Movimiento de inmigrantes en EEUU

 

"El paro ya nadie lo para"

Por Igor González
Diario Hoy,  20/04/06

Manhattan.- Entusiasmo, pero también cierto miedo a perder sus puestos de trabajo, existe entre los trabajadores inmigrantes de bodegas, restaurantes y supermercados del centro de Manhattan, a diez días del llamado "Gran Paro Americano 2006" y cuya convocatoria en Nueva York sigue siendo materia de reuniones entre gremios y organizaciones.

En el restaurante North Village, ubicado en la calle 14, dieciséis empleados mexicanos dijeron que participarán del boicot del 1 de mayo “a como de lugar”, aunque con ciertos temores.

“Pedimos permiso a los dueños, todavía no hay nada concreto, pero participaremos igual”, dijo Miguel Flores, quien se encarga de vender café y preparar sándwiches.

Los empleados, que participaron en la concentración del 10 de abril en la Alcaldía, dijeron que están viendo la posibilidad de intercambiar turnos para así poder ausentarse.

“Este deli está abierto las 24 horas, a los patrones no les hará mucha gracia que faltemos y pueden haber represalias”, agregó Rolando Apaqui.

El boicot se fundamenta, justamente, en cerrar negocios, faltar a la escuela, no comprar o vender productos estadounidenses y faltar al trabajo.

En el restaurante Tequila's Bar Grill, localizado en la zona, el gerente Danny Oliván dijo que su negocio sí cerrará. “Seguramente cerraremos durante el día, para abrir pasado el atardecer”, dijo Oliván.

En la cocina del mismo local, las opiniones fueron unánimes. “No sólo no vendré a trabajar, mis tres hijos tampoco irán a la escuela”, afirmó Francisco Cresencio, chef del local.

Los trabajadores coincidieron con las opiniones de otros trabajadores encuestados, en el sentido que los inmigrantes hacen los trabajos que difícilmente haría un ciudadano. “Queremos trabajar tranquilos y tener sueldos dignos”, agregó Óscar Amador.

Mientras tanto, anoche se realizaba una conferencia en Queens para definir detalles del boicot.

Durante la semana, activistas californianos estuvieron fomentando el paro en la ciudad. Carlos Canales, organizador en Long Island y que participó junto a esos líderes, dijo que se espera una gran concentración en Union Square a las 4:00 p.m. de ese día. “El paro ya nadie lo para”, dijo Canales.

El activista añadió que el próximo lunes comerciantes de Hempstead realizarán una conferencia para apoyar la manifestación porque muchos trabajadores tienen miedo de ausentarse de sus puestos.


Ratifican "día sin inmigrantes" en Estados Unidos

Por Raimundo López
Prensa Latina, 20/04/06

Organizaciones defensoras de los derechos de los inmigrantes en Estados Unidos ratificaron en México la realización en la vecina nación de una gran movilización con ese propósito el próximo primero de mayo.

Hemos decidido ese día no trabajo, no escuelas, no compras, no ventas, una especie de "día sin inmigrantes", dijo a Prensa Latina Juan Gutiérrez, uno de los integrantes de una coalición que prepara las protestas.

Gutiérrez explicó que las manifestaciones de ese día son un momento importante dentro de las masivas movilizaciones de inmigrantes latinoamericanos de los últimos meses por un trato digno y justo a esas personas en Estados Unidos.

Agregó que cientos de miles de trabajadores indocumentados reciben bajos salarios y carecen de cualquier prestación social, mientras viven bajo la perenne amenaza de ser atrapados por la policía y deportados a sus países de origen.

El dirigente social, abogado y emigrado a Estados Unidos junto con sus padres hace 38 años, comparó a esos trabajadores con esclavos modernos, cuando esa condición fue abolida en México en 1815 y en Estados Unidos, en 1865.

Gutiérrez, presidente del Movimiento Latino USA, viajó a México junto a representantes de otras organizaciones para buscar la solidaridad con sus aspiraciones de un trato justo en la vecina potencia norteña.

