Soldados
de doble uso
Por
Alberto Piris [1]
CSCAweb,
18/10/06
"(...)
el ritmo de reclutamiento de soldados en EEUU sufre una seria
deceleración. No se logra reclutar el número de soldados necesarios,
pese a las elevadas primas de enganche, las facilidades para alistar
inmigrantes ilegales y convertirlos en ciudadanos de EEUU, y un sinnúmero
de ventajas que intentan compensar el negativo efecto del infierno
iraquí".
De
los casi 150.000 soldados que EEUU tiene desplegados en Iraq, apenas
18.000 constituyen la fuerza en contacto con la población, mediante
patrullas y misiones de control, orden público y seguridad. Un
contingente mucho mayor se encuentra acuartelado en las inmediaciones
de Bagdad y en bases fuertemente protegidas, aislados de la población
y en permanente actitud defensiva, lo que contribuye poco a mantener
la moral de las tropas.
Sea
debido al ambiente de hostilidad o a otras razones complementarias, el
ritmo de reclutamiento de soldados en EEUU sufre una seria desaceleración.
No se logra reclutar el número de soldados necesarios, pese a las
elevadas primas de enganche, las facilidades para alistar inmigrantes
ilegales y convertirlos en ciudadanos de EEUU, y un sinnúmero de
ventajas que intentan compensar el negativo efecto del infierno iraquí.
La
drástica reducción de las cualidades y exigencias mínimas para
convertirse en soldado está creando nuevos problemas en los ejércitos
de EEUU, que preocupan a los mandos militares y a los dirigentes políticos.
Hoy hay una creciente presencia de bandas organizadas y tribus
callejeras en el seno de las unidades militares. Un reciente traslado
de soldados a una base militar próxima a El Paso, en Texas, obligó
al FBI a preparar medidas para hacer frente a un previsible incremento
de la conflictividad callejera entre la más arraigada banda local,
"Barrio Azteca", y la banda "Folk Nation" (Nación
del Pueblo), muy extendida entre los soldados recién llegados y que
nació en Chicago y reúne a muchos grupos subordinados que utilizan
el nombre de "discípulos de los gánsteres".
Temen
las autoridades que, dada la influencia de estas bandas no sólo en
los soldados, también entre sus familiares, las guerras callejeras
podrían intensificarse en EEUU al producirse un desequilibrio entre
los territorios controlados por unos y otros. Un policía comentaba
que en muchas bandas callejeras se incita a los miembros que carecen
de antecedentes policiales a alistarse en el Ejército para aprender
el uso de las armas y las tácticas de combate. Un especialista en
bandas afirmaba que "la mayor parte de los jóvenes que componen
esas bandas proceden de los mismos estratos socioeconómicos bajos en
los que es muy común alistarse en el ejército para salir de la
miseria".
Grupos
neonazis
Se
producen vinculaciones también activas en los grupos neonazis,
racistas y xenófobos, en auge en el sur de EEUU, que se alimentan del
recelo que produce la inmigración clandestina. Una revista neonazi
fomentaba el reclutamiento en el Ejército y aconsejaba a sus lectores
alistarse en la infantería ligera, porque "la inminente guerra
racial y étnica que ocurrirá pronto será una guerra de Infantería
[...] Se irá casa por casa, hasta que la ciudad quede limpia y los
individuos de las razas extrañas tengan que huir al campo, donde serán
cazados y exterminados". Investigaciones policiales han revelado
la existencia de incipientes redes neonazis entre los militares, que
intercambian información sobre armas y reclutamiento y mantienen
secreta la identidad de sus miembros.
Servirse
de los soldados para apoyar por la fuerza políticas contra el propio
Estado que los recluta no es nada nuevo. En 1916, al teorizar sobre el
programa militar de la revolución proletaria, Lenin escribió:
"La militarización penetra ahora toda la vida social. El
imperialismo es una lucha encarnizada de las grandes potencias [...] y
por ello tiene que conducir inevitablemente a un reforzamiento de la
militarización en todos los países, incluso en los neutrales y pequeños.
¿Con qué harán frente a esto las mujeres proletarias? [...] Les dirán
a sus hijos: 'Pronto serás grande. Te darán un fusil. Tómalo y
aprende bien a manejar las armas. Es una ciencia imprescindible para
los proletarios, y no para disparar contra tus hermanos, los obreros
de otros países, [...] sino para luchar contra la burguesía de tu
propio país, para poner fin a la explotación, a la miseria y a las
guerras, no con buenos deseos, sino venciendo a la burguesía y desarmándola'".
Es
curioso observar que un fenómeno social parecido al observado en la
Rusia presoviética preocupa hoy en EEUU, cuando sus ejércitos se ven
infiltrados por soldados "de doble uso", prestos a utilizar
lo que allí aprenden para otros fines poco acordes con la misión de
unas fuerzas armadas en un país democrático.
[1].-
General de Artillería en la reserva (España). Analista del
Centro de Investigación para la Paz (FUHEM).
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