Crisis iraní:
mejor la salida diplomática que la opción militar
Por Alfredo
Jalife-Rahme
La Jornada,
27/08/06
El 17 de
agosto un prestigiado grupo de 22 militares retirados, almirantes y
embajadores publicó una carta abierta al presidente Bush en favor de
una solución diplomática del contencioso nuclear iraní y contra el
unilateralismo bélico de la teocracia de "cristianos
sionistas"
Quedan cinco
días para que expire el ultimátum de los cinco miembros permanentes
del Consejo de Seguridad (sic) de la Organización de las Naciones
Unidas -todas potencias nucleares armadas hasta los dientes y con
poder de veto-, a quienes se sumó Alemania para conformar el grupo
hexapartito, con el fin de obligar al cese del proyecto atómico de la
teocracia de los ayatolas de Irán, la nueva potencia regional en el
"creciente chiíta".
Lo dicho
(ver Bajo la Lupa, 23-08-06): a los tres días de la presentación
formal de la "nueva fórmula" iraní para entablar
"negociaciones serias", se presentaron hondas grietas en el
grupo hexapartito que pueden dejar aislada a la teocracia
"cristiana sionista" de Estados Unidos (EEUU), cuando Rusia,
China y Francia empiezan a desmarcarse de las sanciones bushianas y
prefieren una solución diplomática.
El pasado 22
de agosto, Irán manifestó su intención de congelar su programa
nuclear como resultado de la implementación del paquete de
incentivos, pero no como precondición perentoria. Este matiz cronológico-conceptual
es fundamental y ha sido atajado por la diplomacia rusa, que rechazó
cualquier abordaje de sanciones en esta etapa, lo que de facto
pone en aprietos a la proclividad bélica anglosajona. El ministro de
Defensa Sergei Ivanov, muy cercano al zar ruso, Vladimir Putin,
salió a defender la solución política y diplomática (China
Daily, 26-08-06).
China
comparte el rechazo ruso, pero en muy bajo perfil, mientras su prensa
le brinda mayor realce a la trascendental colaboración geopolítica y
energética con el presidente venezolano, Hugo Chávez.
El ministro
del Exterior galo, Philippe Douste-Blazy -otro talento diplomático en
la línea de su antecesor, el ahora primer ministro Dominique de
Villepin-, pese a sus reticencias sobre la "ambigüedad" de
la respuesta iraní, se pronunció por "evitar la escalada del
conflicto en el mundo islámico y con Irán", al cual catalogó
de "jugador importante en Medio Oriente".
Alemania, en
la etapa dubitativa de la canciller Angela Merckel, quien comienza a
ver tempranamente su estrella apagarse, acaba de cometer un grave
error a su cuenta y riesgo al haber vendido dos submarinos Dolphin a
la Armada israelí en el peor momento posible (después de la
destrucción de Líbano por Israel y a unos días de la expiración
del ultimátum del contencioso nuclear con Irán), pese a que alega
que serán entregados en los próximos cuatro años y no podrán
transportar armas nucleares (The Daily Star, 26-08-06), un
verdadero cuento para oligofrénicos cuando la misma prensa israelí
argumenta lo contrario.
Cabe
recordar que Israel posee ya tres submarinos alemanes, entre ellos dos
"regalados" (sic), lo cual no ha sido ninguna garantía para
la paz regional. Según la revista británica de defensa Jane's,
los submarinos israelíes pueden lanzar misiles crucero que
transporten ojivas nucleares, lo cual representa la mayor presión
brutal que ha recibido la teocracia iraní, dado que los sumergibles
se pueden trasladar al golfo de Omán frente a las costas iraníes y
en contigüidad del estrecho de Hormuz.
A menos que
desee suicidarse (la "profundidad estratégica" europea la
representa el Medio Oriente y su vinculación con Asia) y sucumba ante
el teológico unilateralismo bélico de los "cristianos
sionistas" de EEUU, el óptimo camino para Alemania radica en
imitar el talento diplomático francés que salvó de la esquizofrenia
catatónica a la Unión Europea en Líbano.