Consultado tras una reunión con miembros de un comité de ex braceros -como también son conocidos en Estados Unidos-, el dirigente señaló que los primeros antecedentes de esas luchas reivindicativas se remontan a 1968.

Recordó que en ese entonces estaban en su momento clímax las manifestaciones de la comunidad negra en ese país en la procura de sus derechos civiles, encabezadas por el asesinado líder Martín Luther King.

Señaló como momentos importantes de ese proceso la obtención de una amnistía para inmigrantes en 1986 y las grandes movilizaciones la década pasada en defensa de los derechos de los trabajadores con esa condición.

Apuntó que las marchas de cientos de miles de personas en las principales ciudades de Estados Unidos el pasado día 9 y en días anteriores expresan el rechazo al intento de los sectores de poder norteamericanos de criminalizar la inmigración.

El pueblo ha perdido el miedo y ha salido a las calles. Somos personas de trabajo, decentes, que lo que queremos es justicia, un mundo más justo y humano, dijo.

Denunció que a pesar del carácter pacífico de las últimas manifestaciones, la represión contra los asistentes se está dando en Estados Unidos de diversas maneras, como el despido o la expulsión de escuelas e incluso hasta amenazas de muerte.

Subrayó que no obstante esas represalias, el movimiento reivindicativo continuará hasta lograr sus objetivos.

Estamos hablando de que los esclavos modernos de Estados Unidos se han rebelado y están defendiendo sus derechos y ser reconocidos como trabajadores y no como criminales, como quieren hacerlos aparecer, afirmó.


Un día sin hispanos

La Raza, Chicago, 07/04/06

En Chicago, los grupos pro-inmigrantes esperan reunir medio millón de personas en las calles el 1 de Mayo, para festejar el Día Internacional del Trabajo y presionar aún más por una reforma migratoria “justa y sin trampas”. 

Mientras tanto, a nivel nacional una coalición hispana convocó a un "gran boicot" para ese mismo día por la legalización de los extranjeros indocumentados.

"El día 1 de mayo nadie debe trabajar, ningún estudiante debe asistir a sus clases y nadie debe vender ni comprar nada para mostrar el gran poder de la comunidad de inmigrantes en EE.UU. y presionar por una reforma humana", dijo en rueda de prensa en Washington D.C., Juan José Gutiérrez, del Movimiento Latino USA.

Este grupo, que encabezó el pedido de una "huelga de brazos caídos" para el primer día del mes próximo, fue el eje central de la movilización pacífica de protesta de casi un millón de personas el 25 de marzo pasado en todo el país (medio millón en Los Ángeles) contra los proyectos de leyes anti-inmigrantes presentados ante el Congreso.

Además del boicot, la coalición y otras entidades harán demostraciones callejeras pacíficas en 10 grandes ciudades el 10 de abril.

En Chicago, los integrantes del denominado “Movimiento 10 de marzo”, se reunieron durante tres horas para definir los planes futuros, aunque también se hizo una dura autocrítica.

Omar López dijo que se hará llegar al Senado un manifiesto, con reclamos de “una reforma equilibrada y sin trampas”.

Carlos Arango dijo que la iniciativa HR4437 despertó al gigante dormido, “pero es un gigante que se despierta lentamente y trae consigo dolencias, hambre, resquebrajamientos y discrepancias”.

En esa misma reunión y en presencia de la mayoría de los integrantes del comité directivo del denominado “Movimiento 10 de marzo”, Fabián Morales, coordinador de logística de dicho movimiento, leyó un informe del comité del que es responsable donde con nombre y apellido se acusa a un directivo por supuestamente haber solicitado dinero a un empresario propietario de un restaurante en la Calle 26, “a cambio de un lugar en la tribuna principal” el día de la marcha en Chicago.

El comité directivo reunido no tomó en cuenta esa denuncia por considerar que no estaba verificada.

El directivo acusado fue entrevistado por La Raza y dijo que todo era mentira y se trataba sólo de un chisme malintencionado y nos pidió que no publicáramos su nombre hasta confirmar la denuncia en su contra.

