La
huelga general de inmigrantes será el Primero de Mayo
Despierta
Inmigrante: ¡Llegó tu hora!
Por
Vicky Peláez (*)
El
Diario – La Prensa, Nueva York, 06/04/06
La
política antiinmigrante del gobierno del presidente George W. Bush y
su Congreso, que eligieron a los ilegales como el chivo expiatorio de
los problemas económicos que vive el país, ha hecho despertar
finalmente la furia de estos 12 millones de personas cuyos elementales
derechos han sido negados por el estado y la sociedad norteamericana.
Las
primeras protestas y en especial la marcha de Los Angeles, que
sobrepasó el millón de acuerdo a los más fríos cálculos, ya
hicieron titubear a Bush quien declaró que tiene 'compasión hacia
los inmigrantes' pero que no puede hacer nada para promulgar una
amnistía para los ilegales porque 'tengo que obedecer al Congreso y
sus leyes', dijo e hizo sonreír al mundo.
Un
presidente, que violó casi todas las leyes internacionales, ignoró
al Congreso para iniciar dos guerras llevando a la bancarrota el
presupuesto del estado, pisoteó la privacidad y los derechos
constitucionales de su pueblo, ordenó escuchas telefónicas, creó
una red de soplones, incluyendo inclusive a los choferes de ómnibuses
escolares y aterrorizó al país entero, ahora se presenta como un
paladín de las leyes levantando la espada de Damocles contra los
inmigrantes que son el motor de la economía norteamericana y quizás
su último recurso de evitar el desmoronamiento del imperio, realmente
llega a lo cínico.
La
gran mayoría que viene a Norteamérica no ignora que la penosa decisión
de emigrar fue para librarse del hambre y la desocupación, situación
a la que fueron arrojados nuestros países para hacer marchar la
economía norteamericana bajo el falso pretexto de globalización,
engañoso símbolo de progreso y prosperidad. Las corporaciones
multinacionales se enriquecen desorbitadamente, mientras que nosotros
perdimos todo. Hasta nuestros recursos naturales, fueron entregados a
las empresas extranjeras y en especial a las estadounidenses.
Todas
las promesas han sido falsas, inclusive la última condonación de una
parte de la deuda a Bolivia, Nicaragua y Honduras anunciada con bombos
y platillos por el Banco Mundial como un gesto 'histórico de buena
voluntad'. Ahora resulta que es otra mentira. A cambio de la 'bondad'
de los banqueros todos estos países tuvieron que hacer más pobres a
sus ciudadanos y endeudarse más. Lo mismo sucede en el resto de América
Latina, a excepción de Cuba y posiblemente de Venezuela.
No
hay trabajo, ni el pan de cada día
¿Frente
a esta situación, qué alternativa le queda a la mayoría de la
población latinoamericana y en especial a los jóvenes? Por supuesto,
emigrar especialmente, al país que hizo destruir esas economías y se
apoderó de nuestros recursos naturales. Esta es la razón por la cual
tuvimos que arrancarnos de nuestros terruños, parientes, hijos y
amigos para poder sobrevivir y ayudar a los que dejamos.
Anualmente
los hispanos que vivimos aquí mandamos más de 56 mil millones de dólares
a nuestros países, nuestro poder de compra ha crecido a 700 mil
millones de dólares, contribuimos al Seguro Social 25 mil millones de
dólares y producimos una riqueza para la economía norteamericana de
unos 2 millones de millones de dólares.
Sin
el dinero que genera el gigante compuesto por 12 millones de
trabajadores tildados de ilegales y de otros 36 millones de hispanos
legales, reventarían tres sectores importantes de su economía: los
servicios, la construcción y la manufactura.
Bush,
su Congreso y sus grandes medios de comunicación ya están asustados
por las marchas en todos los rincones del país, pero todavía
resisten a pesar de los consejos de sus propios estrategas
republicanos de dar amnistía a los indocumentados.
Hace
poco uno de los influyentes asesores del Partido Republicano, Ed
Gillespie declaró que 'el Partido Republicano no puede arriesgar de
convertirse en un partido anti–inmigrante. Corre el peligro de
perder en las próximas elecciones ya que depende principalmente del
voto de los blancos sin tomar en cuenta los rápidos cambios demográficos
que se están produciendo en el país'.
'Con
la resistencia no alcanza, sin contraataque no hay victoria'. John
William Cooke, 1920–1968
La
presión de inmigrantes y su decisión de luchar por sus derechos sin
miedo de dejar al descubierto la 'ilegalidad' de muchos, ya está
produciendo reacciones a nivel local. En un pequeño suburbio de los
Angeles, Maywood, el municipio presidido por el alcalde Felipe Aguirre
declaró oficialmente a la ciudad como un 'paraíso seguro' para
inmigrantes ilegales.
A
la vez, el Consejo Municipal de la ciudad de Chicago tomó la decisión
de seguir su política de apoyo a inmigrantes e ignorar las leyes
federales anti–inmigrantes, igual como lo hicieron en 1850
desobedeciendo las leyes 'draconianas' del gobierno federal de
capturar a los esclavos fugitivos. Habría que ver si aquí en Nueva
York, el alcalde Michael Bloomberg y su consejo municipal, que tanto
hablan de su liberalismo, se atreverían a seguir el ejemplo de sus
colegas de Chicago.
Mientras
tanto hay que decirles a las autoridades que ningún humano es ilegal,
y menos aquel que le da el pan y seguridad al país. Por eso de oído
a oído, de estudiante a estudiante, de jornalero a jornalero, de
obrero a obrero, de organización a organización, todos debemos estar
conscientes y hacernos escuchar, en calles y avenidas y en todos los
rincones: “legalidad o huelga”.
Las
movilizaciones masivas de los emigrantes contra la política de Bush
es solamente un aviso de que el gigante dormido se despertó.
El
10 de abril es la Marcha Nacional, y la huelga general que están
convocando las organizaciones de inmigrantes para el próximo Primero
de Mayo será el otro paso.
¡Presidente
Bush está usted avisado!
*
Escritora y periodista peruana residente en EEUU. Publica sus artículos
en El Diario de New York y en otros medios.
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