Hasta en
Gran Bretaña llamó poderosamente la atención, lo que presagia un
golpe de timón de su política exterior, que el centro de pensamiento
británico Royal Institute of International Affairs (Chatam House) en
un reciente reporte de 50 páginas, de Robert Lowe y Claire Spencer
(23-08-06), haya coincidido (sin decirlo, desde luego) con las tesis
enarboladas por Bajo la Lupa en referencia a Irán: "principal
beneficiario de la guerra contra el terror en Medio Oriente, EEUU, con
apoyo de la coalición, ha eliminado a dos gobiernos rivales
regionales de Irán (el talibán, en Afganistán, en noviembre de
2001, y el de Saddam Hussein, en Irak, en abril de 2003", a lo
que se suman los éxitos de la influencia de Irán en Palestina y Líbano
(le faltó agregar Siria). Un ataque de EEUU a Irán "pondría a
su ejército en Irak en riesgo mayor y provocaría represalias de
intervención desestabilizadora de Teherán".
Concluye que
"Irán se encuentra en una posición regional poderosa y su
cooperación e influencia positivas son necesarias para apagar los
varios fuegos encendidos. Si Irán se sintiese seriamente amenazada
por fuerzas foráneas, tiene el potencial para inflamar aún más a la
región". En síntesis, Irán cosechó los graves errores
geoestratégicos que sembró la teocracia bushiana de "cristianos
sionistas".
Más
sobresaliente resultó que el 17 de agosto un prestigiado grupo de 22
militares retirados, almirantes y embajadores haya publicado una carta
abierta al presidente Bush en favor de una solución diplomática del
contencioso nuclear iraní y contra el unilateralismo bélico de la
teocracia de "cristianos sionistas".
La carta fue
apadrinada por el general Joseph Hoar, el teniente general Joseph Gard
y Morton Halperin, anterior director de Política de Planeación del
Departamento de Estado del gobierno clintoniano. Invocan celebrar
"negociaciones directas con Irán sin condiciones previas" y
advierten "contra cualquier consideración del uso de la
fuerza": la "crisis presente debe ser resuelta por la
diplomacia y no la acción militar". En sus entrevistas
ulteriores, los padrinos epistolares ridiculizaron la demanda
primordial del régimen bushiano de que Irán elimine su programa de
enriquecimiento de uranio para poder empezar a negociar, lo que
equivale a una rendición incondicional. A su juicio, la dupla
Bush-Cheney ha puesto en peligro la seguridad nacional de EEUU, así
como la vida de los soldados estadounidenses en Irak, y ha
desestabilizado el Medio Oriente.
El general
Hoar, proveniente del cuerpo de marines, no se cuece al primer
hervor: anterior comandante en jefe y encargado del ejército
estadounidense en el golfo Pérsico después de la guerra de 1991. En
forma acerba critica que "EEUU apoye las preocupaciones de
Israel, en forma directa o indirecta, sobre Hezbollah, Siria e Irán",
que pueden desembocar en una guerra mayor en Medio Oriente. Devela en
forma lúcida que EEUU no tiene la capacidad de conducir ningún género
de operación terrestre contra Irán y agrega que el bombardeo aéreo
estratégico no resuelve mucho, como ha sucedido desde la Segunda
Guerra Mundial y como Israel aprendió a sus expensas en su guerra
contra Hezbollah: "nunca hemos estado en una posición más
desventajosa en términos de golpear a un oponente potencial".
Tras
fustigar la privatización de servicios del ejército en beneficio de
Halliburton, Bechtel y Blackwater, concluye que en relación con Irán
,"por encima de la acción militar, la diplomacia constituye de
lejos el mejor instrumento para que EEUU consiga sus objetivos".
¿Quién
frenará la teocracia apocalíptica de "cristianos
sionistas"?
|