como de la movilización de hoy en Los Angeles, señalan que
la participación de grupos de la comunidad, de clubes de oriundos y
sus federaciones, así como el papel de los medios latinos locales (la
radio, sobre todo), son la clave de por qué las dimensiones de esa
movilización fueron mucho mayores de lo pronosticado.
Radio
y TV se unen a la lucha
En
Los Angeles, el papel de la radio y de la Iglesia ha generado el nuevo
nivel de presencia de la comunidad migrante, hoy evidente en el centro
de esa ciudad. Los locutores de las diversas estaciones latinas
respondieron a la invitación de uno de los suyos: el famoso Piolín
de la radio, de La Nueva KSCA, para armar un frente común y convocar
a toda la comunidad latina a esta movilización. Unos 10 locutores
participaron en esta iniciativa sin precedente.
Por
su parte, el padre Luis, de la llamada iglesia de La Placita (tal vez
la más antigua en la ciudad), jugó un papel central en la
convocatoria, con el pleno apoyo de uno de los jerarcas más poderosos
de la Iglesia católica en este país: el cardenal Roger Mahoney, de
Los Angeles.
A
principios de este mes, Mahoney lanzó un llamado a todos los católicos
a dedicarse a promover una reforma migratoria humanitaria, y advirtió
a los políticos que si aprueban leyes que criminalicen a los
indocumentados y a quienes los ayudan, él ordenará a sus curas y a
los trabajadores católicos laicos que violen esa ley.
También
están los jóvenes que el pasado viernes se movilizaron en Los
Angeles –recordando a algunos que participaron de una acción
parecida en los 60, y que fue una de las chispas del movimiento
chicano. Cientos de estudiantes latinoamericanos abandonaron las aulas
y tomaron la calle. Fueron de una preparatoria a otra para invitar a
sus compañeros a que se sumaran. Al final del día, unos 2 mil 700
alumnos de 20 preparatorias marchaban por las calles en protesta
contra las fuerzas antinmigrantes.
Pero
lo más notable ahora fue la participación de un enorme abanico de
organizaciones comunitarias, encabezadas por mexicanos –el grupo de
migrantes más grande del país. Asistieron a la movilización desde
ligas de futbol hasta federaciones de clubes de Michoacán, Zacatecas,
Durango, Jalisco, Guanajuato y varios estados más, así como
asociaciones de comerciantes y estudiantes.
Oscar
Chacón, director de Enlaces América, quien participó en la
organización de la marcha de Chicago, comentó a La Jornada:
"Creo que empezamos a ver el nacimiento del nuevo movimiento pro
derechos civiles de Estados Unidos".
Artemio
Arreola, sindicalista y uno de los líderes de la Federación de
Clubes Michoacanos, había advertido que apenas empieza este
movimiento, y que están "organizando otras partes del país para
tratar de crear un efecto dominó". Señaló que todo esto marca
el "despertar" de los migrantes en este país.
Chacón
subrayó que lo novedoso, de 2004 a la fecha, es que "hemos visto
nacer expresiones naturales de múltiples voces migrantes alrededor
del país, y existe un gran potencial de que esto se extienda mucho más",
lo cual implicaría "una reconfiguracion del movimiento de la
comunidad indocumentada". Con la noticia de hoy en Los Angeles,
todo indica que esto está sucediendo mucho más rápidamente de lo
esperado, y que está sorprendiendo a todos.
Así,
se perciben los ecos de los mártires de Chicago y de los 146
trabajadores – en su mayoría mujeres y aún no se sabe cuántos
menores de edad– de la maquiladora de costura Triangle Waist
Company, que murieron en resistencia y cuyo 95 aniversario se marca
hoy.
Esta
es la fecha en que se conmemora ese hecho, que provocó la demanda de
mayor protección y respeto a los derechos laborales de irlandeses,
italianos, alemanes, judíos, chinos, africanos, caribeños,
centroamericanos, sudamericanos, rusos y más que a lo largo de la
historia estadounidense han encabezado movimientos por la dignidad y
la justicia mientras creaban la riqueza de este país. Todos están
hoy, de nuevo, presentes.
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