Indicadores
para un posible diálogo de Washington con Caracas y La Habana
Por
David Brooks
Corresponsal
en EEUU
La
Jornada, 13/12/06
Nueva
York, 12 de diciembre.–
Dialogar o no dialogar con el enemigo, esa parece ser la pregunta
entre la cúpula estadounidense.
Hay
algunas indicaciones –mínimas– de un renovado interés de algunos
en Washington en dialogar con Venezuela y Cuba. Eso podría ser
resultado del aplastante triunfo de Hugo Chávez, de la transición en
Cuba que parece proceder sin el tan pronosticado caos, y de la elección
estadounidense donde los republicanos perdieron el control del
Congreso.
Cuba
continúa como la "gran excepción" para los quienes
insisten en que la democracia se está consolidando, aunque con
tropiezos, en América Latina. Pero en Washington muchos esperan el
momento de deceso de Fidel Castro como una divisoria de aguas, aunque
sin gran idea de qué hacer cuando el momento llegue. Hoy, como
durante casi todos los días de estas últimas semanas y meses, se
rumora la muerte del líder cubano (siempre desde Miami). Mientras
tanto, hay gran enfoque sobre quién es y cómo abordar a Raúl
Castro.
Hoy
el secretario asistente de Estado Thomas Shannon reiteró que la política
hacia Cuba ha gozado de apoyo bipartidista durante décadas y tiene el
mismo propósito de siempre: ayudar a llevar "a Cuba a un futuro
que todos deseamos, hacia la democracia... ese es nuestro propósito".
Sin embargo, señaló, "nos estamos acercando a un momento
importante, el deceso de Fidel Castro". Reconociendo que Raúl
Castro ha enviado señales de que está abierto a un diálogo, Shannon
respondió: "lo que es realmente importante es el diálogo entre
el gobierno y el pueblo de Cuba", y añadió que sólo los
cubanos en la isla son quienes tendrán que determinar la transición
democrática de su país.
Sin
embargo, una numerosa delegación legislativa bipartidista viajará a
Cuba el próximo viernes, informó hoy William Delahunt, representante
federal demócrata por Massachussets. Delahunt, quien encabezará la
delegación de cinco demócratas y cinco republicanos, declaró hoy,
en el mismo foro del Consejo de las Américas, que "el tipo de
recepción que nos darán enviará un mensaje", y dijo que le ha
informado al gobierno cubano del interés de la delegación en
reunirse con Raúl Castro, ya que "eso en sí enviará una señal".
A
la vez, Delahunt quien asumirá un cargo influyente en el nuevo
Congreso indicó que bajo control demócrata habrá "poco
apoyo" a los 80 millones de dólares que el gobierno de George W.
Bush ha asignado para "promover la democracia" en Cuba,
particularmente después de que una investigación reveló que hubo
una serie de gastos dudosos y malversación de fondos del paquete de
70 millones para este programa otorgados a agrupaciones
cubanoestadounidenses el año pasado.
Por
otro lado, Peter Hakim, presidente del Diálogo Interamericano en
Washington, señaló recientemente que Estados Unidos ha pasado a ser
el segundo socio comercial de Cuba, a pesar del embargo, y reiteró
que entre "más tiempo permanezca el embargo, más resistencia
habrá al cambio" en Cuba.
En
cuanto a Venezuela, el secretario asistente de Estado comentó hoy que
el gobierno en Washington está dispuesto a sentarse a platicar con Chávez
y su gobierno. "Nos ha interesado mejorar las relaciones con
Venezuela... pero no hemos tenido la oportunidad de sentarnos con
ellos, creemos en gran medida que por razones políticas" por
parte de Caracas.
Pero
analistas como Michael Shifter, de Diálogo Interamericano, consideran
que hay demasiada desconfianza entre los dos gobiernos para pensar en
una mejoría en la relación bilateral, y menos cooperación real.
Algunos pronostican que Chávez "radicalizará" su postura
hacia Estados Unidos.
Un
informe reciente del Consejo de Relaciones Exteriores recomendó que
la mejor opción para Washington en su relación con Venezuela es
"ignorar la estridente retórica" de Hugo Chávez. El
informe La vida con Hugo: política de Estados Unidos hacia la América
Latina de Hugo Chávez, fue escrito por Richard Lapper, del Financial
Times, y aconseja no hacer caso a sus declaraciones,
"siempre y cuando Chávez no dé pasos que amenacen en lo
fundamental intereses esenciales de Estados Unidos en América
Latina".
Acercamiento
entre la isla caribeña y Washington - La principal misión del
Congreso desde 1959 se reunirá con cargos del Gobierno
Una delegación
de EEUU viaja a Cuba para entablar diálogo
Por Idoya Noain
Corresponsal en
EEUU
El Periódico,
16/12/06
Desde que en
julio se conocieron los problemas de salud de Fidel Castro, en EEUU
han ganado volumen las voces que abogan por relajar o levantar el
embargo con que se castiga a Cuba. Y aunque la Administración de
George Bush mantiene la línea dura y niega cualquier diálogo con Raúl
Castro, empiezan a darse otros pasos que pueden producir un cambio
histórico en las relaciones bilaterales. Uno de los más importantes
empezó ayer, cuando una delegación de 10 congresistas opuestos a las
sanciones iniciaron una visita de tres días a la isla, la misión más
importante desde 1959.
En la agenda de
los seis demócratas y cuatro republicanos que se apuntaron al viaje
organizado por el Comité de Relaciones Internacionales de la Casa de
Representantes y que forman la mayor delegación del Congreso que ha
viajado nunca a Cuba hay reuniones con el presidente de la Asamblea
Nacional, Ricardo Alarcón, y con el ministro de Asuntos Exteriores,
Felipe Pérez Roque.
Posible
reunión con Raúl
No está claro
aún si llegarán a reunirse con Raúl Castro, pero la posibilidad
existe y el viaje es definido ya por expertos como Julia Sewig,
especialista en Cuba del Consejo de Relaciones Internacionales de
Washington, como "el primer capítulo en una nueva era en las
relaciones bilaterales".
Los
congresistas que están en La Habana se oponen a restricciones como la
que limita a los cubano-americanos a viajar a la isla una vez cada
tres años y las que establecen topes a la cantidad de dinero que
pueden enviar al país. Su apuesta, que puede encontrar apoyos en el
nuevo Congreso de mayoría demócrata, es aprovechar la cesión de
poder para restablecer las relaciones con la isla, rotas desde que en
1960 se impuso el embargo. Defienden, asimismo, la reanudación de
relaciones comerciales como una herramienta más poderosa que las
sanciones para garantizar la democracia en Cuba. Y critican acciones
como la financiación desde Washington de TV Martí, una herramienta
de propaganda con presencia casi nula.
La dificultad
de Washington para trabajar en la isla es manifiesta, pese a que se
mantiene allí una Oficina de Intereses, y las barreras han afectado
históricamente también a sus servicios de inteligencia. Pese a ello,
el director nacional del espionaje estadounidense, John Negroponte, ha
asegurado en unas declaraciones a The Washington Post que Fidel Castro
está cerca de la muerte. "Todo lo que vemos indica que no queda
mucho... meses, no años", dijo.
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