La Raza también consultó al propietario del restaurante de la Calle 26 -al que supuestamente le habrían solicitado dinero- y él (no publicamos su nombre a pedido suyo) dijo que conocía la existencia del rumor, pero negó haber entregado dinero al activista acusado. Dijo además que no sabe de donde salió ese infundio.

Ante un alud de críticas y acusaciones veladas, intervino la sindicalista Margarita Klein de UNITE HERE con un llamado para trabajar por la unidad. “Nadie vino a que le den palos…es necesario de dejar de tirarnos mugre”, sentenció.

Finalmente hubo un llamado a replantear estrategias y objetivos, y Martín Unzueta exhortó a sumarse el 10 de abril a una manifestación que se realizará en Elgin.

Sobre esta expresión de protesta para el 10 de abril la directora de Centro sin Fronteras, Ema Lozano, precisó a La Raza vía Telefónica que no habrá una marcha en Chicago como la ocurrida el 10 de marzo. “Nadie la ha convocado y no creo que se haga. Yo no tengo idea de que eso vaya a ocurrir. Lo que sí va a ocurrir ese día es la realización de un foro para informar al público sobre lo que está pasando en el Senado respecto a las discusiones sobre las propuestas de ley que afectan a los inmigrantes. Ese evento será a las 6 y media de la tarde en el Truman Collage”, informó.

Precisó que ella no está en contra de que se realicen marchas “pero pienso que se tiene que esperar a lo que ocurra en el Senado pues de repente es mejor organizar una marcha hacia Washington DC. Por ahora lo que nos toca es esperar un poco. Lo que sí me parece muy bueno es la marcha que ese 10 de abril se va a realizar en Carolina del Sur, porque es la primera vez que lo hacen.

Se refirió también a lo que se está organizando para el 1 de mayo. “Todavía no se sabe qué actividades se van a ocurrir ese día, no se sabe si se va a hacer una movilización o una huelga. Todavía no hay un acuerdo al respecto. Yo por ello voy a viajar este fin de semana a Phoenix, Arizona, para asistir a la reunión de una coalición nacional de defensa de los derechos humanos a la que asistirán representantes de varias ciudades del país, para informarme de las actividades que se organizarían para ese 1 de mayo”, dijo.

Todavía en el limbo

Los promotores del lenguaje integral del proyecto que avanzó el comité judicial del Senado admitieron no tener los 60 votos requeridos para contrarrestar la oposición de quienes lo consideran una “amnistía“, un concepto difícil de abordar sobre todo en año electoral.

Una fuente republicana del Senado dijo al cierre que seguía en pie el plan de dividir a la población indocumentada según el tiempo que lleven en el país.

Así, quienes lleven más de cinco años y puedan probarlo se colocarán en la vía de legalización sin salir del país, similar al plan del panel judicial (seis años de trabajo previo a obtener la tarjeta verde); quienes lleven en el país cuando menos dos años pero menos de cinco, se beneficiarían del plan de trabajadores temporales (PTT); y quienes lleven menos de dos años tendrían que retornar a sus países a solicitar ingreso al PTT.

Nada definitivo

La Casa Blanca emitió una declaración de política administrativa reiterando su apoyo a una reforma “integral” que incluya un programa de trabajadores temporales (PTT) pero no una vía a la legalización “automática“.

Con eso en mente “espera trabajar con el Congreso en hacer mejoras al S.2454 (el proyecto de Bill Frist) y al plan del Comité Judicial y en implementar las muchas necesarias reformas que esta legislación proveerá“. Pero no aclara nada sobre cómo abordar la situación de los indocumentados.

Angela Kelley, subdirectora del Foro Nacional de Inmigración, dijo que resulta interesante que la Casa Blanca diga que apoya la aprobación de una reforma integral, que apoye un alza en la cifra de tarjetas verdes y que defina la amnistía como una vía automática de legalización, sobre todo porque esto último (la vía automática) “no es lo que hace el proyecto del comité Judicial“.

