Grupos
de migrantes en EEUU buscan consolidar coordinadora nacional
Anuncian
acciones inmediatas y más movilizaciones
Por
David Brooks
Corresponsal en Nueva York
La Jornada, 11/05/06
Algunas de las
organizaciones claves del movimiento migrante anunciaron hoy una serie
de acciones coordinadas cuyos objetivos inmediatos son intensificar la
presión sobre el Congreso para anular proyectos de ley antimigrantes,
empadronar a un millón de nuevos votantes y realizar movilizaciones
en diversos puntos del país durante lo que resta del año como los
siguientes pasos luego de las grandes manifestaciones de los meses
pasados.
En lo que es un
primer intento para establecer una coordinadora del movimiento a nivel
nacional, la Alianza Somos América anunció este miércoles un
ambicioso programa de trabajo para los próximos meses.
Compuesta por
organizaciones nacionales, regionales y locales de todo el país
–incluyendo sindicatos, organizaciones comunitarias, iglesias,
agrupaciones de defensa de derechos de los inmigrantes y coaliciones
pro inmigrantes locales– la alianza informó que buscará coordinar
acciones con el objetivo de presionar a los legisladores para anular
la llamada ley Sensenbrenner, promover una reforma migratoria amplia
que ofrezca un camino hacia la ciudadanía para los indocumentados,
que respete los derechos civiles y laborales, y una campaña de
empadronamiento para nuevos ciudadanos con la meta de registrar un
millón de votantes para las elecciones de noviembre.
Los integrantes de la
alianza dicen que aún está "en formación", reconociendo
que no representa a todo el movimiento, pero subrayaron que expresa el
amplio consenso sobre los objetivos generales compartidos por los
diversos sectores de este movimiento. "Durante los pasados meses,
millones de inmigrantes han salido de las sombras para hacer que sus
voces sean escuchadas en el debate nacional sobre la reforma
migratoria. Un movimiento ha nacido. Además de mantener la presión
sobre quienes hacen política para que instrumenten una reforma
migratoria real, el próximo paso es asegurar que todos los migrantes
y sus aliados (con derecho al voto) logren que sus funcionarios
electos rindan cuentas ante las urnas", declara la alianza en un
comunicado.
Los representantes de
la nueva alianza nacional informaron hoy que el 17 de mayo miles de
inmigrantes y sus aliados realizarán un día de cabildeo masivo ante
los legisladores en favor de la legalización de los indocumentados,
tanto en persona, en Washington, como por teléfono y el envío de
tarjetas postales y correo electrónico desde todas partes del país.
El primero de julio se lanzará un Verano de democracia, que buscará
empadronar a un millón de nuevos votantes. El primer fin de semana de
septiembre realizarán otra serie de movilizaciones masivas regionales
en varias ciudades, incluyendo la capital del país, Chicago y Los Ángeles.
Entre septiembre y noviembre se realizará un esfuerzo para movilizar
al electorado, informaron.
Eliseo Medina,
vicepresidente nacional del sindicato de servicios SEIU, sostuvo que
"ya se siente el efecto de estas movilizaciones en el
Congreso", señalando como prueba que las medidas punitivas de la
versión Sensenbrenner adoptada por la Cámara ya no se discuten en el
Senado. Al lado de Medina, representantes de la coalición de
inmigrantes regionales de la capital, agrupaciones claves en las
movilizaciones de Los Ángeles y Chicago, y otros enfatizaron la
unidad entre el amplio abanico de agrupaciones que han participado en
las grandes movilizaciones locales que comenzaron por todo el país en
los meses recientes.
La alianza fue
anunciada en varias urbes, incluyendo Los Ángeles, Washington,
Chicago, Boston y esta ciudad. Entre las organizaciones fundadoras se
encuentran los sindicatos nacionales SEIU, UNITE/HERE, Pineros y
Campesinos del Noroeste, la Asociación Nacional de Comunidades
Latinas y Caribeñas, el Centro por el Cambio Comunitario, y varias
coaliciones regionales más.
Surgen
diferencias
Sin embargo, algunos
participantes en estas iniciativas consideran que este movimiento se
ha distinguido hasta ahora por su carácter descentralizado y diverso,
donde múltiples vertientes han logrado nutrir y fortalecerlo, pero a
nivel local y regional. Por lo tanto, algunos tienen dudas sobre la
necesidad de un "paraguas" nacional, ya que podría generar
conflictos sobre quién participa o representa y quién no, y donde
algunos sectores locales que han aportado una gran vitalidad a este
movimiento de repente se queden al margen de las decisiones
"nacionales".
Hoy también se
anunció una marcha nacional en Washington para el 19 de mayo, pero no
por esta alianza, sino por Latino Movement USA y la Coalición
Internacional 1º de Mayo. Aunque Juan José Gutiérrez, líder de
esta iniciativa, estaba presente hoy en una de las conferencias de
prensa de la alianza, ésta no hizo mención del acto programado. Gutiérrez
aseguró a los medios que "todos estamos unidos", y que
participarán en todo. "Aquí no hay divisiones... hay
diferencias sobre tácticas", comentó.
Sin embargo, las
tensiones entre diversos protagonistas (y aquellos que desean serlo)
no son secreto, y tampoco sorprenden al surgir este nuevo movimiento.
De hecho, integrantes claves del movimiento –desde organizaciones de
migrantes, sindicatos, las iglesias, estudiantes y organizaciones
comunitarias y latinas– no han logrado un consenso sobre si apoyar
los proyectos de ley que se negocian en el Senado, ni sobre qué tanto
demandar y hasta qué punto. A la vez, las bases del movimiento, hasta
ahora, han obligado a diversos líderes y organizaciones a buscar la
unidad y también respetar las tácticas que cada uno desea emplear
–como fue el caso en la disputa sobre el boicot del primero de mayo.
Mientras tanto, el
movimiento enfrenta enormes retos exteriores, en particular la división
profunda entre la cúpula política estadounidense sobre una reforma
migratoria y una opinión pública nacional que sigue algo esquizofrénica
en torno al asunto.
Puntos
de vista polarizados
Una nueva encuesta de
CBS News registra esta semana que 59 por ciento de los estadounidenses
considera que la inmigración indocumentada es un problema "muy
serio", y otro 30 por ciento dice que es un problema
"serio", mientras que 11 por ciento la considera como algo
poco preocupante. Siete de cada 10 creen que los inmigrantes
indocumentados debilitan la economía nacional.
Pero al mismo tiempo,
61 por ciento opina que a los indocumentados que han trabajado aquí
por lo menos dos años se les debería permitir solicitar la
legalización en lugar de ser deportados. Solo 35 por ciento endosa la
posición de los republicanos conservadores que favorecen la deportación
de todo indocumentado. Y una mayoría –53 por ciento– cree que los
indocumentados hacen trabajos que los estadounidenses no desean hacer.
También se oponen a medidas drásticas, por ejemplo, 66 por ciento
rechazan la construcción de un muro a lo largo de la frontera con México.
Ante todo esto, hay
un intenso proceso de diálogo y algunos conflictos dentro del
movimiento, el cual tiene la gran tarea de definir qué hacer y cómo
consolidarse en esta coyuntura política y social estadounidense.
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