EEUU - Iraq

 

El plan de Bush prefigura una intensificación de los combates en las calles
de la capital

La nueva batalla por Bagdad

Por Thomas E. Ricks y Ann Scott Tyson (*)
The Washington Post, 11/01/07
IraqSolidaridad, 16/01/07
Traducido por Beatriz Morales Bastos

"Un oficial del ejército que recientemente estuvo al mando de un batallón en Bagdad ha adelantado que el plan fracasará porque el primer ministro iraquí Nuri al–Maliki y su gobierno '[...] harán lo posible por mantener la protección' de las fuerzas de as–Sáder. Asimismo, tachándola de 'palabrería ilusa', descalificó la pretensión del presidente [Bush] de que el ejército y la policía iraquíes, predominantemente shiíes, pudieran pacificar barrios sunníes favorables a la resistencia patrullando por ellos a pie."

Los planes del presidente Bush de enviar decenas de miles de soldados estadounidenses y refuerzos iraquíes a Bagdad para hacer frente a los resistentes sunníes y a las milicias shiíes probablemente desencadenen una fase más peligrosa de la guerra que determinará meses de luchas en las calles de la capital iraquí, según advierten oficiales del ejército [estadounidense] en activo y retirados. "Los terroristas e insurgentes en Iraq no tienen conciencia y harán que el año próximo sea sangriento y violento", afirmó [el miércoles, 10 de enero] el presidente [Bush] al explicar su nuevo plan [para Iraq]: "Incluso si nuestra nueva estrategia funciona exactamente según los planes, continuarán los mortíferos actos de violencia, y debemos esperar más víctimas iraquíes y estadounidenses" [1].

La posibilidad de una batalla más intensa en la capital iraquí podría hacer que los mandos militares estadounidenses se encontrasen en el mismo tipo de intensa lucha urbana que quienes planificaron la guerra se esforzaron por evitar durante la invasión del país en la primavera de 2003. El plan de que unidades estadounidenses e iraquíes luchen conjuntamente puede obligar a los soldados estadounidenses a confiar como nunca antes en los cuestionables ejército [Guardia Nacional] y fuerzas de policía iraquíes. Y mientras que el presidente [Bush] insiste en que no hay un calendario asociado al incremento de tropas, los mandos militares afirman que mantenerlo más de unos pocos meses puede provocar una nueva e importante presión para el ejército, que ya se siente abrumado por una guerra difícil e inesperadamente larga [2].

El Ejército del Mahdi

Sobre todo, la insistencia de la Casa Blanca en hacer frente a todos los resistentes y milicias, tanto sunníes como shiíes, puede significar que el ejército estadounidense terminará luchando contra el Ejército del Mahdi del clérigo radical Moqtada as–Sáder. Algunos responsables de inteligencia estadounidenses calculan que esta milicia ha crecido durante el pasado año hasta llegar a los casi 60.000 combatientes y algunos miembros del Pentágono consideran que es más eficaz militarmente que el ejército iraquí. Luchar contra ella podría parecerse a los duros combates que tuvieron lugar esta semana en toda la calle Haifa bagdadí [3], donde aviones y helicópteros estadounidenses llevaron a cabo ataques aéreos justo al norte de la embajada estadounidense en la protegida Zona Verde, pero aplicado a toda la ciudad de Bagdad.

"Habrá más violencia de lo normal debido al aumento [de tropas] y un aumento [de tropas] con más víctimas crea problemas en el ámbito internacional", afirmó un oficial de alto rango del ejército. As–Sáder "[...] va a tener que elegir y si elige la confrontación, será muy significativo", añadió un alto cargo del Pentágono.

As–Sáder es una de las figuras más poderosas del gobierno iraquí [4] y en el pasado obligó a éste y al ejército estadounidense a retroceder [5]. Sin embargo, los expertos militares afirman que si no se hace frente al Ejercito del Mahdi, puede fallar toda la ofensiva e intensificarse el conflicto sectario, porque los sunníes considerarán que no es más que otra manera de atacarlos mientras se deja actuar libremente a los escuadrones de la muerte. "Si nuestro ejército no entra en Medina as–Sáder, menospreciarán la noción de aumento [de tropas] porque dejaría indemne a una destacada milicia", afirma Patrick Cronin, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, un grupo de estrategas de Defensa.

La última vez que el ejército estadounidense luchó contra elementos shiíes y sunníes en Iraq fue durante primavera de 2004, una de las épocas más difíciles de la guerra. Los mandos estadounidenses estaban desconcertados de tener que afrontar un conflicto de dos frentes, contra los resistentes sunníes en la provincia de al–Anbar [durante el asalto a Faluya] y los shiíes en Bagdad y en una amplia franja del centro–sur de Iraq. Los soldados de la Primera División de Caballería del Ejército que luchaban en el bastión de as–Sáder, [barrio] de unos dos millones de shiíes al este de Bagdad, quedaron atrapados en una serie de enfrentamientos que recordaban la película 'Halcón Negro' derribado [de Ridley Scott]. Las milicias de as–Sáder sitiaron a patrullas estadounidenses aisladas y tomaron comisarías de policía, escuelas y edificios municipales.

Un oficial del ejército que recientemente estuvo al mando de un batallón en Bagdad ha adelantado que el plan fracasará porque el primer ministro iraquí Nuri al–Maliki y su gobierno "[] harán lo posible por mantener la protección" de las fuerzas de as–Sáder. Asimismo, tachándola de "palabrería ilusa", descalificó la pretensión del presidente [Bush] de que el ejército y la policía iraquíes, predominantemente shiíes, pudieran pacificar barrios sunníes favorables a la resistencia patrullando por ellos a pie.

