EEUU se suma
a países que autorizan la "detención indefinida"
Bush promulga
ley que autoriza el uso de la tortura y anula el habeas corpus
Por David
Brooks
Corresponsal
en EEUU
La Jornada,
18/10/06
Nueva York,
17 de octubre.– El presidente George W. Bush promulgó hoy la ley
que autoriza el uso de la tortura y anula el derecho de habeas
corpus para los que sean designados enemigos por el gobierno de
Estados Unidos.
La llamada
Ley de Comisiones Militares de 2006 autoriza un programa de
interrogatorios de detenidos por la Agencia Central de Inteligencia
(CIA) y otras dependencias y su fiscalización ante nuevos tribunales
militares, conocidos como "comisiones".
Sin embargo,
críticos –incluso abogados militares, ex altos oficiales militares
y diplomáticos y defensores de derechos civiles y humanos– han
denunciado que la ley en efecto legaliza la tortura y anula el antiguo
derecho fundamental de habeas corpus (protección del arresto
arbitrario).
Pero Bush
declaró este martes que la ley "salvará vidas
estadounidenses" y la caracterizó de medida sumamente importante
en la "guerra contra el terror", la cual "permite que
la CIA continúe con su programa de interrogar a líderes y operativos
terroristas clave".
Afirmó el
mandatario que el programa ahora autorizado bajo esta nueva ley
"ha sido uno de los esfuerzos de inteligencia mas exitosos en la
historia de Estados Unidos y ha ayudado en prevenir atentados contra
nuestro país".
En la
ceremonia en la Casa Blanca para la promulgación de la ley, Bush
aseguró que "esta legislación cumple con ambos el espíritu y
la letra de nuestras obligaciones internacionales. Como he dicho
antes, Estados Unidos no tortura. Es contra nuestras leyes y contra
nuestros valores".
Hizo énfasis
en que la ley establece protecciones a los agentes y funcionarios
estadounidenses para que no sean sujetos de ser demandados o acusados
"por terroristas" de violaciones de la ley internacional (y
nacional) por ejercer sus deberes bajo este programa.
Advirtió que
sin este programa, la "comunidad de inteligencia cree que Al
Qaeda hubiera tenido éxito en lanzar otro atentado contra la patria
estadounidense". Además, indicó, la ley "nos permitirá
fiscalizar a terroristas capturados por crímenes de guerra con un
juicio pleno e imparcial".
Al señalar
que la legalidad del sistema de tribunales militares especiales que él
había autorizado ha sido cuestionada ante los tribunales, inclusive
por la Suprema Corte, dijo que la ley ofrece ahora la autorización
explícita del Congreso para estos tribunales. Insistió en que estos
tribunales ofrecerán un "juicio imparcial".
Como siempre
en este tipo de evento, Bush colocó todo en el contexto del 11 de
septiembre de 2001. "Esta nación llamará a la maldad por su
nombre. Responderemos al asesinato brutal con justicia paciente",
afirmó al honrar la memoria de los que perecieron en los atentados
contra Washington y Nueva York.
Sin embargo,
para los críticos, éste fue un día triste para la república.
"Con su firma, el presidente Bush promulgó una ley que es
inconstitucional y antiestadounidense", dijo hoy Anthony Romero,
director ejecutivo de la Unión Americana de Derechos Civiles.
"El
presidente ahora puede –con la aprobación del Congreso– detener
indefinidamente a gente sin cargos, enjuiciar basándose en pruebas
secundarias, autorizar juicios que pueden condenar a muerte a gente en
base de declaraciones que fueron extraídas de testigos literalmente a
golpes y cerrar completamente la puerta de los tribunales a los que
solicitan una petición de habeas corpus. Nada podría ser mas
lejano de los valores estadounidenses que todos tenemos en nuestros
corazones que la Ley de Comisiones Militares", afirmó Romero.
Ex abogados
militares de los más altos rangos, ex diplomáticos de gran prestigio
(tantos conservadores como liberales), personajes como el ex general y
ex secretario de Estado Colin Powell, las principales asociaciones
nacionales de abogados y más han repudiado esta legislación durante
meses por considerar que anula aspectos casi sagrados del sistema
legal estadounidense y viola los compromisos internacionales
fundamentales, como la Convención de Ginebra.
Vincent
Warren, director ejecutivo del Centro de Derechos Constitucionales, ya
había señalado que con esta ley "Estados Unidos se suma a las
filas de las naciones del mundo que han autorizado la detención
indefinida sin juicio y la tortura sin rendir cuentas".
Dura crítica
del Times
El diario The
New York Times, en su editorial principal del domingo, de nuevo
denunció las medidas de la nueva legislación al señalar que anula
un principio esencial de la justicia estadounidense, la protección de
los inocentes.
Argumentó
que ahora toda persona designada "combatiente ilegal" por el
Poder Ejecutivo es considerado culpable, y las nuevas medidas están
diseñadas para confirmar esa culpabilidad.
"La Ley
de Comisiones Militares hace virtualmente imposible retar un fallo de
un tribunal de estatus (que determina si un detenido es o no un
combatiente ilegal). Prohíbe peticiones de habeas corpus –el
derecho antiguo de prisioneros en sociedades justas de tener su
detención revisada– o cualquier caso basado directa o
indirectamente sobre las Convenciones de Ginebra", afirmó.
Agregó:
"La nueva ley expande de manera peligrosa la definición de un
combatiente enemigo ilegal y permite al señor Bush –y al secretario
de Defensa– otorgar a quien desean la autoridad de designar a un
prisionero como combatiente enemigo".
El Times
señala que el presidente insiste en que los estadounidenses deben de
confiar en que estos poderes sólo se aplicarán contra gente
peligrosa.
"Aun si
nuestro sistema fuera basado sobre ese tipo de poder personal y no
sobre el imperio de ley, sería difícil confiar en el juicio de un
presidente y un gobierno cuyo historial es tan pésimo", señaló
el rotativo.
Hubo
protestas esporádicas contra la ley, y unos 16 manifestantes fueron
arrestados frente a la Casa Blanca esta mañana. Gritaban "Bush
es el terrorista" y "la tortura es un crimen", reportó
la agencia Reuters. En Nueva York hubo pequeños actos de repudio.
A la vez,
organizaciones como el Centro de Derechos Constitucionales y otros ya
están promoviendo casos para que algunas de las peores medidas de la
nueva ley sean declaradas anticonstitucionales por los tribunales.
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