Estados Unidos

 

Situación de la economía

¿El país de la caída libre?

Economist Intelligence Unit
Enviado por Correspondencia de Prensa, 09/10/07
Traducción de Jorge Anaya

Recesión

El temor de una recesión en Estados Unidos (EEUU) crece. El aumento del pesimismo fue provocado por signos de que el problema del mercado hipotecario estadounidense no sólo no puede contenerse, sino que se desborda a otras partes de la economía y la confusión financiera global magnifica sus efectos. Economist Intelligence Unit (EIU) ha reducido a la mitad, de 2.1%, su pronóstico para el producto interno bruto (PIB) de 2008. Aunque EIU cree que Washington evitará la recesión, el agudo descenso es perjudicial para el resto del mundo desarrollado.

Richard Syron, presidente del gigante hipotecario Freddie Mac, de participación gubernamental, afirmó el 27 de septiembre que el riesgo de que EEUU entrara en recesión era de entre 40 y 45%. Se basó en que las ventas de casas nuevas cayeron 8.3% en agosto.

Se tambalean las casas

El mercado inmobiliario estadounidense es un caos después del cataclismo del mercado de hipotecas de riesgo. Por consiguiente, los precios de las casas descienden en algunas partes del país y los embargos crecen. La total indiferencia de algunos sectores del mercado para evaluar adecuadamente el riesgo, que ha permitido otorgar hipotecas a jubilados aun cuando sus pensiones sean insuficientes para pagarlas, está haciendo explosión. Y es probable que lo peor esté por venir. El año próximo se ajustarán préstamos hipotecarios por un monto de un billón de dólares a medida que las tasas "ganchos" introductorias dejen de operar y los acreditados tengan que pagar más. En algunos casos, si las tasas aumentan de 2 a 8%, es fácil apostar que muchos acreditados serán incapaces de pagar sus cuentas. Algunos cálculos sugieren que cerca de dos millones de estadounidenses podrían sufrir embargos el próximo año.

La carnicería en el mercado inmobiliario es bastante mala, pero los signos de desbordamiento son aún más preocupantes. Hasta hace muy poco había pocas malas noticias fuera del mercado inmobiliario. Los salarios y el empleo aún crecían, apuntalando el consumo y la confianza en la economía. En agosto, los datos sobre el empleo cambiaron. Una pérdida neta de 4 mil empleos podría no parecer grande en sí misma, pero, ante las expectativas de crear 100 mil plazas, fue desastrosa para muchos, pues indica que la economía se mueve ahora en dirección incorrecta.

Desbordamiento

Han surgido también cifras decepcionantes respecto de la confianza de los consumidores, ventas al menudeo y producción de mercancías duraderas. Los valores hipotecarios no vendidos aumentan peligrosamente y la caída vertiginosa de precios inmobiliarios es ahora una nueva posibilidad, además de que el hipotecario no es el único sector de la economía de EEUU que envía señales de alarma.

Estos problemas, claro, se agravaron por la turbulencia en los mercados financieros que siguió a la debacle de los préstamos subprime (de riesgo). Algunos mercados de dinero al mayoreo han cerrado y los consejos directivos de los bancos están tomando las riendas del crédito. No sólo las hipotecas están afectadas: la deuda en tarjetas de crédito y los préstamos para vehículos son también un problema si se considera la magnitud de la deuda pendiente de pago y su dudosa calidad. En esta situación, no es seguro si las medidas que tome la Reserva Federal (Fed) de EEUU serán suficientes para conservar la liquidez.

Es de celebrarse un mayor conservadurismo de los bancos en virtud de los excesos de años recientes, pero para la economía en su conjunto será negativo. A medida que las condiciones crediticias se hacen menos generosas, habrá niveles inferiores de actividad en fusiones y adquisiciones y menos operaciones apalancadas. La bolsa, que ha disfrutado de una larga tendencia a la alza, seguramente irá a la baja ante la continua turbulencia del sector financiero y el deterioro de la economía real. Y esto, desde luego, tendrá un efecto negativo que probablemente desaliente el consumo privado.

Ahí vamos

A la luz de la reciente información, EIU ha reducido de 2.1 a 1.2% su pronóstico de crecimiento del PIB estadounidense de 2008, a raíz de un consumo privado y una inversión residencial menores a su expectativa. Los problemas en hipotecas residenciales indican un descenso más prolongado del sector del que se esperaba al principio. En respuesta a este sombrío panorama macroeconómico, EIU espera que la Reserva Federal reduzca su objetivo para la tasa de interés de los fondos federales otros 50 puntos bases (porcentuales) para fines de 2007, ya sea mediante reducciones durante el trimestre de octubre a diciembre o de una sola vez. Con esto, la tasa final del año será de 4.25 %, punto en el cual EIU cree que la Fed se detendrá y esperará con los dedos cruzados.

También en respuesta al descenso en EEUU y al riesgo de mayor turbulencia financiera en el mercado, EIU espera que el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra reducirán sus tasas de interés de referencia: 25 puntos bases en el primer trimestre de 2008 en el caso del primero y 25 durante el cuarto trimestre de este año en el caso del segundo. Es también poco probable que el Banco de Japón eleve su tasa de referencia hasta mediados de 2008. Los problemas de Europa y Japón no terminan allí. Mientras la economía estadounidense se desacelere bruscamente, el dólar se hundirá aún más frente a las divisas principales. EIU pronostica un promedio de 1.45 dólares por euro para 2008, en comparación con el anterior pronóstico de 1.35 dólares por euro.

A pesar del marcado descenso del pronóstico, el escenario principal no prevé que EEUU entre en recesión. Sin embargo, sigue siendo una fuerte posibilidad. Tras la debacle de los préstamos subprime, EIU considera que el riesgo de una recesión estadounidense es de 40%. Ahora que Freddie Mac está de acuerdo y la infección de los subprime se expande a toda la economía, es tiempo de que los demás lo tomen en cuenta.