'Sacar las castañas del fuego'

Bush afirmó que ahora está claro que no ha habido suficientes soldados en Bagdad y que parte de la diferencia en este enfoque es que el nuevo plan contará con los recursos adecuados. Sin embargo, el número total de soldados estadounidenses en Iraq tras el planeado incremento será de unos 153.000, menos que la cifra máxima de unos 165.000 en diciembre de 2005. Tal como afirmó uno de ellos, los expertos militares se preguntan cómo una "delgada línea verde" de 17.500 soldados adicionales en Bagdad podría afectar la situación de la seguridad en una ciudad donde cinco millones de residentes son hostiles a la presencia estadounidense. "Demasiado poco, demasiado tarde, realmente demasiado tarde", afirma el coronel retirado Jerry Durrant, que ha trabajado como instructor del ejército estadounidense.

Según oficiales familiarizados con sus deliberaciones internas, la Junta de Jefes del Estado Mayor se ha resistido a la campaña de Bush a favor de enviar más soldados, pero recientemente ha cedido a los deseos del presidente [6]. Bush declaró [en su discurso de presentación de su "Nueva estrategia para Iraq"] que altos mandos revisaron los nuevos planes para añadir un total de 21.500 efectivos del Ejército y del Cuerpo de Marines en Bagdad y en la provincia de al–Anbar, y los aprobaron.

"En realidad el 'aumento [de tropas]' es bastante pequeño", afirma el coronel del Ejército retirado Andrew Bacevich, que lo compara con los 206.000 soldados adicionales que el general William Westmoreland pidió en Vietnam en 1968. "En efecto, Bush cuenta con los iraquíes para sacarnos las castañas del fuego", afirma Bacevich, quien añade que no hay pruebas de que el ejército y el gobierno iraquíes sean capaces de hacerlo.

Plan para Bagdad

El plan exige al gobierno iraquí que designe un mando global para todo el personal del ejército y la policía iraquíes en Bagdad. La ciudad se dividirá en nueve sectores, cada uno de ellos con mando iraquí y con un batallón del ejército estadounidense asignado para apoyar a las fuerzas iraquíes.

De corto a medio plazo, el incremento militar estadounidense en Iraq supondrá adelantar [el periodo de servicio de] algunas tropas en Iraq y extender el turno de servicio de otras, creando un solapamiento que aumenta el nivel total de las tropas. Al menos una brigada del ejército que originariamente no tenía programado entrar en Iraq (la Segunda Brigada de la 82 División Aerotransportada) ha empezado a trasladarse a Iraq desde Kuwait.

Se espera que se desplieguen en Iraq a principios de febrero, entre dos semanas y dos meses antes de lo programado, otras cuatro brigadas del Ejército en Estados Unidos que ya formaban parte de la planificada rotación a Iraq de 2007. En Iraq tres brigadas del Ejército ampliarán su periodo de servicio programado para un año, en un caso durante unos cuatro meses. Mientras tanto, una gran unidad de combate del Cuerpo de Marines que ahora está en la provincia de al–Anbar, ampliará su periodo de servicio.

A largo plazo, el mantenimiento de un número elevado de soldados requerirá probablemente la movilización de unidades del Ejército de la Guardia Nacional y de la Reserva del Ejército. Oficiales de alto rango del Ejército afirmaron estar preocupados por el hecho de que los soldados vayan a tener periodos de servicio más largos en la zona de guerra y menos tiempo en casa para ver a sus familias, instrucción y reparación del equipamiento. La aceleración de los despliegues también supone riesgos al acortar el tiempo que tienen las unidades para hacer instrucción y recibir equipamiento.


Notas de IraqSolidaridad:

(*) Thomas E. Ricks y Ann Scott Tyson son redactores del diario estadounidense The Washington Post.

1. De los 21.500 efectivos adicionales destinados a combatir a la resistencia, la mayoría se desplegaran en Bagdad (17.500 soldados). Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: "Nueva estrategia para Iraq": Bush vuelve a equivocarse. Fuertes combates en Bagdad anticipan la aplicación del nuevo plan de Bush. La trascripción en inglés del discurso de Bush puede leerse en: www.washingtonpost.com

2. Véase en IraqSolidaridad: Will Dunham: El ejército estadounidense muestra síntomas de agotamiento. Cinco años de guerra en Iraq y Afganistán ponen a prueba el ejército voluntario en EEUU y enlaces relacionados.

3. Ver nota 1.

4. La corriente de as–Sáder ostenta seis ministerios en el gobierno de al–Maliki. En noviembre de 2006 el gobierno de al–Maliki obligó a las tropas de EEUU a retirarse del barrido de Medina as–Sáder, donde buscaban a un soldado estadounidense de origen iraquí desaparecido. El diario en lengua árabe al–Hayat informa en su edición del 16 de febrero que el Ejército del Mahdi ha recibido órdenes de eludir el enfrentamiento con las tropas de EEUU en Bagdad, retirándose incluso a zonas de menor confrontación en la capital. Con anterioridad, al–Quds al–Arabi informaba el día anterior que el Ejército del Mahdi estaría preparándose para un confrontación abierta con las tropas de EEUU tras la presentación por el presidente Bush de sus nuevos planes para Iraq.

5. Véase en IraqSolidaridad: Patrick Martin: El Pentágono dibuja un sombrío panorama para EEUU en Iraq. Los militares estadounidenses, contrarios a aumentar los efectivos en Iraq.