Una
nefasta reforma migratoria
Hay
que volver a las calles
Por
Leonardo
Desde Nueva York, para Socialismo o Barbarie, 30/07/06
Los partidos
Republicano y Demócrata están discutiendo una nefasta y mal llamada
“reforma migratoria 'justa e integral'' Este nuevo proyecto de ley
divide en tres categorías a los trabajadores inmigrantes.
1.- Quienes tienen
mayores posibilidades son los inmigrantes con cinco o más años de
haber llegado a EEUU. Sin embargo, deben aprobar estrictas revisiones
de “historial criminal” y de “seguridad nacional”, pagar hasta
3.250 dólares en multa por haber permanecido ilegales, pagar todos los impuestos atrasados hasta el ultimo
dólar si no lo han hecho en esos años, aprender perfectamente inglés
y ponerse en la fila de espera... Y podrían esperar hasta seis años,
para lograr alcanzar la residencia, porque además hay 3.300.000 de
personas que esperan en su respectivos países la residencia legal en
EEUU y tendrían prioridad.
2.- Quienes tengan más
de dos años, pero menos de cinco en el país. Estos son casi tres
millones de los doce millones de “ilegales”. Este grupo debería
salir de EEUU y solicitar su reingreso como ''trabajadores
temporales'' .
3- Los que lleven
menos de dos años –que son unos dos millones– tienen que retornar
a sus países y solicitar su reingreso a través del PTP, plan que
también excluye la legalización ''ganada''.
Como puede verse esta
nueva propuesta de ley es toda ''una trampa legal''. Es que, en la
realidad, una gran parte de los inmigrantes jamás alcanzara la
legalización, porque la llamada “oferta de trabajadores
temporales” es también restringida y ya tiene cupo limitados.
Todo este proyecto
tiene el apoyo del “compasivo George W. Bush'' que insta al Senado a
aprobarlo antes de las elecciones de noviembre. Es que calcula que el
Partido Republicano seria el principal beneficiario en votos del
mismo. Y esto después que el gobierno ha desatado una brutal
persecución contra los inmigrantes, ha militarizando la frontera con
México, ha encarcelando a millares de ciudadanos residentes o
indocumentados a través de la llamada ''Ley Patriótica'' que niega
lo más mínimos derechos para defenderse, tener un abogado que lo
represente ante la justicia.
Es un gobierno que ha
abierto un campo de concentración en Guantánamo, donde acumula a
cientos de presuntos “terroristas” desde hace casi cinco largos años.
Este escándalo ha desatado una discusión legal a nivel
internacional. Hasta la Unión Europea, sus socios en la “lucha
contra el terrorismo” y en la ocupación Afganistán e Iraq, han
debido hacerle críticas por esto. Ahora también la Corte Suprema de
EEUU ha fallado que el gobierno no puede retener en forma indefinida a
estas personas. Esto ha sido un duro golpe contra la política de Bush,
que está convirtiendo a EEUU en un verdadero estado policial.
Toda esta discusión
acerca de la legalidad de las personas resulta tan reaccionaria como
cruel. No olvidemos que fueron ellos, EEUU y el resto de los “países
ricos”, los que propiciaron el descalabro en los países pobres al
imponer las recetas neoliberales que han generado pobreza extrema,
corrupción y violencia de todo tipo. Esto es lo que provoca las
grandes migraciones a nivel planetario hacia unos pocos países ricos.
En base a esto y
considerando que los pueblos no son culpables de esta situación, los
Estados Unidos como principal promotor de esas recetas económicas que
han arruinado a nuestros países, lo menos que puede hacer es dar la
legalización inmediata a todos los ''indocumentados'', cuyo
único delito es tratar de salir de las miseria en que los han
sumergidos.
Sin embargo, son
insensibles a todo esto. La respuesta ha sido un nuevo ataque contra
los mas pobres. El Congreso acaba de aprobar que sólo los ciudadanos
o los inmigrantes legales y calificados tengan acceso al Medicaid, al
“servicio de salud publica”. Así, los millones de trabajadores
inmigrantes no podrán realizar una atención preventiva o normal de
salud. Tendrán que ir a parar en las guardias de emergencia de los
hospitales y muchos de allí al cementerio.
La única posibilidad
de cambiar el curso de esta historia, es que la comunidad de
inmigrantes con sus organizaciones
vuelvan a copar las calles del país
y enfrenten a este gobierno y a esos políticos que no
nos van a regalar absolutamente nada.
Las organizaciones de
inmigrantes entraron en un compás de espera, analizando las
propuestas en discusión. Pero ya la mayoría de ellos se han
pronunciado en contra. Sólo queda el camino de la movilización.
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