Los demócratas no daban su brazo a torcer y seguían presionando por el lenguaje de legalización “ganada“. Mientras tanto, senadores republicanos que apoyan la legalización “ganada” propusieron otro lenguaje para atraer los votos de colegas republicanos opuestos a cualquier programa de legalización que catalogan de “amnistía“.

Los republicanos Mel Martínez, de Florida, y Chuck Hagel, de Nebraska, propusieron una fórmula para que los indocumentados con más de cinco años en este país obtengan la vía de legalización sin salir de EE.UU. y considerar otras alternativas para el resto, como por ejemplo, que soliciten la regularización en alguna ciudad fronteriza. Su salida sería corta y “simbólica“.

Martínez aseguró que es un lenguaje “justo” porque no deja a nadie fuera como argumentan los críticos. Simplemente, dijo, impone unas trabas más a quienes llevan menos de cinco años en el país, pero el resultado final es el mismo: una vía de legalización “ganada“.

Presión empresarial

La Cámara de Comercio de los EE.UU. inició una campaña de anuncios televisivos sobre la importancia de los inmigrantes en la economía del país.

Igualmente, el embajador mexicano, Carlos de Icaza, dijo que en el debate migratorio “existe un doble estándar, puesto que por un lado se dice que no se quiere a los trabajadores extranjeros, que se quiere hacer cumplir las leyes, pero la economía los demanda”.

Agregó que si Estados Unidos y México son socios en los rubros de seguridad, comercio, la lucha antiterrorista y el crimen organizado, “¿por qué no podemos ser socios y manejar juntos el flujo de migrantes y tener una migración legal, humana, segura y digna?”.

Pero los opositores presionan para que se enfatice la seguridad fronteriza antes de considerar cualquier tipo de Plan de Trabajadores Temporales y mucho menos la legalización de indocumentados.

Inmigración se extiende

Mientras el Senado considera la reforma, los inmigrantes continúan trasladándose a nuevas áreas del país, creando un interés nacional en el tema.

"La dispersión extraordinaria de inmigrantes a todas las regiones del país ha otorgado a inmigrantes y a minorías de inmigrantes una mayor visibilidad", dice William H. Frey, demógrafo de la Universidad de Michigan, que además presentó las investigaciones de las instituciones que representa durante la sesión el senado.

Utilizando información de la Oficina del Censo y de una investigación que él escribió para el centro de estudios Brookings Institution, Frey (que es además miembro del Instituto de Investigación Social de la U de M) realizó una descripción detallada de la dispersión reciente en EE.UU. de latinos y asiáticos nacidos en el extranjero a través de estados, condados y áreas metropolitanas del país durante la última década.

"En 1990, sólo 17 estados tenían poblaciones compuestas por lo menos un 5 por ciento de inmigrantes, comparado a 29 estados en el año 2005", dice Frey.

Frey contrastó los estados tradicionales de inmigración -California, Nueva York, Florida, Tejas, Nueva Jersey e Illinois- con los nuevos destinos para inmigrantes, que crecen a ritmo acelerado en Carolina del Norte, Tennessee, Georgia, Nevada, Arizona, Iowa, Nebraska y Colorado, donde la población inmigrante ha crecido en un 200 por ciento o más entre el año 1990 y el 2005.

Según Frey, los extranjeros que se trasladan a los nuevos destinos por lo general han llegado más recientemente a los EE.UU., tienen menos recursos económicos y más posibilidades de ser indocumentados, en relación a los que residen en los estados tradicionales de inmigración.

Con la rapidez del crecimiento de la inmigración y el fuerte contraste entre las minorías inmigrantes y los residentes de los estados, las actitudes hacia la inmigración en las nuevas destinaciones son diferentes a aquellas de los estados tradicionales de inmigración, señaló Frey.

(Colaboraron: Jorge Mederos, Miguel A. Arrieta, Eduardo Alegría, Maribel Hastings y EFE)